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España es uno de los seis países europeos con salarios más bajos que hace una década
  1. Economía
El poder adquisitivo ha caído un 3,2%

España es uno de los seis países europeos con salarios más bajos que hace una década

Los problemas tradicionales de baja productividad y alto desempleo condenan a los trabajadores a sufrir un largo periodo de estancamiento de su poder adquisitivo

Foto: Una camarera sirve bebidas en un chiringuito de Barcelona. (EFE/Alejandro García)
Una camarera sirve bebidas en un chiringuito de Barcelona. (EFE/Alejandro García)
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El problema de salarios que ha vivido España en la última década está detrás de muchos de los males económicos que afectan al país: elevada pobreza, problemas para financiar las pensiones, pérdida de mano de obra altamente cualificada, baja recaudación pública, escasos incentivos a la formación. Los bajos salarios incluso están detrás de que España sea uno de los países europeos con menor natalidad y muy tardía. Los datos de Eurostat muestran que, tras la última crisis inflacionista, los salarios reales del sector privado en España están por debajo de los niveles de hace una década.

Hay solo seis países en la eurozona que se encuentran en esta situación: España es el quinto peor, con un descenso desde 2012 hasta 2022 del 3,2% según los últimos datos de Eurostat. Si se amplía el foco a dos décadas (desde el año 2002) la fotografía no es mucho mejor: los salarios reales han aumentado un 5,5%, pero España sigue siendo el sexto peor país de la eurozona.

Hay dos grupos de países que se sitúan en una posición peor que la de España. El primero es el de los países cuyo desempeño económico ha sido todavía peor que el español. Está conformado por Italia y Grecia, los dos enfermos del euro que viven en una crisis permanente. El segundo grupo lo forman Bélgica y Países Bajos, dos países en los que tradicionalmente los salarios han crecido de forma intensa, pero que sufrieron una gran crisis inflacionista en 2022 que provocó una gran caída del poder adquisitivo.

Foto: Playa de la Barceloneta, masificada de sombrillas. (EFE/Alejandro García)

En el conjunto de la eurozona, los salarios han aumentado un 4,8% a lo largo de la última década. Tampoco es una cifra extremadamente favorable, lo que refleja las dificultades que tiene todo el continente para conseguir ganancias de productividad. Solo algunos países del este, en especial las repúblicas del Báltico, han conseguido ganancias significativas de salarios gracias a su rápida convergencia hacia los niveles del mercado comunitario.

España hace años que abandonó el proceso de convergencia con la economía europea, casi tantos como llevamos de siglo. En esta ocasión la inflación estuvo contenida en comparación con la de la eurozona (reflejo de la debilidad de la demanda interna). La diferencia con la UE está en que los salarios nominales no tiran. En la última década, han subido un 13,6%, el cuarto peor dato de toda la eurozona, solo mejor que Italia, Grecia y Chipre. Únicamente la contención de la inflación ha evitado una pérdida de poder adquisitivo más intensa a los trabajadores.

El drama de los salarios en España tiene dos causas principales, aunque realmente son las dos caras de la misma moneda: la baja productividad y el elevado desempleo estructural. El país tiene un gran déficit de inversión productiva y educativa, lo que provoca que tanto el capital físico como humano sea insuficiente para lograr la convergencia con el resto de Europa. El resultado es que España va perdiendo puestos en el ránking de PIB per cápita en la UE a medida que es adelantada por los países del este.

Foto: Ilustración con el logo de ChatGPT. (Reuters/Dado Ruvic)

Durante los primeros años de pertenencia al euro, España tuvo una gran oportunidad para aumentar la inversión productiva, pero empleó todo este margen en financiar una burbuja inmobiliaria. Cuando estalló, desapareció el dinero que prestaban otros países y se acabó la posibilidad de dar un impulso productivo al país. Los fondos europeos del programa Next Generation ofrecen una nueva oportunidad de modernizar el tejido productivo del país, pero está por ver si su uso es eficiente y consigue mejoras significativas.

Mientras tanto, España sigue soportando los vaivenes económicos con la receta del ajuste interno: contención de salarios para ganar competitividad. De hecho, es el segundo país del euro en el que menos han crecido los salarios durante los dos años de crisis inflacionista, con un aumento del 3,7%, dos puntos menos que la media de la eurozona. El único país con menor subida es Italia, con un pírrico 1% de subida.

El sector público compensa mínimamente la caída de los salarios en el sector privado. Si se suman las administraciones públicas y los servicios copados por el sector público (educación y sanidad) la variación de los salarios reales en la última década ha sido del 2,3% en términos reales. Esto es, una leve ganancia de poder adquisitivo para los trabajadores públicos. Sin embargo, ellos venían de sufrir una gran devaluación tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, que se ha recuperado, en parte, en los últimos años.

Los datos de los salarios reflejan la gran capacidad de España para competir con los socios europeos en ajustes internos. Sin embargo, el país todavía tiene pendiente dar el salto cualitativo que le permita retomar la convergencia hacia los niveles de productividad de la eurozona. Solo así llegará una mejora generalizada de los salarios, y no con decretos del gobierno de turno.

El problema de salarios que ha vivido España en la última década está detrás de muchos de los males económicos que afectan al país: elevada pobreza, problemas para financiar las pensiones, pérdida de mano de obra altamente cualificada, baja recaudación pública, escasos incentivos a la formación. Los bajos salarios incluso están detrás de que España sea uno de los países europeos con menor natalidad y muy tardía. Los datos de Eurostat muestran que, tras la última crisis inflacionista, los salarios reales del sector privado en España están por debajo de los niveles de hace una década.

Salarios de los españoles Empleo
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