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El gráfico que muestra que las empresas no han perdido dinero en la crisis inflacionista
  1. Economía
Han protegido sus márgenes

El gráfico que muestra que las empresas no han perdido dinero en la crisis inflacionista

Han subido sus precios al mismo ritmo que los costes. Algunos sectores con costes contenidos, como hostelería, construcción o logística, incluso han aumentado beneficios

Foto: Torres de alta tensión en El Berrón (Asturias).
Torres de alta tensión en El Berrón (Asturias).

El dique de contención de la inflación cayó bruscamente cuando comenzó la crisis de precios, todavía en el año 2021. Durante la década anterior, las empresas habían absorbido los vaivenes de los costes de producción en sus márgenes, tanto cuando estos aumentaban como cuando disminuían. El resultado era una inflación muy estable, con variaciones de precios muy próximas al 0%. Este dique cayó ya en el año 2021: las empresas comenzaron a trasladar rápidamente la subida de los costes de producción a sus precios finales, protegiendo así sus márgenes de beneficio.

La crisis energética coincidió con un momento de gran repunte de la demanda por el final de la pandemia, de modo que las empresas se encontraron con que podían subir sus precios manteniendo el crecimiento de las ventas. Y lo hicieron. Así lo muestra el último estudio elaborado por el Banco de España que explota la información del observatorio de márgenes empresariales elaborado por la entidad junto con los ministerios de Hacienda y Economía.

Foto: Una camarera sirve bebidas en un chiringuito de Barcelona. (EFE/Alejandro García)

En concreto, el estudio compara la evolución de los costes de producción de las empresas y los precios finales de sus bienes y servicios. La conclusión es contundente: “Los resultados indican que en la mayoría de los principales sectores económicos se habría producido una traslación muy elevada, prácticamente completa (en términos absolutos), tanto en el período corto (respecto a 2021) como en comparación con la situación existente en 2019”, señala el estudio. El gráfico que ilustra esta situación es el siguiente:

El gráfico compara la evolución de los costes de producción (principalmente el coste de los insumos y de los salarios) con la variación de los precios de venta. Además, se representa una línea roja punteada de 45º (marca el nivel en el que los costes y los precios suben lo mismo). La mayor parte de los sectores están muy cerca de esta línea, lo que significa que las empresas han subido los precios tanto como los costes. Los sectores que se encuentran por encima de esta línea de 45º son los que han subido sus precios más que los costes unitarios, lo que significa que han elevado sus márgenes de beneficio.

Entre ellos se encuentran dos sectores que se alejan significativamente de la línea de equilibrio, refino, gas y electricidad. Esto demuestra que los sectores de comercialización de productos energéticos han elevado sus precios claramente por encima de sus costes de producción. En cierta medida, se trata de variaciones establecidas por el sistema de fijación de precios, por ejemplo, los beneficios caídos del cielo de las empresas productoras de electricidad. Pero otros beneficios son los obtenidos gracias a una agresiva estrategia de subida de precios. Por ejemplo, las gasolinas han subido el precio muy por encima de los costes de producción. En el caso del refino, los costes de producción en 2022 eran un 51% superiores a los de 2019, pero las empresas vendían sus productos un 81% más caros. Y, en los sectores de electricidad y gas, los costes de producción fueron un 110% superiores, pero sus precios de venta se dispararon un 153%.

Foto: Imagen de archivo de unas oficinas de la Agencia Tributaria. (Europa Press)

Por el contrario, los sectores que se sitúan por debajo de la línea punteada son aquellos que han subido sus precios menos que los costes de producción. Aunque son varios, como los sectores TIC, la minería, la alimentación, el textil o la agricultura, todos ellos se sitúan muy cerca del equilibrio. Esto significa que no hay ningún sector que haya renunciado a una parte significativa de sus beneficios en esta crisis inflacionista. Así se explica que la subida de precios en los mercados internacionales se haya trasladado con gran intensidad a la inflación que soportan los hogares, ya que el dique de contención que tradicionalmente suponían los márgenes de beneficios, en esta ocasión, no ha funcionado.

Hay algunos sectores que han aprovechado para elevar sus beneficios sin tener un aumento importante de sus costes de producción. Destaca especialmente la hostelería, que ha utilizado la fase inflacionista y la elevada demanda para elevar sus beneficios. En el año 2022, sus costes de producción aumentaron algo menos de un 6%, pero elevaron sus tarifas algo más del 9%.

La situación es más evidente en los sectores de transporte y logística, cuyos costes se redujeron en el año 2022 gracias a las subvenciones que puso en marcha el Gobierno. En total, sus costes de producción se redujeron algo más de un 2%, pero, aun así, las empresas subieron un 4% sus tarifas. "Esta traslación elevada podría deberse a que la fuerte recuperación de la demanda experimentada en 2022 en ambos sectores, tras el levantamiento de las restricciones a la movilidad introducidas para frenar el avance de la pandemia, habría presionado sobre los precios de venta", explica el Banco de España en su artículo. Esto significa que el actual contexto de inflación ha sido aprovechado por muchas empresas para aumentar sus beneficios escudándose en una subida de costes inexistente.

El dique de contención de la inflación cayó bruscamente cuando comenzó la crisis de precios, todavía en el año 2021. Durante la década anterior, las empresas habían absorbido los vaivenes de los costes de producción en sus márgenes, tanto cuando estos aumentaban como cuando disminuían. El resultado era una inflación muy estable, con variaciones de precios muy próximas al 0%. Este dique cayó ya en el año 2021: las empresas comenzaron a trasladar rápidamente la subida de los costes de producción a sus precios finales, protegiendo así sus márgenes de beneficio.

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