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Esta vez España sí "murió de miedo" contra Alemania, para disgusto de Luis Enrique
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No se supo gestionar el 1-0 a favor

Esta vez España sí "murió de miedo" contra Alemania, para disgusto de Luis Enrique

La Selección perdió dos puntos por el camino en un partido muy duro frente a Alemania por falta de paciencia, valentía y calma con la pelota. Los cambios empeoraron al equipo

Foto: Rodri, Busquets y Koke se lamentan tras el empate de Alemania. (EFE/F. Vogel)
Rodri, Busquets y Koke se lamentan tras el empate de Alemania. (EFE/F. Vogel)
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Alemania significó el primer bautismo de fuego de la España de Luis Enrique en el Mundial de Qatar. Una selección rival dolida en su orgullo, contra las cuerdas tras la derrota ante Japón y con recursos ofensivos de sobra para dinamitar el sistema defensivo de España. Pudo ganar cualquiera de las dos selecciones, porque el guion comprendió diversos protagonistas y Alemania se jugaba la vida..., pero marcó antes España con un golazo de Álvaro Morata, que había salido desde el banquillo. Con el resultado a favor en un partido durísimo e igualado, España tenía el partido de cara, y en ese momento fue cuando Luis Enrique tomó una decisión acertada en la pizarra..., pero al equipo le fallaron las piernas en todos los sectores del campo y sucumbió a sus emociones, justo lo que no quería ver Luis Enrique en Qatar. En la Selección de Luis Enrique, no todo depende de él.

Lo explicaba Dani Carvajal nada más terminar el encuentro en RTVE: "Nos ha faltado paciencia tras marcar. Ha sido un partido duro en el que el rival nos ha exigido mucho y es una candidata al título. Ellos han arriesgado más al final y nos ha faltado paciencia". También lo hizo Dani Olmo: "Hemos perdido el control del juego y ellos han tenido más ocasiones. Hay que tener más calma con el balón, hemos tenido perdidas más fáciles que normalmente no tenemos, esos contragolpes...". ¿Qué pasó para que España se viniese atrás y acabase empotrada en su área? ¿Errores tácticos? ¿Fallos individuales? ¿Miedo escénico? ¿O es que se especuló demasiado? Luis Enrique estalló de rabia con el gol del empate alemán, tal y como captaron las cámaras de televisión. No era para menos.

placeholder Luis Enrique habló con Busquets nada más terminar el encuentro. (Reuters/Albert Gea)
Luis Enrique habló con Busquets nada más terminar el encuentro. (Reuters/Albert Gea)

Luis Enrique fue muy sincero y se mostró certero en el análisis pospartido, en la línea de los futbolistas: "He visto una primera parte mejor que la segunda, pero nos ha faltado confianza para darnos cuenta de que podíamos hacerle más daño a Alemania. No hemos podido controlar el partido, hemos vivido un ida y vuelta y nos han pillado en un error". Una idea que recalcó en rueda de prensa: "Nos ha faltado un poco de poso, de tranquilidad, porque nosotros somos buenos a lo que jugamos. Hemos perdido más balones que de costumbre". Lo había advertido el técnico en la previa: "Si convertimos el partido en una cosa loca, va a ser bastante más difícil para nosotros". Y el partido, cómo no, enloqueció.

Alemania planteó un partido agresivo donde iba con una presión hombre a hombre por todo el campo en un juego suma cero. Si España superaba la presión, tendría vía libre para coger a los germanos en situaciones límite, pero, si Alemania robaba arriba, podía plantarse en muy pocos toques en la portería de Unai Simón. Sufrió la salida de balón de España, que exigía una precisión técnica y una calidad extrema para sobrevivir a las embestidas adversarias. También Sergio Busquets, potencial punto débil de España a campo abierto cuando Gündogan (muy pendiente de él) y Musiala caían a su espalda y costados. O Unai Simón, Aymeric Laporte, Dani Carvajal y Rodri Hernández. Demasiadas pérdidas y atisbos de infarto. Solo Pedri aportó pausa y calma al juego en el centro del campo. Mal asunto, porque no tuvo socios.

Muy mala gestión de la ventaja

Afirmaba Luis Enrique el día del anuncio de la lista definitiva del Mundial de Qatar que España no se iba "a morir de miedo. No hay ninguna duda de lo que vais a ver. Dominar al rival y generar más que ellos. Eso es lo que haremos". Sin embargo, a España se le notó en el reto más arduo hasta ahora la juventud de su plantilla, la tercera más joven del Mundial de Qatar por detrás de Ghana y Estados Unidos, y la falta de rodaje, donde solo seis de los 26 jugadores que conforman la expedición habían jugado un encuentro de una Copa del Mundo antes de llegar a Qatar. Lo curioso es que el mayor descontrol llegó cuando mejor pintaban las cosas para la expedición nacional, tras el gol de Álvaro Morata, y no fueron los más jóvenes (solo) quienes temblaron.

El seleccionador había agitado el equipo en busca del gol de la victoria y lo consiguió. Balón al espacio y gol de Álvaro Morata. El problema vino después, porque la gestión de la ventaja fue muy mala. España no tuvo la suficiente experiencia como para comprender que ese gol en contra tendría que haber noqueado a Alemania y no buscó matar el encuentro con ahínco, más bien protegerse cerca de la portería de Unai Simón y esperar una oportunidad al contragolpe. No se gestionaron bien las emociones y eso pasó factura ante una de las favoritas.

placeholder Luis Enrique también tuvo palabras para Koke. (EFE/Georgi Licovski)
Luis Enrique también tuvo palabras para Koke. (EFE/Georgi Licovski)

Luis Enrique dio entrada a dos futbolistas que deberían haber completado el plan, Nico Williams por Marco Asensio y Koke por Gavi. Una decisión acertada... que a la postre no mejoraría al equipo en ningún sentido. Todo lo contrario, aunque los cambios tenían sentido desde un punto de vista táctico y emocional. Nico Williams era una pieza vital para correr al espacio, amenazar a Alemania en cualquier contraataque y ganar duelos divididos en balones largos. Podía tener la sentencia en sus botas. Koke, sin embargo, todavía tenía un papel más importante. Independientemente de su posición en el campo, su función estaba basada en juntar al equipo, gestionar la pelota, aportar seguridad desde el pase y hacer valer su experiencia e intensidad defensiva en partidos de altos vuelos.

Nico Williams no cumplió el papel encomendado. Sus números hablan por sí solos: ocho pérdidas de balón, solo ganó 2/7 duelos disputados, completó 1/3 regates con éxito y no disparó ni una sola vez a portería. Tuvo una toma de decisiones decepcionante y se quedó lejos del futbolista que Luis Enrique se imaginó cuando introdujo el cambio, aquel con la velocidad, electricidad y determinación suficiente para inclinar un encuentro. Peor fue lo de Koke, porque en media hora perdió el mismo número de pelotas que un desacertado Sergio Busquets en todo el encuentro (cuatro).

placeholder Mal partido de Nico Williams. (Reuters/Matthew Childs)
Mal partido de Nico Williams. (Reuters/Matthew Childs)

España no tuvo apenas juego interior ni sabiduría suficiente para protegerse a través de la pelota y rebajar las pulsaciones de Alemania en la segunda parte. Cayó en su juego y la ruleta rusa de ida y vuelta le disparó en la cara. Los datos hablan por sí solos, ya que España realizó 224 pases con éxito (83% de acierto) frente a los 321 (87% de acierto) de la primera parte. También ganó muchos menos duelos individuales (19 frente a los 31 de Alemania en la segunda parte) cuando en la primera mitad solo había perdido uno más (23 a 24) que la selección dirigida por Hansi Flick.

El gol llegaría en una pérdida de balón de Aymeric Laporte que convirtió Füllkrug en gol en el minuto 82, cuando ni Rodri Hernández ni Balde, recién incorporado y blando en esa acción, pudieron cortar la jugada. No obstante, España ya había perdido los dos puntos bastantes minutos antes, cuando faltó a su identidad para resguardarse y perdió el control. Un partido que en la cabeza de Luis Enrique acerca mucho más a la derrota que a la victoria a España, especialmente ante selecciones de un potencial devastador como Alemania. La madurez se gana en partidos así.

Alemania significó el primer bautismo de fuego de la España de Luis Enrique en el Mundial de Qatar. Una selección rival dolida en su orgullo, contra las cuerdas tras la derrota ante Japón y con recursos ofensivos de sobra para dinamitar el sistema defensivo de España. Pudo ganar cualquiera de las dos selecciones, porque el guion comprendió diversos protagonistas y Alemania se jugaba la vida..., pero marcó antes España con un golazo de Álvaro Morata, que había salido desde el banquillo. Con el resultado a favor en un partido durísimo e igualado, España tenía el partido de cara, y en ese momento fue cuando Luis Enrique tomó una decisión acertada en la pizarra..., pero al equipo le fallaron las piernas en todos los sectores del campo y sucumbió a sus emociones, justo lo que no quería ver Luis Enrique en Qatar. En la Selección de Luis Enrique, no todo depende de él.

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