España se gana el respeto en el Mundial: compite con pundonor contra Alemania (1-1)

España no tiene miedo a Alemania y se gana el respeto en el Mundial. El empate confirma que la Selección de Luis Enrique tiene un plan de juego fiable y potente. Se puede mejorar con más contundencia atrás, pero el duelo con los germanos fue un examen más que interesante por su dificultad táctica y la altísima exigencia física. España se adelantó con un gol de Morata, pero no consiguió llevarse el triunfo en un encuentro muy competido, intenso y de máxima presión. Luis Enrique dijo que su Selección no especula y lo cumplió. Fue valiente y también le tocó sufrir. Enfrente había un rival muy duro. España puede dar por bueno un punto en un partido que tuvo de todo. Los de Luis Enrique fueron mejores en la primera parte y en el segundo tiempo resistieron, con pundonor, a la fuerza física de los alemanes. España se juega el pase a octavos de final el jueves contra Japón.

España entró mejor que Alemania al partido. Enchufada y con ambición. La primera gran ocasión fue para Dani Olmo en un disparo potente, desde la frontal del área, que desvió Neuer al larguero. Un paradón del portero alemán en una excelente jugada de elaboración del equipo de Luis Enrique. Era importante definir quién quería más la pelota y cómo hacer daño con ella. España llevó la iniciativa y dio el primer aviso de peligro. A esto se le llama tener hambre y determinación. España dejó claro desde el minuto uno que quería ser protagonista y la especulación no está en la idea de su juego, sea quien sea el rival de enfrente. Con Alemania había que tener más precauciones, medir los riesgos, pero España está muy marcada con el sello que propone Luis Enrique. Trabajaron todos en bloque, en defensa y en ataque, se adueñó del balón, con movilidad y sacrificio en la recuperación de la pelota.

Luis Enrique no se volvió loco con el once. Solo un cambio con respecto al que cumplió el plan perfecto y goleó a Costa Rica. Carvajal por Azpilicueta. El seleccionador aplicó la lógica. Lo que funciona no se toca, o lo menos posible, para mantener la esencia y la inercia positiva. Era un partido marcado por la batalla de la posesión, con dos equipos similares en su filosofía de juego, y España se impuso desde el inicio. Es un paso más en la construcción de una Selección que tiene muchos jugadores de talento, que es joven, pero que tiene muy claro cuál es el plan. Con el control del partido, con paciencia en las combinaciones, movilidad y una buena presión, minimizó a Alemania. En los primeros 20 minutos, España acumuló dos ocasiones para adelantarse. La de Dani Olmo y un disparo de Jordi Alba incorporándose desde la banda izquierda.

Marcajes individuales de Alemania

Era importante dominar y acabar jugadas. España lo conseguía. Pero también era fundamental estar atentos y no cometer errores con las pérdidas. Alemania no era Costa Rica. Estaba bien plantada en el campo y podían hacer daño. Aprovechó un mal despeje de Unai Simón para tener su primera gran ocasión de peligro. El balón lo interceptó Gnabry y su disparo salió cerca del poste. Según avanzaba la primera parte, Alemania mejoró. Mostró su poderío físico en los duelos, la calidad de Musiala y la agresividad. El lateral zurdo David Raum le dio una tarascada a Carvajal. Alemania tenía un plan para desactivar el juego combinativo de España con faltas en el medio del campo. Asensio se llevó otra. El árbitro permitió jugar. El seleccionador alemán, Hansi Flick, puso a Gündogan encima de Busquets. Un marcaje individual para hacer un cortocircuito. La primera tarjeta amarilla fue para Kehrer por una dura entrada Ferran Torres.

En una fase de igualdad, España encontró el espacio en un balón largo a la banda derecha. Dani Olmo arrancó y lo puso al centro del área. El remate de Ferran se fue arriba. Una ocasión muy clara, pero anulada por fuera de juego, muy justo, de Olmo. El partido era táctico, hacía falta mucha precisión para romperlo en ataque y ser sólidos atrás. España se llevó un susto en el 40', en un lanzamiento de falta que remató de cabeza Rüdiger. Fue gol. Anulado tras la revisión del VAR. El central alemán estaba ligeramente adelantado. Un aviso para la Selección española de la atención que había que tener en las jugadas a balón parado. España pasó apuros en el tramo final de la primera parte. Alemania dio un paso al frente, amenazaba, y Busquets derribó a Musiala para cortar una acción de ataque. Vio la tarjeta amarilla.

Alemania subió la presión en el inicio de la segunda parte. A España le costó salir con el balón jugado desde la portería de Unai Simón. Cuando superaba el centro del campo, no tenía profundidad. Había alemanes por todas partes. Las energías del equipo rival se multiplicaban en el robo del balón por todo el campo. Luis Enrique hizo su primer cambio en el 54'. Morata por Ferran Torres. Con Asensio y Olmo en las bandas, España empezó a jugar con un delantero centro. Alemania estaba asfixiando a España con la presión y en un robo fue Kimmich el que pudo hacer gol. La buena intervención de Unai Simón lo evitó.

El equipo germano subió su amenaza, con mucha intensidad y agresividad. Los dos mediocentros (Kimmich y Goretzka) recibieron tarjeta amarilla. Había que quitarse esa sensación de angustia. Lo hizo Olmo con un disparo lejano, flojo y centrado a las manos de Neuer. Lo consiguió con la combinación de OImo a Jordi Alba, el centro del lateral y el remate de Morata. Perfecta definición del delantero centro en el 61'. Un acierto el cambio. España pudo aprovechar su momento en un disparo de Asensio, solo, desde la frontal del área, que se le fue arriba. Luis Enrique movió fichas. Entraron Koke y Nico Williams por Gavi y Asensio. España necesitaba piernas y frescura. Hizo lo difícil. Marcó en un momento del partido de máxima exigencia física y acoso de los alemanes.

El gol de Morata obligó a Alemania a asumir más riesgos, a reaccionar e irse al ataque a la desesperada. Musiala, en un buen desmarque, se plantó ante Unai Simón y su disparo lo desvió el portero español. Aguantó muy bien Unai. Alemania encontró una fisura en la defensa española, pero no pudo con la firmeza de Unai Simón. En la avalancha final de los alemanes hubo una mano involuntaria de Busquets dentro del área. El árbitro no señaló nada.

El último cambio de España fue el Alejandro Balde por Jordi Alba. El intercambio de lateral coincidió con el empate de Alemania. Musiala ganó un balón disputado a Rodri y llegó desde atrás Füllkrug para batir a Unai Simón. El final del partido fue de infarto, con Alemania buscando el tanto de la victoria y España no descomponiéndose. En el último partido del grupo, el jueves, España se enfrenta a Japón y le vale un punto para pasar a octavos.