Un error imperdonable: el gol anulado a Antonio Rüdiger que provocó el enfado de Luis Enrique

Corría el minuto 40 de partido cuando a los aficionados españoles se les encogió el corazón. Una falta lateral botada por Joshua Kimmich encontraba a la perfección la espalda de la zaga nacional para que Antonio Rüdiger, solo y entrando como un avión, rematase de cabeza a placer para anotar el primer gol para Alemania. Los gestos de enfado de Luis Enrique por lo sucedido eran evidentes... pero, por fortuna, el VAR entró en acción y anuló el tanto por fuera de juego.

El remate del central del Real Madrid a placer, sin ningún defensa español cerca de él y absolutamente libre de marca, provocó que Luis Enrique, desde la banda, levantara sus brazos ostensiblemente ante lo ocurrido. Es, sin duda, una situación de juego ensayada por la Roja, conocedora del poder alemán en el juego aéreo y en especial de un Rüdiger que es un verdadero bastión en estas acciones de juego. Por ello, a pesar de que el gol fue anulado, el mosqueo del técnico fue de aúpa.

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Albert Ortega

Un Mundial se puede decidir por detalles y mucho más en partidos de enjundia como el de este miércoles. Y es que una tetracampeona del mundo no lo es por casualidad, por lo que hay que afinar mucho más este tipo de situaciones sobre el césped: si un gol rival llega por el acierto del equipo contrario, solo te queda aplaudir; si el tanto llega por un despiste y un fallo flagrante de marcaje, normal que saltaran todas las alarmas y que la preocupación del técnico fuera evidente.

Y mucho más en una acción que, antes de comenzar el partido, todos los jugadores eran conscientes de que se podría dar. 'Si hay una acción a balón parado, especial atención con Rüdiger; le van a buscar y a tratar de propiciar situaciones que le den ventaja en el área', pudieron ser más o menos las palabras que se usaron cuando se prepararon las acciones de balón parado antes del partido. Pues bien, en la primera clara, solo unos centímetros evitaron el desastre.

Kimmich mandó el balón al área muy tocado, templado y con mucha intención... pero lo que nadie esperaba es lo que sucedería a continuación. Varios jugadores germanos hicieron un arrastre al primer palo, buscando el aclarado para Rüdiger y Sergio Busquets, su marcador, se quedó absolutamente parado en la frontal del área. Ni Aymeric Laporte ni Jordi Alba pudieron llegar a la cobertura de una jugada que no debió de suceder y que seguro que Luis Enrique corrigió al descanso.

Por fortuna para España, el tanto no tuvo validez por la posición adelantada del central alemán, pero las consecuencias de tan desastrosa acción defensiva por parte de la Selección pudieron ser de enormes dimensiones. Un fallo de concepto de esos que no gustan a los entrenadores y mucho menos en un partido en el que te estás jugando la clasificación a octavos y, de paso, dejar a una de las grandes favoritas al título eliminadas a las primeras de cambio.