Griezmann resucita al Atlético de Madrid y da un golpe en la mesa de San Mamés (0-1)

El Atlético de Madrid venció al Athletic Club en San Mamés con un solitario gol de Antoine Griezmann. El francés, uno de los mejores jugadores del partido junto a Álvaro Morata (autor de la asistencia), Kondogbia y Renildo, asestó un golpe letal al conjunto local nada más salir de vestuarios en la segunda parte y los hombres de Diego Pablo Simeone sellaron el resultado con orden, solidez y coordinación defensiva. El equipo rojiblanco coge aire en LaLiga tras los tres malos resultados consecutivos en la Champions League y recupera la senda de la victoria en un ejercicio de seguridad que hacía tiempo que no protagonizaba el equipo gracias a una exhibición de Reinildo. La mala noticia es que Jan Oblak se lesionó del hombro tras un choque con Berenguer y tuvo que salir del terreno de juego.

Jugar contra el Athletic Club ahora mismo es como visitar al dentista. Más cuando Ernesto Valverde ha revitalizado al club bilbaíno y ha devuelto la ilusión a San Mamés. Con esos ingredientes de fondo, el Atlético de Madrid saltó al verde sin el ofuscado Joao Félix y con Antoine Griezmann y Álvaro Morata en punta, mientras Rodrigo De Paul y Thomas Lemar ocupaban las bandas del 4-4-2 que utilizó Diego Pablo Simeone. Los primeros minutos llegaron de la mano de las dudas defensivas colchoneras, con un Athletic Club que buscaba la velocidad de Iñaki Williams y Nico Williams a la espalda de la zaga rojiblanca. El delantero centro internacional con Ghana tendría la primera ocasión del encuentro con un centro lateral que no pudo rematar a portería.

Sin embargo, sería el Atlético de Madrid quien cantaría gol primero... por muy poco tiempo. El árbitro del encuentro, Figueroa Vázquez, señaló una falta inexistente sobre Yeray Álvarez por parte de un Álvaro Morata que había luchado codo con codo con el central local para ganar la posición y definir a la perfección ante Unai Simón. El árbitro, con la ayuda del VAR, dictaminó falta por una teórica zancadilla en la pugna, para indignación de un Simeone que vio la amarilla. Al Atlético de Madrid no le afectó la polémica decisión arbitral y siguió a lo suyo: tocando con velocidad, buscando grietas en el sistema defensivo de los leones e impulsando las combinaciones entre Griezmann y Morata. Al Atlético solo le faltaba traducir el peligro en más ocasiones reales, porque estaba bien plantado atrás.

Kondogbia estuvo excelso

El Athletic Club, por su parte, estaba desorientado. Kondgobia, seguro de vida en la medular rojiblanca, barría las dudas y no dejaba que Munian ni Sancet recibieran a su espalda. El centrocampista galo recuperó seis pelotas al final de la primera parte y solo perdió un duelo de seis que disputó. En una primera parte que transcurrió a toda velocidad, con múltiples idas y vueltas y con el Atlético mordiendo arriba, Reinildo ató en corto a uno de los futbolistas más desequilibrantes de LaLiga, Nico Williams, y José María Giménez se jugó la roja en una entrada a destiempo. El 0-0 al descanso demostraba la igualdad de la contienda.

Tras el paso por vestuarios, el Atlético de Madrid golpeó sin avisar al Athletic Club. En la primera ocasión, Nahuel Molina filtró un buen pase interior para Morata, el delantero español ganó el duelo a Yeray y asistió hacia atrás a un Griezmann que cogió a contrapié a Unai Simón con un pase a la red. El Atlético se adelantaba y plasmaba así el buen juego practicado en la primera mitad y cogía impulso para buscar el segundo. Primero Kondogbia y luego Morata tuvieron dos ocasiones para ello, aunque se les escapó por poco, especialmente al segundo, cuando Lemar había dibujado un pase de gol.

El Athletic Club buscó apretar e incomodar, pero no lo conseguía. Entonces Valverde movió ficha e introdujo a Raúl García por Sancet y Simeone hizo lo propio con Correa y Saúl Ñíguez por Morata y De Paul. Desafortunadamente para los intereses colchoneros, Jan Oblak se lesionó del hombro tras un choque con Berenguer y también tuvo que ser sustituido por Ivo Grbic, portero suplente del Atlético de Madrid. El conjunto local lo intentaría a la desesperada, pero Reinildo era un muro para desesperación de Nico Williams y de todo San Mamés.

En los últimos minutos, el Athletic Club se volcó con todo en ataque con la entrada de Zárraga y Villalibre, mientras el Atlético se reforzó con Witsel y Joao Félix en el lugar de Koke y Lemar. El guardameta croata tendría que actuar poco, pero sus intervenciones serían muy valiosas.

Una gran mano suya evitó el tanto del empate de Mikel Vesga tras el cabezazo de Raúl García y otra. Los leones asediearían la portería, pero Grbic sacaría otra mano sólida para mantener a los suyos con vida y luego el VAR rectificaría el penalti señalado por mano inexistente de Reinildo. Otra vez, ya en el descuento, Reinildo evitaría el 1-1 de forma heroica con una acción defensiva de élite. El Atlético se embolsó tres puntos muy peleados y recupera la autoestima en LaLiga al ganar en uno de los estadios más complicados de España.