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Vinícius levanta al Bernabéu contra el Celta de Vigo y tira del carro del Real Madrid (4-0)
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Vinícius levanta al Bernabéu contra el Celta de Vigo y tira del carro del Real Madrid (4-0)

El brasileño marcó el primer gol del Real Madrid y generó el tercero. Modric lideró al equipo en el centro del campo, Vinícius estalló contra Mingueza y Rodrygo no sale del pozo

Foto: El brasileño volvió a marcar la diferencia. (EFE/Chema Moya)
El brasileño volvió a marcar la diferencia. (EFE/Chema Moya)

El Real Madrid tumbó al Celta de Vigo en el Santiago Bernabéu (4-0). Vinícius Júnior abrió la lata en la primera parte cuando castigó un grave error defensivo gallego a balón parado para adelantar al equipo blanco y generó el tercer gol blanco cuando Carlos Domínguez envió a su propia portería el centro del extremo brasileño. El conjunto de Carlo Ancelotti gozó de múltiples ocasiones para aumentar su ventaja en el marcador en el primer tiempo, pero perdonó demasiado con un Rodrygo Goes negado de cara al gol y la poca determinación de Brahim Díaz.

Tuvo que ser Rüdiger, otra vez solo a balón parado, quien anotase el segundo tanto después de que la pelota impactara en el travesaño y rebotara en Guaita involuntariamente en el minuto 79. El tercer gol llegó en el 88 y Arda Güler dejó su sello en el cuarto tanto en el minuto 93 con una gran acción al regatear a Guaita. Vinícius fue el mejor en ataque tras otra jugada polémica con Mingueza por la que vio la amarilla y el Real Madrid sigue líder de LaLiga. El equipo blanco salió en tromba y pasó por encima de un frágil Celta de Vigo en el Santiago Bernabéu.

Los blancos, empeñados en presionar arriba y concatenar jugadas peligrosas, sitiaron al conjunto gallego desde el minuto 1, con muchas dificultades para sostener las acometidas locales. La pelota se movió a gran velocidad y las ocasiones de gol cayeron en cascada. Camavinga, titular en la medular junto a Modric y Valverde, abrió fuego con un disparo centrado que Guaita atrapó.

Sin Kroos, el centrocampista francés se soltó en ataque, que no hizo el primer gol por poco y Modric manejó el ritmo del equipo. Brahim, Vinícius y Rodrygo, con mucha movilidad, se intercambiaron posiciones para agitar a la defensa celtiña, mientras que Mingueza despertó a los visitantes con una buena internada que Manu Sánchez no pudo aprovechar.

placeholder El Real Madrid mandó y se adelantó. (EFE/Chema Moya)
El Real Madrid mandó y se adelantó. (EFE/Chema Moya)

Los blancos estaban decididos a llevarse los tres puntos y no dejaron respirar al equipo de Rafa Benítez, parapetado en su área y sin respuesta en ataque. Fede Valverde era un ciclón y Camavinga era imparable. El gol parecía cuestión de minutos frente a un Celta desordenado y superado ante la calidad ofensiva del Real Madrid. Lucas Vázquez forzó un córner y a la jugada siguiente, Rüdiger entró solo en el área para rematar el envío de Luka Modric que Guaita salvó. El rechazo cayó en los pies de Vinícius, que perdonó el primer disparo, pero no el segundo en el minuto 21.

El Madrid perdonó... y casi lo paga

El tanto madridista espoleó a los blancos, lanzados a por el segundo. Camavinga lo tuvo en un disparo que rozó el palo y Rodrygo se topó con una gran mano de Guaita. La pelota le duraba segundos a los gallegos, que no pudieron anestesiar el partido ni descansar con la pelota hasta el final del primer tiempo, cuando Lucas Vázquez evitó el disparo de Manu Sánchez, que amenazó con el tanto del empate.

Al filo del descanso, el Celta tuvo la oportunidad más clara, cuando De la Torre remató solo en el área una falta de Aspas que encendió al Bernabéu por la que Camavinga vio la tarjeta amarilla. El Real Madrid había perdonado en ataque, donde solo Vinícius se había mostrado letal y se había ablandado en defensa en los últimos minutos con nacho y Lucas siendo claras debilidades, pero se iba arriba en el marcador al final del primer tiempo.

La segunda parte empezó con un Celta de Vigo más activo y el público del Bernabéu empezó a silbar la pasividad del Real Madrid. Los gallegos construyeron jugadas con paciencia y el Real Madrid se relajó. Lucas Vázquez intentó lograr el segundo gol del encuentro con un disparo muy por encima del larguero. En el minuto 54, Vinícius desquició a la defensa del Celta, Mingueza lo frenó con un claro agarrón y él le empujó al suelo. Ambos vieron la amarilla.

Rodrygo, negado de cara a gol

El brasileño siguió echándose el equipo a la espalda y solo cuatro minutos después, se inventó un pase en el área que Brahim disparó a las manos de Guaita. El partido se empezó a romper y Valverde probó fortuna con un pase al fondo de la red que suspiró a la madera. El Madrid corrió al contragolpe cuando el Celta se estiró. Valverde, otra vez capital en el equipo blanco, regaló el gol a Rodrygo, pero el brasileño falló otra vez.

placeholder Rodrygo, sin gol. (Reuters/Ana Beltran)
Rodrygo, sin gol. (Reuters/Ana Beltran)

El conjunto blanco no realizó su primer cambio hasta el minuto 73, cuando Joselu sustituyó a Rodrygo. El Bernabéu aplaudió al brasileño a pesar de su poca puntería frente a Guaita. Con todo abierto en los últimos minutos, el Real Madrid volvió a facturar a balón parado gracias al gol de Rüdiger. El alemán envió el saque de esquina de Modric al travesaño y la pelota impactó en Guaita antes de colarse en el fondo de la red.

Kroos y Tchouaméni entraron por Modric y Brahim en los últimos minutos. Sin embargo, sería el propio Celta de Vigo quien anotase el tercero, de nuevo en propia meta, después de que Carlos Domínguez empujase a gol el centro envenenado de Vinícius Júnior. Güler salió en el minuto 88 junto a Ceballos y aprovechó al máximo los pocos minutos de Ancelotti, igual que su compañero. El andaluz filtró el pase y Güler, tras regatear a Guaita, marcó el último gol del partido.

El Real Madrid tumbó al Celta de Vigo en el Santiago Bernabéu (4-0). Vinícius Júnior abrió la lata en la primera parte cuando castigó un grave error defensivo gallego a balón parado para adelantar al equipo blanco y generó el tercer gol blanco cuando Carlos Domínguez envió a su propia portería el centro del extremo brasileño. El conjunto de Carlo Ancelotti gozó de múltiples ocasiones para aumentar su ventaja en el marcador en el primer tiempo, pero perdonó demasiado con un Rodrygo Goes negado de cara al gol y la poca determinación de Brahim Díaz.

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