El Madrid sobrevivió a la cobardía de Ancelotti, pero la pitada del Bernabéu no se puede olvidar

El Real Madrid empató contra el RB Leipzig en un partido gris, pobre y para el olvido en el Santiago Bernabéu (1-1). Después de una primera parte donde el conjunto de Carlo Ancelotti no hizo ni temblar a los alemanes en defensa con un planteamiento más temeroso que atrevido, el Real Madrid despertó tímidamente al descanso con la entrada de Rodrygo por Camavinga. Vinícius Júnior, que se jugó la expulsión, marcó el gol que adelantó a los locales, mientras que Orbán hizo el tanto del empate final.

Dani Olmo pudo enviar la eliminatoria a la prórroga en el tiempo de descuento, pero el balón salió escupido por la madera y el Real Madrid estará en el sorteo de cuartos de final de la Champions League. La mejor noticia para el Real Madrid tras la eliminatoria de octavos de final es su clasificación y que lo ha logrado sin perder ninguno de los dos partidos que ha disputado, pese a ser inferior a su rival en la ida (0-1 en Alemania), y mucho peor en la vuelta disputada en el Santiago Bernabéu.

El RB Leipzig incomodó al Real Madrid hasta el límite, provocando que los pupilos de Ancelotti se desnaturalizasen, fuesen incapaces de controlar el partido ni la pelota y convirtieran los últimos minutos en una ruleta rusa. El equipo tuvo miedo y fue excesivamente conservador. El Real Madrid no carburó desde el principio, cuando solo Toni Kroos y Dani Carvajal ofrecían soluciones con la pelota ante el plan defensivo teutón.

El Santiago Bernabéu contestó al bochorno del césped

Con Camavinga y Tchouaméni perdidos y Valverde apartado en la banda derecha, el equipo blanco no tuvo profundidad ni presencia en el área. Tampoco nadie que alimentase de balones a Vinícius y Bellingham en el último tercio, por lo que el bagaje al descanso era de cero disparos entre los tres palos. No hubo seguridad defensiva, apenas energía y menos fluidez con la pelota. Los cinco centrocampistas no se repartieron bien los espacios y en lugar de ofrecer alternativas, se pisaron entre sí.

Tan mal estaba el Real Madrid que el público del Santiago Bernabéu mandó un mensaje alto y claro a los suyos al final de los primeros 45 minutos: una pitada enorme. Y eso que el Real Madrid no iba por debajo del marcador, aunque había tenido motivos de cabreo de sobra. El juego había sido pésimo y muy difícil de masticar. Openda había tenido dos ocasiones claras para adelantar a un RB Leipzig penalizado por su poca dinamita y que dispararía hasta 20 veces en el encuentro.

"Ha sido un partido muy malo"

El Real Madrid estuvo demasiado partido tanto en defensa como en ataque y aunque Vinícius Júnior se echó el equipo a la espalda, Rodrygo generó peligro en ataque y Luka Modric intentó dar pausa al equipo, la segunda parte no solucionó los problemas del primer tiempo. Los últimos minutos fueron un milagro, porque el Real Madrid defendió mal, se tambaleó y no cayó por muy poco.

Al finalizar el encuentro, el propio Nacho Fernández reconocía el mal desempeño del equipo blanco en Movistar+: "Todos sabemos que no ha sido nuestro mejor partido, pero a veces tienes partidos malos. Ellos han estado fenomenal y nosotros... no hemos estado bien, aunque hemos cumplido el objetivo".

El central acertó con el diagnóstico: "Ni en el inicio, ni en la segunda parte, ni poniéndonos por delante. Ellos salen muy rápido al contragolpe y no ha sido un buen partido en líneas generales".

Carlo Ancelotti tampoco ocultó lo que había sucedido en el Santiago Bernabéu tras el pitido final: "El partido ha sido muy malo. Muy mal jugado, con poca intensidad. Mal con la pelota, mucho pase lateral y poca verticalidad. Ellos no tenían nada que perder y nosotros hemos ido con el freno desde el principio hasta el final". El italiano siguió: "La idea era presionar más, pero hemos estado muy lentos con la pelota, tenemos que mejorar, porque hemos estado mucho en bloque bajo". El Real Madrid sobrevivió y jugará los cuartos de final.