La absurda autoexpulsión de Nacho que incendia el debate: ¿debe el Madrid ahora fichar un central?

El Real Madrid saltó a Mendizorroza con dos ideas en la cabeza: la necesidad de ganar para recuperar el liderato de LaLiga y rezar para no sufrir más problemas en defensa. Al término de los noventa minutos, 50 por ciento de éxito en las tareas... por culpa de una innecesaria acción de Nacho que le costó la roja directa. El conjunto blanco consiguió una trabajada victoria en el descuento ante el Alavés (0-1), pero el sabor de boca fue agridulce y se abre de nuevo el debate.

Las lesiones de larga duración de Eder Militao y David Alaba provocaban que, durante los próximos meses -hasta la recuperación del brasileño-, el Madrid solo contara con Antonio Rüdiger y Nacho Fernández como centrales sanos. Además, la baja del canterano Marvel durante los próximos tres meses, el candidato ideal para cubrir posibles contingencias, provocaba que Carlo Ancelotti lo dejara claro: Aurélien Tchouaméni y Ferland Mendy -también lesionado- eran sus parches.

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Pero lo que nadie esperaba es lo que Nacho iba a hacer en el minuto 54. En un balón si peligro ninguno para Samu Omorodion, de espaldas a portería y sin siquiera haberlo controlado, el defensa blanco iba a hacer una inexplicable entrada por detrás sobre el gemelo izquierdo del delantero babazorro que le mandaba a la calle tras la revisión del VAR. Una acción muy dura, agresiva, desproporcionada e innecesaria: una autoexpulsión por no ser capaz de tener la cabeza fría.

Y es que la roja a Nacho no solo obligó al Madrid a jugar casi toda la segunda parte con un futbolista menos; o a Tchouaméni a tener que salir del banquillo para cubrir la incidencia; o al conjunto blanco a tener solo un central disponible para el partido ante el Mallorca (03-01, 19:15 horas). El problema es que, si de alguien no se espera una acción así, es de alguien tan experimentado como el capitán del Madrid. Y, mucho menos, que sea reincidente en estos lares.

Ante el Girona, con Militao ya lesionado y Alaba con problemas musculares, Nacho hizo una entrada criminal y sin sentido en el minuto 94 de partido, con 0 a 3 en el marcador para los blancos, que le hizo perderse varios partidos, donde ya Tchouaméni tuvo que ejercer de apagafuegos. Pero, ahora, el problema es mayor, pues su innecesaria roja ante el Alavés se produce en pleno debate sobre la necesidad de fichar a un central en el mercado de invierno.

En las dos ocasiones en las que el Madrid ha tenido los efectivos justos en defensa, Nacho ha visto el camino de los vestuarios antes de tiempo, dejando a su equipo con un problema. Pero, ahora, los blancos sí tienen la oportunidad de reforzarse en el mercado. Quizá, una de las reticencias del Madrid a fichar era el propio Nacho: a sabiendas de que tiene que renovar de nuevo este verano, traer a un jugador que le condenara al banquillo sería mostrarle la puerta de salida.

Nacho sabe que es el cuarto central, a pesar de ser el capitán del equipo y eso puede generarle dudas sobre su continuidad. Por eso, el Madrid tenía cierto tacto: si se fichaba a un joven valor, era para hacerlo jugar y, por tanto, mandar al canterano al banquillo. Si se fichaba a un veterano, debía de tener nivel suficiente como para jugar en el Madrid pero no hacer sombra a Nacho. Ahora, el central ha cometido el mismo error por segunda vez y eso puede hacer cambiar de idea al club.

La absurda expulsión de Nacho pone al Madrid, de nuevo, con un problema serio y provoca que el debate del central se vuelva a abrir de par en par. El conjunto blanco tiene varias semanas por delante para tomar una decisión, en la que la roja del capitán del Madrid echa más leña al fuego. En las dos ocasiones donde el equipo de Ancelotti tenía graves problemas en el eje de la zaga, uno de los jugadores más experimentados del equipo se ha equivocado gravemente. Algo que da que pensar.