El Barça no frena en el Benito Villamarín y añade una presión infernal al Real Madrid (1-2)

El Barça de Xavi Hernández solo ha encajado un gol en sus últimos cuatro partidos y... ese tanto ha sido en propia puerta. A pesar de que en los cuatro partidos sus rivales (Getafe, Real Sociedad, Girona y Real Betis) tuvieron ocasiones claras para adelantarse o empatar, los azulgranas salvaron situaciones límite gracias a la extraordinaria calidad defensiva de ter Stegen, Jules Koundé, Andreas Christensen y Ronald Araújo. También por la falta de puntería del adversario. Así se explica en gran parte su liderato en LaLiga, donde solo ha encajado siete goles en 19 jornadas. Ningún equipo ha encajado menos y ha marcado más goles (39). En su visita al Benito Villamarín, el equipo culé solventó una de las visitas más difíciles de esta Liga con un tanto de Raphinha tras una gran jugada de Alejandro Balde en el minuto 65 y otro de Robert Lewandowski en el minuto 80. Empató el Betis tras un error defensivo de Koundé, que introdujo la pelota en propia puerta en el 85', pero los verdiblancos ya no podrían igualar el segundo tanto azulgrana. El Barça salva otro partido de altura para ponerse a ocho puntos del Real Madrid y añadir presión a los de Carlo Ancelotti.

La primera parte fue una batalla de tú a tú. Empezó el Barça mandando desde una presión pospérdida que ahoga al rival y que ha ido perfeccionando desde que iniciase la temporada. El ritmo de la circulación era alto y el Barça tocaba de lado a lado sin que los verdiblancos pudiesen llegar a cortar la posesión azulgrana. No generaba excesivo peligro, pero, con Lewandowski ya en la punta de ataque, no se necesita crear demasiado para castigar al rival. El Barça estaba cómodo y con personalidad. El Betis esperaba su turno en una defensa que replegaba a toda velocidad para que Raphinha y Balde no tuvieran situaciones de uno contra uno en los costados. El balance defensivo era sólido y coordinado.

Los pupilos de Manuel Pellegrini, con Fekir, Canales, Guido Rodríguez y William Carvalho en zonas interiores, anhelaban robar y salir escopeteados al contragolpe. En una de esas acciones donde el Betis pudo recuperar y correr tras una pérdida de Balde, Luiz Henrique se quedó a centímetros de darle un susto al Barça. El joven lateral azulgrana sufría ante uno de los futbolistas más peligrosos de LaLiga como Luiz Henrique. Tenía la ayuda de Gavi, que rápidamente chocó con Fekir en un par de disputas, pero la sangre no llegó al Guadalquivir. El andaluz estrenó el 6 a la espalda como jugador del primer equipo tras la medida cautelar del juez.

La defensa del Barça estuvo a un nivel muy alto

El Barça tendría en Pedri una ocasión muy clara, pero el canario se durmió y aunque tuvo tiempo a definir tras encontrarse con un rechazo, Rui Silva estuvo perfecto. Contestó Borja Iglesias acto seguido en una acción donde se le echó el tiempo encima y pudo marcar el cuadro verdiblanco El Betis había logrado equilibrar la puesta en escena del Barça y cogía al cuadro de Xavi Hernández con espacios al contragolpe. Sin embargo, la calidad defensiva de Araújo, Koundé y Christensen evitaba males mayores para disgusto de Canales, cuyo disparo fue desviado a saque de esquina. Los tres defensas están a un nivel extraordinario.

El Barça marcaría el 0-1, pero no subiría al marcador por fuera de juego de Raphinha. Pedri tuvo otra clarísima que sacó Rui Silva. Al descanso, ambos equipos habían tenido ocasiones claras para adelantarse, pero la gran actuación de Rui Silva y la falta de determinación verdiblanca en los últimos metros había evitado inaugurar el marcador en un Benito Villamarín a rebosar. La segunda mitad inició con los mismos jugadores, aunque ambos tenían dinamita en los banquillos para volar por los aires el empate.

Los azulgranas tendrían la primera gran ocasión del segundo tiempo en un carrerón por la banda de Balde, que sirvió en bandeja de plata el 0-1 a Pedri. El canario controló la pelota, se le quedó atrás y sacó un disparo tenso que Rui Silva consiguió abortar. El segundo tiempo seguía el guion del primero, con el Betis sin poder descansar con la pelota y el Barça empujando a los verdiblancos hacia su área. Mientras, Xavi Hernández se desesperaba con Raphinha, muy impreciso y poco contundente en el área. Probablemente, echaba de menos a Dembélé, su gran apuesta esta temporada. Intentó forzar un penalti el brasileño que el árbitro del encuentro, De Burgos Bengoetxea, no apreció.

Sin noticias en ataque del Betis en la segunda parte, más allá de un tímido disparo de Fekir, Pellegrini introdujo a Guardado y Juanmi por Carvalho y Fekir. Justo cuando el brasileño estaba en la rampa de las sustituciones, Frenkie de Jong sacó rápidamente una falta cometida sobre Gavi y abrió la pelota para el costado izquierdo. Ahí Balde volvió a segar el campo con una carrera relampagueante que dejó atrás a su defensor para poner el pase de la muerte y que Raphinha solo tuviese que empujarla al fondo de la red en el minuto 65. Los jugadores del Betis protestaron, porque no había sacado la falta donde tocaba.

El Betis respondió con una ocasión muy clara de Borja Iglesias que podía haber significado el 1-1. Un centro de la muerte cogió al 9 bético mal perfilado, tocó la pelota para un Juanmi que no llegó y la oportunidad se perdió. Luiz Felipe salvó el segundo del Barça, cuando Lewandowski ya se relamía. Fue entonces cuando el Betis perdió intensidad y se desinfló. Intentó revitalizarlo Pellegrini con tres cambios: Wiilian José, Sabaly y Rodri Sánchez por Ruibal, Borja Iglesias y Luiz Henrique. Sin tiempo para revertir la situación, el Barça anotaría el 0-2 en un saque de esquina donde Araújo se escapó de la marca de Guardado, la pelota cayó en los pies de Lewandowski y el polaco fusiló a Rui Silva en el 80'.

Cuando todo parecía visto para sentencia y Xavi daba minutos a Ansu Fati y Ferran Torres, una jugada profunda de Sabaly puso el partido patas arriba a cinco minutos para llegar al 90'. Koundé, con todo a favor, no supo despejar el centro del lateral verdiblanco ni controlar la pelota, así que acabó empujando el cuero con el pecho al fondo de la red. El gol en propia de los azulgranas dio alas al Betis para cargar el área con fuerza en los últimos minutos. No podrían empatar los béticos, que se lamentaron en un par de centros que nadie pudo cazar. El Barça afianza su posición como líder de LaLiga.