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Piqué cierra una era en el Barça ante el Almería de su amigo 'Rubi' (2-0)
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Entre lágrimas, besos y abrazos

Piqué cierra una era en el Barça ante el Almería de su amigo 'Rubi' (2-0)

El central se retira como futbolista tras ganar 30 títulos como jugador del Barça, además de una Eurocopa y un Mundial con España. El próximo objetivo del central será la presidencia del club

Foto: El central catalán cuelga las botas. (Reuters/Albert Gea)
El central catalán cuelga las botas. (Reuters/Albert Gea)

Con gritos de 'Piqué, Piqué, Piqué', decenas de pancartas recordando momentos icónicos del central (como la mano del 5-0 ante el primer Real Madrid de José Mourinho) y carteles con frases del central catalán, Gerard Piqué se despidió entre lágrimas y aplausos en un Camp Nou entregado a su figura como leyenda del club. Más de 600 partidos y 30 títulos después, Piqué cuelga las botas en un curso marcado por el escándalo con el presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, por el que se llevó 24 millones de euros a cambio de actuar como intermediario por llevar la Supercopa de España a Arabia Saudí y que investiga la Fiscalía Anticorrupción. También por la presión de la directiva de Joan Laporta para que se rebajase el sueldo y por la ruptura con Shakira.

Todos sus compañeros lucieron el dorsal número tres y un 'Sempr3' bordado en el frontal de sus camisetas. Hasta Sergio Busquets le cedió el brazalete de capitán en un día que jugó como titular después de perder la inmunidad del curso pasado. Piqué lanzó besos a la grada sin parar y, aunque buscó el gol con ahínco durante los más de 84 minutos que disputó, cedió el penalti que lanzó Robert Lewandowski... que el polaco falló y no pudo irse con mayor botín del partido ante el Almería de 'Rubi', cuyo entrenador fue asistente del Barça con Tito Vilanova y el 'Tata' Martino. Se va un futbolista irrepetible y que tiene el objetivo de la presidencia culé entre ceja y ceja.

placeholder Gerard Piqué saluda a la grada durante el encuentro. (EFE/Toni Albir)
Gerard Piqué saluda a la grada durante el encuentro. (EFE/Toni Albir)

El Barça perdonó lo imperdonable en la primera parte ante el Almería. Con penalti de Robert Lewandowski incluido. El delantero polaco, normalmente infalible en LaLiga, falló la pena máxima que cometió Kaiky tras una mano que detuvo el cabezazo de Ferran Torres en el minuto siete de encuentro. El central estaba de espaldas a la acción, pero el brazo estaba en una posición antinatural... según considera el reglamento esta temporada. El Camp Nou, entonces, coreó el nombre de Gerard Piqué, aunque el central decidió dejarle el penalti al máximo goleador del Barça, Lewandowski. El polaco lo tiró con 'paradinha'... y se fue fuera tras rozar la madera. El Almería obtuvo una vida extra.

Los azulgranas encerraron al equipo andaluz en su área. Con velocidad, profundidad en los costados, llegadas de segunda línea y una buena presión alta, el Barça empujaba con fuerza. Entonces llegaron las ocasiones en cascada, con un Piqué que se aventuraba en cada acción a balón parado en busca del gol. Jordi Alba corría por la banda izquierda, Ferran atacaba el área, Lewandowski confundía a la zaga visitante y Ousmane Dembélé languidecía en cada ataque. El gol parecía cuestión de tiempo, y, sin embargo, siempre faltaba un último pase certero, un disparo potente, una definición a la altura o un fallo del rival.

placeholder Emotiva despedida. (EFE/Siu Wu)
Emotiva despedida. (EFE/Siu Wu)

Tanto perdonó el Barça que el Almería se creció y estuvo cerca de amargar la despedida de Piqué. Un pase horizontal y sin tensión de Frenkie de Jong para Piqué fue interceptado por Ramazani, que dejó al central con el pie cambiado. El delantero belga marchó a toda máquina hacia la portería defendida por ter Stegen y se le cayó el mundo encima cuando una parada salvadora del guardameta alemán, a gran nivel esta temporada, evitó el 0-1 que hubiese dejado congelado al Camp Nou. El Barça volvió a la carga y Ferran Torres falló una clarísima en boca de gol.

Dembélé, héroe y villano

En el minuto 40 llegaría la oportunidad más clara para el Barça, cuando una gran jugada de Lewandowski dejó a Ferran Torres solo frente al portero, el delantero español asistió a Dembélé y el jugador francés, que remató la pelota de cabeza y con los ojos cerrados, envió el cuero al cuerpo del portero rival, Fernando Martínez. El Camp Nou ya se ha acostumbrado a los partidos sin productividad del francés y, aun así, no deja de sorprender lo poco que suele aportar. Al filo del descanso, el árbitro del encuentro, González Fuertes, no vio un posible penalti por mano de Jordi Alba y el Barça perdonó, a través de Ferran Torres, Pedri y Frenkie de Jong, tres goles.

A la vuelta de vestuarios, 'Rubi' realizó un doble cambio, se marcharon Leo Baptistao por Sousa y Kayky por Babi, mientras Xavi repitió el mismo 11 inicial. Nada más salir, un pase en largo de Sergio Busquets cogió despistada a la zaga visitante, que no pudo frenar a Dembélé. El jugador francés encaró, nadie metió el pie, se introdujo en el área, nadie salió a cortar la jugada y marcó a placer en una imagen que dejó a la defensa indálica desparramada. Pudo anotar un doblete el francés si no hubiese demostrado que es capaz de lo mejor y de lo peor en cada partido. El extremo regateó al portero, lo sentó y con la defensa en jaque, se durmió en los laureles y perdió el segundo tanto.

placeholder Ousmane Dembélé hizo el primer tanto. (Reuters/Albert Gea)
Ousmane Dembélé hizo el primer tanto. (Reuters/Albert Gea)

Xavi sacrificó a Ferran Torres y dio entrada a Ansu Fati. El español se fue cabreado y golpeando el banquillo. Por su parte, el jugador hispanoguineano, en duda para el Mundial de Qatar, saldría y tendría un impacto inmediato en el juego. Un centro de Jordi Alba desde la izquierda y sin oposición, encontró el desmarque de Ansu Fati, que remató al medio y la pelota quedó muerta tras la parada de Fernando Martínez. Frenkie de Jong, más voraz que el resto, cazó el balón y fusiló al portero visitante. El Barça fue a por la goleada y solo la extraordinaria exhibición del portero almeriense bajo palos evitaría un resultado más abultado.

Con todo a favor, Xavi dio minutos a Gavi y Raphinha por Dembélé y Busquets. Acto seguido, Ansu Fati marcó... pero su gol no subió al electrónico por fuera de juego. En los últimos minutos, Xavi sustituyó a Piqué por Christensen y el Camp Nou se rindió a su figura. El central lanzó besos a la grada, soltó lágrimas de camino al banquillo y el Camp Nou ovacionó al quinto jugador de su historia con más partidos disputados, tan solo por detrás de Leo Messi (778), Xavi (767), Sergio Busquets (694) y Andrés Iniesta (674). Se apaga la mejor generación de la historia del Barça, de la que tan solo quedan Busquets, Sergi Roberto y Jordi Alba. El manteo eterno al finalizar el encuentro alzó el '3' al cielo de Barcelona.

Con gritos de 'Piqué, Piqué, Piqué', decenas de pancartas recordando momentos icónicos del central (como la mano del 5-0 ante el primer Real Madrid de José Mourinho) y carteles con frases del central catalán, Gerard Piqué se despidió entre lágrimas y aplausos en un Camp Nou entregado a su figura como leyenda del club. Más de 600 partidos y 30 títulos después, Piqué cuelga las botas en un curso marcado por el escándalo con el presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, por el que se llevó 24 millones de euros a cambio de actuar como intermediario por llevar la Supercopa de España a Arabia Saudí y que investiga la Fiscalía Anticorrupción. También por la presión de la directiva de Joan Laporta para que se rebajase el sueldo y por la ruptura con Shakira.

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