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Gerard Piqué deja en 'shock' al Barça en una retirada a medida de su personalidad
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Preso de sus palabras

Gerard Piqué deja en 'shock' al Barça en una retirada a medida de su personalidad

El futbolista se prometió que no sería suplente más de tres meses... y así lo ha hecho, retirándose en mitad de la temporada. Un símbolo del gran Barça, las polémicas y el mal juego de su última etapa le distanciaron de la afición

Foto: Gerard Piqué celebra un gol. (Reuters/Juan Medina)
Gerard Piqué celebra un gol. (Reuters/Juan Medina)
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Pocas anécdotas explican tan bien la personalidad de Gerard Piqué como la contada por sus propias palabras en Matchday de RakutenTV, pieza documental producida por Barça Studios (propiedad del club) en colaboración con Kosmos (empresa del deportista), en la que relataba con gracia que había necesitado hasta cinco reuniones para convencer a Ernesto Valverde, entrenador blaugrana en aquel 2017, para que les dejase irse de fiesta en plena pretemporada en Nueva York: "Quisiera o no, íbamos a salir". Eran momentos de bonanza futbolística, muy diferentes a la actual realidad del FC Barcelona... y a la del propio jugador. En una semana (extrañamente) tranquila para el club, a última hora de la tarde del jueves, sin previo aviso, ni rumores, ni filtraciones, Piqué utilizó sus redes sociales para anunciar su retirada como futbolista profesional. El defensa central, a sus 35 años, no acabará su decimoquinta temporada como jugador del primer equipo blaugrana, marchándose en mitad del curso, en una decisión sin demasiados precedentes, más allá de las retiradas provocadas por lesiones.

En el vídeo de dos minutos de duración no hubo mayores explicaciones que las tradicionales palabras de sentimiento por el club ("ahora que los sueños de ese niño se han cumplido, quiero deciros que he decidido que es el momento de cerrar este círculo"). Pero sí dejó un último recado: "Tarde o temprano volveré". Frase que, en el vídeo, coincide con una imagen de Piqué mirando al palco del Camp Nou. Ya saben, no hay que olvidar su vieja aspiración de ser presidente del Barça. Así es Gerard, nunca da puntada sin hilo. La noticia fue sorprendente e inesperada, a pesar de que el runrún de un posible adiós a final de temporada estaba sobre la mesa. Piqué no vestirá otra camiseta más en su carrera. Su amigo Carles Puyol así lo expresó: "Estoy en shock. Se ha sido muy injusto contigo, pocos han defendido la camiseta del Barça como tú lo has hecho".

placeholder Piqué acumuló suplencias en su último año. (EFE/Alejandro García)
Piqué acumuló suplencias en su último año. (EFE/Alejandro García)

Hace poco más de un año, en una larga entrevista con El País, Piqué reconoció que su etapa como futbolista estaba llegando a su fin (tenía contrato hasta el 2024), aunque no puso fecha a su marcha. "Lo que no aceptaré es retirarme siendo suplente. A ver, si son los tres meses últimos de una temporada y me toca, pues bueno. ¿Pero un año entero en el banquillo? No, no me apetece", aseguró. Dicho y hecho. Solo tres meses de suplencia ha aguantado a las órdenes de su amigo Xavi. Suficiente para aprovechar el parón por Qatar y decir adiós. Una promesa cumplida y que, eso sí, condiciona la planificación deportiva del club. Hasta 17 futbolistas han disputado más minutos en el presente curso, pero, con un Mundial de por medio, la retirada de Piqué deja a Ronald Araújo (lesionado), Andreas Christensen (saliendo de lesión), Jules Koundé (tocado) y Eric García como centrales del primer equipo.

Lo que no olvida el Camp Nou

El aficionado del Barça ha visto centrales con más trabajo que Piqué, como su íntimo Puyol; con más gol, como Ronald Koeman; o con más poderío físico, como el histórico Tarzán Migueli; pero nunca hubo uno más elegante que Piqué, probablemente el defensa perfecto para la era de dominio culé bajo la batuta de Pep Guardiola o Luis Enrique. 1,95 metros de altura, salida de balón impecable, personalidad arrolladora fuera y dentro del césped, capacidad para generar peligro en el área rival, contundencia aérea… Cualidades que le colocan, indiscutiblemente, como una leyenda del FC Barcelona. Pero nada da más gusto en España que ver la caída de un ídolo y Piqué es preso de sus palabras desde aquella fatídica noche de verano de Lisboa.

14 de agosto del 2020. El Barça sufre la peor derrota de su historia en la Champions League, cayendo estrepitosamente ante el Bayern de Múnich en los cuartos de final por dos goles a ocho. La eliminatoria, debido a la situación de pandemia del covid-19, se celebró en campo neutral y a partido único. La imagen culé fue de absoluta desolación deportiva. Un fin de ciclo. Y Piqué, capitán, salió a dar la cara: "Nadie es imprescindible. Soy el primero que me ofrezco si tiene que venir sangre nueva. Tocamos fondo y ha sido vergonzoso". La purga que se vaticinaba fue, finalmente, de jugadores como Rakitic o Arturo Vidal, así como del técnico Quique Setién, gran señalado en la debacle. En los momentos de debilidad o fallo, esta frase ha sido recordada por los aficionados blaugranas críticos con su rendimiento.

No habían pasado ni tres meses cuando el central catalán renovó (junto a De Jong, Ter Stegen y Lenglet) en una de las últimas decisiones de Josep Maria Bartomeu antes de dimitir como presidente del Barça. Una medida exprés por la que Piqué extendió su compromiso dos años, hasta el 2024, difiriendo su sueldo para que Bartomeu maquillase las cuentas. En una auditoría interna celebrada tras su llegada a la presidencia, Joan Laporta y su directiva deslizaron indicios delictivos en dichas renovaciones "absolutamente desorbitadas y fuera de mercado". Según informó TV3 en verano, el club y Gerard Piqué tenían firmados cerca de 80 millones de euros por el resto de su contrato de las próximas dos temporadas. Además, hay cantidades a devolver por las rebajas (pospuestas, no perdonadas) de la pandemia. Desde la cúpula del club se esperaba, y ansiaba, que el central diese el paso atrás en su carrera para paliar esta situación económica, aunque no haya trascendido ninguna negociación acerca de su retirada.

En el clima de tensión y malos resultados deportivos de la entidad blaugrana, especialmente por su derrota en el Clásico y su eliminación de la Champions League en la fase de grupos, parte de la afición blaugrana culpa a Gerard Piqué. Los pitos al central, en sus escasas apariciones sobre el césped, se han podido oír en los últimos encuentros disputados en el Camp Nou. El defensa acabó muy señalado por el partido ante el Inter de Milán, donde falló con estrépito en un gol de los italianos. Tampoco ayudaron a la transición de indiscutible a suplente ciertos gestos del futbolista que evidenciaban una marcada desconexión con la dinámica del equipo y que fueron grabados en vídeo, como su escasa implicación a la hora de realizar los calentamientos en la banda o no tener ni las espinilleras ni las botas preparadas cuando Xavi solicitó su entrada al campo en el partido frente al Valencia por la lesión de Koundé.

Foto: Piqué durante uno de sus últimos partidos en el Camp Nou. (Reuters)

El anuncio de su retirada coincide con la época más hermética de Gerard Piqué respecto a su esfera pública. Atrás quedaron los streamings y las colaboraciones junto a Ibai Llanos, su socio en distintos proyectos de e-sports. La investigación Supercopa Files de El Confidencial, donde se destapó un pelotazo de 24 millones de euros por parte de Kosmos, empresa del futbolista, además de distintos tratos de favor junto a la Federación Española de Fútbol de Luis Rubiales, así como su mediático divorcio con Shakira, su pareja sentimental los últimos 12 años y madre de sus dos hijos, llevaron a Piqué a un estricto silencio en los últimos meses.

El Camp Nou dirá adiós el próximo sábado a un jugador de época que lo ha ganado todo como jugador del Barça (tres Champions League, tres Mundiales de Clubes, ocho Ligas, siete Copas del Rey, seis Supercopas de España y tres Supercopas de Europa). Pieza indiscutible del mejor equipo que deleitó a su afición, pese a los desencuentros de su última etapa. Héroe o villano, pero siempre icono. Gerard Piqué se despide de los terrenos de juego, pero no del fútbol. Solo queda ver cuándo dará el paso para su ansiada candidatura a presidente del club, mientras tanto, Geri se dedicará a sus business. Y ya no se tendrá que preocupar, si es que alguna vez se ha preocupado, de las críticas deportivas.

Pocas anécdotas explican tan bien la personalidad de Gerard Piqué como la contada por sus propias palabras en Matchday de RakutenTV, pieza documental producida por Barça Studios (propiedad del club) en colaboración con Kosmos (empresa del deportista), en la que relataba con gracia que había necesitado hasta cinco reuniones para convencer a Ernesto Valverde, entrenador blaugrana en aquel 2017, para que les dejase irse de fiesta en plena pretemporada en Nueva York: "Quisiera o no, íbamos a salir". Eran momentos de bonanza futbolística, muy diferentes a la actual realidad del FC Barcelona... y a la del propio jugador. En una semana (extrañamente) tranquila para el club, a última hora de la tarde del jueves, sin previo aviso, ni rumores, ni filtraciones, Piqué utilizó sus redes sociales para anunciar su retirada como futbolista profesional. El defensa central, a sus 35 años, no acabará su decimoquinta temporada como jugador del primer equipo blaugrana, marchándose en mitad del curso, en una decisión sin demasiados precedentes, más allá de las retiradas provocadas por lesiones.

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