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La trampa mortal de Ancelotti que condenó al Real Madrid y catapultó a un Atlético letal
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La trampa mortal de Ancelotti que condenó al Real Madrid y catapultó a un Atlético letal

El entrenador italiano, con la Supercopa de España en la retina, quiso ganar el partido desde los cambios, pero sus decisiones empeoraron al Real Madrid y dinamitaron el triunfo blanco

Foto: Los jugadores del Real Madrid se lamentan tras el cuarto tanto. (EFE/Juanjo Martín)
Los jugadores del Real Madrid se lamentan tras el cuarto tanto. (EFE/Juanjo Martín)

El Atlético de Madrid se vengó de la derrota en la Supercopa de España y batió al Real Madrid en el Metropolitano (4-2). Los rojiblancos, certeros y letales para aprovechar el festival de errores defensivos del Real Madrid, volvieron a tumbar a los blancos en casa tras adelantarse hasta tres veces en el marcador. Con el derbi copero que da acceso a cuartos de final, el Atlético de Madrid ha marcado un total de 10 goles esta temporada a su eterno rival en tres partidos, síntoma de la evolución de un equipo al que el calificativo de defensivo se le ha caducado.

El choque, enloquecido y vibrante desde el primer tiempo, presentó muchas características similares a la semifinal de la Supercopa de España. La presión alta rojiblanca fue contestada con la verticalidad, calidad y velocidad del Real Madrid de Jude Bellingham, Rodrygo Goes y Vinícius Júnior al espacio. Los blancos, con un Luka Modric superado en el centro del campo, tuvieron ocasiones para adelantarse.

Sin embargo, la dinamita ofensiva de otros días se transformó en una desastrosa falta de contundencia defensiva. El tanto de Samu Lino despertó la falta de solidez de la defensa del Real Madrid, que luego igualó Oblak. El 2-1, esta vez más claro el fallo de Lunin, catapultó al Atlético de Madrid por delante del marcador. En el minuto 66, Carlo Ancelotti recurrió a la misma fórmula que le había dado la victoria en la Supercopa de España: la dirección de campo y el fondo de armario blanco.

El Atlético de Madrid intentaría no verse empujado hacia su propio campo, pero Simeone solo realizaría un cambio hasta el minuto 92, el de Nahuel Molina por Saúl Ñíguez. Y no por capricho del preparador argentino, sino por la falta de sustitutos de garantías en una plantilla descompensada por la falta de inversión de su directiva.

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Lunin abrió la puerta al Atlético de Madrid. (Reuters/Susana Vera)

Ancelotti acertó con el plan, pero falló con los detalles

Simeone era consciente de que su equipo estaba fundido y sus atacantes necesitaban piernas para amenazar al contragolpe, pero no había apenas soluciones en el banquillo. Así lo demostrarían después Memphis Depay y César Azpilicueta.

En clave Real Madrid, la entrada de Toni Kroos por Luka Modric dotó al Real Madrid de estructura con la pelota, celeridad en la circulación de balón, cambios de orientación medidos hacia los extremos y una brújula sobre la que construir su camino hacia la victoria. Mientras, con la de Brahim Díaz por Mendy y el paso de Camavinga al lateral, el técnico italiano trató de añadir más energía y desequilibrio a su equipo.

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Kroos estructuró al Real Madrid con la pelota. (EFE/Juanjo Martín)

El extremo español ya había desestabilizado al Atlético de Madrid en Arabia Saudí. Esta vez, sin embargo, el delantero pecaría de conducir en exceso la pelota hasta concatenar pérdidas que no favorecieron a los blancos y permitieron respirar y contragolpear a un agotado pero batallador conjunto rojiblanco.

El Metropolitano sería un coliseo capaz de rugir para sostener la fatiga de los futbolistas rojiblancos y amortiguar la falta de fondo de armario de los de Simeone. Es ya un año entero el que lleva el equipo rojiblanco sin perder en casa. "Esperamos nuestro momento con paciencia y lo aprovechamos", contestaría el técnico del Atlético de Madrid tras el encuentro, consciente de la necesidad de ser certero en momentos vitales.

Se señaló a Vinícius y Tchouaméni defendió con la mirada

Ancelotti todavía movería más el banquillo en busca del 2-2. Joselu entró por Rodrygo y marcó solo dos minutos después, pero el cambio que descompensaría al Real Madrid por su falta de intensidad, inteligencia táctica, capacidad de reacción, ausencia de ayudas defensivas y poco criterio con la pelota sería el de Aurélien Tchouaméni. En resumen, el francés no aportó nada, más bien lo contrario, especialmente comparado con el uruguayo.

El 3-2 de Antoine Griezmann fue un golazo descomunal que voló por los aires la prórroga y acabaría decantando la balanza del encuentro. "Es cierto que la última fase de la prórroga nos ha costado, pero yo no lo achacaría a eso. El 3-2 viene de una pérdida. Sabíamos que si controlábamos el balón, la balanza se iba a desnivelar para nosotros, había que evitar cometer errores. Y ese 3-2 ha sido muy duro", revelaría Dani Carvajal en RTVE.

Carlo Ancelotti también pondría el foco sobre el 3-2 rojiblanco en rueda de prensa. "Se podía controlar un poco más con el empate. Teníamos que tener un poco más de control sin arriesgar", confesó el italiano. "No necesitábamos forzar las jugadas, ha sido un pecado de juventud. Empatamos dos veces y debíamos no arriesgar, tener más control", añadiría el transalpino.

La jugada, que nace de una pérdida de un desafortunado Vinícius Júnior, contó con la colaboración inestimable de Tchouámeni. El francés, a pesar de comprobar cómo Rüdiger y Nacho Fernández estaban encargándose de la marca de Depay en el corazón del área, optó por caminar al trote en lugar de apoyar a Vinícius y evitar el 1 vs.1 de Griezmann sobre el brasileño.

Lunin también apartó la cara cuando disparó Griezmann. La falta de seguridad defensiva y, especialmente, el poco acierto de la mitad de los cambios, se convirtieron en una gran trampa mortal que espoleó a un Atlético de Madrid inquebrantable en el Metropolitano para volar hacia los cuartos de final de la Copa del Rey. Las dos únicas derrota de la temporada para el Madrid, frente a su rival vecino. Enemigos íntimos.

El Atlético de Madrid se vengó de la derrota en la Supercopa de España y batió al Real Madrid en el Metropolitano (4-2). Los rojiblancos, certeros y letales para aprovechar el festival de errores defensivos del Real Madrid, volvieron a tumbar a los blancos en casa tras adelantarse hasta tres veces en el marcador. Con el derbi copero que da acceso a cuartos de final, el Atlético de Madrid ha marcado un total de 10 goles esta temporada a su eterno rival en tres partidos, síntoma de la evolución de un equipo al que el calificativo de defensivo se le ha caducado.

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