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Saúl Ñíguez resucita dos años después para marcar con el Atlético y ganar a Osasuna (0-1)
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Tres puntos de oro

Saúl Ñíguez resucita dos años después para marcar con el Atlético y ganar a Osasuna (0-1)

El conjunto rojiblanco sacó adelante un partido muy duro en El Sadar gracias a la asistencia de De Paul y el gol del canterano. Oblak sostuvo al equipo y la falta de gol dificultó la victoria

Foto: Saúl desatascó el partido. (Reuters/Vincent West)
Saúl desatascó el partido. (Reuters/Vincent West)

El Atlético de Madrid ganó un partido de esos que refuerzan la autoestima, suben la moral del grupo e impulsan al equipo en Pamplona. Después de perdonar demasiado por una falta de contundencia que persigue al conjunto rojiblanco desde el inicio de la temporada y de las paradas de Jan Oblak, el gol llegó en una asociación entre dos jugadores que necesitan dar un paso al frente. Cuando peor lo estaba pasando el equipo de Simeone y Osasuna tenía el gol a tiro de piedra, la asistencia milimétrica de Rodrigo De Paul para Saúl Ñíguez provocó el 0-1 final en el minuto 71. El canterano del Atlético de Madrid aprovechó un grave fallo defensivo de Aridane para llegar de segunda línea y batir a la perfección a Aitor Fernández. Dos años después, Saúl volvió a marcar con el equipo de su vida. Pudo matar el partido el Atlético en los últimos minutos, pero entre Griezmann, Giménez y Morata fallaron lo inenarrable. Estos tres puntos son claves para estar en la próxima Champions League.

Floja primera parte rojiblanca en El Sadar. Los de Diego Pablo Simeone, sin Álvaro Morata en el frente de ataque y con Ángel Correa y Antoine Griezmann como referencias ofensivas, empezaron sufriendo en los primeros minutos hasta estabilizarse. Osasuna firmó un inicio poderoso, con Abde desafiando a todo el sistema defensivo rojiblanco y saliéndose con la suya. El jugador marroquí cedido por el FC Barcelona le dio la tarde a Nahuel Molina, que necesitó las ayudas constantes de Rodrigo De Paul. En una de esas escapadas, el extremo osasunista puso en jaque a la defensa visitante, que solventó Giménez en el último momento.

placeholder Los rojiblancos celebran el 0-1. (Reuters/Vincent West)
Los rojiblancos celebran el 0-1. (Reuters/Vincent West)

Abde sería el elemento más incontrolable de Osasuna, que empujó al Atlético hacia su campo a través de centros laterales y juego directo. Muchos duelos individuales, pases de seguridad, balones divididos y poco riesgo. Despertó el Atlético y lo intentó Correa, en claro fuera de juego. Luego David García incomodó lo suficiente a Griezmann para abortar un intento de ocasión del francés. El Atlético de Madrid tendría una ocasión clara en el minuto 26, cuando Giménez remató solo un saque de esquina de Griezmann. Un cabezazo por encima del travesaño. Al Atlético le faltaba generar más ocasiones y tomar mejores decisiones en el último tercio del campo

placeholder Griezmann protesta una falta. (EFE/Jesús Diges)
Griezmann protesta una falta. (EFE/Jesús Diges)

Después de una acción personal del canterano Pablo Barrios, Griezmann gozaría de una oportunidad de oro tras un buen pase filtrado de De Paul. Al francés le faltó contundencia para definir la jugada y se durmió en los laureles ante Aitor Fernández. Al descanso, la igualdad había reinado la primera parte, Griezmann había perdonado y Abde había sido el futbolista más divertido del partido. El Atlético tiene un problema de contundencia enorme. Simeone introdujo a Yannick Carrasco por un intrascendente Thomas Lemar.... que había aparecido a cuentagotas.

Oblak sostuvo al Atlético

El belga entró como lo está haciendo estas últimas semanas: desconectado del juego. Griezmann tiró a puerta y Carrasco no llegó a cazar el rechazo del guardameta local, Aitor Fernández, porque había desconectado de la jugada. Se perdió el 0-1 por el camino. Giménez volvió a la carga a balón parado sin mayores consecuencias para Osasuna. Los rojiblancos habían salido a por el partido en la segunda parte, pero les penalizaba en exceso la mala toma de decisiones en la frontal del área. Acto seguido contestó Osasuna a través del Chimy Ávila en un cabezazo por encima del larguero.

placeholder El esloveno salvó al Atlético. (EFE/Jesús Diges)
El esloveno salvó al Atlético. (EFE/Jesús Diges)

En el minuto 60, Jagoba Arrasate agitó el árbol en busca de nuevos frutos: dentro Moncayola, Budimir y Brasanac y fuera Pablo Ibáñez, Rubén García y el Chimy Ávila. Osasuna se volvió a agarrar a las carreras de Abde, que dejó con el molde a un frágil Nahuel Molina y puso un centro que solo necesitaba empujarlo al fondo de la red por Moi Gómez. Carrasco se durmió en la marca y Oblak sostuvo con vida al Atlético de Madrid. Simeone, que no lo veía claro, dio entrada a Saúl Ñíguez y Morata por Barrios y Correa. Los locales apretaban y el Atlético se tambaleaba en la frontal del área. Moncayola amenazaba con el gol desde la frontal para disgusto de Simeone.

No cambiaría nada el guion. Otra vez Carrasco se durmió en defensa y el lateral local, Diego Moreno, sacó un zapatazo que tuvo que despejar Oblak a saque de esquina. Osasuna estaba mucho mejor y cuando más cerca parecía el 1-0, De Paul se inventó un pase maravilloso al espacio que recogió Saúl para fusilar a Aitor Fernández en un grave fallo defensivo local. El Atlético se adelantaba en un partido durísimo en el minuto 74. Osasuna intentaría empatar el encuentro, pero sería el Atlético de Madrid quien, en una doble ocasión, primero de Griezmann y luego de Giménez, tendría el gol en sus pies. También Morata. Al final, tres puntos vitales en la lucha por entrar en la Champions League en una semana muy difícil.

El Atlético de Madrid ganó un partido de esos que refuerzan la autoestima, suben la moral del grupo e impulsan al equipo en Pamplona. Después de perdonar demasiado por una falta de contundencia que persigue al conjunto rojiblanco desde el inicio de la temporada y de las paradas de Jan Oblak, el gol llegó en una asociación entre dos jugadores que necesitan dar un paso al frente. Cuando peor lo estaba pasando el equipo de Simeone y Osasuna tenía el gol a tiro de piedra, la asistencia milimétrica de Rodrigo De Paul para Saúl Ñíguez provocó el 0-1 final en el minuto 71. El canterano del Atlético de Madrid aprovechó un grave fallo defensivo de Aridane para llegar de segunda línea y batir a la perfección a Aitor Fernández. Dos años después, Saúl volvió a marcar con el equipo de su vida. Pudo matar el partido el Atlético en los últimos minutos, pero entre Griezmann, Giménez y Morata fallaron lo inenarrable. Estos tres puntos son claves para estar en la próxima Champions League.

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