Xavi salva su cabeza en Salamanca y el Barcelona jugará los cuartos de final de la Copa del Rey (1-3)

Xavi Hernández seguirá siendo técnico del Barça tras superar los octavos de final de la Copa del Rey (1-3). En un partido muy duro para los azulgranas ante Unionistas de Salamanca, los locales, equipo de Primera RFEF, demostraron por qué se han ganado el apodo de matagigantes esta temporada. Y Xavi aguanta en el precipicio. Un golazo de Álvaro Gómez adelantó al equipo de Castilla y León en el minuto 30 de la primera parte. Se rozó el milagro (y el ridículo del Barça), pero los tantos de Ferran Torres, justo antes del descanso, y de Jules Koundé y Alejandro Balde, en la segunda parte, decantaron el choque para los catalanes.

No había pasado ni un minuto de partido cuando el Barça regaló la primera ocasión clara a Unionistas de Salamanca. Un contragolpe perfecto tras una pérdida de Alejandro Balde que fue desmembrando a la frágil defensa azulgrana y que plantó solo a Mario Losada frente a Iñaki Peña, totalmente vendido. Falló el punta local, pero el Barça ya olía a chamusquina.

Los azulgranas quisieron reaccionar y casi encuentran el gol de la tranquilidad, siempre a través de Marc Guiu. El joven delantero cargó la pierna en el interior del área tras un pase medido de Frenkie de Jong y Ferran Torres, pero la defensa salmantina se le echó encima. En el saque de esquina botado por Ferran Torres, Sergi Roberto remató a puerta.

Unionistas esperó para salir disparados al contragolpe, con un Barça que se crecía. Los locales salieron con velocidad sin encontrar el último toque que posibilitara el milagro, mientras los azulgranas se estabilizaron a través de la pelota, pero sin generar oportunidades de valor gol. A Ferran Torres se le llevaron los demonios, picado con su lateral y con Sergi Roberto y Joao Félix, con los que no se ponía de acuerdo en ataque.

El susto fue enorme

En el mejor momento del Barça, Guiu cazó un centro de Joao Félix desde la banda izquierda y solo la mano de Iván Martín evitó el gol. Los culés acumularon llegadas por banda y bombardearon el área con los centros de Balde y Ferran Torres... sin hallar rematador. El centro del campo se ahogaba en la frontal y Fermín López no lograba filtrar balones peligrosos, por lo que el Barça se precipitó por fuera.

En el minuto 30, cuando el Barça más apretaba, Unionistas frotó la lámpara del gol en una jugada espectacular de campo a campo. Desde la salida de balón hasta el área rival, el equipo de Salamanca fue desarbolando el sistema defensivo azulgrana hasta conectar con Juan Serrano, que sirvió un centro medido para la volea de Álvaro Gómez, solo a la espalda de Balde. El estadio estalló de alegría.

El gol dejó aturdido al Barça, que no encajó el segundo de milagro tras otro remate defectuoso de Juan Serrano desde la frontal y una llegada de Rastrojo que forzó la mano de Iñaki Peña. El córner fue una trampa mortal para los locales. Quedaron expuestos al contragolpe y en el minuto 45, Ferran Torres puso las tablas en el marcador. El delantero valenciano se llevó la mano a la oreja. Acto seguido, regaló su camiseta a una niña que parecía padecer cáncer. Tras el descanso, el técnico introdujo al canterano Pau Cubarsí por Christensen.

Xavi sabía que se la jugaba

Los azulgranas salieron en tromba y Oriol Romeu tuvo la primera en un disparo blando desde el balcón del área. Sin embargo, esa situación ofensiva culé duró un suspiro. Después de una primera parte eléctrica, la segunda mitad arrancó perezosa, con el Barça más paciente con la pelota. Sin noticias del segundo tanto, Xavi movió el banquillo en el minuto 60 y quemó las naves: dentro Lewandowski, Gündogan y Pedri y fuera Guiu, Joao Félix y Fermín López.

La cara del técnico azulgrana en el banquillo y de Joan Laporta en la grada era un poema. Unionistas vio que el sueño era posible e Iñaki Peña le hizo una brecha a Losada en la cara al despejar un centro lateral. El Barça buscó a Lewandowski, que sacó un disparo centrado y manso a las manos de Iván Martín. Los azulgranas carecían de desborde y de imaginación, aunque su once ya era muy titular a esas alturas del partido.

Con el partido atascado y los centrales de centrocampistas, Jules Koundé sacó un latigazo en el minuto 68 para tumbar a la defensa local desde 25 metros y sostener a Xavi Hernández. Unionistas de Salamanca no se rindió y quiso empatar con celeridad. Sin embargo, sería Balde, con un golazo extraordinario en el minuto 72, quien sentenciaría el partido en el Reina Sofía.

Los azulgranas amenazarían con el cuarto en los últimos minutos con ocasiones de Lewandowski y Gündogan. También lo intenaría Unionistas hasta forzar un paradón de Iñaki Peña, pero el marcador ya no se movería. El Barça estará en los cuartos de la Copa del Rey... y Xavi Hernández gana una bola extra en una semana muy complicada para su futuro en el club azulgrana.