Lewandowski salva a Xavi de una crisis profunda en el Barça con un doblete frente al Alavés (2-1)

El Barça se salvó de una crisis definitiva para Xavi Hernández en un partido caótico (2-1). El Deportivo Alavés, inmerso en la lucha por la salvación, se plantó en el Camp Nou e hizo saltar las alarmas en el minuto uno. El conjunto babazorro forzó una pérdida absurda azulgrana tras el saque de centro y Samu Omorodion sembró el pánico en el sistema defensivo catalán con un golazo. A partir de ahí, el Barça remó a contracorriente hasta que Lewandowski hizo el tanto del empate al inicio de la segunda parte y el polaco cerró la remontada desde el punto de penalti.

La imagen defensiva del Barça en el primer tanto fue terrible, con Joao Cancelo en posiciones de central, Ronaldo Araújo de lateral y la contundencia por los suelos. El jugador portugués se pasaría todo el primer tiempo perdido en Montjuic, a caballo entre la banda, el centro del campo y la defensa de ambos costados. El mazazo inicial podría haber sido peor, porque el mismo Samu no marcó el segundo tanto de milagro.

El Barça presionaba mal y volvía a campo propio a tropezones, quedando totalmente vulnerable para los contragolpes vascos. Después de una muy clara de Lewandowski, Javi López tuvo una oportunidad de oro. Koundé había vuelto a perder la posición y regaló el eje central. El Barça se convirtió en un manojo de nervios y se encomendó a Pedri, jugador en el que Xavi ve una navaja suiza que resuelva la multitud de problemas del Barça. No funcionó.

Samu Omorodion barrió a Koundé

Sin soluciones colectivas, el Barça se agarró a Joao Félix, una máquina de perder balones que estrelló su duro disparo en Sivera. Al filo del descanso, entre chapuzones de Lewandowski y desesperación culé, Samu estrelló la pelota en el larguero. Al descanso, el Barça había sido un equipo plano, sin talento individual, desastroso en lo colectivo y muy vulnerable en defensa.

La segunda parte empezó sin cambios y con el Barça saliendo en tromba. Los vascos resistieron en los primeros minutos, donde Duarte recriminó a Yamal que se tirara en el interior del área. Acto seguido, Koundé sacó un buen centro y Lewandowski marcó un golazo de cabeza para hacer el empate. El polaco, que llevaba seis partidos sin marcar con los azulgranas, celebró con rabia. Xavi respiró.

El gol espolearía al Barça, ahora más atento en la presión pospérdida y empujando al Alavés hacia las faldas de Sivera. Los azulgranas apretarían a los vascos, impidiendo que tuviesen fases de pelota para anestesiar el intento de remontada catalán. Pedri abrió los brazos pidiendo más apoyo a Montjuic, todavía aturdido por el partido de los suyos. Tanto el canario como Gündogan serían una fuente inagotable de balones perdidos.

El doblete más esperado

Sin el gol esperado, Xavi sustituyó a Fermín López por Raphinha. El Alavés no se quedó de brazos cruzados y Gorosabel puso un caramelo para el 1-2 de Abde que el jugador visitante no pudo engatillar. El mismo extremo generaría un pase de la muerte que se paseó por el interior del área azulgrana. Xavi, que seguía sin gustarle lo que veía, introdujo a Ferran Torres y Balde por Joao Félix y Koundé.

El delantero valenciano tendría un impacto inmediato cuando Abde derribó a Ferran Torres tras un pase de Iñigo Martínez. El defensor visitante no vio la llegada del delantero y cometió un penalti muy torpe que Lewandowski transformaría para su doblete. Los azulgranas estarían más cerca del tercer tanto en los minutos finales que el Alavés de poder empatar el encuentro en Montjuic.