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El Barça se ríe de las palabras de Gündogan y Xavi queda muy señalado en la Champions League
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Derrota de las que duelen

El Barça se ríe de las palabras de Gündogan y Xavi queda muy señalado en la Champions League

El equipo azulgrana se hundió contra el Shakhtar Donetsk en una derrota muy dura. Los de Xavi solo dispararon una vez a puerta y no reaccionaron en ningún momento

Foto: Joao Félix se lamenta durante el partido. (EFE/Filip Singer)
Joao Félix se lamenta durante el partido. (EFE/Filip Singer)

En el día en que el Barça tenía que dar un golpe en la mesa y certificar su billete a octavos de Champions, el equipo de Xavi Hernández se fundió a negro (1-0). El Shakhtar Donetsk le despojó de su identidad, le arrebató la posesión en muchos momentos del partido y lo noqueó. El bagaje en ataque del Barça se limitó a un disparo a puerta en más de 90 minutos de encuentro en Hamburgo. No hubo ni rastro de la reacción que debería haber tenido un equipo con ambición y hambre de títulos tras ponerse en duda su juego y actitud.

"Nos faltó intensidad". Esa fue la justificación de Xavi Hernández para maquillar el 0-1 sobre la bocina que otorgó el cabezazo de Ronald Araújo en San Sebastián. Esta vez no hubo ni apariciones individuales ni mejora colectiva. Lewandowski fue un islote, Oriol Romeu una debilidad, Ferran Torres se volvió a quedar corto y Raphinha ni está ni se le espera. La búsqueda de la excelencia de Xavi brilló por su ausencia.

El Barça fue un equipo oxidado, falto de ritmo y de ideas. Un conjunto plomizo que no podría empotrar al Shakhtar Donetsk en su área hasta el segundo tiempo. Sin orden con la pelota, el Barça no pudo ser agresivo sin ella. La presión azulgrana fue tan descoordinada que abrió la puerta a las carreras ucranianas pese a la evidente falta de talento individual de este Shakhtar en comparación a citas anteriores.

Los locales taladraron al Barça en cada transición y el marcador pudo haber sido más holgado. El Barça se descompuso defensivamente, saltando a destiempo a robar la pelota, regalando duelos individuales a los delanteros locales y jugando a la ruleta rusa. Como el pasado sábado, el problema del Barça no fue simplemente de intensidad, sino de fútbol. Esta vez, sin embargo, el resultado no acompañó y la diana se cierne sobre Xavi, cuyo equipo languidece.

placeholder Lewandowski se ha apagado. (Reuters/Cathrin Mueller)
Lewandowski se ha apagado. (Reuters/Cathrin Mueller)

Esta vez, el técnico lo reconocería en Movistar+: "Estoy enfadado, no hemos hecho un buen partido. En la segunda parte lo intentamos con más coraje que cabeza, pero no salió nada de lo planeado. Es una lástima y un paso atrás clarísimo. Esto es la Champions, esta competición exige el máximo nivel y no lo hemos dado".

​"Uno de los peores partidos"

El técnico culé, al que el vestuario empieza a ver con otros ojos, admitiría la causa real de la derrota con un tono bajo y visiblemente preocupado: "Fue un problema de juego, no de intensidad. No atacamos bien, no defendimos bien el centro lateral y los errores se pagan caro. No hemos generado lo suficiente, es un mal partido del equipo", comentó.

"Estamos en un momento bajo de juego, de pérdidas, de cómo tener la pelota, de cómo atacar. Es uno de los peores partidos que recuerdo en estos años. No lo hemos conseguido. Estamos en un mal momento", remataría. La confianza de los jugadores azulgranas roza el mínimo, desde los pesos pesados a los nuevos jugadores, que se han ido desinflando (Joao Félix, Joao Cancelo u Oriol Romeu). Solo Ilkay Gündogan parece estar a la altura.

placeholder Gündogan, durante el encuentro. (Reuters/Cathrin Mueller)
Gündogan, durante el encuentro. (Reuters/Cathrin Mueller)

Al finalizar el Clásico, el alemán sería muy crítico en LaLigaTV sobre la actitud del FC Barcelona en El Clásico. "Quiero ser honesto pero sin pasarme, porque no quiero decir algo que no debería", comenzó, antes de contar: "Vengo del vestuario, y, obviamente, la gente está decepcionada, pero después de un partido tan importante y un resultado negativo, me gustaría ver más enfado y decepción".

"Esto es parte del problema. Tiene que haber más emociones cuando pierdes y cuando sabes que puedes jugar mejor y hacerlo mejor en ciertas situaciones y no reaccionas. Esto luego se traslada al campo. Tenemos que dar un paso muy grande en este sentido porque si no, el Real Madrid e incluso el Girona se van a escapar", añadió.

El vestuario del Barça empieza a no seguir a pies juntillas las órdenes de Xavi Hernández y el apoyo al técnico no parece el mismo sobre el campo. Las polémicas palabras de Gündogan sacudieron la plantilla, pero no han tenido un efecto real. El Barça continúa en caída libre y los resultados ya no sostienen el mal juego de un equipo que claramente ha involucionado desde la primera temporada de Xavi.

En el día en que el Barça tenía que dar un golpe en la mesa y certificar su billete a octavos de Champions, el equipo de Xavi Hernández se fundió a negro (1-0). El Shakhtar Donetsk le despojó de su identidad, le arrebató la posesión en muchos momentos del partido y lo noqueó. El bagaje en ataque del Barça se limitó a un disparo a puerta en más de 90 minutos de encuentro en Hamburgo. No hubo ni rastro de la reacción que debería haber tenido un equipo con ambición y hambre de títulos tras ponerse en duda su juego y actitud.

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