Por qué la FIFA no puede hacer suya la chapuza que el Gobierno permitió al testaferro de Rubiales

"Estamos en conversaciones con la FIFA para ir de la mano en las medidas que se tengan que tomar, si es que hay que tomar algunas". Esto fue lo que, según adelantó El País, el pasado lunes desveló en Valencia el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Manuel Rodríguez Uribes, sobre la situación de bloqueo electoral que vive la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), además de un nuevo escándalo reputacional.

“La FIFA estudia la intervención de la Federación Española de Fútbol a instancias de Uribes”, tituló el mismo diario una información basada en las mencionadas declaraciones que el secretario de Estado para el Deporte hizo en la recepción al Valencia Basket tras su triunfo en la Copa de la Reina. "Empezamos a hablar la semana pasada a iniciativa del CSD y he continuado yo esta mañana [del lunes] con el secretario general de la FIFA", añadió el valenciano.

Según El País, medio que, además de recoger las palabras de José Manuel Rodríguez Uribes, citó fuentes del propio CSD, este organismo se puso en contacto con la FIFA y le manifestó "su preocupación por la situación de la RFEF y mostró su predisposición a colaborar con la FIFA y actuar de su mano, si es necesaria la adopción de alguna medida en aras de la estabilidad federativa".

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Lo cierto es que, como ya comentamos hace unas semanas, en circunstancias normales, el Gobierno de Sánchez ya debería haberse planteado intervenir en las elecciones a la presidencia de la RFEF y evitar que, salvo que Rocha sea inhabilitado por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), se produzca un pucherazo. En este sentido, el CSD instó este miércoles al TAD a que, en el caso de que aprecie indicios razonables de su comisión, incoe procedimiento sancionador contra el extremeño, tal y como le solicitó Miguel Galán.

El CSD, de eximir a Rocha a intervenir la RFEF

El problema de la inhabilitación a Rocha es que el anterior secretario de Estado para el Deporte, Víctor Francos, fue quien eximió al presidente de la Comisión Gestora de la RFEF de convocar unas elecciones a las que sus estatutos le obligan. Además, y esto es algo que el movimiento hecho por Uribes deja claro que es consciente de ello, el órgano encargado de coordinar y controlar todos los aspectos relativos a las federaciones de fútbol a nivel mundial es la FIFA.

Es por todo esto por lo que, según ha podido saber este diario, la opción que se baraja en el CSD es disolver la Comisión Gestora de la RFEF y colocar al frente a un interventor. De manera que sea este quien se haga cargo de la situación de manera provisional y, en un tiempo más o menos prudencial, convoque unas únicas elecciones, de ahí la importancia de "ir de la mano" de FIFA, como dijo Uribes.

Cabe recordar que, según la FIFA, "los estatutos de la federación estipularán un procedimiento electoral democrático para la elección o los nombramientos", algo que en el caso de la RFEF parece claro que en las condiciones actuales no va a suceder. Además, el máximo organismo del fútbol mundial recuerda que el incumplimiento de su normativa "puede llevar a la suspensión e incluso expulsión".

Las cacareadas injerencias que no permite la FIFA

Lo cierto es que la FIFA tiene potestad para abrir expediente e incluso inhabilitar a Rocha, tal y como hizo con Rubiales tras su bochornoso comportamiento en la final del Mundial femenino disputado en Sídney. También para intervenir la RFEF hasta que considere que ha restablecido el orden. Sirva el ejemplo de lo sucedido en 2015 con las elecciones a la presidencia de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), las cuales, fueron suspendidas por la FIFA después de que al contar los sufragios se encontrara una papeleta de más.

A partir de ahí, y aunque desde el propio CSD intentaron rebajar las expectativas creadas tras las mencionadas palabras de Uribes, surgieron otras informaciones sobre el hecho de que la FIFA podría designar una comisión de normalización para que tutele el funcionamiento de la RFEF. Con varios miembros que se encargarían de regular el día a día del funcionamiento federativo, además de conducirlo hasta la celebración de las elecciones que tarde o temprano se deberán celebrar.

Sin embargo, y aunque es de valorar el movimiento de Uribes de recurrir a la FIFA, tras la que históricamente se ha parapetado la RFEF y las cacareadas injerencias, la realidad es que el máximo organismo no puede hacer suya la chapuza que el Gobierno, y más concretamente Víctor Francos, consintió. Una chapuza que ha desembocado en una situación de bloqueo electoral, a la que se une todo lo que ha salido y va a seguir saliendo sobre la gestión federativa.

La RFEF anuncia una auditoría forense

En la tarde de este miércoles, la RFEF emitió un comunicado en el que "se desvincula de la actuación de su expresidente y todos aquellos que pudieran estar involucrados y recuerda que esta institución está muy por encima de sus dirigentes", al tiempo que anunció que "elevará a la Comisión Gestora la puesta en marcha de una auditoría forense sobre cualquier tipo de contrato que pueda estar bajo sospecha por la actuación de Luis Rubiales".

En otro intento más por parte de Pedro Rocha de desvincularse de quien le dejó a él al frente de la Comisión Gestora, el extremeño señaló que "es imprescindible separar y desvincular a institución de las conductas presuntamente delictivas", además de asegurar que “se llegará hasta el final en depurar cualquier responsabilidad existente”.

"Durante los últimos seis meses se han dirigido todos los esfuerzos a lograr esta estabilización y cerrar la crisis generada", añadía el mismo comunicado federativo, aunque minutos después el diario El Mundo informó que "la Guardia Civil acusa a la trama de Rubiales de amañar obras de 1,3 millones de euros durante la presidencia de Rocha. El expediente investigado es de hace apenas un mes y alude a trabajos que se deben realizar en la residencia y en las cocinas de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas".

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De este modo, que en el mismo comunicado desde la RFEF se asegurara a FIFA, UEFA y CSD que "se garantiza la estabilidad de esta institución" no es algo que resulte fácil de creer. De ahí que, a la espera de que Uribes vea y decida lo que puede hacer, da la sensación de que Pedro Rocha tiene los días contados y que el nuevo presidente de la RFEF saldrá de unas únicas elecciones y con ningún candidato vinculado a Rubiales. Algo que, le guste o no, excluiría al extremeño y a cualquiera de los actuales barones que se plantearan dar el paso.