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Con Modric, lo preferible sería ir de frente y comunicarle que no va a seguir en el Real Madrid
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esto es respetar a una leyenda

Con Modric, lo preferible sería ir de frente y comunicarle que no va a seguir en el Real Madrid

El futuro de Luka Modric en el Real Madrid está decidido tras comprobarse, de nuevo, que su rol es secundario cuando Ancelotti tiene a todos los centrocampistas disponibles

Foto: Luka Modric entra el banquillo en el partido contra el Almería. (AFP7)
Luka Modric entra el banquillo en el partido contra el Almería. (AFP7)

A Luka Modric se le puede abrir la puerta del Real Madrid de dos maneras. Yendo de cara o dejándole en el banquillo hasta que se dé cuenta de que es irrelevante. Lo que no tiene sentido es que no le hagas calentar, como a uno más, porque merece un respeto si no va a participar del partido. Este es el argumento que utilizó Ancelotti para meterlo en la convocatoria de Las Palmas y volver a Madrid sin que el croata hubiera pasado por la ducha.

En un partido que se puso complicado con el gol de Las Palmas, lo lógico es que el entrenador buscara todo tipo de soluciones para darle la vuelta al marcador. El sentido común dice que Modric es un futbolista que puede desatascar un partido ante un rival que se cierra atrás. No hace falta explicar qué soluciones aporta el croata. Se mueve muy bien entre líneas, tiene claridad para meter el último pase, pone centros precisos y tiene facilidad para el disparo desde fuera del área. Nada de esto, ni su veteranía, lo contempló Ancelotti para un partido que se torció y con un rival cerrado.

Modric no fue ni una opción para salir a calentar a la banda y Ancelotti lo justifica como el respeto que hay que tenerle a una leyenda. El italiano, recientemente renovado, sigue la hoja de ruta del club en la planificación. A Modric hay que ir enseñándole la puerta de salida para que tenga claro que ya ha llegado su final en el Real Madrid. Poco a poco, pese a que todavía pueda ser útil en los meses que quedan de temporada. Lo mejor sería decírselo ya y no esperar a que se aproxime el mes de junio.

Ancelotti lo dejó claro. Modric no calentó y Arda Güler, con menos ritmo de competición, fue uno de los cambios. El turco tiene que ir entrando en la dinámica competitiva del equipo y como se quedó sin jugar ni un solo minuto contra el Almería, en el partido contra Las Palmas había que darle una señal de confianza.

placeholder Luka Modric supera a Saúl en el derbi de Copa del Rey en el Metropolitano. (AFP7)
Luka Modric supera a Saúl en el derbi de Copa del Rey en el Metropolitano. (AFP7)

Modric lleva dos partidos seguidos sin jugar ni un solo minuto. Es la segunda vez que le pasa esta temporada. Mala señal para el croata. Su protagonismo va cayendo lentamente en un equipo que tiene una gran cantidad de centrocampistas, pero en el que hay muchos que no justifican que tengan que jugar por delante de él. Se vio en Las Palmas como Ceballos y Brahim Díaz no aprovecharon la oportunidad de entrar en el once, hicieron un pobre primer tiempo y fueron sustituidos.

En un partido con la baja por sanción de Bellingham, el equipo notó en el centro del campo la sabiduría, la calidad y, sobre todo, la claridad y la profundidad que le da Modric al juego. Y Ancelotti ni siquiera se planteó que podría ser una opción y le tuvo todo el partido en el banquillo.

No quiere privilegios

A Modric hay que respetarle y admirarle. No cabe duda de que es una leyenda y un futbolista especial, pero Ancelotti no le hace ningún favor diciendo que es mejor que ni caliente si no le va a utilizar. Modric quiere ser igual que todos, no pide privilegios y lo deja claro. Dice que quiere jugar por méritos y no por lo que ha hecho en el pasado. Si tiene que calentar en la banda y no jugar ni un minuto, no va a protestar ni tendrá un mal gesto. Algo que no hizo Güler contra el Almería, que en su frustración cometió el pecado de juventud de tirar el peto al suelo.

El jueves puede que Modric juegue contra el Getafe porque tres partidos sin tener minutos sería ya algo extraordinario. Y veremos a un futbolista en buena forma física, competitivo, hambriento y humilde. Es muy difícil decirle a la cara que ya se ha acabado su ciclo en el Real Madrid, pero es más honesto no enviar mensajes confusos y poco creíbles como el del entrenador italiano.

Foto: Rafa Márquez, entrenador del equipo filial del Barcelona. (EFE/STR)

La postura de Ancelotti, hecha pública cuando se le ha preguntado por el futuro del croata, es mostrar respeto y responder que se ha ganado el derecho a decidir. A Modric le quedan menos dudas de que otra temporada más en el Real Madrid (en septiembre cumple 39 años) sería ir a peor, con menos protagonismo, y una planificación enfocada a que jueguen los jóvenes. Tiene un rol secundario, como ha podido comprobar, de nuevo, en el mes de enero con Tchouaméni, Camavinga y Arda Güler recuperados de sus lesiones. De los siete partidos solo ha sido titular en tres, ninguno lo ha jugado entero y en la final de la Supercopa contra el Barcelona salió a falta de diez minutos.

La temporada de Luka Modric tiene semejanzas con la última de Marcelo en el Real Madrid. El lateral brasileño tuvo un papel secundario, pero no fue hasta el final cuando se le comunicó que no iba a renovar y él tenía la esperanza de seguir un año más. Marcelo, como Modric, sumó desde el banquillo, no se quejó, pero se quedó con la sensación de que el club tardó en decirle que ya no entraba en la planificación.

A Luka Modric se le puede abrir la puerta del Real Madrid de dos maneras. Yendo de cara o dejándole en el banquillo hasta que se dé cuenta de que es irrelevante. Lo que no tiene sentido es que no le hagas calentar, como a uno más, porque merece un respeto si no va a participar del partido. Este es el argumento que utilizó Ancelotti para meterlo en la convocatoria de Las Palmas y volver a Madrid sin que el croata hubiera pasado por la ducha.

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