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Los cabezazos que se dan en el Real Madrid con su capitán: el Nacho más alocado y errático
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un bache más mental que físico

Los cabezazos que se dan en el Real Madrid con su capitán: el Nacho más alocado y errático

Nacho, puesto en valor por todos los entrenadores del Real Madrid por su capacidad para no cometer errores y concentración, se tambalea cuando más le necesita el equipo

Foto: Nacho, con gesto serio, en el banquillo del Real Madrid. (AFP7)
Nacho, con gesto serio, en el banquillo del Real Madrid. (AFP7)

Nacho le está dando más disgustos que alegrías al Real Madrid esta temporada. El defensa equilibrado y organizado está alocado y errático. Es una anomalía que trae de cabeza a Ancelotti por tratarse de un futbolista que destaca por su eficiencia y rigurosidad. La esencia de Nacho es no cometer errores y su extraño rendimiento, los cortocircuitos, con fallos y entradas a destiempo, generan sorpresa e inquietud. Su valía está en ser un jugador enchufado y se le ve distraído, atolondrado.

Ningún futbolista, por muy bueno que sea, es infalible. Pero con Nacho, todos los entrenadores que ha tenido (y son muchos y de diferentes perfiles) han puesto la mano en el fuego por ser un jugador práctico y ordenado. La explicación que encuentran a su irregular rendimiento es un bache más mental que físico.

Ancelotti no va a dejar de confiar en su capitán. Es el único central sano que tiene junto a Rüdiger y necesita que el español recupere sus señas de identidad. Este Nacho es otro, irreconocible, y no se parece en nada al defensa concentrado y cuidadoso que le ha llevado a permanecer 14 temporadas en el primer equipo del Real Madrid.

Es el momento más bajo del canterano, convertido ya en un futbolista experimentado a sus 34 años. Con galones, jerarquía y la confianza del club. Pero la racha de errores y acciones de inseguridad son difíciles de comprender para Ancelotti y sus propios compañeros.

placeholder Nacho disputa un balón aéreo en el partido contra el Sporting de Braga. (EFE/Kiko Huesca)
Nacho disputa un balón aéreo en el partido contra el Sporting de Braga. (EFE/Kiko Huesca)

El entrenador del Real Madrid se autoinculpó de la nefasta primera parte en el partido contra el Almería y evitó dar nombres. Pero señaló a Nacho con sus decisiones. Principalmente, al capitán, al que se le vio incómodo en el campo y enfadado en el banquillo. Estuvo desafortunado en los dos goles que recibe Kepa y Ancelotti decidió que lo mejor era cambiarle en el descanso. Lo grave fue desplazar a Tchouaméni a la posición de central, demarcación en la que tampoco está cómodo el francés y no le gusta jugar.

Son malas noticias para Nacho. No se puede permitir que le señalen de esta manera cuando su equipo tiene problemas con las lesiones de Militao y Alaba. Y más si el club decide asumir riesgos y no acude al mercado de enero para hacer un fichaje.

Subir el nivel

El mensaje del club y del entrenador es de respaldo y máxima confianza en Nacho. La respuesta que está dando el capitán son errores en el juego que cuestan goles y dejar al equipo en inferioridad con las expulsiones en los partidos contra el Girona en Montilivi y el Alavés en Mendizorroza. Le toca cambiar, centrarse, recuperar la mentalidad de defensa fiable y ordenado. Lo necesita para cerrar el debate y se lo pide su entrenador.

Si hay un jugador del que te podías fiar era de Nacho y lo que se está viendo es un defensa que, inexplicablemente, se tambalea. Es el peor momento para que pierda su identidad. Es un futbolista curtido, pero ver a Nacho flaquear genera preocupación y sorpresa en el club y los aficionados.

Foto: Sergio Ramos junto a Rakitic en el partido de Copa. (Reuters/Susana Vera)

Hasta que regrese Militao, al que se le empieza a poner fecha de vuelta para el mes de marzo, Nacho tiene tiempo para darle un vuelco a una temporada irregular, con más sombras que luces. No está para ser titular, pero Ancelotti no tiene otro central y está en manos de que el capitán se focalice, suba el nivel.

El mes de enero está siendo raro para Nacho. No jugó el primer partido del año, contra el Mallorca en el Bernabéu por sanción, y el equipo, con Rüdiger y Tchouaméni de centrales, dejó la portería a cero. En el siguiente encuentro, contra la Arandina, se metió un gol en propia puerta. Contra el Atleti y el Barcelona, en la Supercopa, el derbi de Copa en el Metropolitano, el Almería y frente a Las Palmas (mal posicionado en el remate de Javi Muñoz) en Liga tampoco ha dejado la portería a cero. El Real Madrid reclama un Nacho más concentrado y ordenado para mejorar la solidez del equipo. La solución para salir del bache pasa por enchufarse de mente. Como está haciendo Dani Carvajal.

Nacho le está dando más disgustos que alegrías al Real Madrid esta temporada. El defensa equilibrado y organizado está alocado y errático. Es una anomalía que trae de cabeza a Ancelotti por tratarse de un futbolista que destaca por su eficiencia y rigurosidad. La esencia de Nacho es no cometer errores y su extraño rendimiento, los cortocircuitos, con fallos y entradas a destiempo, generan sorpresa e inquietud. Su valía está en ser un jugador enchufado y se le ve distraído, atolondrado.

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