Festival de penaltis y goles del Real Madrid para salvar el honor del fútbol español (5-1)

El Real Madrid cierra la fase de grupos con una victoria contundente contra el Celtic que le permite clasificarse para los octavos como primero de grupo. Es el único representante español que queda en la Champions. El próximo lunes sabrá quién será su rival en octavos de final... con el Liverpool y el Paris Saint Germain como los grandes cocos dentro de los equipos que quedaron como segundos clasificados. El del Bernabéu fue un partido sin ataduras. De festival. En 20 minutos sacó ventaja con dos penaltis por manos. En el nuevo fútbol, el del VAR, ir con las manos despegadas del cuerpo es un suicidio. El Celtic, que salió al Bernabéu a lo loco, con un planteamiento valiente, ofensivo y agresivo, descuidó este importante detalle. Desde el punto de penalti, el Madrid fusiló al equipo escocés con el primer gol de Modric, a los cinco minutos, y el segundo de Rodrygo, a los 20. El resultado lo engordaron los goles de Marco Asensio, Vinícius y Fede Valverde en la segunda parte. Otro zambombazo del uruguayo desde fuera del área.

El primer tiempo estuvo marcado por el duelo de penaltis. El segundo fue un paseo para el Real Madrid. Jugó hasta Vallejo. El Celtic duró un tiempo. Las fuerzas y la voluntad le dieron para generar peligro y desconcierto en todo lo bueno que hizo hasta el descanso. En ese duelo desde el punto de penalti hay otro vencedor. Tuvo la ocasión de acortar distancias con un penalti de Mendy que detuvo Courtois. El portero belga hizo un paradón con dos manos a un disparo potente de Juranovic. El equipo escocés tuvo el premio a su descaro al final del partido. Pudo batir a Courtois. El belga no llegó al golazo de falta del Celtic. Un excelente lanzamiento de Jota en el minuto 84.

En un partido para la historia del fútbol, dirigido por la árbitra francesa Stéphanie Frappart, será recordado por los tres penaltis del Bernabéu. Las manos se miran con lupa. Son el peligro, la ruina, aglutinan las polémicas. Las dos del Celtic, con el reglamento en la mano, son penaltis. Están despegadas y se juzgan por su posición antinatural. Ahora se dice que el jugador se hace grande. Lo que ha desaparecido o cada vez se deja menos a la decisión arbitral es la intencionalidad. Para eso está el VAR, para hacer saltar la alarma, para que el árbitro no se complique e imponga el criterio de la tecnología. No todas las manos tienen que ser penalizadas como penaltis. Pero esto ya parece no tener remedio. Unas veces te dan y otras te quitan. Al Real Madrid, con el reglamento en la mano, le hicieron justicia. Le dieron lo que le quitaron contra el Girona, en el penalti que Ancelotti calificó de "inventado", por una mano de Marco Asensio en una pelota que venía rechazada del cuerpo.

Paradón de Courtois

El partido resultó un festival de penaltis. Los tres sin discusión y ejecutados de diferente manera. Modric y Rodrygo mostraron precisión y seguridad. Infalibles. Juranovic lo tiró a romper. Ahí estaba Courtois, inspirado, con las manos duras para desviar el balonazo. El portero belga, que venía de cargar contra la actitud del equipo por la derrota en el partido contra el Leipzig, se reivindicó. Es, sin duda, el mejor portero del mundo. Lo demostró con el paradón del penalti y con otras dos intervenciones claves en disparos del Celtic. De los apuros sale vivo y se mete al partido el Real Madrid con el belga. La temporada pasada fue clave en la consecución de la Champions. Hay que recordar el penalti que le paró a Messi en el Parque de los Príncipes. Es uno de los puntos de inflexión del Real Madrid.

Si el portero es un muro, tienes más posibilidades de éxito. El Real Madrid lleva unos partidos en los que ha bajado el nivel defensivo. Lo pasó mal en Alemania contra el Leipzig y tampoco estuvo compacto contra el Girona. Contra el Celtic dependía de sí mismo para ser primero y hay que señalar que uno de los mejores del equipo fue Courtois. En un partido con Benzema en el banquillo y sin Tchouaméni, por lesión, Ancelotti puso un once de gala. Con la novedad de Marco Asensio en el ataque junto a Vinícius y Rodrygo. Asensio estuvo profundo, preciso, generoso y acertado en los pases. Vinícius estuvo fallón. Son las cosas del brasileño. Es un agitador que ha mejorado la definición, pero desperdicia ocasiones claras de gol. En la primera parte envió a las nubes una de esas claras ocasiones. En la segunda encontró el gol.

El Real Madrid tenía enfrente un rival goloso. El Celtic jugó con demasiada osadía, la defensa adelantada y mucho ritmo. Dejó espacios. No salió a encerrarse y el partido tuvo fases de correcalles. Con el partido encarrilado por los dos penaltis marcados y las energías más justas del Celtic, el Madrid se hizo con más control del juego. Estuvo fino en las combinaciones. Inteligente en el manejo por donde podía hacer daño. El inicio de la segunda parte lo aprovechó Marco Asensio con el tercer gol. Una jugada elaborada, con llegada de Carvajal hasta la línea de fondo y pase atrás, lo remató de primeras Asensio con la zurda. El balear aprovechó la titularidad. Es un jugador que tiene gol y ganas de mostrarse. Fue de lo más destacado del equipo. Con el partido sentenciado, apareció el colmillo de Vinícius. El brasileño hizo el cuarto en un centro tenso de Fede Valverde. Lo remató con determinación dentro del área. El Celtic ya era un equipo rendido.

La Champions volverá en el mes de febrero, ya en fase de eliminatorias, y ahí estará el Real Madrid. El único superviviente español en una competición dura para el Barcelona, Atlético y Sevilla. El campeón de Europa no falla, salva el honor de nuestro fútbol y algunos dirán que tuvo un grupo asequible. En Europa hay que jugar con un ritmo y una velocidad superior, cometer pocos errores, ser fuertes en defensa y contundentes arriba. El Madrid ha jugado una fase de grupos irregular, ha perdido un partido y ha tenido de baja a Benzema. Pero es un equipo que sabe cómo hay que competir y será, de nuevo, uno de los cocos en los octavos de final. El rendimiento dependerá mucho de cómo lleguen los equipos a una fase de la temporada en la que ya habrá pasado el Mundial y el desgaste físico y anímico jugará un papel importante.

Lo fundamental en esta primera parte de la temporada era no fallar. La preocupación de Ancelotti estaba en la cantidad de partidos concentrados entre Liga y Champions, y en que su equipo tuviera continuidad. El Real Madrid tiene que mejorar y puede subir el nivel, pero esto ya llegará en el mes de febrero. En la segunda parte de la pasada temporada, llegaron las remontadas increíbles del Real Madrid.