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Los objetivos de Benzema tras ganar el Balón de Oro crecen en lo deportivo y lo económico
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Los objetivos de Benzema tras ganar el Balón de Oro crecen en lo deportivo y lo económico

El Balón de Oro de Benzema repercute en un aumento de contrato, de ganancias por el negocio de los patrocinadores y de exigencia para ganar títulos con el Real Madrid y Francia

Foto: Karim Benzema. (Reuters/Benoit Tessier)
Karim Benzema. (Reuters/Benoit Tessier)

El Balón de Oro aumenta el caché, la reputación y la cuenta corriente de Karim Benzema. Es un trofeo que explotan el Real Madrid y los patrocinadores. Benzema sale muy beneficiado. Lleva consigo una mejora en el contrato, pero también más exigencia para cumplir los objetivos individuales y colectivos. El francés pasa a otra dimensión como futbolista con el reconocimiento del galardón con más tradición y prestigio. Ganar un Balón de Oro es entrar en la historia del fútbol por la puerta grande. Te convierte en más leyenda y te obliga a superarte. Lo que tiene por delante Benzema, a corto, medio y largo plazo, son muchos desafíos con el Real Madrid y la selección de Francia. Un Balón de Oro, como le sucedió a Modric cuando lo ganó en 2018, tiene la presión y la responsabilidad de estar acertado siempre.

El premio conlleva, de primeras, una renovación automática del contrato. Acababa al final de esta temporada y el club activará la cláusula por la que puede seguir hasta junio de 2024. En esa fecha, el francés tendrá nada más y nada menos que 36 años. Es el primer objetivo que se pone Benzema. Cuidarse, todavía más, para tener un alto rendimiento con una edad en la que puede aparecer el desgaste físico y mental. Modric se mantiene intacto con 37 años. El estímulo está en el reconocimiento del club. Es el delantero preferido por Florentino Pérez. La renovación y el galardón también van a tener beneficios económicos con el aumento de sueldo (está en nueve millones de euros netos) y el negocio de los patrocinadores.

placeholder Benzema levanta las manos para celebrar el gol al Barcelona en el Bernabéu.
Benzema levanta las manos para celebrar el gol al Barcelona en el Bernabéu.

En lo deportivo, están los máximos desafíos de un futbolista en el que hay puestas todas las expectativas en Francia. A corto plazo, está el Mundial de Qatar. Benzema regresó a la selección tras un largo y polémico veto por el caso Valbuena y tiene la oportunidad de ganar un Mundial. Francia es la última campeona del mundo y el 'fichaje' de Benzema, sus ganas por reivindicarse, sitúa la selección de Deschamps como una de las favoritas. La competencia será terrible con otras selecciones de primer nivel, como puede ser Brasil, y el reto de Messi con Argentina. Benzema lleva un inicio de temporada irregular, perjudicado por la lesión que sufrió en Glasgow y que le cortó el ritmo. Necesita afinar. Volvió a marcar en el Clásico y en Francia hay grandes expectativas por que sea un líder, un futbolista determinante, en Qatar.

La sexta Champions

El listón en el Real Madrid lo tiene alto tras conseguir sus mejores registros la pasada temporada (44 goles y 15 asistencias en 46 partidos). A Benzema se le juzga por lo que aporta al juego de creación, pero principalmente por su contundencia en la definición. El objetivo es que la racha no se detenga y muestre la versión de futbolista total con la que asombró, principalmente, en las remontadas de la Champions. En la máxima competición europea tiene importantes objetivos a medio y largo plazo. Con el Real Madrid ya clasificado para los octavos de final, tras el Mundial, con el nuevo año, llegarán las eliminatorias. Los cruces que marcarán el camino a una nueva Champions. Benzema, si la gana, puede hacer historia. Ganar su sexta Champions (al igual que Carvajal, Modric, Kroos y Nacho) le igualaría a las que tiene Paco Gento. Puede superar a Cristiano Ronaldo (con cinco) y como rivales tendrá a Messi y Sergio Ramos (con cuatro cada uno).

Foto: Benzema y Fede Valverde celebran un gol en el Clásico. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Los títulos son la exigencia del nuevo Balón de Oro. Le harán más leyenda. Esta temporada ha ganado la Supercopa de Europa, igualó los 23 títulos de Paco Gento y está a uno de Marcelo, el que más tiene en el palmarés de la historia del Real Madrid. Con una renovación hasta 2024 y lo que pueda prolongar dependiendo de su rendimiento, el francés pone el foco y sus energías en la ambición de seguir ganando con el Madrid y con su selección. En el horizonte tiene la disputa de una Eurocopa en 2024.

Son retos colectivos y también individuales los que se marca Karim Benzema. El cotidiano, el que vamos a seguir de cerca en España, es el duelo con Robert Lewandowski. El pulso está en la Liga. La pueden decidir la experiencia y la eficacia del francés y el polaco. En la Champions compiten por ser el tercer máximo goleador con un estrecho margen de diferencia de goles. El delantero del Barcelona lleva 91 goles y el del Real Madrid está en 86. La eliminación del Barça puede despejar el camino al francés. Por delante están lejos Cristiano Ronaldo (140 goles) y Messi (127).

El respaldo del club

Karim Benzema es el segundo máximo goleador de la historia del Real Madrid (328 goles), superando a Raúl (323) y con un objetivo que parece, a día de hoy, una utopía de alcanzar: los 451 goles de Cristiano Ronaldo. Las 14 temporadas que lleva en el Real Madrid han valido para convertirse en el futbolista extranjero con más partidos en la historia del club (615) por los 546 que jugó Marcelo. No se pone metas. El futbolista, que tuvo unos primeros años complicados en el Real Madrid, está en una edad de plenitud y cuenta con el apoyo del club para estar todo el tiempo que quiera. El plan para conseguirlo tiene que ser cada año más profesional con el fin de poder ir superando los objetivos.

Foto: Fede Valverde celebra el gol con Benzema. (EFE/Rodrigo Jiménez)

La mentalidad, el físico y el compromiso no se resienten. En el Clásico del Bernabéu demostró que puede recuperar su mejor tono. Hizo el primero gol, le anularon otro, participó en el juego de creación y en la recuperación del balón. Tiene, en definitiva, hambre e ilusión. Es un futbolista maduro, ganador, que practica un fútbol que marca las diferencias. Brillante. Hace fácil lo difícil.

En España juega el nuevo Balón de Oro. Un futbolista que en el Clásico se convirtió en el séptimo máximo goleador en la historia de la Primera división con 223 goles (a cuatro de Di Stéfano, cinco de Raúl, 11 de Hugo Sánchez, 28 de Zarra y ya más lejos de los 311 de Cristiano y los 472 de Messi). Benzema tiene enormes objetivos por delante y otro de ellos debería ser el ganar un segundo Balón de Oro.

El Balón de Oro aumenta el caché, la reputación y la cuenta corriente de Karim Benzema. Es un trofeo que explotan el Real Madrid y los patrocinadores. Benzema sale muy beneficiado. Lleva consigo una mejora en el contrato, pero también más exigencia para cumplir los objetivos individuales y colectivos. El francés pasa a otra dimensión como futbolista con el reconocimiento del galardón con más tradición y prestigio. Ganar un Balón de Oro es entrar en la historia del fútbol por la puerta grande. Te convierte en más leyenda y te obliga a superarte. Lo que tiene por delante Benzema, a corto, medio y largo plazo, son muchos desafíos con el Real Madrid y la selección de Francia. Un Balón de Oro, como le sucedió a Modric cuando lo ganó en 2018, tiene la presión y la responsabilidad de estar acertado siempre.

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