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Los coscorrones a Luca Zidane: "Estoy orgulloso de demostrar lo que valgo"
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el portero sube su nivel

Los coscorrones a Luca Zidane: "Estoy orgulloso de demostrar lo que valgo"

No es agradable ser Luca cuando solo te juzgan por el apellido y se desprecia la formación, progresión y los méritos. El portero del Rayo Vallecano está pasando por un buen momento

Foto: Luca Zidane atrapa un balón en el partido contra el Girona. (EFE/David Borrat)
Luca Zidane atrapa un balón en el partido contra el Girona. (EFE/David Borrat)

Con Luca Zidane no ha habido paciencia por ser hijo de una estrella del fútbol. El listón lo tenía alto. ¿Cómo podía salir un Zidane portero? De Zinedine se esperaba que dejara en herencia un clon, un mago, con el que volver a disfrutar de su creatividad. En el fútbol hay demasiados prejuicios, juicios rápidos y muy mala leche. Cuando Luca Zidane Fernández asomó la cabeza en el primer equipo y su padre le hizo debutar, en un partido en Villarreal y después en el Bernabéu contra el Huesca, se llevó coscorrones.

Era previsible imaginar que Luca no lo iba a tener fácil porque las comparaciones son odiosas y en su caso derivaron a lo burlesco. Le tocó sufrir ser el hijo de Zidane, estaba avisado. Pero por mucho que te prepares, sepas que te van a mirar con lupa, cuando llega el momento hay que estar hecho de una pasta especial para que no te venzan los nervios. Ni para indignarte con las críticas y las mofas. Luca es una roca y se caracteriza por su perseverancia. Tiene una personalidad fuerte, las ideas demasiado claras y talento. Es portero vocacional, desde que era un niño y jugaba con su hermano Enzo, y no se quiso parecer a nadie. Es un chico con la cabeza muy bien amueblada, ambicioso, trabajador y sencillo.

No es agradable ser Luca cuando solo te juzgan por el apellido y se desprecia la formación, progresión y méritos de muchos años para subir de lo más abajo hasta llegar arriba. No sabe dónde llegará en esto de fútbol, pero tampoco se pone límites y es muy exigente consigo mismo.

placeholder Luca Zidane, en un partido con el Rayo Vallecano. (EFE/Luis Antón)
Luca Zidane, en un partido con el Rayo Vallecano. (EFE/Luis Antón)

El tiempo pone las cosas en su sitio. Los casi cuatro años que han pasado desde que debutó con el Real Madrid demuestran que Luca no estaba sobrevalorado. Se fue al Racing de Santander para coger experiencia, tener minutos y fue de los más destacados. Un nuevo impulso lo tuvo en el Rayo Vallecano. Protagonista en la fase de ascenso a Primera División. Cada oportunidad que tiene la aprovecha y esta temporada lleva una racha de partidos en los que es decisivo, con paradas como la que ayudó a su equipo a clasificarse para los cuartos de final de la Copa del Rey. Está en un momento dulce. Luca no tiene secretos y ahora destaca por ser un portero seguro y por tener la cabeza dura para aguantar los coscorrones.

PREGUNTA. Da la sensación, desde fuera, de llevar una coraza para protegerse de los que le ven como el hijo de Zinedine Zidane. ¿Quién es Luca?

RESPUESTA. Un futbolista que empezó de niño a jugar en los prebenjamines del Real Madrid, que pasó por todas las categorías desde la cantera hasta llegar al primer equipo y que ahora soy muy feliz en el Rayo Vallecano. Como persona soy tranquilo, familiar y me gusta estar con los amigos. Nada más.

P. ¿Cuál es su rasgo más destacado como profesional?

R. Soy muy ambicioso y muy exigente con mi trabajo porque busco crecer, aprender y ser mejor. Sé lo que quiero.

P. ¿Esto de ser tan competitivo es genético?

R. Todos los hermanos somos muy competitivos. En mi familia somos así porque es bueno trabajar duro e intentar superarte cada día para mejorar. Yo voy a los entrenamientos con la idea de que tengo que mejorar cada día, de que me tengo que exigir para dar lo mejor de mí mismo. Tengo claro que la competitividad te ayuda a ser mejor.

P. En un momento se plantó y dijo que usted es Luca. Dejó en un segundo plano el apellido Zidane. ¿Está orgulloso de que no le haya podido la presión o siente que le siguen mirando con otros ojos?

R. Yo sabía que iba a ser difícil que no me miraran de otra manera por ser el hijo de Zidane. De pequeño, la gente ya me miraba con lupa. Al final es un inconveniente. Yo estoy orgulloso de ser quién soy, de mi padre, pero también de poder demostrar lo que valgo. Todavía hay quien dice eso del hijo de Zidane. De verdad, yo estoy orgulloso por poder demostrar lo que Luca vale, trabaja y hasta dónde quiero llegar.

P. ¿Por qué se hizo portero?¿Qué referente tenía o que influyó para elegir este puesto que no es nada sencillo?

R. De pequeño jugaba al fútbol con mi hermano Enzo. Él me decía que me pusiera de portero, me gustaba y me insistía que lo hacía bien. Y así me fui quedando de tanto jugar en la portería. Yo me fijaba en Iker Casillas, que en ese momento era el portero del Real Madrid y al que más seguía. Pero me gustaba ver a todos, coger un poco de todos los porteros para aprender.

P. ¿Cómo se definiría como portero?

R. Soy ágil, intuitivo y tengo buenos reflejos bajo los palos. Creo que tengo una buena lectura de lo que es el fútbol y es importante para la anticipación de las jugadas. Es fundamental. Como también manejarse bien con los pies porque, para mí, es un plus que el portero inicie la jugada desde atrás, sepa sacar la pelota. Es bueno para dar superioridad en el inicio del juego del equipo.

Foto: Isi durante un partido del Rayo Vallecano. (Efe/Juanjo Martín)

P. Antes ha dicho que sabe dónde quiere llegar en el fútbol. ¿Dónde quiere llegar?

R. Yo soy muy exigente y autocrítico. También muy ambicioso y sé que esta es la mejor manera de mejorar en el fútbol. Me quedan muchas cosas por aprender, mejorar y eso te lo da la madurez y la experiencia. Esto es lo que te hacer ser más seguro y no me pongo límites. Busco perfeccionar todos los detalles para ser mejor portero.

P. En el Rayo está teniendo continuidad en el once y protagonismo por intervenciones decisivas como parar un penalti a Stuani en la eliminatoria de Copa del Rey contra el Girona. ¿Así se reivindica un portero y se siente valorado?

R. Es importante tener este tipo de situaciones en las que aciertas y ayudas al equipo. Pero hay que ver el trabajo de todos y el esfuerzo que hace este equipo para superarse. Contra el Girona fue una eliminatoria difícil. Hicimos un buen partido y tuvimos el acierto de que paré un penalti, pero también fue posible por el alto rendimiento de todos mis compañeros. Yo estoy contento de poder ayudar al equipo, pero esto es fruto del buen trabajo de todos.

P. ¿Siente que está en su mejor momento, que tiene la confianza de Iraola y que lo mejor está por llegar?

R. Sí, estoy en un buen momento. Estoy feliz de estar en el Rayo. Jugar te hace feliz, pero lo que tengo que hacer es demostrar cada día que valgo. Soy joven, muy ambicioso, trabajo para mejorar y llegar a mi mejor nivel. Todavía no lo he conseguido, pero sí, estoy contento. Al final, donde mejoras es en los entrenamientos y jugando partidos. En esto estoy centrado. Me gusta entrenar fuerte, ponerme objetivos y subir el nivel. Sé lo que quiero.

placeholder Luca Zidane, en el partido disputado contra el Atlético en el Metropolitano. (EFE/Luis Antón)
Luca Zidane, en el partido disputado contra el Atlético en el Metropolitano. (EFE/Luis Antón)

P. ¿Por qué fichó por el Rayo Vallecano?

R. Había mucho interés por las dos partes. Para mí, el Rayo Vallecano es un club importante y con historia en España. Desde el primer momento que surgió el interés del club, decidí que era lo mejor para mí. Es un club histórico por lo que representa, por cómo compite y por su afición. Es increíble. Lo sabía antes de firmar y luego me he dado cuenta que es así. Aquí hay mucha gente por detrás que te apoya y están unidos. Se vive un ambiente familiar, saben lo que quieren y pelean por conseguirlo. Es un equipo especial.

P. ¿Qué responsabilidad siente siendo el portero del Rayo?

R. Mucha. En el Rayo hay mucha gente que trabaja mucho, que están pendientes de que los resultados sean positivos y que te hacen sentir esa adrenalina. Es una responsabilidad bonita y a mí me gusta asumir esta presión. Prefiero que sea así porque, como ya he dicho, creo que puedo mejorar desde la exigencia.

P. ¿Qué ha descubierto en el Rayo y en el estadio de Vallecas?

R. El Rayo es un grupo de trabajo que está muy unido y esto es lo más importante. Con un cuerpo técnico que trabaja mucho, que hace todo lo posible para que lo demos todo y rememos en la misma dirección. Tenemos una plantilla en la que hay mucho esfuerzo, sacrificio y trabajo. Pero hay que mirar también la calidad. En el Rayo hay talento. Hay buenos jugadores y con el ambiente que se genera y nos transmite la afición en Vallecas somos más fuertes. Así es el Rayo. Ganes o pierdas siempre nos apoyan. Si estás cansado o tienes un mal momento, ves que la gente te apoya desde la grada y te anima a superarte. Esto es lo que se agradece y lo que te exige a ser mejor.

Foto: Paco Gento y Alfredo di Stéfano, con la Internacional. (Cedida)

P. Usted es canterano del Real Madrid. Consiguió llegar al primer equipo y debutar en un partido de Liga contra el Villarreal. Acabó en empate a dos. ¿Qué recuerdos tiene de ese día? ¿Fue una carga que se dijera que debutaba el hijo de Zidane?

R. Fue muy bonito, aunque por un lado me quedó el recuerdo agridulce porque quería ganar. No fue una carga. Ya he dicho que estoy acostumbrado a esto desde pequeño y lo llevo bien. Sí es verdad que, a veces, es un poco pesado. Yo tengo mi carrera. Estoy orgulloso de mi padre, pero no hay que hacer comparaciones. Hay que dejarme hacer mi carrera como otros jugadores de mi edad. Pero llegar a debutar con los mejores cuando has hecho una larga trayectoria en las categorías inferiores, desde que empecé en los prebenjamines, es bonito. Me sirvió para aprender de los mejores, de su experiencia y cogí más ganas y energías para seguir progresando en el fútbol.

P. Luego jugó un segundo partido con el Real Madrid y debutó contra la Sociedad Deportiva Huesca en el Bernabéu. ¿Es el día más especial?

R. Es un recuerdo aun más bonito. Jugar en el Bernabéu, en uno de los mejores estadios del mundo, es muy emocionante.

P. ¿Echa de menos ver a su padre en los banquillos?

R. Yo lo que quiero es que mi padre sea feliz. Eso es lo más importante para mí y ya él decidirá lo que quiere hacer.

Foto: Eden Hazard marca el gol del triunfo contra el Elche. (EFE/Manuel Lorenzo)

P. ¿Qué opinión tiene de Courtois? Es otro tipo de portero, de perfil distinto al de usted.

R. Estuve un tiempo entrenando con él y tenemos una buena relación. Es un gran portero. Estoy feliz por cómo le están saliendo las cosas. Courtois tiene mucha confianza en sí mismo. Es un portero que ocupa mucha portería, utiliza muy bien su cuerpo y aparece en momentos claves para ayudar al equipo. Cada portero tiene sus habilidades y Courtois es muy bueno.

P. Esta temporada acaba contrato con el Rayo y solo tiene 23 años. ¿Cuáles son sus planes? ¿Estaría abierto a abrir un nueva etapa en otro país o quiere consolidarse en España?

R. Estoy centrado en ayudar al Rayo y trabajar fuerte para conseguir los objetivos. Aquí estoy feliz y queremos terminar bien la temporada. Ahora estoy en un buen momento, disfrutando, compitiendo y con ganas de mejorar. Tengo objetivos a corto y largo plazo y decidiremos cuando acabe la temporada. Pero aquí, en el Rayo, estoy muy bien.

P. Por cierto, en su palmarés tiene un campeonato de Europa con Francia con 17 años. En un torneo en el que fue el portero menos goleado y en las semifinales paró tres penaltis y tiró uno a lo Panenka. ¿Cómo fue eso?

R. Es otro de mis mejores recuerdos. Teníamos una buena selección y la verdad es que fue algo bonito para mí. En esa semifinal, contra Bélgica, llegamos a los penaltis tras empatar a uno. En la tanda de lanzamientos el entrenador pidió quién quería tirar los penaltis. Yo levanté la mano. Detuve tres y luego lancé uno a lo Panenka. Me salió así. Ni lo tenía pensado y el balón pegó en el larguero.

P. Podía haber elegido jugar con Francia o con España. Decidió la primera opción.

R. Sí. Cuando tenía 15 años me llamó una persona de la Federación Española de Fútbol. Se lo agradecí. Yo lo tenía claro. Me siento francés, pese a que lleve mucho tiempo en España.

Con Luca Zidane no ha habido paciencia por ser hijo de una estrella del fútbol. El listón lo tenía alto. ¿Cómo podía salir un Zidane portero? De Zinedine se esperaba que dejara en herencia un clon, un mago, con el que volver a disfrutar de su creatividad. En el fútbol hay demasiados prejuicios, juicios rápidos y muy mala leche. Cuando Luca Zidane Fernández asomó la cabeza en el primer equipo y su padre le hizo debutar, en un partido en Villarreal y después en el Bernabéu contra el Huesca, se llevó coscorrones.

Zinédine Zidane Rayo Vallecano
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