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Rayo, crónica de una destrucción: del estadio en ruinas al abandono del Femenino
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"PRESA LO ESTÁ DEJANDO MORIR"

Rayo, crónica de una destrucción: del estadio en ruinas al abandono del Femenino

Lavabos encharcados, hierros puntiagudos oxidados, aficionados con abono y sin asiento y un primer equipo femenino sin fisios ni delegados. "Presa no quiere gente en Vallecas"

Foto: Imagen: Learte/EC Diseño.
Imagen: Learte/EC Diseño.

El Rayo Vallecano de Andoni Iraola es el equipo revelación de LaLiga. Un conjunto divertido y engrasado que hace justicia a su nombre, puesto que sus ataques punzantes, verticales y veloces caen sobre las cabezas de sus rivales sin que estos sean capaces de reaccionar en la mayoría de ocasiones. Sextos, con 23 puntos y en posiciones europeas, tienen los puestos de Champions League a tiro de piedra: el Atlético de Madrid es cuarto con 26 puntos y un partido menos. Es toda una gesta para un recién ascendido a Primera División. Especialmente si tenemos en cuenta que la franja presenta el cuarto límite salarial más bajo de LaLiga (solo por delante de Elche, Levante y Valencia) y convive con una gestión institucional que desoye a su afición y crispa a quienes debería cuidar.

placeholder Andoni Iraola ha diseñado un equipo muy difícil de superar. (Reuters/Sergio Pérez)
Andoni Iraola ha diseñado un equipo muy difícil de superar. (Reuters/Sergio Pérez)

Es el precio a pagar por tener un propietario, Raúl Martín Presa, que vive de espaldas a la realidad que le rodea. "Defino la gestión de Presa como deficiente y muy presidencialista. El momento del equipo hoy es muy bueno, pero quizá mañana sea malo y no hay ningún tipo de estructura organizativa e institucional que lo pueda soportar", valora el periodista de Onda Madrid Carlos Sánchez Blas. Y es que ni los propios aficionados rayistas comprenden cómo los jugadores consiguen abstraerse de tantos conflictos institucionales.

Entonces, ¿cómo se explica el excelente rumbo del equipo a pesar de tener una gestión que deja mucho que desear? "Es un pequeño milagro, pero es coyuntural. Iraola es un gran entrenador y un gestor capaz de apagar los fuegos internos que salpican a los empleados del primer equipo. Tiene una buena plantilla y el fichaje de Radamel Falcao ha dado goles que han significado puntos. Este club está acostumbrado a los milagros, como cuando Raúl Tamudo salvó al club del descenso y de la desaparición con un gol agónico en 2012", cuenta Sánchez Blas.

"Nunca había sentido que Presa me quisiera distanciar tanto del Rayo Vallecano"

Desde dentro, radiografían las causas y apuntan que "la gran unidad interna que hay entre plantilla y trabajadores hace que el equipo salga fortalecido de circunstancias muy complejas y externas. El sentimiento de pertenencia de los jugadores es tal que maquilla las carencias que hay fuera del campo. Por eso se sobreponen a momentos complicados y superan el desgaste de las dificultades derivadas de la gestión de Presa".

Algo en lo que el hincha Jesús Villaverde también coincide: "En los 30 años que llevo de abonado, nunca había sentido que Presa me quisiera distanciar tanto, pero la mentalidad de los futbolistas hace que el Rayo esté pasando uno de sus mejores momentos deportivos. Son una piña muy profesional, tanto plantilla como cuerpo técnico lo dan todo. Hacía tiempo que no veía una plantilla tan unida". Sin embargo y según cuenta un trabajador del club, el presidente está utilizando la gran dinámica del Rayo de Iraola como pararrayos: "La temporada del primer equipo tapa todo lo demás. En lugar de aprovechar esa inercia y los ingresos para invertir en otros activos del club, se aprovecha para apartar a todo lo demás. La plantilla del primer equipo aprieta para que se preste atención al resto, pero ni aun así. Es un demente".

"El estadio es una ruina"

En las últimas semanas, las quejas entre la masa social rayista han ido en aumento. Desde los que denuncian el deplorable estado de los lavabos de Vallecas pasando por la lamentable conservación de los asientos hasta los múltiples problemas de los abonados para acceder al estadio. Aunque en estos momentos el recinto se encuentra en pleno proceso de remodelación a causa de las exigencias de mejora de LaLiga, los problemas continúan después de tener que modificar el plan inicial, ya que "se encontraron zonas en mal estado no previstas", tal y como apunta el informe al que accedió Unión Rayo. Con tres meses de retraso en la finalización, está previsto que las obras terminen en el primer trimestre de 2022.

"Es un tema complejo, porque la propiedad del estadio es de la Comunidad de Madrid, pero el mantenimiento es del Rayo y está obligado a mantenerlo como inquilino. Sin embargo, cuando ya estaba todo pactado con Ciudadanos y se había llegado a un acuerdo para llevar a cabo el plan en cuatro fases, el Gobierno saltó por los aires. Presa pide comprar el estadio con unas condiciones y marcianadas que la comunidad nunca va a aceptar", desliza Sánchez Blas. A pesar de las obras en curso, Vallecas es un estadio destartalado.

"Desde que soy abonado, los lavabos están en las mismas condiciones de insalubridad. No puedes utilizar muchos inodoros porque están atrancados, en otros tiras de la cadena y se desborda, hay desagües rotos y se encharca todo... Es dramático", cuenta el socio rayista Cristian Mata. Una situación que se repite de manera sistemática cada 15 días y que, visto lo visto, lleva dándose en los últimos 11 años de gestión de Martín Presa al frente del cuadro madrileño. "Los asientos los limpian depende del día. Otro problema grave son los escombros y material de obra que uno puede encontrar por las diferentes zonas del estadio. O la iluminación en la grada superior. Este estadio es una ruina, un reflejo de la gestión del club", afirma apesadumbrado.

Sánchez Blas reconoce que "puedes encontrarte hierros oxidados y puntiagudos dentro del estadio. Los aficionados pagan por un servicio de sillas cómodas y limpias y, en cambio, se encuentran con un recinto fuera de la normalidad donde hay mugre y no existe ni un decoro mínimo en los lavabos ni en las butacas".

La falta de visibilidad de Vallecas, insuficiente a todas luces, provocó tropezones y una grave caída durante el Rayo Vallecano-Celta de Vigo. Un aficionado de 61 años se cayó por las escaleras cuando abandonaba el estadio y se dañó el codo y la rodilla. Así lo cuenta su propio hijo, Jesús: "Estábamos situados arriba del todo y nos costaba ver las escaleras porque no había una iluminación correcta. Cuando íbamos por el último tramo de escaleras (Avenida del Payaso Fofó con Arroyo del Olivar), mi padre se precipitó a falta de pocos escalones. Las escaleras no son perfectas y la iluminación, inexistente. Tuvo que llevárselo una ambulancia del Samur".

El joven también denuncia las pocas facilidades que le brindó la seguridad del estadio para poner una denuncia. "Acudí a la Policia a comentarlo y ellos me remitieron a hablar con la seguridad del estadio. Estos me mandaron a la taquillas y, una vez explicado lo ocurrido, me dieron una simple hoja de reclamación y ni siquiera se dignaron a preguntar cómo estaba mi padre", revela Jesús.

Ahora, el aficionado se encuentra con magulladuras en las rodillas y un gran dolor en el brazo izquierdo, ya que la caída impactó de pleno en el codo del cual le operaron hace poco más de dos semanas. Una situación que previamente ya habían denunciado diversos usuarios en Twitter: "Grada alta de preferencia. Traigan su propia linterna". Sin embargo, esto no es todo.

Entradas duplicadas

Al preocupante estado que presenta Vallecas, hay que sumarle la distopía que puede sufrir cualquier abonado o aficionado en la renovación de su carné y la compra de entradas. Un aficionado rayista puede haber pagado el abono y, a su vez, no tener asiento. O, mejor dicho, encontrarse que el Rayo Vallecano ha vendido su asiento a otras dos personas. Es el asiento de Schrödinger. Cristian Mata es uno de los tantos aficionados que ha sufrido los quebraderos de cabeza que supone el anacrónico sistema de renovación de carnés, la compra de entradas y la forzosa reubicación a raíz de las obras en la Albufera.

"Nosotros pagamos nuestro abono, pero la zona donde están nuestros asientos está inhabilitada porque es donde están haciendo las obras. Por eso, nos reubicaron en otra zona, pero, a pesar de ser una familia, nos colocaron a unos en una parte de la tribuna y a otros, en otra diferente. Cuando mi madre y mi hermano fueron a entrar al estadio, se encontraron con que su abono no les funcionaba", narra Cristian. A pesar de haber pagado religiosamente su afiliación al club para poder disfrutar de todos los partidos, sus familiares se encontraron con una situación esperpéntica.

"Los empleados no les dejaron pasar ni les dieron ningún tipo de solución. Solo los enviaban a taquilla. Pues bien, eso le pasó a mucha gente y, cuando fueron a taquillas..., había una cola enorme. No se podían ni mover y hasta costaba respirar a causa tumulto que allí había. Para colmo, el personal de taquillas no sabía el motivo del fallo en los abonos. Nadie del club dio la cara". En ese momento y según atestiguan los presentes, "muchos jóvenes decidieron saltarse los tornos porque no les dejaban pasar".

"La práctica habitual de Presa es tirar balones fuera y echarle los marrones a otros"

La madre de Cristian cuenta cómo se resolvió el embrollo: "Al final, vino un señor de las taquillas y nos hizo pasar tras hacer una foto de nuestro abono. Sin embargo y para nuestra sorpresa, nos tocaba separados a mi hijo menor de edad y a mí y, cuando llegué al asiento, había gente ya colocada allí. Los que estaban sentados no se quisieron levantar porque también tenía ese asiento y me tuve que sentar en la escalera. Más tarde, la seguridad me quiso mover de allí y terminé sentándome con mi hijo en una misma butaca". Por último, a la hora de reclamar explicaciones al Rayo Vallecano, Rosario se topó con la táctica de lanzar balones fuera por parte del club: "Nos dijeron que no es culpa del sistema que utiliza la entidad, sino de una falta de actualización de LaLiga".

placeholder El Rayo tumbó al Barça en Vallecas. (Reuters/Sergio Pérez)
El Rayo tumbó al Barça en Vallecas. (Reuters/Sergio Pérez)

Jesús Villaverde, también abonado del Rayo Vallecano, desarrolla el 'modus operandi' de Presa: "Siempre que el club comete un error, culpa a los agentes externos. Es la práctica habitual de echarle el marrón a otro. Al final, los aficionados, sin poder sentarse en su sitio, acaban peregrinando por la grada hasta encontrar una butaca vacía. Y eso después de pagar tu entrada y tu abono. Es dantesco".

Carlos Sánchez Blas radiografía la causa del caos en las entradas. "El único jefe del departamento de Taquillas presentó su dimisión hace una semana porque estaba harto de comerse los marrones y sabía lo que se le venía encima. La realidad es que el club no está preparado para activar una campaña de abonos y eso genera un problema de seguridad muy grave". El periodista de Onda Madrid afirma que la desorganización es tal que "a veces el Rayo publica que los aficionados pueden venir a renovar los abonos y, cuando van, las taquillas están cerradas o dicen que el abono no funciona. He visto hasta a abuelos de 80 años llorando porque querían sacarle el abono a su nieta y no podían", detalla Sánchez Blas.

"Presa lleva intentando hundir el Rayo Vallecano Femenino desde que llegó al club"

¿Estamos ante un caso de propietario que no solo no cuida a sus aficionados, sino que, además, trata de alejarlos del estadio? "A Presa no le interesa tener gente dentro de Vallecas. No le importa el aspecto social porque no es lo que da más dinero y está echando a los hinchas del estadio. Hablamos de un señor que coloca la reunión de accionistas el 31 de diciembre y veta el acceso a la prensa para mantener lejos a los periodistas, los peñistas y cualquier persona crítica con su gestión", zanja el periodista.

"El aficionado del Rayo es el que le da sentido al club. El tener a un barrio detrás y transmitir cómo piensa su gente. Es su esencia. Es una pena que la gestión del presidente no se dedique a arreglar cosas fácilmente solucionables y que, al fin y al cabo, son demandas esenciales. La fidelidad del aficionado del Rayo con todas las situaciones que sufre es enorme. No sé dónde podría estar este club si todos remáramos a favor", atestigua un exjugador con mucho peso histórico en el club.

El Rayo Femenino, en el punto de mira

El primer equipo femenino del Rayo Vallecano es el único equipo que le ha brindado títulos a la entidad madrileña en sus casi 100 años de historia con tres Ligas y una Copa del Rey entre otros. No obstante, la precaria situación en la que se encuentra la plantilla le ha valido una nueva denuncia de AFE contra la directiva rayista al no cumplir con el plan de prevención de riesgos laborales, ya que carece de servicios médicos y fisioterapéuticos. El pasado fin de semana, la jugadora chilena Camila Sáez cayó lesionada al sufrir un fuerte golpe en la cabeza. Sin servicios médicos rayistas, el personal sanitario del Athletic Club y el SAMUR tuvo que acudir al rescate de la futbolista.

La exjugadora y excapitana del primer equipo rayista, Alicia Gómez, explica las penurias que ha tenido que sufrir la plantilla en las últimas temporadas. "Presa lleva intentando hundir al equipo femenino desde que llegó y, ahora, lo está dejando morir. No hay médicos, no hay fisios. Ni siquiera hay una figura tan elemental como la del delegado, algo que tiene cualquier equipo 'amateur". Hasta el pasado verano, los contratos de las jugadoras no figuraban siquiera en la Seguridad Social. "Tienen un presupuesto mínimo, a las chicas no les deja ni aparcar en la ciudad deportiva y no tienen recursos", detalla Sánchez Blas.

Un hecho que llega poco después de que las propias jugadoras del Rayo Vallecano emitiesen el enésimo comunicado para denunciar su situación límite. Exigían al club mejorar unas condiciones que las colocaban en evidente desigualdad con sus compañeros de LaLiga Santander y con sus rivales de la Liga Iberdrola. Denuncias que no encontraron respuesta en el seno del club.

"Hablamos de una entidad con títulos que debe competir en situaciones de desigualdad y de riesgo laboral porque la están desnutriendo desde dentro. A pesar de ello, mantienen una categoría que cada año es más compleja y profesional. Para mí, tiene mucho mérito lo que están haciendo", afirma un exjugador rayista. Con cuatro puntos en el zurrón, el Rayo Vallecano es penúltimo en la clasificación.

El Rayo Vallecano de Andoni Iraola es el equipo revelación de LaLiga. Un conjunto divertido y engrasado que hace justicia a su nombre, puesto que sus ataques punzantes, verticales y veloces caen sobre las cabezas de sus rivales sin que estos sean capaces de reaccionar en la mayoría de ocasiones. Sextos, con 23 puntos y en posiciones europeas, tienen los puestos de Champions League a tiro de piedra: el Atlético de Madrid es cuarto con 26 puntos y un partido menos. Es toda una gesta para un recién ascendido a Primera División. Especialmente si tenemos en cuenta que la franja presenta el cuarto límite salarial más bajo de LaLiga (solo por delante de Elche, Levante y Valencia) y convive con una gestión institucional que desoye a su afición y crispa a quienes debería cuidar.

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