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La nueva vida de Luca Zidane en Santander: piso señorial y en el grupo de los solteros
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la ciudad ideal para su aventura

La nueva vida de Luca Zidane en Santander: piso señorial y en el grupo de los solteros

Reside en la zona adinerada de El Sardinero. Lleva una vida hogareña. Del entrenamiento sale a comer con los que no están casados. La madre de Luca (Veronique) está enamorada de la ciudad

Foto: Luca Zidane en la sala de prensa del estadio de El Sardinero. (foto instagram Luca)
Luca Zidane en la sala de prensa del estadio de El Sardinero. (foto instagram Luca)

Ha encontrado su espacio para crecer en lo profesional y madurar en lo personal. Luca Zidane (prefiere que se evite el apellido del padre: "Me gusta que me llamen simplemente Luca"), disfruta de un buen hábitat en Santander. Era el principal objetivo de la persona que más pendiente está de su crecimiento: su madre Veronique Fernández Ramírez. Viaja con frecuencia hasta la ciudad cántabra para comprobar cómo le va a su hijo. El padre, Zinédine, ha hecho alguna escapada en un día libre, pero desde que empezó la temporada y con el trajín del calendario y los viajes se deja ver poco por el piso que tiene Luca en la zona adinerada de Santander.

Luca vive su primera experiencia fuera del Real Madrid. La necesitaba él y su padre –señalado por el nepotismo de poner a su hijo en el once en dos partidos (uno en Villarreal y otro en el Bernabéu)–. A sus 21 años decidió que tenía que probar una experiencia fuera y jugar con regularidad. El Zinédine Zidane entrenador-padre (difícil separar las dos facetas) le dio los mismos consejos: enfrentarse a la competencia en otro equipo, una categoría dura como la Segunda división y vivir la aventura de otra ciudad. Las dos propuestas que tenía sobre la mesa estaban en el norte. Una con destino a A Coruña y la otra a Santander. Eligió la segunda. Su madre se enamoró de la ciudad santanderina. En el Real Madrid eran fechas en las que se contaba con dos porteros (Courtois y Keylor Navas) y se tomó la decisión de ceder a los jóvenes: Luca al Racing y Lunin al Valladolid. Al primero le va mejor que al segundo, que sigue sin tener minutos en el equipo que preside Ronaldo Nazario.

Santander es una ciudad tranquila para trabajar y vivir. Señorial en la zona de El Sardinero, que es donde tiene el piso Luca. Ideal para alejarse del ruido del foro y del Real Madrid. Le encantó a Veronique. La madre, como Zinédine, quedó impresionada por el paisaje, la playa de la ciudad santanderina y un entorno acogedor. Los consejos de las madres anteponen más lo personal a lo profesional y Luca no es una excepción. Le dio seguridad la tranquilidad de un lugar afable donde enriquecer su vida y un club serio con objetivos renovados. El Racing es un histórico de fútbol español. José Luis Molina (director deportivo del club verdiblanco) mostró un fuerte interés por contar con Luca y fue la persona que apostó por él y le define como un "portero moderno, ágil, valiente y que va muy bien con los pies".

El mediático

El día a día transcurre con la normalidad que buscaba la familia Zidane para su hijo. Luca acude a los entrenamientos, suele comer fuera de casa y tiene un grupo con cinco o seis compañeros que están solteros. Su pandilla. Regresa a casa y está pendiente de la actualidad deportiva, sobre todo de las noticias o los partidos del Real Madrid. Con la derrota en París lo pasó mal por sus excompañeros y, sobre todo, por su padre. En Santander tiene sus fans, pero el club ya se encarga de que el equipo mantenga privacidad en las instalaciones de La Albericia y la Prensa tampoco convive en el día a día con los jugadores. Luca es el más mediático y no se pueden hacer distinciones. Le resulta complicado pasar desapercibido y donde más cómodo se siente es en su casa.

Los que le tratan hablan de una persona introvertida, tranquila y centrado en el fútbol. “No quiere molestar”, dice uno de los empleados del club cuando recuerda que prefiere que le llamen simplemente Luca y se obvie el apellido (aunque en la página del club verdiblanco figura como Luca Zinédine Zidane). “Está muy integrado, implicado, le gusta entrenar, trabajar fuerte en el gimnasio y lleva una vida hogareña”, destacan del marsellés. El club gestiona el aluvión de peticiones para tener una entrevista, es el que más acumula y se dan a cuenta gotas. Tiene tirón entre los aficionados que esperan para hacerse una fotografía. Muchos de esos son niños, a los que atiende con naturalidad.

El agradecimiento de su madre

En lo deportivo se ha ganado el respeto. Tiene el carácter sereno de su padre. Destacan de él, dentro del club, su habilidad para jugar con los pies. Sus compañeros destacan la humildad, sencillez y la perseverancia en el trabajo. Ha convencido a Iván Ania, el entrenador con fuerte carácter, para ser el elegido como el titular en la portería. La competencia empezará a ser más fuerte en breve, cuando se recupere Iván Crespo, el portero veterano (34 años) que tiene un gran carisma en el racinguismo y peso en el vestuario. Mientras, Luca ha aprovechado sus oportunidades y ha mostrado cómo en ocasiones sale del área para ejercer de líbero.

Actualmente, el Racing de Santander está en una posición peligrosa en la categoría de plata, cerca de los puestos de descenso. No acaba de coger una buena racha de victorias y, aun así, no se le señala como uno de los culpables en los malos resultados. Los analistas deportivos apuntan más a los fallos defensivos de dos centrales veteranos (Jordi Figueras y Alexis Ruano) por su lentitud y despistes. La fragilidad atrás hace más vulnerable a Luca, aunque ha tenido acciones que son destacables. Demuestra personalidad y una alta concentración. “No comete fallos groseros o cantadas. Es de los mejores atrás y eso que venía con el cartel de cometer errores de bulto”, dice los que siguen el día a día del Racing. No se critica a Luca. No hay debate en la portería.

Luca está cedido una temporada y el primer balance parece que es positivo. Está feliz porque juega y la experiencia le viene de perlas para perfeccionar y mejorar como portero. También para madurar como persona, de lo que está más pendiente su madre. Veronique no olvida cómo en un partido de pretemporada contra el Athletic Club la afición de El Sardinero coreó el nombre de su hijo después de hacerle dos paradas a Aduriz, delantero rojiblanco. La madre está agradecida por el cariño, el trato del club y la hospitalidad de la gente de Santander. Zidane bastante tiene con el debate de la portería que se le ha abierto con Courtois y Areola.

Ha encontrado su espacio para crecer en lo profesional y madurar en lo personal. Luca Zidane (prefiere que se evite el apellido del padre: "Me gusta que me llamen simplemente Luca"), disfruta de un buen hábitat en Santander. Era el principal objetivo de la persona que más pendiente está de su crecimiento: su madre Veronique Fernández Ramírez. Viaja con frecuencia hasta la ciudad cántabra para comprobar cómo le va a su hijo. El padre, Zinédine, ha hecho alguna escapada en un día libre, pero desde que empezó la temporada y con el trajín del calendario y los viajes se deja ver poco por el piso que tiene Luca en la zona adinerada de Santander.

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