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Las mejores películas de 2022: bombas nucleares, rubias explosivas y extraterrestres en el mejor cine del año
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NUESTRO 'TOP 10' DEL AÑO

Las mejores películas de 2022: bombas nucleares, rubias explosivas y extraterrestres en el mejor cine del año

Para no perder las buenas costumbres, en El Confidencial volvemos a elegir las 10 mejores películas internacionales del año

Foto: 'Pacifiction', de Albert Serra. (Elástica)
'Pacifiction', de Albert Serra. (Elástica)

Llega la Navidad, época de balance y tradiciones y, para no perder la costumbre, en El Confidencial hemos repasado todos los estrenos del año para seleccionar las mejores películas internacionales de un 2022 que ha protagonizado la lenta deshibernación del cine en salas después de una larga —y ya lejana— pandemia. 2022 ha sido el año de la reactivación, de la vuelta al cine sin mascarillas —la primera película sin restricciones que vio la que escribe fue Alcarràs, de Carla Simón, en los cines Golem de Madrid, a finales de abril—, de los grandes estrenos de autor que habían quedado en cola de espera buscando el regreso de los espectadores. A falta de las tres semanas que quedan para cerrar el año, la película más taquillera en España vuelve a ser una comedia familiar, Minions: el origen de Gru, con más de 20,7 millones de euros recaudados.

2022 ha sido el año de la resurrección de Pete Maverick en la secuela de Top Gun, estrenada por todo lo alto en el Festival de Cannes treinta y seis años después de que Tom Cruise interpretase por primera vez al piloto más rápido de la aviación estadounidense. Dirigida por Joseph Kosinski, Top Gun: Maverick se ha convertido en la película más taquillera del año (1.410 millones de euros en todo el mundo) y en el éxito más grande de la carrera de Cruise. También ha sido el año del Batman más oscuro y depresivo de la saga DC, interpretado por Robert Pattinson, de la secuela de Black Panther, ya sin Chadwick Boseman, de la última —y desastrosa— entrega de Parque Jurásico, y de otras entregas más de Doctor Extraño, Thor, Animales fantásticos y Sonic, para completar la lista de las diez películas que más dinero han recaudado en todo el mundo.

2022 ha sido el año de la resurrección de Pete Maverick en la secuela de 'Top Gun', estrenada por todo lo alto en el Festival de Cannes

Pero no solo de la caja registradora vive el cine y no siempre las que más billetes verdes acumulan son las mejores. Si los números son objetivos, el gusto es más subjetivo, y estas son las 10 películas elegidas como las mejores de 2022.

10. Fire of Love, de Sara Dosa

placeholder Katia y Maurice Krafft son la pareja de vulcanólogos protagonista. (Caramel)
Katia y Maurice Krafft son la pareja de vulcanólogos protagonista. (Caramel)

Un documental sobre un triángulo amoroso muy poco convencional: el de los vulcanólogos franceses Katia y Maurice Krafft y los volcanes que estudiaron. Fire of Love, el último largometraje de la documentalista estadounidense Sara Dosa, se centra en la historia personal del matrimonio Krafft, famoso en los años setenta y ochenta por su labor divulgativa en la televisión, pero también retrata los últimos estertores de una forma de entender el mundo, cuando la exploración del mundo físico representaba, junto a los viajes espaciales, la última barrera de la aventura. Los Krafft representan la avidez por el conocimiento, pero también el espíritu político de mayo del 68, en el que la intelectualidad se mostraba militante e idealista.

Foto: 'Fire of Love'.

Las imágenes a través de las que Dosa construye la historia de los Krafft son de una belleza violenta y estremecedora. Construido exclusivamente con material encontrado y narrado con la voz sedosa y pausada de la actriz, directora y guionista Miranda July, Fire of Love contiene escenas de erupciones volcánicas y de magma incandescente que, en su momento, supusieron un riesgo técnico y humano hoy difícilmente concebible. Ataviados con trajes ignífugos similares a los de los astronautas, los Krafft se aventuraban hasta la mismísima boca de cráter, poniendo en peligro sus vidas, solo para acercarse los más posible al corazón de los volcanes. Poético y sugerente, el documental recuerda a través de los Krafft el espíritu de una época inocente y utópica, un destello de un pasado vibrante y entusiasta en la busca constante de héroes.

9. Pinocho, de Guillermo del Toro

placeholder Una imagen de la última película del mexicano, rodada con 'stop motion'. (Netflix)
Una imagen de la última película del mexicano, rodada con 'stop motion'. (Netflix)

Tras las adaptaciones del clásico de Carlo Collodi a cargo de Matteo Garrone —bellísima— y de Robert Zemeckis —prescindible—, estrenadas en los últimos tres años, es ahora el mexicano Guillermo del Toro quien recupera el personaje más mentiroso de la literatura para confeccionar una obra de artesanía tremendamente emocionante, que transcribe libremente en imágenes la historia del niño de madera. Ambientada en un pequeño pueblo italiano durante la II Guerra Mundial, el Pinocho de Del Toro se ha rodado con la técnica de animación stop motion al estilo tradicional, apostando en la medida de lo posible por evitar los efectos digitales y confiando en el trabajo manual de los animadores.

Foto: Para Guillermo del Toro, 'Pinocho' ha sido una obsesión de la infancia que por fin ha hecho realidad. (Netflix)

Del Toro ha buscado también un ángulo más naturalista de la historia de Collodi, en el que reflexiona sobre el miedo como elemento de control social y en el que utiliza el auge del fascismo italiano como la principal amenaza que acecha sobre el protagonista. En el filme, Gepetto es un carpintero que pierde a su hijo durante un bombardeo. Arrastrado en una espiral autodestructiva, durante una borrachera, Gepetto construye un niño de madera, tosco y sin filigranas, al que, después, un hada insufla de vida. Sin límites morales y sin la concepción del bien y del mal, Pinocho, el niño de madera, intenta ser un buen hijo para Gepetto, pero en su camino se cruzan artistas circenses, reclutadores del Ejército y vecinos del pueblo que lo desviarán del camino recto. Un canto al trabajo artesano en el séptimo arte, emocionante y delicado, conmovedor para adultos y para niños. Una de las mejores películas de animación de los últimos años.

8. R.M.N., de Cristian Mungiu

placeholder El rumano Marin Grigore es el silencioso Matthias. (Caramel)
El rumano Marin Grigore es el silencioso Matthias. (Caramel)

Fue una de las competidoras por la Palma de Oro en el último Festival de Cannes, aunque, finalmente, se marcha con las manos vacías. El director rumano Cristian Mungiu se inspiró en un caso real ocurrido en 2020 en Rimetea, un pueblo de Transilvania, para rodar una película sobre la identidad nacional y la xenofobia, ambientada en una encrucijada étnica en la que conviven ciudadanos rumanos, húngaros y alemanes y donde los idiomas, las religiones y las culturas se mezclan sin demasiados problemas desde hace siglos. El protagonista, Matthias (Marin Grigore), vuelve a su localidad natal después de que un enfrentamiento con su jefe en la empresa que trabaja en Alemania lo obligue a escapar de la Policía.

Al mismo tiempo llega a la población un grupo de trabajadores de Sri Lanka, contratados como mano de obra barata en una empresa panadera. Los trabajadores están tutelados por Csilla (Judith State), directiva de la fábrica y antigua amante de Matthias. Mungiu divide R.M.N. en dos tramas que siguen a ambos personajes hasta que se cruzan cuando en el pueblo comienza a levantarse una ola de desconfianza contra los nuevos vecinos ceilaneses. El cineasta desmenuza las diferentes maneras de las que se contagia y transmite el racismo. Con un estilo que salta del drama social al thriller y al fantástico, con unas imágenes de una potencia visual abrumadora, con un protagonista parco en palabras, pero que llena la pantalla con su presencia animal, Mungiu firma una de las grandes películas del año, que, además, contiene una de las secuencias en plano fijo más complejas y arriesgadas de los últimos meses: una asamblea de vecinos en la que debaten si expulsar del pueblo a los extranjeros —¿pero quién no es extranjero en aquella zona?— o permitir que se queden.

7. Barbarian, de Zach Kregger

placeholder Georgina Campbell interpreta a Tess, una joven que acude a una entrevista de trabajo. (Disney)
Georgina Campbell interpreta a Tess, una joven que acude a una entrevista de trabajo. (Disney)

Se estrenó sin apenas publicidad directamente en Disney+, pero este filme de terror del actor, guionista y director Zach Cregger ha sido una de las sensaciones inesperadas de la temporada. Primero, por su estructura poco convencional: la película se divide prácticamente en dos mitades que siguen la trama de dos personajes que, aparentemente, no tienen relación alguna. Y, segundo, por su narrativa trepidante y llena de giros e ironía. Barbarian comienza con la historia de Tess (Georgina Campbell), una joven afroamericana que acude a una entrevista de trabajo en Detroit. Debido a que una convención ha ocupado la mayor parte de las plazas hoteleras de la ciudad, acaba alquilando un Airbnb en un barrio decadente y conflictivo. Para su sorpresa, la casa ya está alquilada por otro inquilino, Keith (Bill Skarsgaard). La película juega con los miedos y las cautelas femeninas —Tess desconfía naturalmente de Keith— para despistar al espectador sobre el peligro real que aguarda a los personajes.

Por otro lado, un director famoso (Justin Long) se ve envuelto en un caso de acoso sexual que lo convierte en un paria y lo obliga a vender la casa que alquila en Detroit, que es la misma en la que hemos visto a Tess y Keith, para conseguir algo de liquidez. En la casa hay rastro de la estancia de los dos inquilinos, como si hubiera desaparecido de repente. Y el propietario descubrirá, por fin, la naturaleza de la amenaza que esconde la casa. El director llena de capas una historia de terror con monstruo —muy parecido a la Niña Medeiros de Rec— que muestra cómo el sueño americano de los años cincuenta se ha convertido en un trampantojo que se cae a cachos y que esconde la miseria y el desamparo de las instituciones, del que Detroit es el ejemplo más claro: una localidad fallida, sin servicios y con barrios arrasados por la crisis, que un día fue próspera y representó la bonanza económica del sector industrial americano.

6. Hasta los huesos, de Luca Guadagnino

placeholder Timothée Chalamet y Taylor Russell son las estrellas de este romance sangriento. (Warner)
Timothée Chalamet y Taylor Russell son las estrellas de este romance sangriento. (Warner)

Luca Guadagnino acaba de estrenar en los cines españoles este drama romántico hemoglobínico que ha llenado las salas de público joven. El culpable parece ser Timothée Chalamet, que, además de actor fetiche del cine de autor más premiado, es ídolo adolescente e imán para la taquilla. Basada en una novela de Camille DeAngelis, Hasta los huesos (Bones and All) es una road movie por Estados Unidos en los ochenta, protagonizada por dos jóvenes enamorados (Taylor Russell y Chalamet), forajidos de la Ley, como Bonnie and Clyde.

Su particularidad: que son dos caníbales que intentan encontrar su sitio en el mundo y gestionar su adicción a la carne humana. La narrativa pausada y lírica de Guadagnino, que además no escatima ni en humor ni en sangre, acompañada de una banda sonora que recurre a temas de la época de New Order y a una banda sonora original a cargo de Trent Reznor, ha dado lugar a una de las películas más extrañas e inclasificables del año.

5. Todo a la vez en todas partes, de Dan Kwan y Daniel Scheinert

placeholder Michelle Yeoh, una superheroína preparada para enfrentarse a todo lo que le echen. (YouPlanet)
Michelle Yeoh, una superheroína preparada para enfrentarse a todo lo que le echen. (YouPlanet)

Después del éxito de la irreverente Swiss Army Man, en la que Daniel Radcliffe (el Harry Potter de nuestra infancia) interpretó a un cadáver flatulento, el dúo de directores compuesto por Dan Kwan y Daniel Scheinert —conocidos como Los Daniels, la versión estadounidense y friki de Los Javis— se atreven con una película complejísima sobre el multiverso, una comedia de acción con mucho kung fu en la que Michelle Yeoh —que tiene el camino allanado para llevarse el Oscar— interpreta a una inmigrante china, propietaria de una lavandería en algún lugar de California, y que se tiene que enfrentar todos los días a la gestión de su negocio y de su familia.

Foto: Jamie Lee Curtis y Michelle Yeoh, en 'Todo a la vez en todas partes'. (YouPlanet)

Evelyn, que así se llama, es la cabeza de su familia, la encargada de hacer todo el papeleo, la que conoce a los clientes, la que habla con su hija de su última novia. Hasta que un día le llega una notificación de Hacienda que amenaza con denunciarla por fraude fiscal. Al borde del colapso y sepultada en problemas, Evelyn descubre que, en realidad, es una superheroína, la única que puede salvar al universo —en realidad un multiverso con diferentes líneas temporales— de una villana que amenaza con destruirlo. Todo a la vez en todas partes es una joya que no da respiro, un juego autoconsciente lleno de gags y de trucos de montaje, algo que nunca se había visto antes.

4. Apolo 10 y ½, de Richard Linklater

placeholder Años sesenta. Estados Unidos. Un niño sueña con ir a la Luna. (Netflix)
Años sesenta. Estados Unidos. Un niño sueña con ir a la Luna. (Netflix)

Mi padre siempre me cuenta que hubo una época en la que todos los niños querían ser astronautas. Eran los años sesenta, el mundo había dejado atrás el horror de la última guerra mundial y la industrialización había puesto en marcha un proyecto colectivo de bonanza y bienestar social. En Estados Unidos los suburbios se llenaron de casas con jardín ocupadas por familias numerosas y amas de casa que amortizaban cada compra hasta el tuétano. Cuando el hombre llegó a la Luna, Richard Linklater tenía nueve años y vivió la misión con la misma intensidad que los millones de niños de todo el mundo que quisieron emprender su propia carrera espacial. Casi seis décadas después, Linklater rememora su infancia con una película llena de magia y fantasía, rodada con la técnica de rotoscopia (un tipo de animación a partir de los movimientos de actores reales) y de la cálida sencillez de una chimenea en invierno.

Foto: Milo Coy pone la voz a Stan, el protagonista de 'Apolo 10 y 1/2'. (Netflix)

El director de la trilogía Antes de... y de Boyhood construye Apolo 10 y 1/2 como un patchwork de recuerdos, de pequeñas anécdotas que actúan como cápsulas de un tiempo más optimista en el que ni siquiera el cielo era el límite. Con la voz de Jack Black como narrador, la película nos presenta a Stan, un niño cualquiera, despierto, eso sí, y con ganas de aventura. Un niño como cualquier otro hasta que la Nasa lo recluta para mandarlo a la Luna en una expedición de avanzadilla del Apolo 11. Esta trama fantástica sirve para que Linklater, alrededor, muestre la cotidianidad de una familia de clase media americana. Y lo hace con delicadeza, humor y nostalgia, en una de las mejores películas originales de Netflix.

3. Nop, de Jordan Peele

placeholder Daniel Kaluuya, el domador de caballos que mira a los ojos en 'Nop!'. (Universal)
Daniel Kaluuya, el domador de caballos que mira a los ojos en 'Nop!'. (Universal)

Jordan Peele se ha convertido en uno de los directores más interesantes del cine de terror y del fantástico gracias a sus tres últimas películas. Primero fue Déjame salir (2017), en la que utilizó el terror racial para meternos dentro de la piel de un chico afroamericano (Daniel Kaluuya) en el seno de una familia postiza blanca; más tarde, en Nosotros (2019), se centró en el terror de clase a través de una familia afroamericana privilegiada que descubre que, en una especie de mundo paralelo, existe una familia exactamente igual que ellos, pero desfavorecida, muy rabiosa y con ganas de usurpar su puesto. Ahora, en Nop!, Peele se pasa al terror cósmico, de nuevo con Kaluuya como protagonista, en una de las propuestas más originales y poéticas del año.

Foto: Daniel Kaluuya, Keke Palmer y Brandon Perea protagonizan 'Nop!', la película de Jordan Peele. (Universal)

Kaluuya es OJ Haywood, un domador de caballos, el último de una familia de una larga tradición que se remonta hasta el jockey que utilizó Muybridge para su cronofotografía del caballo en movimiento. Al que la historia se empeñó en borrar por una cuestión racista. En el rancho de la familia Haywood comienzan a ocurrir sucesos paranormales y a desaparecer los caballos, por lo que OJ y su hermana colocan una serie de cámaras para encontrar al responsable. A partir de aquí, Peele desarrolla una cinta de aventuras al uso, a la que añade una atmósfera de terror y elementos extraterrestres para construir una película absolutamente brillante, envolvente y misteriosa.

2. Blonde, de Andrew Dominique

placeholder Ana de Armas se tiñe de rubio platino para convertirse en la gran estrella de 'Blonde'. (Netflix)
Ana de Armas se tiñe de rubio platino para convertirse en la gran estrella de 'Blonde'. (Netflix)

La polémica cinematográfica del año ha venido de la mano de esta producción de Netflix en la que Andrew DominikEl asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (2007), Mátalos suavemente (2012)— adapta la novela homónima de Joyce Carol Oates, una especie de falsa biografía en la que la autora se permite imaginar muchos pasajes de la vida de Marilyn Monroe amparada como punto de partida por hechos reales de la vida del icono sexual más global que ha dado Hollywood. Apuntes de realidad quedan envueltos por la imaginación de la autora que busca separar la imagen que ha quedado de Monroe en el celuloide, en la memoria colectiva y en los libros de historia de la faceta más íntima —aunque sea a través de la fabulación—, de la mujer real, Norma Jean Baker, que había debajo.

Foto: Ana de Armas es Marilyn Monroe en 'Blonde', de Andrew Dominik. (Netflix)

Blonde es, a su manera, una película de terror. Es la pesadilla de una chica de familia humilde, perseguida por la ausencia de un padre, arrastrada por las fantasías y los malos tratos de una madre enajenada y, finalmente, devorada por el sueño americano, que en su caso fue el de convertirse en la estrella más importante de la historia del cine. Con Ana de Armas soberbia en el papel de virgen dolorosa y la cámara de Andrew Dominik explorando todas las posibilidades del lenguaje narrativo —formatos, colores, montaje—, Blonde es un ejercicio de espiritismo en el que el director consigue que el fantasma de Marilyn posea al espectador durante casi tres horas, en un ejercicio de empatía y asfixia brutal.

1. Pacifiction, de Albert Serra

placeholder Benoit Magimel, inmenso en el sueño tropical que es 'Pacifiction'. (Elástica)
Benoit Magimel, inmenso en el sueño tropical que es 'Pacifiction'. (Elástica)

Rodada en una isla de la Polinesia Francesa, la última película de Albert Serra es un estado mental, como una reminiscencia aletargada de algo que pudo ocurrir u ocurrió en un pasado lejano y nebuloso. Pacifiction es un duermevela sostenido. Es el calor pegajoso de un ventilador removiendo perezoso el aire de Bora Bora. Es camisas de flores pegadas a la piel por el sudor. Es la gota que cae del borde de una copa de daiquiri. Son las alpargatas y los trajes de lino blanco de Benoît Magimel en el papel de un diplomático francés destinado al Pacífico Sur, en un coletazo final y anacrónico del colonialismo. De Roller, que así se llama el diplomático, se pasa la vida comiendo, bebiendo y reuniéndose con los líderes locales para intentar solucionar los problemas con el Gobierno central. Disfruta de una vida de comodidades, una burbuja espacio-temporal al margen de la modernidad en la que los tiempos se dilatan y nada es tan importante.

Pero, poco a poco, De Roller empieza a sentir la hostilidad de los nativos de la isla, que ya no necesitan el tutelaje de los blanquitos europeos. Y también empiezan a llegarle los rumores de que Francia prepara unas pruebas nucleares en la isla, lo que los borraría del mapa. Mientras De Roller encabeza una delirante investigación para descubrir la realidad de las informaciones, por la isla pasan bailarinas tradicionales, capitanes de barco y todo tipo de personajes extemporáneos con los que se cruza en la sordidez de la noche. La capacidad de Serra para contagiar ese estado letárgico, como de fumadero de opio, en el espectador, a través de imágenes de una extraña belleza ritual, de un sentido del humor ambiguo y finísimo y de un protagonista inmenso e igualmente desconcertado que el espectador, hace de Pacifiction una absoluta anomalía dentro del cine. Algo así como asistir al nacimiento de un unicornio.

Bonus track: en los primeros puestos de la lista también encontraríamos Sparta, de Ulrich Seidl si esta se hubiese estrenado en España más allá de su paso por el Festival de San Sebastián. Como no sabemos si algún día encontrará distribución y ante la posibilidad de que jamás llegue a las salas españolas, aquí queda esta pequeña reivindicación de la película.

Llega la Navidad, época de balance y tradiciones y, para no perder la costumbre, en El Confidencial hemos repasado todos los estrenos del año para seleccionar las mejores películas internacionales de un 2022 que ha protagonizado la lenta deshibernación del cine en salas después de una larga —y ya lejana— pandemia. 2022 ha sido el año de la reactivación, de la vuelta al cine sin mascarillas —la primera película sin restricciones que vio la que escribe fue Alcarràs, de Carla Simón, en los cines Golem de Madrid, a finales de abril—, de los grandes estrenos de autor que habían quedado en cola de espera buscando el regreso de los espectadores. A falta de las tres semanas que quedan para cerrar el año, la película más taquillera en España vuelve a ser una comedia familiar, Minions: el origen de Gru, con más de 20,7 millones de euros recaudados.

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