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Mujeres solucionan problemas: cómo tres puretas montaron la banda que flipa a tus hijos
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EL (MICRO)ÉXITO, EN CINCO PASOS

Mujeres solucionan problemas: cómo tres puretas montaron la banda que flipa a tus hijos

¿Qué pintan tres varones de alrededor de 40 años respondiendo dudas existenciales a un público formado por veinteañeros, padres con sus hijos y señores de cierta edad?

Foto: Mujeres son tres hombres. (HGB)
Mujeres son tres hombres. (HGB)

“Quiero saber por qué me enamoro de todas las personas que me tratan con un mínimo de afecto”. “¿Por qué hay gente que no sabe decir te quiero o perdón? ¿Por qué?”. “¿Cómo se olvida a alguien?”. “Llevo pillado tres años de alguien que tiene pareja, ¿qué hago?”. “Este es idiota”, responde Yago Alcover a la última pregunta. Alcover es guitarrista y cantante de Mujeres, y Mujeres es un grupo catalán de garage-rock y pop que nació en 2007. A ratos, también funcionan como consultorio sentimental. Son uno de los grupos más raros de España. También, de los más costumbristas.

¿Qué pintan tres varones de alrededor de 40 años respondiendo dudas existenciales a un público formado por veinteañeros, padres que han arrastrado a sus hijos pequeños a la sala Galileo Galilei de Madrid y señores con edad para haber visto a Nacha Pop telonear a los Ramones? Básicamente, presentar su último disco, el doble Desde flores y entrañas (Sonido Muchacho), entre mesas de mármol y camareros uniformados. Es su momento y lo saben.

Es un show parte música, charleta con el público y monólogo humorístico: el bajista y casi frontman Pol Jazz Rodellar bromea con el público. Aunque sean un grupo de rock, se parecen más a humoristas como Eugenio o Miguel Noguera.

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1. Una avalancha de mil sueños nuevos (el éxito)

Los catalanes se han convertido en el fenómeno musical inesperado de los últimos meses: millones de personas, incluso miles o cientos, comparten cada día en redes sociales las letras de unas canciones que se han convertido en himnos generacionales para niños, adolescentes, veinteañeros y más allá. Ejemplos:

Lo bueno que nos merecemos nunca superará lo malo que nos merecemos.

Hay cosas que no siempre funcionan, por mucho que digan lo contrario.

Suenan canciones y pasan cosas en nuestras cabezas, unas brillan y otras son como un abismo.

Tengo una buena colección de caras sin nombre y los llamaba amigos.

Quiero un salón y cien mil vasos y que nadie jamás abandone este lugar.

Un memorable abrazo del que surgirán canciones de gente normal.

Tengo tu foto en mi cartera, no es que estemos nada guapos, por lo menos sí que estamos.

Es el mejor sueño que pudimos imaginar aun sabiendo que todo se iba a la mierda.

Etc.

"Nos dimos cuenta de que cuando cantábamos en español, la gente hacía ‘mmm"

Son como frases de Rajoy, casi, ¿eh?”, responde Rodellar en el descanso entre los dos conciertos, vestido con un traje de lamé turquesa y camisa con pseudochorreras. “Intentamos hacer que los estribillos se te queden en la cabeza, que digas, hostia, mira, aunque hablemos de lo de siempre, el amor, la derrota, sentirte solo”, explica. “Le damos una vuelta con estas expresiones, hemos encontrado una forma de escribir que nos encaja muy bien”.

El pequeño fenómeno Mujeres resume algunos de los cambios que han operado en la industria musical en los últimos años. Para empezar, la creciente importancia de las letras (en español) como una manera de identificación emocional, frente a otros tiempos en los que lo importante era la fidelidad formal al estilo (y que se pareciese a los referentes anglosajones). El idioma facilita escuchar una canción, sentirte identificado, seleccionar varios versos, y subirlos a Twitter o Instagram y que la gente te dé likes, como dice Rodellar.

Cuando montaron la banda en 2007, Mujeres cantaban sobre todo en inglés. Años después, lo hacen únicamente en español. Nunca han tenido tanto éxito. No es causalidad. “Nos dábamos cuenta también cuando tocábamos las canciones en castellano, sobre todo en Madrid, que la gente se identificaba más porque las entiende mejor y las hace suyas”, añade Arnau Sanz, batería.

placeholder El público del concierto del 7 de octubre. (HGB)
El público del concierto del 7 de octubre. (HGB)

En el extranjero les decían algo parecido. Que en inglés sonaban como otro grupo de garage o rock and roll más, pero en castellano eran ellos.

“Los Mujeres tienen un secreto: conocen la fórmula química de la emoción. Saben cuándo acelerar, cuándo remansarse, cuándo subir y también cómo bajar”, explica el escritor Miqui Otero, autor de Simón o Rayos (Blackie Books), y admirador de la banda desde sus inicios. “Con esas letras, ‘entre lo que brilla y el abismo’, a veces pegadas a lo cotidiano, pero lo suficientemente misteriosas o crípticas para que no mueran ya hechas al salir del estudio, sino cuando entran en las orejas del fan para que las complete”.

El escritor montó un concierto del grupo hace años en el que repartieron 350 claveles rojos. “Cuando terminaron de tocar, aquello parecía un campo de batalla (flores, sudor y lo que parecía sangre)”, recuerda. Hoy están rozando el éxito con un disco inspirado por momentos personales complicados, fallecimientos familiares y otras victorias.

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2. Aunque hayamos llegado rotos, aunque hayamos llegado mal (rockear a los 40)

Con Mujeres todo es un poco al revés. El concierto es por la mañana. Hay más chistes que canciones. Son de Barcelona pero están en un sello madrileño. Cuando tocan en acústico, llevan guitarras eléctricas. Mujeres, sobre todo, presentan la paradoja de empezar a hacerse famosos cuando la mayor parte de bandas de su generación se han separado, haciendo un tipo de música (garage, rock, pop) que en su día era minoritaria en el circuito del indie y que hoy ocupa una parte importante de la escena.

"La mayoría de gente de nuestra edad de Barcelona ya no está tocando en grupos"

No les pegaba petarlo ahora, pero les ha favorecido un contexto musical en el que una nueva generación de oyentes ha vuelto a escuchar guitarras sin arrugar el morro. “Hace no tanto estaba esa idea del pollavieja y de que lo viejo ya no mola, parecía que había un momento en el que tocar en un grupo de guitarras era lo peor”, recuerda Yago. La situación ha cambiado y Mujeres son, como Airbag en su momento, el grupo de los himnos generacionales para todas las generaciones.

Mujeres firmaron en 2017 con Sonido Muchacho, después de pasar por Canadá. La mayoría de compañeros de sello y de sus fans son más jóvenes que ellos. En el público abundan los veinteañeros modernos que corean sus canciones a voz en grito, pero hay algún que otro niño. “Hemos sido un grupo que, no sé por qué, les encantamos a los niños de cinco a ocho años”, dice Arnau.

“La mayoría de la gente que tenía grupos de nuestra edad no está ya, quedan Triángulo de Amor Bizarro, Punsetes y Joe Crepúsculo”, explica Yago cuando se les pregunta si se les ve como supervivientes. “Todos estos nuevos grupos nos escuchaban de antes”. Cariño, por ejemplo, se formaron a la salida de un concierto de Mujeres.

placeholder Las dudas que a todos nos asaltan. (HGB)
Las dudas que a todos nos asaltan. (HGB)

Van para arriba en un momento, casi la cuarentena, en que la mayoría de grupos se plantean dejarlo. Pol es diseñador. Arnau es ilustrador. Yago es profesor en la Escac. Los tres atribuyen a la constancia haber seguido vivos y mejor que nunca, incluso después de bajas como la de Martí, uno de los miembros fundadores.

Hay algo entre infantil y críptico en la música de Mujeres que hoy es moneda común en sus sucesores, de Carolina Durante a Aiko el Grupo pasando por Depresión Sonora, Monteperdido o Niña Polaca. Música para padres e hijos, y los del medio. “Les tengo un montón de cariño, pero es que me encanta ver cómo con cada álbum acumulan nuevas capas de edad entre sus fans, sin renunciar a la electricidad, pero cada vez probando más colores y sonidos”, añade Otero.

3. ¿A quién te comerías en los Andes? (El humor)

Mujeres proyecta durante el pase una serie de diapositivas en flamante formato PDF en las que recogen las preguntas que les han planteado sus fans. Por ejemplo, a qué miembro del grupo se comerían en el caso de sufrir un trágico accidente de avión en los Andes (hay casi unanimidad).

"Nos gusta el lenguaje excesivamente intenso que no tiene sentido"

Si el rock de los noventa era existencialista y el de los dos mil, sentimental, hoy no hay banda que pueda permitirse sobrevivir sin un poco de autoconciencia (y humor). “Hicimos un ejercicio de estilo de mirar un poco más a los sesenta y buscar ese lenguaje exagerado e hipervolado”, explica Rodellar. “Nos gusta este lenguaje, simple, reiterativo, excesivamente intenso y que no tiene sentido, los accidentes de lenguaje como Romance romántico. Nos gusta esa caricatura del pasado, nos comparaban con Los Brincos”.

4. Estar en sitios y hacer cosas con gente (la cercanía)

Cuando pregunto qué le gusta a la gente de Mujeres, una de las respuestas es que es fácil encontrárselos por ahí, en los conciertos, en los bares, en las tiendas, por la calle, comprando el pan. Dialogan con sus seguidores en las stories de Instagram; suelen terminar sus conciertos entre el público. Podrían ser el vecino de abajo si no fuese porque pasan desapercibidos.

No es que no sean majos, pero, como concede Yago, es parte de una imagen más o menos pensada. Una espontaneidad planificada que aunque les sale natural, forma parte del concepto del grupo tanto como el maquillaje de Kiss. “Es un ejercicio de mucha conciencia, no solo física, de estar en sitios, sino también en las redes, en la forma de hablar y en las formas de pronunciarnos en directo”, responde. “Cosas como la de hoy están pensadas. No nos gusta nada esa idea de la banda de rock distante, de esa superioridad en el escenario”.

placeholder Disfruten el espectáculo. (HGB)
Disfruten el espectáculo. (HGB)

En el show de Madrid no solo hay canciones, sino una mesa con mantel de cuadros y vermut, cervezas y ginebras que ni el Tiny Desk de C. Tangana, un tocata desde el que pinchan canciones que les han influido como "Problemas no", de Diseño, y programas de mano que parecen salidos de una sala de variedades de los años cincuenta. Todo grupo tiene que tener su universo sentimental, visual e icónico: si Mujeres son metáfora de algo, lo son de tomarse una caña en el bar de la esquina.

“El cariño del público y el respeto de otros artistas solo se consiguen con humildad, perseverancia y grandes canciones”, explica Roger Estrada, crítico musical en medios como Ruta 66. En 16 años, Mujeres ha vivido situaciones —hype inicial, conflictos internos, giras abortadas, desengaños con la industria— que han puesto a prueba la resiliencia de la única banda que puede llamar El Club de los Sentimientos a su fanclub y que tenga todo el sentido del mundo”.

5. Quiero llegar a casa y que nunca estés en el mismo lugar (los sacrificios)

Es sábado por la mañana y los cuerpos se cansan. El jueves por la noche pincharon en el Fotomatón, “el CBGB’s madrileño”, como lo ha llamado alguien. El viernes por la mañana fue duro. Por la tarde firmaron en la tienda de discos Marilians. A las tres de la tarde del sábado ya han dado dos conciertos, una entrevista (esta) y en unas horas cogerán un tren rumbo a Barcelona, donde al día siguiente volverán a tocar en el mismo formato. Una semana antes actuaron en el festival Indyspensable, en Villaverde, y en noviembre (en teoría, temporada baja) visitarán Alicante, Murcia, Vigo, Santiago, Zaragoza, Castellón y Valencia presentando el álbum.

"Hemos pasado el 90% de cumpleaños sin nuestras familias"

“Hemos estado muchos años sin vacaciones, la conciliación familiar es complicada, la laboral también, el 90% de los cumpleaños los hemos pasado sin nuestra familia”, explica Arnau. “Es algo que hemos hecho a gusto, pero con muchos sacrificios”. Ahora, por fin, tienen la sensación de recoger lo que han sembrado a lo largo de los últimos 15 años.

Se percibe el cariño entre el público y esa banda que podría haber desaparecido en cualquier momento, pero que, por lo que sea, sigue ahí. “En serio, estoy muy emocionado”, afirma Yago al final del primer pase, ya sin ironía. Esa es la última lección del pequeño éxito de Mujeres: debajo del humor y la distancia hiperbólica siempre hay un sentimiento importante, tierno y sincero.

“Quiero saber por qué me enamoro de todas las personas que me tratan con un mínimo de afecto”. “¿Por qué hay gente que no sabe decir te quiero o perdón? ¿Por qué?”. “¿Cómo se olvida a alguien?”. “Llevo pillado tres años de alguien que tiene pareja, ¿qué hago?”. “Este es idiota”, responde Yago Alcover a la última pregunta. Alcover es guitarrista y cantante de Mujeres, y Mujeres es un grupo catalán de garage-rock y pop que nació en 2007. A ratos, también funcionan como consultorio sentimental. Son uno de los grupos más raros de España. También, de los más costumbristas.

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