A Marta la despidieron con 29 años y nadie la contrataba. Hizo este vídeo y le llovieron ofertas

"Cuando vi el email, me quedé en shock". Era una mañana a principios de octubre y a Marta Puerto la acababan de despedir por correo electrónico. A ella y al 20% de la plantilla. A sus 29 años, nunca pensó que tendría que enfrentarse a esto tan pronto, pero ocurrió. Tampoco se esperaba lo que pasó durante los meses siguientes: envió cientos de CV y nadie la contrataba. Su suerte dio un vuelco hace solo unos días, después de publicar un vídeo de poco más de un minuto que le ha cambiado la vida. "He recibido más de 300 propuestas laborales desde entonces. Estoy abrumada", explica a este diario llevándose las manos a la cabeza.

"Hola, Soy Marta. Recientemente, me han despedido de mi empleo como jefa de producto de marketing. Estaba enamorada de mi trabajo, pero de repente...". El sonido de las cuchilladas en la escena de la ducha en Psicosis, de Hitchcock, interrumpe la historia. Así arranca el clip ideado por Puerto junto a su novio Nathan Jackson, freelance al frente de su propia productora audiovisual. La idea nació por pura necesidad. Ella llevaba casi 4 meses sin empleo, enviando CV y cartas de presentación sin parar, y aún no la habían contratado. Estaba empezando a desesperarse.

Puerto trabajaba en Madrid en marketing para Xolo, una startup tecnológica con sede en Estonia. "Un día nos dijeron que tenían que recortar costes y despedir al 20% de la plantilla. Me tocó a mí y a otros 5 compañeros del departamento. Te lo tomas lo mejor que puedes. Por un lado, sabes que no eres tú, que has hecho un buen trabajo, pero por otro te sientes vulnerable", explica a El Confidencial.

Le costó unos días reponerse. Aprovechó para ordenar ideas, viajar y, sobre todo, actualizar su CV y cartas de presentación. "Nunca me había faltado empleo, llevaba 6 años trabajando, desde la Universidad, así que empecé a buscar como sabía, de la forma tradicional, enviando mi CV a todo lo que me parecía interesante. El problema es que no servía de nada, mandaba un montón de candidaturas, me las curraba, las personalizaba, y no llegaba ni a la entrevista", explica.

En su caso, el obstáculo no era tanto superar la entrevista, sino llegar a ella. "Estuve en varias en persona y al final no cuajaron. Pero eso no era lo difícil. Una vez me conocían, yo creo que se daban cuenta de mi potencial. El problema es que ni siquiera tenía la oportunidad de que me conocieran cara a cara. Hubo un proceso en concreto que me desmoralizó bastante, después de Navidad, tras varias rondas, y no salió. Me dije, no pasa nada, en enero vuelvo con toda la artillería. Lo hice y pasó otra vez lo mismo, casi nadie llamaba. Fue ahí cuando decidí cambiar de estrategia", relata a este diario.

"Publiqué el vídeo y me fui a comer. A las pocas horas empecé a recibir cientos de 'likes' y comentarios. Explotó de forma exponencial"

"Me di cuenta de que tenía que empezar a vender otro producto", narra Marta en el vídeo, en perfecto inglés y con subtítulos. Ese producto era ella misma. Marta. En los próximos segundos del clip, habla en los seis idiomas que maneja con fluidez (castellano, catalán, inglés, francés, italiano y portugués). Cuenta cómo es, flexible, se adapta fácilmente a cualquier situación, le encanta trabajar en equipo y tiene experiencia en pymes, startups tecnológicas y agencias de publicidad.

Cuando uno ya está rendido al ingenio y a la estética retro del vídeo, este se interrumpe de repente. "Se ha acabado el periodo de prueba. Reserva una entrevista ahora", reza un letrero. "Bueno, espero que hayas disfrutado la versión gratuita de Marta. Si quieres ver más, tendrás que ir a la página web", dice Puerto. El clip se cierra con la URL de la página creada para la ocasión, donde se puede acceder a CV al completo, una página que desde el miércoles 28, día en el que colgó las imágenes, ha colapsado en muchas ocasiones por la avalancha de tráfico.

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"Publiqué el vídeo y me fui a comer un menú del día. Lo metí solo en LinkedIn y en la web. No quería colgarlo en X (Twitter), al ser algo de trabajo, no lo veía. A las pocas horas empecé a recibir cientos de likes y comentarios. Al final de la tarde eso explotó de forma exponencial", explica Marta. Tras cinco días, el vídeo acumula casi 2,5 millones de visualizaciones únicas (5 millones de impresiones en total), y 90.000 likes. Eso es solo en LinkedIn. Cientos de usuarios lo subieron también a X, donde uno solo de los mensajes supera los 7 millones de visualizaciones. A la vez que este diario la contactaba el pasado viernes por la tarde, Bloomberg en EEUU quería también hablar con ella.

¿Cómo es posible que un vídeo-CV se haya viralizado de semejante manera cuando llevamos años hablando de los vídeos creativos como forma de reinventar el currículum? El especialista en RRHH Juan Martínez de Salinas, señala varios factores, y el primero y más evidente es el vídeo en sí mismo. Simplemente, es mejor que el resto. Es original, conciso, la historia está muy bien hilada, deja toques de humor e ingenio y, a nivel visual, está impecablemente ejecutado. "La conclusión al verlo es que esta persona no piensa de manera convencional, muestra su talento de forma diferente al resto. Eso es algo que buscan todas las empresas", explica Salinas, quien recuerda una de las máximas en la búsqueda de trabajo. "Siempre es más efectivo mostrar lo que has hecho, que contar lo que puedes hacer. El vídeo hace justo eso".

"Creo que el éxito se debe a que muchísima gente se ha sentido identificada con mi situación. No soy la única a la que le ha pasado, alguien me lo decía en algún comentario, el mercado de trabajo está roto. La búsqueda tradicional de empleo está muerta, no funciona. Por eso tienes que buscarte otras maneras de resaltar. No tiene por qué ser un vídeo, puede ser un caso de negocio en el que hayas trabajado, un software que hayas creado, una página web... lo que sea", explica Marta.

Especialistas en contratación como Salinas coinciden en que los métodos clásicos de búsqueda de candidatos "hacen aguas", pero el problema es que "el 99% de las empresas los siguen usando. Hay una obsesión por encontrar un empleado que cumpla de forma estricta los requisitos de un rol, y se le encorseta al máximo ahí. Ahora incluso se están empezando a tirar de herramientas de IA para automatizar la búsqueda de perfiles, y eso puede eliminar a gente como Marta. Hay que dejar de encasillar a los candidatos en espacios estancos y darles más libertad en lugar de obligarles a cumplir a rajatabla un perfil".

Antes de publicar el vídeo, Marta tenía tres procesos de selección abiertos, aunque sin garantías de que ninguno fuera a salir. "Ahora se han abierto unos seis que me motivan mucho, y tengo cientos de propuestas sobre la mesa que tengo que valorar. Tengo muy claro que quiero trabajar en una empresa que sea transparente con sus empleados, que haya una buena cultura y en la que pueda crecer a nivel laboral. Si es una tecnológica, genial, si es en otro sector, estoy abierta", explica.

De toda esta avalancha que espera que llegue pronto a su fin, Puerto se queda con dos grandes aprendizajes que, asegura, le han impactado. El primero es la cantidad de gente que le ha escrito para compartir su situación y que, en algún momento, se encontró perdida laboralmente. "Hay personas que me han enviado vídeos de respuesta, contándome su vida, de cómo tuvieron hijos y eso les condicionó o mil historias. Que alguien haya dedicado tiempo de su día a grabarse para enviar algo a otra persona que no conoce de nada, me parece increíble".

La otra conclusión es aún más práctica. "Ojalá hubiera empezado antes a labrar mi propia marca personal. Yo soy extrovertida, pero a nivel laboral me da mucha vergüenza hablar de mis logros. Eso es un gran obstáculo. Si quieres que la gente te conozca, sepa lo que haces y te proponga algo, tienes que transmitirlo de alguna forma. Yo lo hice en un vídeo, pero eso es lo de menos. El caso es hacerlo".