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¿Buscas trabajo? Convierte tu perfil de LinkedIn en un imán para las empresas
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trucos para ser un crack de esta red social

¿Buscas trabajo? Convierte tu perfil de LinkedIn en un imán para las empresas

Hacer ‘networking’ por los grupos, recibir validaciones de tus destrezas o compartir el perfil en la firma del correo electrónico son algunos de los trucos para que los reclutadores se interesen

Foto: Poner a punto tu perfil de LinkedIn lleva algo de tiempo, pero te da muchas satisfacciones. (Imagen: Pixabay)
Poner a punto tu perfil de LinkedIn lleva algo de tiempo, pero te da muchas satisfacciones. (Imagen: Pixabay)

El trabajo se busca y se encuentra en internet. Por eso, tus estudios, destrezas y trayectoria tienen que estar bien visibles en la red social laboral por excelencia: LinkedIn. En ella, no solo basta con redactar de forma atractiva y completa nuestro perfil, sino que también debemos saber cómo explotar todas las opciones del servicio y dónde incluir la información que aportamos.

Como la idea de “año nuevo, vida nueva” puede aplicarse también a cambiar de trabajo, nosotros te vamos a contar cómo aprovechar al máximo LinkedIn para tener un perfil vistoso que atraiga a los reclutadores y, quién sabe, quizá encontrar el empleo de tus sueños.

Foto: (Foto: Reuters)

Adaptarlo de arriba abajo

Suponemos que ya tienes una cuenta en LinkedIn, pero si no, debes creártela. Una vez iniciada sesión, es el momento de trabajar para que el perfil sea lo más completo y atractivo posible.

Empecemos por arriba. Y qué mejor que por la foto. Quizá te hayas encontrado con otros perfiles que tienen un fondo gris en este círculo, pero no vale rellenar un perfil sin poner una imagen de nosotros mismos. Te recomendamos un fondo blanco y que poses con una ligera sonrisa, pero sin que parezca que estás de fiesta o de vacaciones: hay que encontrar el término medio entre la seriedad y la foto que te haces en un bar con los amigos.

El siguiente paso, clicando en el lápiz del cajetín superior, es rellenar tu nombre y apellidos y el titular, que es muy importante: en él explicamos a qué nos dedicamos actualmente en nuestro puesto de trabajo. Si ahora mismo estamos desempleados o buscamos un nuevo empleo, deberíamos rellenarlo con los conceptos o palabras clave que más se asemejan a nuestras habilidades.

Así, si por ejemplo estamos en una agencia de ‘marketing’ y comunicación o queremos entrar en ese sector, podemos rellenarlo diciendo que somos ‘copywriters’, que tenemos experiencia en la gestión de cuentas, que somos diseñadores gráficos publicitarios… Cuando hayas terminado de completar tu perfil, con todo lo que te indicaremos a continuación, genera una nube de palabras con aplicaciones como Wordle y toma de ahí los términos que más se repiten para incluirlos en esta sección.

El cajetín en el que colocamos el nombre y el titular también es el espacio en el que ponemos nuestro puesto actual (si estamos trabajando por cuenta ajena) y los centros educativos por los que hemos pasado. También, el sector laboral en el que mejor encajamos y nuestro país. Todos estos datos son obligatorios. A continuación, tenemos la opción de añadir una forma de contacto (página web, correo electrónico…), un extracto en el que nos vendamos o un enlace a vídeos, fotos, presentaciones… externos, en determinados formatos.

El extracto es esencial. Según la propia LinkedIn, “es la sección clave y la primera que miran los técnicos de selección”. En ella deberías escribir sobre tu experiencia laboral y lo que has conseguido en los últimos años.

Completar esta primera parte tiene algo de gamificación. Si no la rellenas entera, cuando salgas de la sección verás una barra que indica en qué nivel está tu perfil (bajo, intermedio…) y los pasos que te quedan para completarlo. Tú decides cuánta información quieres proporcionar para obtener el 100 %: LinkedIn te dice que así hay un 20% más de probabilidad de que te encuentren. .

Tras ello, es el turno de rellenar tu experiencia profesional. Completa cada puesto reseñable con el tiempo que estuviste y una descripción de las tareas que realizaste. Si obtuviste algún premio, reconocimiento, logro…, añádelo también. LinkedIn te da la opción de incluir enlaces o archivos, así que ahí podrías fijar un vínculo externo para mostrar tu trabajo o hacer más gráfico tu perfil.

A continuación, está el cajetín de Educación, que deberás completar si no lo has hecho más arriba. Interesa la formación superior en tu campo de trabajo y en qué años la cursaste. Pueden ser carreras universitarias, ciclos formativos, másteres, posgrados…

Atrapa todas las validaciones

A continuación, tienes un apartado muy especial: aptitudes y validaciones. Puedes incluir hasta 50 destrezas que tengas. Estas pueden ser idiomas, ‘software’ que manejas… Lo más interesante es que las personas que te conocen de tu red de contactos (¡no olvides añadir gente!) pueden validar que tienes estos conocimientos. Si a su vez ellos poseen “grandes aptitudes en este campo”, como lo llaman en LinkedIn, los reclutadores pueden entender que te has movido en un buen entorno. Así, busca que los demás validen tus aptitudes y, ya que estamos, valida tú las de los demás. Las tres con más ‘me gusta’ destacarán en el perfil; para que reclutadores y visitantes vean el resto, tan solo habrá que clicar en ‘Mostrar más’.

Ese compañero con el que trabajas codo con codo todos los días puede ayudarte a mejorar tu perfil. (Imagen: Unsplash)

Por último, rellena la sección Logros con los idiomas que conozcas (y por favor, sé sincero con el nivel) y los proyectos en los que te encuentres o hayas encontrado: ¿colaboras con una ONG? ¿Ganaste un certamen de pintura al aire libre? ¿Tienes alguna patente? Si crees que puede interesar a tus reclutadores para mostrar tu cara más humana o emprendedora, ponlo.

¡Ya está listo! Ahora, es ideal que personalices la URL del perfil, para que los buscadores lo monitoricen con tu nombre. Para ello, arriba a la derecha, pulsa en tu foto y ve a Ajustes y privacidad. Allí, en ‘Cómo ven los demás tu perfil y la información de tu red’, clica en Cambiar, en la sección de ‘Editar tu perfil público’. A la derecha verás la opción de personalizar tu URL.

Cómo usar LinkedIn

Ya tienes tu perfil listo. Ahora, comienza la búsqueda de empleos. Pero pueden ser muchos los que se postulan a ese mismo puesto de trabajo. No te preocupes, hay algunos trucos para destacar.

Por ejemplo, haciendo contactos. LinkedIn también puede servir para hacer ‘networking’. Para ello, bucea en sus grupos, en los que se reúnen los profesionales por sectores empresariales o áreas de interés. Participa en las conversaciones, comparte enlaces de interés… Quién sabe lo que puede salir de ahí.

Tus posibilidades se multiplican con la opción premium de LinkedIn, gratis durante el primer mes. Puedes mandar mensajes privados a los reclutadores, ver todas las personas que han consultado tu perfil, saber si eres una de las mejores candidaturas para el puesto de trabajo al que te has postulado (de acuerdo a las destrezas que has mostrado) o colocarte en los primeros puestos entre quienes han presentado candidatura a un cierto puesto. En tu caso, selecciona el plan de empleos (los hay también para empresas), que cuesta 29,98 euros al mes, IVA incluido, en el momento de escribir estas líneas.

Pero para encontrar trabajo no basta con pasar horas dentro de LinkedIn: también hay que difundir nuestro perfil en otros lados. Coloca enlaces en tu página web, firma de correo electrónico… Queda más atractiva una imagen que funcione como botón al que hayas añadido un enlace a tu perfil. Y por supuesto, ponlo en tus redes sociales que creas conveniente; por ejemplo, en el espacio para URL que te deja el perfil de Twitter, si usas esta red social con fines profesionales. Si te sobra algo de espacio y quieres, al final del link puedes sumar alguna palabra que te ayude a posicionar en el buscador: ‘publicista’, ‘creativo’, ‘periodista’...

Es recomendable añadir un enlace al perfil de LinkedIn en el currículum tradicional, junto a datos personales como el nombre, el teléfono o la dirección de correo electrónico. Ya que mandarás este documento por correo electrónico, lo recomendable es que la URL tenga un hipervínculo para que, en caso de que se consulte ‘online’, no haga falta copiar y pegar la dirección: para acceder tan solo será necesario clicar en él.

placeholder La firma de tu correo electrónico podría contener un botón con hipervínculo que lleve a tu perfil. (Imagen: Pixabay)
La firma de tu correo electrónico podría contener un botón con hipervínculo que lleve a tu perfil. (Imagen: Pixabay)

Difundiendo tu actividad en LinkedIn

Además de buscar empleo o notificar cambios de estos, en LinkedIn también se pueden ver enlaces, compartir en nuestro muro los de otros contactos, etc. De ti depende si quieres que esa actividad se vea en tu ‘feed’ o no. Para ello, vuelve al mismo menú en el que editaste tu URL. Allí, en ‘Cómo ven los demás tu actividad en LinkedIn’, ve a ‘Compartir ediciones de perfil’. Allí decides si quieres que tus cambios de perfil, como los nuevos empleos, lleguen a tu red de contactos. También puedes borrar tu historial de búsquedas o negarte a que den tu información para investigaciones socioeconómicas.

En la sección ‘Bloquear y ocultar’, tienes la opción de restringir tu perfil a usuarios de LinkedIn o a todo internet. También, de mostrar a los técnicos que estás buscando empleo; si no quieres que en tu puesto de trabajo actual se enteren de ello, quizá quieras restringirlo.

Para gestionar tu actividad reciente, qué has recomendado o qué has compartido de otros perfiles, ve de nuevo a la barra superior y a tu foto; allí, clica en Publicaciones y actividad. En dicho espacio puedes ver lo que has recomendado y los artículos que has publicado. Aunque puedes publicar textos, quizá te convenga automatizar tu blog de WordPress para que las entradas de él se publiquen en tu muro. Para ello hay ‘plugins’ como WP LinkedIn Auto Publish.

Todos estos consejos se aplican no solo cuando estás en búsqueda activa de empleo: tu perfil de LinkedIn debe estar adecentado para todas aquellas personas que te visiten. Así, seguro que cae alguna validación y, a lo mejor, una propuesta de trabajo muy atractiva que te haga replantear tu vida.

El trabajo se busca y se encuentra en internet. Por eso, tus estudios, destrezas y trayectoria tienen que estar bien visibles en la red social laboral por excelencia: LinkedIn. En ella, no solo basta con redactar de forma atractiva y completa nuestro perfil, sino que también debemos saber cómo explotar todas las opciones del servicio y dónde incluir la información que aportamos.

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