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Antiguos, pero una pesadilla para los tanques: así son los misiles que España envía a Ucrania
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UN ARMAMENTO MUY ÚTIL PARA KIEV

Antiguos, pero una pesadilla para los tanques: así son los misiles que España envía a Ucrania

Mantener cierto nivel de discreción sobre los envíos de armamento a Ucrania es normal, pero no deja de ser llamativo que estas informaciones salgan precisamente del interesado

Foto: Lanzamiento de un misil TOW desde un blindado Stryker. Se aprecian los cables de guiado. (Víctor J. Ayala)
Lanzamiento de un misil TOW desde un blindado Stryker. Se aprecian los cables de guiado. (Víctor J. Ayala)
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La noticia saltó esta semana cuando el Ministerio de Defensa ucraniano, a través de X (Twitter), publicó unos vídeos de agradecimiento dedicados a los países que les habían mandado ayuda, España entre ellos. En el dedicado a nuestro país se menciona parte del armamento, como los sistemas antiaéreos Hawk, los carros de combate Leopard y, sorpresa, misiles ATGMS, que no son otra cosa que armas antitanques, como las muchas que han recibido de otros países.

Mantener un cierto nivel de discreción en las cuestiones de envío de material a Ucrania es normal, pero no deja de ser llamativo que estas informaciones salgan precisamente del interesado. No es la primera vez y ahora, a través de estos vídeos, se conoce que ha sido entregado este tipo de armamento. Todo apunta al modelo TOW. Lo que nos planteamos ahora es cómo son estos misiles y cómo funcionan, por qué se envían y si de verdad son útiles en el escenario ucraniano.

El BGM-71 TOW es un arma contracarro que estuvo muy extendida entre los países occidentales. Y España fue un gran usuario de este modelo. Contactado por El Confidencial, el Ministerio de Defensa no confirma ni desmiente este envío de armas por "motivos de seguridad". Sin embargo, en el vídeo se ven imágenes muy claras de lanzamientos de BGM-71 y, dado que en nuestro país está en fase de reemplazo por el Spike, pocas dudas —por no decir ninguna— quedan respecto a que el modelo facilitado a Ucrania habría sido este.

Un referente sencillo y eficaz

TOW es el acrónimo de tube-launched, optically-tracked, wire-guided (lanzamiento por tubo, seguimiento óptico y guiado por cable). Aunque todavía en servicio con muchos países, se trata de un diseño relativamente antiguo que nació a finales de los años 60 y que se estrenó en operaciones reales durante la guerra de Vietnam. Este dato no nos debe llevar a engaño, pues ha sido el modelo contracarro de referencia y aún se considera muy efectivo.

La característica principal del BGM-71 es su sistema de guiado, que es del tipo SACLOS, acrónimo de semi-automatic command to line of sigh; es decir, el misil es guiado por un operador hacia un objetivo que se encuentra en su línea de visión. La innovación que introdujo en su día el BGM-71 fue que las instrucciones se enviarían desde el lanzador mediante un cable.

placeholder Lanzador TOW sobre un blindado norteamericano. (Reuters)
Lanzador TOW sobre un blindado norteamericano. (Reuters)

Hay otras posibilidades de hacerlo, como señales infrarrojas o enlace de radio, pero la primera era muy fácil de interferir o se perdía si había humo o polvo y la segunda también era susceptible de perderse de manera fortuita o interferirse mediante equipos de guerra electrónica. El cable, en cambio, era inmune a cualquier acción del enemigo, por lo que este sistema fue adoptado también por muchos otros modelos contracarro contemporáneos.

Su manejo, como arma de infantería, debía ser sencillo. El conjunto, en su versión para uso por soldados, está compuesto por un trípode donde se apoya el tubo de lanzamiento y los módulos que incluyen el control de tiro (que es con lo que se hacen los cálculos y controla el guiado) y la unidad de seguimiento, que incluye visión diurna y también nocturna mediante cámara IR o térmica.

Foto: Fotografía cedida por la Agencia de Noticias Central de Corea del Norte (KCNA) que muestra un misil mientras es lanzando durante un simulacro de ataque. (KCNA/Archivo))

Los misiles, ya preparados, se cargan en el tubo por la parte trasera y el operador tan solo debe localizar un objetivo con los visores ópticos y disparar. Una vez realizado el lanzamiento, el sistema de seguimiento controla la posición del misil mediante una baliza infrarroja, mientras el operador solo debe estar pendiente del objetivo y mantenerlo en su punto de mira. A partir de ahí, el control de tiro hará sucesivas comparaciones entre ambas posiciones y se encargará del guiado, enviando las señales de corrección a través del cable hasta alcanzar el blanco.

Fortalezas y debilidades

De este ingenio se desarrollaron varias versiones, pero las más importantes son las BGM-71 E y F, también denominadas TOW-2A y TOW-2B. En ambos casos, el peso del misil se encuentra alrededor de los 22 kilogramos, con una ojiva explosiva de aproximadamente 6 kg. Estas versiones más avanzadas disponían ya de ojivas en tándem, lo que les permitía atacar con éxito los modernos blindajes reactivos. Para ello disponen de dos cargas explosivas, la primera pequeña y la segunda mucho más potente. También tienen una sonda retráctil que se despliega en vuelo; al impactar, la sonda (más adelantada) activa la primera carga y genera un hueco en el blindaje reactivo. Acto seguido, actúa la segunda carga, que es la que penetra el blindaje principal destruyendo el carro enemigo.

Con estas versiones y con otras mejoras, como la capacidad de impactar desde arriba (TOW-2B), el BGM-71 se convirtió en el azote de los blindados. Su alcance efectivo es de unos 4.000 metros, hasta 4.500 en las más modernas versiones y su capacidad de penetración podía estar en el entorno de los 700 mm de blindaje homogéneo, lo que le da una ventaja para destruir cualquier carro de fabricación rusa.

placeholder Lanzamiento de un misil TOW desde trípode. (US DoD)
Lanzamiento de un misil TOW desde trípode. (US DoD)

También existen desventajas. Utilizarlo es sencillo y, si no falla, suele ser letal, pero el operador tiene dos importantes limitaciones. La primera es que debe, además de localizar el objetivo, mantenerlo en su línea de visión, lo que no siempre es sencillo en combate. La segunda es que el lanzador, bien sea desde tierra o vehículo, no se puede mover, ya que podría perder la señal que la unidad de control de tiro recibe del misil.

La consecuencia práctica de todo esto es que, cuando se dispara, el vehículo o soldados que lo hacen quedan delatados y no se pueden poner a cubierto mientras tanto. En términos de tiempo y a un alcance máximo, el vuelo dura unos 20 segundos.

Foto: Emmanuel Macron, en la cumbre del 26 de febrero. (EFE/Gonzalo Fuentes)

En ese tiempo, el blindado enemigo puede moverse y ponerse a cubierto, puede lanzar una cortina de humo y ocultarse, y, lo que es peor, puede hacer fuego de supresión sobre la posición del lanzador. Es por ello por lo que la nueva generación, como el Javelin o el Spike, ya no utiliza este sistema de guiado, sino uno autónomo, que la convierte en una verdadera arma del tipo fire and forget (dispara y olvida). Con ella, el operador tan solo debe localizar un objetivo, que el sistema lo fije, disparar y olvidarse del asunto. El misil, normalmente guiado por infrarrojos con sensores inteligentes, volará hacia el blanco y le atacará por el mejor flanco.

¿Puede España desprenderse de los TOW?

Para nuestro país, este armamento ha sido la espina dorsal de las compañías contracarro. Fue contemporáneo del Milan de origen franco-alemán, un modelo equivalente, pero de menor potencia y alcance, tan solo 3.000 metros en las versiones más evolucionadas. Lo que hizo que fuera el primero en retirarse.

Del TOW se llegaron a adquirir 200 lanzadores ligeros (la versión LWL, o light weight launcher) por parte del Ejército de Tierra y otros 24 por la Infantería de Marina, a los que se les adaptó una cámara térmica de Enosa de segunda generación. También se adquirieron más de 2.000 misiles de las versiones TOW-2. Pese a su buen desempeño, la apuesta por el magnífico Spike, de última generación y origen israelí, con capacidades que incluso superan a alguno de los famosos Javelin norteamericanos, ha dejado al viejo BGM-71 relegado. Tras aguantar en segundo plano unos años, ya se puede considerar retirado a efectos prácticos.

placeholder Lanzador TOW LWL sobre un blindado español M-113 TOA (Outisnn)
Lanzador TOW LWL sobre un blindado español M-113 TOA (Outisnn)

Aunque, como decíamos, no está confirmado que lo que se ha enviado sea el TOW, es difícil que pueda ser otro equipo. El Milan ya hace tiempo que dejó de estar operativo y es obvio que no se van a ceder los nuevos Spike cuando se encuentran en plena implantación.

En cualquier caso, para Kiev será una bendición. Necesitada de suministros y munición de todo tipo y con sus capacidades militares degradadas tras dos años de guerra, un armamento como este puede ser de enorme utilidad. Es sencillo de manejar y con un modo de funcionamiento que ya les resulta familiar, pues es muy parecido al del 9M113 Konkurs e incluso al Kornet, ambos de origen ruso, aunque este último utiliza para su guiado un rayo láser en lugar de cable.

Para un TOW, como ya hemos comentado, los modernos T-80 y T-90 no son invulnerables, por lo que versiones más antiguas, como los T-72B y B3 o los T-62 o los T-54/55, serán perforadas con relativa facilidad. A estas alturas de la guerra y con su cámara térmica, puede actuar como un material de primera.

La noticia saltó esta semana cuando el Ministerio de Defensa ucraniano, a través de X (Twitter), publicó unos vídeos de agradecimiento dedicados a los países que les habían mandado ayuda, España entre ellos. En el dedicado a nuestro país se menciona parte del armamento, como los sistemas antiaéreos Hawk, los carros de combate Leopard y, sorpresa, misiles ATGMS, que no son otra cosa que armas antitanques, como las muchas que han recibido de otros países.

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