Este ingeniero lleva 15 años intentando meter tu DNI en el móvil, pero se ha topado con la Policía

Febrero de 2011: Telefónica, de la mano de la Policía Nacional, anuncia en el Mobile World Congress de Barcelona un gran plan para llevar el DNI al móvil. Nunca se vuelve a saber nada más. Noviembre de 2020: el director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo, desvela en el Congreso de los Diputados que el DNI llegará al móvil en un año. Solo unas semanas después, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, promete exactamente lo mismo. No sería la última vez. Grande-Marlaska lo volvió a asegurar en junio de 2021. El pasado marzo, dijo que lo veríamos "en breve". Y hace una semana volvió a la carga: estará listo a finales de año. Más de una década después, la promesa de llevar el DNI en el móvil se ha convertido en una utopía digital que acumula ya tantos retrasos como el AVE a Asturias, y un ingeniero en España los ha vivido casi todos. "¿Que qué ha pasado hasta ahora? Excusas, excusas y más excusas", resopla Carlos Jiménez.

A sus 56 años, este ingeniero de telecomunicaciones, fundador de la firma de ciberseguridad Secuware, lleva los últimos 15 años de su carrera empeñado en que España jubile los DNI físicos y pasemos a usar una versión digital en el móvil. Igual que ocurre ya con las tarjetas bancarias y de fidelización, la identidad, asegura, se puede trasladar al móvil de manera completamente segura, legal y oficial.

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Imagine pedir cita en el médico desde el teléfono en unos segundos accediendo a su historial. O abrir una cuenta corriente sin necesidad de ir al banco y en cuatro clics. U obtener el certificado de familia numerosa, el título universitario, su informe de vida laboral, o tener el pasaporte siempre disponible. Esto, que ahora requiere ir saltando de web en web, de app en app, o realizar tediosos trámites burocráticos, se podría hacer en un instante desde una sola aplicación en el móvil con el DNI digital.

Es justo lo que Jiménez ha desarrollado desde hace años en una app llamada DNI Wallet que ya han probado cientos de empresas, desde el BBVA al Santander, y organismos públicos y administraciones, como el Banco de España o la Comunidad de Madrid. Esta app es una de las candidatas a ser adoptada por el Gobierno y Policía Nacional para dar el salto al DNI virtual. A la vez, ejemplifica muy bien los vaivenes políticos y técnicos de un proyecto sobre el que aún no hay nada decidido y que puede acabar en un nuevo y sonado retraso.

"La Policía Nacional ha encargado varias apps para decidirse por una y arrancar el proyecto antes de final de año. Entre ellas está la de la Fábrica de Moneda y Timbre (FNMT), pero es como llevar una foto de tu DNI en el móvil, no puedes hacer nada. Y también está la nuestra, con la que puedes tener el DNI, todas las tarjetas, operar con ellas... Esta visión va casi 10 años por delante de lo que está haciendo Europa con identidad digital para 2026", dice Jiménez. Quien le conoce bien sabe que no exagera.

"Al final, eso no lo usó nadie. Los 'drivers' no funcionaban y los fabricantes dejaron de vender lectores. Fue un fracaso"

"Carlos es un visionario. Hay muy poca gente en España que sepa tanto de criptografía como él. Lo que pasa es que en este sector no tenemos memoria. En el año 88 montó uno de los primeros antivirus a nivel mundial y se lo vendió por una pasta a McAfee. Luego desarrolló un mecanismo para proteger Windows, y Microsoft no quiso saber nada. Años después, Microsoft reinventó su idea poniéndolo otro nombre. Carlos es un crack, pero se ha metido en un jardín con el DNI en el móvil", explica Román Ramírez, especialista en ciberseguridad y fundador del congreso RootedCON.

Jiménez, que vivió en Silicon Valley entre 2013 y 2019, sonríe al recordar sus inicios. "No suelo mencionar la cifra por la que vendí mi empresa a McAfee, pero fueron unos 1.800 millones de pesetas de la época... Unos 17 millones de euros en valor actual. Y sí, en el 98 llegué a hablar con Steve Ballmer, le propuse integrar en Windows el antivirus que había creado y me dijo que la seguridad no era cosa de Microsoft. En 2009 lanzaron Windows 7 con cifrado incluido dentro del sistema operativo, tal y como le había propuesto... Bueno, estas cosas pasan".

Dos años antes, en 2007, Jiménez ya había empezado a trabajar con la Policía Nacional en el nuevo DNI electrónico, o DNIe. Se trataba del gran proyecto del Ministerio del Interior para permitir identificarnos en internet con el DNI y firmar documentos online con plena validez legal. Sus primeros años, sin embargo, fueron un absoluto caos técnico, lo cual lastró su adopción.

El primer gran obstáculo fue la necesidad de utilizar un lector del DNIe para identificarnos online. "Al final, eso no lo usó nadie", recuerda Jiménez. "Los drivers no funcionaban y los fabricantes dejaron de vender lectores. Fue un fracaso". Los navegadores tampoco estaban preparados para los certificados del DNIe y Windows pedía constantemente tu PIN cada vez que intentabas operar. Una pesadilla.

El DNIe dio un giro de 180º en 2015, con la llegada del NFC al chip del carné, lo cual implicaba que, técnicamente, ya era posible usarlo en el móvil. Pero se presentó otro problema. Apple no permitía que terceros usasen la conexión del NFC del iPhone, así que solo se podía usar en Android. La Fábrica de Moneda y Timbre tampoco se lanzó a desarrollar una aplicación en el sistema operativo de Google, así que todo quedó como estaba.

"Había conocido a Steve Wozniak en San Francisco y nos hicimos amigos. Los dos somos unos frikis. Hablé con él en 2015 para que me ayudara con contactos dentro de Apple a desbloquear lo del NFC y que nuestra app sí funcionara con el iPhone. Lo conseguí en 2018. Por eso, DNI Wallet tiene una ventaja competitiva muy grande y es que conozco muy bien cómo meter el DNI en el iPhone. En Android, lo puede hacer cualquiera", dice Jiménez.

Durante los últimos años, la obsesión del Ministerio del Interior y Policía Nacional ha sido llevar el DNI al móvil como sea, pero, de momento, no ha habido más que retrasos. ¿Qué está pasando de verdad? "Hay dos problemas gordos detrás. Uno, que todo lo que se haga en este frente tiene que ser compatible a nivel técnico con la próxima normativa europea de identidad digital, el reglamento eIDAS 2.0 [acrónimo de Electronic Identification, Authentication and Trust Services]. Nadie se va a arriesgar a lanzar ahora un proyecto que luego haya que tirar a la basura", explica Román Ramírez. "Y dos, que es una patata caliente política. Europa es partidaria de que cualquiera, sea persona física o jurídica, pueda emitir su propia identidad. España se opone a esto de lleno, entre otras cosas por Cataluña. Si la Policía pierde el control de la emisión del DNI, esto se vería como un riesgo político enorme en relación con el independentismo catalán".

Los planes españoles de enviar el DNI al móvil han colisionado con la ruta de la Comisión Europea, que lleva trabajando desde 2020 en crear un sistema de identidad digital europeo estándar y compatible entre países miembros. El reglamento eIDAS 2.0 marca los requerimientos técnicos que las apps de DNI nacionales deberán seguir. La idea es que si uno viaja con el pasaporte o el DNI en el teléfono, pueda usarlo para identificarse y firmar en cualquier país de la UE, igual que ocurre con las versiones físicas. La Comisión aprobará una versión definitiva del reglamento en noviembre y, a partir de ahí, los países tendrán hasta mediados de 2026 para ofrecer un DNI en el móvil 100% compatible con las exigencias europeas.

"A partir de 2026, el DNI en el teléfono será de obligado suministro por cada país. En España, hay aplicaciones como DNI Wallet, creada por Carlos Jiménez, u otras, como la de la firma española Gataca, que aún no cumplen del todo con los requerimientos. Pero no pasa nada, tendrán tiempo suficiente para adaptarse", explica a El Confidencial Nacho Alamillo, uno de los miembros del equipo técnico que asesora a la Comisión Europea en el desarrollo del reglamento eIDAS 2.0.

"La Policía Nacional y la Secretaría General de Administración Digital (SGAD) ni se hablan, no se pueden ver, cada uno va por su lado"

"El problema en España es que aún no se ha producido el debate de quién será el emisor de esa cartera que albergará el DNI digital. Y hay tres opciones: que quede todo en manos de la Policía, que esta encargue a la FNMT la puesta en marcha de la app o que delegue por completo en empresas privadas. Esto último es lo que va a ocurrir en Italia o Bélgica. La Policía emite los datos personales identificables, la identidad, lo que se conoce como el PID [personal identifiable data], pero son las empresas privadas las que crean la app y compiten por ofrecer servicios que la gente quiera usar", explica Alamillo. "Yo he escuchado a altos cargos de la Policía decir que jamás permitirían una privatización del DNI, pero creo que perderíamos una oportunidad enorme de crear un nuevo mercado".

Así las cosas, en España conviven ahora mismo diversas apps de DNI en el móvil y nadie sabe muy bien qué va a pasar. Por un lado, el ministro Grande-Marlaska ha pedido a la FNMT que desarrolle una app propia para llevar el carné al móvil y que cuente con un segundo proveedor privado. Por otro lado, la Secretaría General de Administración Digital (SGAD) ha lanzado su propio piloto, una app llamada Cartera Digital (creada por la empresa Gataca para el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital) que está probando con varias universidades y que solo tiene 17 valoraciones en el App Store de Apple con una puntuación de 2,1 (sobre 5) de media. Algunos de los comentarios: "No funciona", "fatal", "desastre", "totalmente inútil".

¿Recuerdan lo que ocurrió con otras apps y tecnologías recientes desarrolladas por el Gobierno y pensadas para los ciudadanos? ¿Radar Covid? ¿El propio DNI electrónico? Todo apunta a que el DNI en el móvil puede correr una suerte parecida si las cosas, esta vez, no se hacen bien. "La Policía Nacional y la SGAD ni se hablan, no se pueden ver, cada uno va por su lado. Y a Carme Artigas, al frente de la SGAD, de momento le interesa muy poco el DNI en el móvil", explica una fuente gubernamental consultada involucrada en los proyectos que pide mantener su anonimato.

La respuesta a qué pasará con el DNI virtual en nuestro país debería conocerse antes de final de año, cuando el ministro Fernando Grande-Marlaska anuncie cuál será la aplicación seleccionada y quién se encargará del proyecto. "Si se hace bien, debería ser una solución increíble. Olvídate de tener que acarrear media docena de tarjetas de plástico. Todo en el móvil para identificarte online y en un clic", apunta Ramírez. "Lo único que no se puede copiar es esto", dice Jiménez señalando con el dedo el chip de su DNI físico. "Esto es un chip criptográfico, un ordenador especializado en guardar un secreto, tu clave de identificación electrónica. Es incopiable. Tener esto en el móvil lo va a cambiar todo", augura. Ahora, solo falta que, 15 años después, ocurra de verdad.