"Para crecer, mejor Estonia": España tiene un problema con sus autónomos que el país báltico ya ha solucionado

"Conviértete en un e-estonio", reza el anuncio en Twitter y en YouTube. Está en español y vende las ventajas de darse de alta en el país báltico frente a la cuota de autónomos española. Hace medio año, los anuncios de la e-Residency estonia habían apostado fuerte por el ucraniano, país del que millones de personas huían en masa por la invasión rusa, pero ahora saben que hay un caladero entre los autónomos españoles que les avalan las cifras: en el último trimestre, los españoles son los que más peticiones han presentado para apuntarse al sistema estonio. Y los números no hacen más que subir. ¿Ha encontrado Estonia la llave para solventar el problema que todavía arrastra España con sus autónomos?

Jesús*, un joven de 27 años, se apuntó a la cuota reducida que ofrecía España para el primer año como autónomo, una buena oportunidad. Pero, ante la inminencia del final de ese periodo de gracia de una tasa de 80 euros, empezó a buscar otras opciones. Hace apenas unas semanas le llegó el ok de la policía de Estonia para darse de alta como empresa unipersonal y ya está gestionando el darse de baja de la Hacienda española. “Prácticamente te fuerzan a irte”, sostiene el joven, que trabaja como freelance en distintos ámbitos. La burocracia física española, por un lado, afirma, pero sobre todo, admite, unas tasas que considera abusivas para los autónomos cuyo negocio es prácticamente para sostenerse a ellos mismos. Aunque ha aumentado ingresos y diversificado fuentes desde que comenzó, “si tuviera que pagar la cuota completa no me sale rentable”. Con medidas como la Tasa Cero, España intenta solventar el problema de atracción. Pero el que todavía no logra terminar de cerrar es el de permanencia para gente como Jesús.

La nueva empresa de Jesús es ahora una de las 474 solicitudes desde España aceptadas en el país báltico desde octubre del año pasado, según cifras proporcionadas por la propia Estonia a 15 de enero. El país báltico ya se ha posicionado como un paraíso administrativo y una suerte de refugio para muchos autónomos y empresas españolas. España es el país que más solicitudes ha enviado para unirse al sistema estonio en los últimos tres meses y en el total, con 2.292 empresas creadas por ciudadanos españoles, en el ranking solo Ucrania está por encima (con 2.321 empresas).

Detrás de este éxito está el funcionamiento de e-Residency, un sistema establecido en 2014 que permite el acceso de las personas no estonias a los servicios generales del país, como abrir una empresa, gestionarla y manejar las cuentas. En el país considerado como el más digitalizado del mundo, se puede dar de baja a los trabajadores por enfermedad o pagar los impuestos.

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Una de las principales diferencias del sistema estonio es que en el país no existe como tal la figura de autónomo como en España y todo el mundo es una empresa. "Hay una figura legal, pero es muy antigua y casi nadie la utiliza. Como persona individual das de alta una empresa y es el equivalente a tener una Sociedad Limitada en España con todas las ventajas que eso tiene", explicó Miguel Piñas, uno de los fundadores de Companio, una firma que da soporte a las personas que quieran abrir su negocio en España y busquen ayuda en temas como contabilidad, dirección legal o impuestos.

Además, el sistema fiscal está reconocido por ser uno de los más sencillos y justos, porque el impuesto de sociedades es del 0%, siempre y cuando se mantengan los beneficios obtenidos o se reinvierta en el crecimiento de la empresa.

Es por eso que, para Jesús, Estonia fue la opción que más le convenció. “Estonia no es un paraíso fiscal, ni siquiera el paraíso del autónomo, eso la gente tiene que entenderlo, pero puede ser una opción para mucha gente, especialmente con los negocios digitales, freelances…”, sostiene.

Especialmente, opina, Estonia sirve a un perfil muy específico de autónomos —en su caso, pasa algunas temporadas fuera de España porque su sector le permite teletrabajar— o empresas que están empezando y buscan crecer reinvirtiendo, aprovechándose de ese 0%: un abogado ya establecido, con despacho en España y negocio aquí, o una gran empresa española, no tendría tantas ventajas en Estonia.

Las ventajas de e-Residency han convertido a Estonia en la mejor opción para los más de 100.000 emprendedores que forman parte del sistema. Mientras tanto, España ha intentado implementar medidas para apoyar a los autónomos durante el inicio de sus actividades. En enero de 2023, entró en vigor un nuevo sistema de cotización conocida como "Tarifa Plana", que permite pagar una cuota reducida de 80 euros a la Seguridad Social durante el primer año. Esta bonificación se conserva un segundo año si los beneficios son inferiores al Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

Algunas comunidades autónomas lanzaron en la misma fecha la bonificación adicional de la "cuota cero", basada en devolver el 100% de las cotizaciones que han pagado los autónomos con la Tarifa Plana.

Sin embargo, el sistema estonio sigue muy por delante. "Los que pueden optar por irse a Estonia y utilizar e-Residency no tienen dudas. Ni siquiera es una competición justa con respecto a España porque las ventajas son abismales. El país báltico ofrece condiciones muy buenas y en diferentes ramas. Es una mejora fiscal, a nivel de burocracia administrativa, e incluso la Agencia Tributaria de Estonia es muchísimo más amable. No tiene ese carácter sancionador cuando alguien hace algo mal", explica Pablo Calvelo, asesor fiscal y manager de producto en Companio.

El aumento de las solicitudes de emprendedores españoles a e-Residency va más allá de los datos. "Estamos viendo muchísimo interés y eso también lo vemos por las mediciones de las visitas de artículos posicionados que hablan de impuestos en Estonia y que hacen comparativas entre el sistema de autónomos en Estonia y en España", afirma Miguel Piñas.

El fundador de Companio señala que desde la empresa notaron un pico de interés en marzo de 2023 y otro gran salto a finales de ese mismo año. Esa búsqueda de información cada vez más demandada también ha provocado un aumento de la desinformación sobre el procedimiento de la aplicación. "Estamos viendo muchos falsos mitos con respecto a los conceptos básicos. Desde cuánto cuesta crear una empresa en Estonia a los gastos que se pueden deducir. Alguna persona nos ha llegado a preguntar si la compra del Mercadona se deduce de la tarjeta de su empresa en el país báltico. Es una anécdota graciosa, pero tiene implicaciones enormes", continúa Piñas en entrevista con este periódico.

"Estamos viendo muchísimo interés y eso también lo vemos por las mediciones de las visitas de artículos"

A más interés, más información, aunque el perfil de personas que realizan la solicitud para unirse a e-Residency se ha mantenido más o menos en el tiempo. En la mayoría de los casos se trata de emprendedores con actividades digitales, consultores o desarrolladores web, así como personas con ingresos medio-altos que buscan una optimización fiscal. "No es que el cliente busque pagar menos impuestos, porque saben que a largo plazo van a pagar una cantidad similar (que en España). El punto clave aquí es el momento de pagar estos impuestos, porque cuando empiezan el negocio es mucho más complicado", aclara Pablo Calvelo.

Miguel Piñas añade en este sentido que ha notado un aumento de la gente joven que quiere convertirse en "e-Resident" y también cada vez más mujeres. "Al principio, hace años, parecía un club de caballeros. Estamos viendo también más start-ups que se suman, no solo autónomos".

A pesar de la "Tarifa Plana" implementada en España, muchos autónomos piden mejores condiciones. Muchos de ellos acaban "huyendo". Este es la palabra que escoge Calvelo para explicar la situación de muchos emprendedores que, sostiene, "huyen a toda costa". Es muy triste, pero al final las condiciones son las que son y no es que estas personas busquen una mejora fiscal, a veces están desesperados y les vale cualquier solución para que no les sigan expoliando como autónomos o pymes", concluye el asesor fiscal.

En la misma línea se lamenta Jesús, que pronto empezará oficialmente su aventura estonia: programas como el de la Tarifa cero española son "como las universidades españolas. Formas gente, costándole dinero [al estado] y luego se te van. Estás tirando el dinero".