Una prueba dura para la educación europea: cuánto ha cambiado la vida de los niños en los últimos años

¡Hola desde Budapest! "¿No sería demasiado obvio?" Fue la primera reacción de mis colegas cuando sugerí que nuestro tema tras las vacaciones de verano fuera el nuevo curso escolar. Pero a medida que avanzaba la reunión, nos dimos cuenta de que, viniéramos de donde viniéramos, no hablábamos de otra cosa que de la escuela.

Nuestro colega de Kiev, Anton, nos contó cómo los niños ucranianos intentan encontrar la normalidad en medio de la guerra. Al otro lado del continente, Alicia nos sorprendió con la falta de confianza de España en su sistema educativo. Justo en ese momento, mi editor me envió un mensaje diciéndome que ya era hora de terminar mi reportaje sobre la creciente escasez de profesores en las escuelas húngaras, algo que también está ocurriendo en Polonia.

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Héctor García Barnés

En ese momento, empecé a preguntarme cuánto ha cambiado la vida de los niños en los últimos años. De covid a una guerra brutal en Europa, la experiencia escolar de toda una generación es tan diferente de la que estaban acostumbrados sus mayores.

Así que, sí, a veces tenemos que hablar de lo obvio. De Ucrania a España, todos tenemos que preguntarnos: ¿hemos aprendido de los retos y estamos por fin preparados para cambiar la educación a mejor? Esperamos que este boletín les enseñe algo nuevo.

• Viktória Serdült - redactora Jefe de esta semana

​En esta edición, podrás leer estos temas: Futuro incierto para los profesores húngaros, 876, "Los niños ucranianos necesitan volver a una escuela de verdad", Empieza a escasear el profesorado polaco, Es hora de tener fe en la educación española.

La versión original en inglés, cada miércoles:

La versión en español, los jueves:

Futuro incierto para los profesores húngaros

"En la última semana de cada mes, mi familia hace un plan de supervivencia. Si consigo vender algunos dibujos, no tengo problemas. Si no, puedo ir a recoger uvas", dice László, profesor y dibujante a tiempo parcial de la ciudad húngara de Dabas.

Solo le quedan tres años y medio para jubilarse, y espera una pensión mensual de 160.000 forints (416 euros). "Mis colegas y yo valemos más que lo que ofrece este Gobierno", añade.

Éva, una profesora de educación especial de Budapest, cuenta una historia similar. "Me quedé sin energía. Llegó un momento en que no pude mantener la compostura y me puse a llorar delante de todo el personal".

László y Éva ya no son profesores. Son dos de los cientos de personas que han dejado su trabajo en los últimos meses, debido a los salarios persistentemente bajos y a la introducción de la llamada "ley del estatuto", que restringe los derechos de los profesores.

Sin duda, los profesores húngaros empiezan el curso con mal pie. A pesar de casi un año de protestas y huelgas, y de las innumerables promesas del gobierno, su situación no ha cambiado. Algunos han sido despedidos por sus acciones, y los salarios siguen siendo de los más bajos de la Unión Europea. Mientras tanto, el gobierno culpa a la UE de congelar los fondos necesarios para un aumento salarial.

Además, la nueva ley del estatuto limita su derecho a protestar, eleva de ocho a doce el número máximo de horas diarias de trabajo y les obliga a ser trasladados a escuelas con escasez de profesores.

Es posible que esto ocurra pronto, ya que las escuelas están anunciando vacantes para profesores especializados en "matemáticas y todo lo demás". Según el Ministerio del Interior, responsable de la educación, en el país solo faltan 460 profesores, pero esta cifra aumentará, puesto que muchos se han comprometido a dimitir pronto.

• Emese Csendes-Erdei - reportera de hvg

​Número de la semana: 867

Ese es el número de veces que se evacuaron escuelas macedonias durante el año pasado. ¿Por qué? La policía tuvo que intervenir tras casi un millar de falsas amenazas de bomba. El aterrador fenómeno comenzó el pasado otoño, cuando el país, al igual que otros de los Balcanes, empezó a recibir decenas de amenazas de bomba diarias.

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Agencias

Esto afectó sobre todo a los países que están ayudando a Ucrania en su defensa contra Rusia. Los expertos han señalado con el dedo un posible ataque híbrido ruso diseñado para estirar los recursos de seguridad y causar perturbaciones en un país de solo dos millones de habitantes. Con la vuelta al colegio de los niños, vuelve el temor a que se reanuden las amenazas.

• Siniša-Jakov Marusic - periodista de Balkan Insight

​"Los ucranianos necesitan volver a una escuela"

Anna Novosad fue Ministra de Educación de Ucrania. Ahora dirige la ONG SavED, que devuelve la escolarización a las comunidades ucranianas devastadas por la guerra. El pasado septiembre, los ucranianos no sabían cómo enseñar a los niños en plena guerra. Ahora nos hemos educado a nosotros mismos. ¿Cuáles son los retos a los que se enfrentan los profesores y los escolares ucranianos?

En primer lugar, el acceso a la educación. En muchas regiones cercanas a la línea del frente, los niños empiezan a aprender en línea, porque todavía es demasiado peligroso reunirse. En segundo lugar, los ocupantes rusos disparan a menudo contra las escuelas. Ya se han destruido unos 1.500 edificios escolares, y la cifra va en aumento.

Por ejemplo, trabajamos en muchos asentamientos de la región de Mykolayiv, donde el 80% de las escuelas fueron destruidas. Pero la gente está volviendo, y los niños también, sin lugares donde aprender. Por eso creamos escuelas provisionales en centros culturales, unidades médicas, sótanos o refugios. Antes había muchas esperanzas puestas en las herramientas de aprendizaje en línea. ¿Son ineficaces?

La educación no es solo conocimiento, también es socialización. No se puede enseñar interacción, trabajo en equipo y empatía a través de Zoom. Sobre todo con niños pequeños. Y a menudo lo que más desean es desconectar, no recibir un portátil o una tableta nuevos.

También está claro ahora que el aprendizaje en línea no proporciona la misma calidad de conocimientos. Los resultados de las pruebas PISA aún no han llegado, pero por lo que sé hasta ahora, son desastrosos. Probablemente, tenga algún plan de acción a medio plazo. ¿Cómo ve la situación dentro de uno o dos años? Depende mucho de la región, pero las escuelas provisionales parecen ser una solución muy extendida. Reconstruir los edificios escolares que han sido destruidos llevará muchos años.

Recientemente, hemos convertido el centro cultural de un pueblo en una escuela cerca de Kiev. Parece que será el único centro educativo adecuado durante al menos cinco años. El edificio de la escuela se reconstruirá con la ayuda del Banco Europeo de Inversiones y, según me han dicho, el proceso burocrático allí es dolorosamente lento.

• Anton Semyzhenko - redactor jefe babel.ua

​Empieza a escasear el profesorado polaco

"Dices que las cosas se han puesto muy mal en las escuelas. ¡Pero si no se ha hundido nada!", dijo Przemyslaw Czarnek, Ministro de Educación y Ciencia, en una rueda de prensa previa al nuevo curso escolar. Si se le pregunta al ministro polaco de Educación, no hay tal escasez de profesores.

Los directores de escuela cuentan otra historia: no encuentran profesores de matemáticas, física, química, inglés, polaco o preescolar. Para poder empezar las clases, han estado rogando a los profesores jubilados que se queden al menos un semestre, y han ofrecido horas extra a otros.

Pero los profesores polacos ya están sobrecargados. Están a cargo de demasiadas clases, a menudo con 30 alumnos, por lo que les resulta difícil incluso recordar los nombres de los estudiantes.Padres y alumnos reaccionan huyendo. Una encuesta reciente, "Barómetro de la enseñanza no pública", muestra que las listas de espera para las escuelas privadas son cada vez más largas. Este año, una media de más de cuatro candidatos para una sola plaza solicitaron plaza en colegios privados de las mayores ciudades polacas.

En consecuencia, la privatización de la educación en Polonia avanza. Eso significaría una creciente desigualdad en el acceso a la educación: los que pueden permitírselo, ganan desde el principio.

• Karolina Słowik - periodista en Gazeta Wyborcz

​Es hora de tener fe en la educación española

Cuando era niño, recuerdo que mi padre me preguntaba bromeando: "¿Puedes enumerar los Doce Reyes Godos de España?". Por supuesto, no podía, ya que nunca había tenido que aprenderlos en la escuela. Sin embargo, podía recordar sus nombres.

Esta lista de reyes góticos ha llegado a encapsular la forma en que los españoles ven su sistema educativo. Muchos creen que los métodos tradicionales de educación, basados en el profesor y centrados en la memoria y los contenidos, son mejores que el sistema moderno, centrado en los alumnos y la creatividad, con énfasis en los procesos más que en los resultados.

Por supuesto, nuestra idiosincrasia y nuestra historia no ayudan. Miramos los resultados españoles de PISA y los de los países nórdicos y pensamos: "¿Por qué no podemos ser como ellos?". Pero tenemos un sistema educativo diferente en cada región, así como diferentes lenguas regionales, y los cambios normativos se producen casi tan a menudo como los cambios de gobierno.

Pero aunque yo me haya educado en un sistema que ya no da tanta prioridad a la memoria como el de mi padre, tendemos a ignorar el panorama general. El pasado no es mejor, y hemos dado un salto enorme: antes, la educación sólo era obligatoria hasta los 14 años, y sólo el 6% llegaba a la universidad. Ahora, es obligatorio seguir en la escuela hasta los 16 años y el número de universitarios sigue creciendo.

De hecho, los dos modelos no deberían excluirse mutuamente, ya que cada uno tiene sus ventajas. En contra de la narrativa de que las generaciones más jóvenes leen menos, los datos muestran que la tasa de lectura entre los españoles ha aumentado 5,7 puntos en los últimos diez años, con un incremento particular entre los adolescentes.

A pesar de la versión de que los profesores son ahora demasiado indulgentes con los alumnos, permitiéndoles aprobar las asignaturas con facilidad, las tasas de abandono y repetición de curso en España siguen siendo de las más altas de Europa. Este es el mayor problema que tiene que resolver el país en materia de educación.

Otra cuestión es que cada vez más adolescentes quieren ir a la universidad y estudiar en su país de origen, pero luego se marchan a trabajar al extranjero. Puede que el sistema educativo funcione bien, pero después hay pocas oportunidades.

• Alicia Alamillos - periodista en El Confidencial​

Gracias por leer la 42ª edición de European Focus,

La vuelta de vacaciones siempre es un reto, y no sólo para los escolares. Pero con la llegada del otoño sólo podemos prometerles que les traeremos más temas sugerentes de todo el continente. Esperamos volver a vernos dentro de una semana. Hasta el próximo miércoles.