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De gobernar un país a revender Rolex: la lenta y grotesca caída de Jair Bolsonaro
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Bolsonaro frente a la Justicia

De gobernar un país a revender Rolex: la lenta y grotesca caída de Jair Bolsonaro

El expresidente brasileño afronta varios juicios, alguno por acusaciones tan peculiares como la apropiación indebida de joyas y relojes obsequiadas por las autoridades de Arabia Saudí

Foto: Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil que afronta varios procesos judiciales que incluso podrían llevarle a prisión. (Reuters/Ueslei Marcelino)
Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil que afronta varios procesos judiciales que incluso podrían llevarle a prisión. (Reuters/Ueslei Marcelino)

Una sonrisa nueva con brillantes carillas, el expresidente Jair Bolsonaro acaba de someterse a un procedimiento de armonización facial que, en principio, no incluye la aplicación de botox. Con este nuevo look, se prepara para enfrentar una tormenta jurídica que le está conduciendo por el camino de la amargura. Según la prensa brasileña, para mejorar su aspecto habría gastado cerca de 16.000 euros, es decir, 570 euros por diente. "Bolsonaro se hace la armonización facial para salir bien en la foto de la prisión", bromea la revista satírica Sensacionalista.

El próximo 31 de agosto, el líder de extrema derecha será interrogado por quinta vez por la Policía Federal (PF), una especie de FBI que ganó fama internacional gracias a la Lava Jato, la investigación que en 2018 culminó con la encarcelación del actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva. A diferencia de las otras veces, Bolsonaro declarará al mismo tiempo que su esposa Michelle, su abogado Frederick Wassef y el general del Ejército Mauro Lourena Cid, su amigo personal. Estos interrogatorios simultáneos en salas separadas son una estrategia de los investigadores para intentar detectar posibles incongruencias y versiones contradictorias.

Foto: Jair Bolsonaro. (Reuters/Ueslei Marcelino)
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El exmandatario es acusado de varios crímenes, entre ellos, apropiación indebida de joyas y relojes obsequiados por las autoridades de Arabia Saudí a la institución de la Presidencia de la República y no a su persona. Según el Tribunal de Cuentas, Bolsonaro habría tenido que declarar este patrimonio a Hacienda y pagar los impuestos correspondientes, algo que no hizo. También es investigado por su participación directa en el intento frustrado de golpe del pasado 8 de enero y por la falsificación de su tarjeta de vacunación contra el covid.

La realidad supera a la ficción

Todo en esta historia parece haber salido de la férvida imaginación de un equipo de guionistas experimentados, empezando por el nombre de la macro-operación policial, Lucas 12:2, que hace referencia a un versículo de la Biblia que reza: "No hay nada oculto que no llegue a descubrirse, ni nada secreto que no llegue a conocerse". El operativo investiga si militares vinculados al expresidente brasileño realizaron ventas de joyas y artículos de lujo de manera ilegal, por un valor próximo a los 190.000 euros, que habría sido entregado en especies al propio Bolsonaro.

Foto: Los cuerpos de seguridad actúan mientras simpatizantes del expresidente brasileño Jair Bolsonaro protestan contra el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, en Brasilia. (Reuters/Amanda Perobelli)

Según la Policía Federal, los hechos investigados constituyen delitos de peculado y lavado de dinero. Hay cuatro sospechosos: el teniente coronel Mauro Cid, ex asistente personal de Bolsonaro y actualmente en la cárcel por haber falsificado su tarjeta de vacunación; su padre, el general Mauro Lourena Cid, ex compañero de clase de Bolsonaro en la academia militar en la década de 1970; el teniente Osmar Crivelatti, también ex asistente de Bolsonaro; y Frederick Wassef, uno de los abogados defiende a la familia Bolsonaro.

Una de las principales pruebas que apuntan a un esquema de venta de joyas es un recibo de compra de un reloj Rolex en los Estados Unidos, que anteriormente había sido vendido por un asistente de Bolsonaro. El asunto es bastante enrevesado porque Wassef negó públicamente su participación en esta transacción. Sin embargo, la Policía filtró la foto del recibo en el que aparece el nombre del abogado.

También existe una grabación de audio que revela una conversación del secretario personal de Bolsonaro, Mauro Cid, en la que menciona 25.000 dólares "posiblemente pertenecientes" al expresidente. Además, hay una serie de correos electrónicos que demuestran que sus colaboradores dedicaron mucho tiempo y esfuerzo a vender las joyas que Bolsonaro se llevó en el avión presidencial cuando se marchó a los Estados Unidos, el 30 de diciembre, antes de la investidura de Lula.

placeholder El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, saludando a sus simpatizantes. (Reuters/Carla Carniel)
El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, saludando a sus simpatizantes. (Reuters/Carla Carniel)

Para complicar aún más la trama, el tenebroso abogado Wassef cambió su versión y, ante las evidencias, reconoció que viajó a los Estados Unidos para recomprar el Rolex vendido después de que el Tribunal de Cuentas intimase a Bolsonaro su entrega. Alega que fue por iniciativa propia y que lo pagó de su bolsillo para obedecer a la orden judicial.

Las causas se multiplican

Los problemas legales del expresidente se multiplican por momentos. Recientemente, en la Comisión Parlamentaria de Investigación de intento del golpe de Estado del 8 de enero, el hacker Walter Delgatti Netto acusó a Bolsonaro de haberle pedido manipular las urnas electrónicas, con el fin de demostrar su supuesta, y pinchar ilegalmente el teléfono del juez del Tribunal Supremo Federal, Alexandre de Moraes.

Delgatti es conocido en Brasil por haber hackeado el móvil del juez Sérgio Moro, quien comandaba la Operación Lava Jato y encarceló al actual presidente Lula. Las conversaciones personales de Moro, vendidas por el hacker a varios medios de comunicación brasileños, revelaron que el juez prevaricó durante la instrucción del caso e incluso llegó a colaborar con el fiscal general, algo expresamente prohibido por el Código Penal. Gracias a estas filtraciones, las dos condenas en segunda instancia contra Lula fueron anuladas por la Corte Suprema por un vicio de forma y el líder de izquierdas pudo presentarse a las últimas elecciones y derrotar a Bolsonaro.

Foto: El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro. (EFE/Andre Borges)

Por esta razón, y a pesar de no haber aportado ninguna prueba, las revelaciones del hacker en el Parlamento han caído como una bomba en el entorno de Bolsonaro. Delgatti asegura que el exmandatario le garantizó un indulto en caso de sufrir problemas legales por los ataques al sistema electoral. También afirmó que Bolsonaro le recomendó reunirse con miembros del Ministerio de Defensa antes de las elecciones presidenciales de 2022 para discutir aspectos técnicos de las urnas electrónicas.

En este escenario, la pregunta que se hacen cada vez más personas no es si Bolsonaro será preso, sino cuándo. "La detención preventiva se justifica para evitar que alguien con poder pueda interferir y perjudicar la obtención de pruebas. El acto de recomprar el reloj, que constituye obstrucción de pruebas, sin duda justificaría esta medida", señala el jurista Miguel Reale Jr. Analistas políticos y tertulianos de la televisión no paran de lanzar especulaciones en unas semanas informativamente muy convulsas. Algunos opinan que la Policía Federal va a jugar al desgaste con revelaciones constantes y solo le va a arrestar cuando tenga pruebas irrefutables. Otros sugieren que podrían retirarle el pasaporte ante el riesgo de fuga.

El cerco al clan Bolsonaro es cada vez más asfixiante. Por lo pronto, la justicia ha autorizado el levantamiento del secreto bancario tanto de su cuenta, como de la de Michelle. Y la semana pasada, la PF llevó a cabo una operación contra el hijo más joven, Jair Renan, acusado de estafa, falsificación de documentos, evasión fiscal y lavado de dinero. Su móvil fue aprehendido, lo que puede contribuir a proporcionar nuevas evidencias de los supuestos crímenes. Anteriormente, la Policía había conseguido hacerse con cuatro teléfonos del abogado Wassef. La noticia de que los peritos tecnológicos accedieron a las contraseñas fue divulgada a bombo y platillo para aumentar la expectativa sobre una posible prisión del exmandatario.

Lula a la espera de pruebas

Miembros del Gobierno de Lula y otros personajes políticos, sin embargo, reconocen off the record que prefieren que la detención se cumpla después de una solicitud explícita del Ministerio Público Federal y con el respaldo de pruebas contundentes. Consideran que la eventual detención de Bolsonaro podría contribuir a inflamar y dividir aún más a la ya crispada sociedad brasileña.

Foto: Agentes de la Fuerza Nacional y de la Policía Militar en la Plaza de los Tres Poderes. (EFE / Andre Borges)

A esta altura del campeonato, fuentes del Partido Liberal reconocen que ya cuentan con esta posibilidad y excluyen que Bolsonaro pueda usar su enorme influencia en las elecciones municipales y autonómicas de 2024. Una encuesta reciente muestra que, si hubiese elecciones hoy, Bolsonaro conseguiría el 40% de los votos. Sin embargo, otro estudio revela que su popularidad cayó en picado en las redes sociales, donde reinó de forma absoluta durante su mandato. La repercusión de las declaraciones del hacker Delgatti han contribuido a que el expresidente logre su peor resultado desde el 11 de mayo, incluso antes de ser considerado inelegible por el Tribunal Superior Electoral.

Este es el panorama político en el que Eduardo, el hijo diputado de Bolsonaro, ha lanzado un calendario con fotos del líder y una estética intencionadamente "cutre". Es la joya de la corona del Bolsonaro Store, una plataforma comercial que aspira a monetizar la influencia del líder ultraconservador. "Nada mejor que recordar toda esta trayectoria victoriosa, desde que Bolsonaro era militar, concejal, diputado federal, hasta llegar a la Presidencia de la República. Sin olvidar las fechas en las que hay varios acontecimientos importantes durante los cuatro años del mejor presidente en la historia de nuestro país, algo reconocido incluso por la gente de izquierda", asegura Eduardo, que espera conquistar a las señoras de los grupos de WhatsApp.

Por primera vez sin cargo político en 34 años, el exmandatario acumula dos jubilaciones, una de militar y otra de diputado federal, además del sueldo que le ha asignado el Partido Liberal. Sumando todo, recibe por mes más de 80.000 reales (15.200 euros), una cifra considerada insuficiente y que motivó el lanzamiento de una colecta entre sus seguidores. La operación le rindió 17 millones de reales (3,23 millones de euros), rápidamente invertidos en renta fija. El director de la Policía Federal ha anunciado que pretende bloquear este dinero. Fuentes cercanas a Bolsonaro han revelado que podría pedir de vuelta las joyas entregadas al Tribunal de Cuentas, alegando que le pertenecen, lo que es considerado un "suicidio jurídico".

Los hijos por el camino del padre

No hay que olvidar que varios hijos de Bolsonaro están en política y tienen problemas con la justicia. El senador Flávio Bolsonaro es acusado por la Fiscalía de Río de Janeiro de estar involucrado en el escándalo de las rachadinhas, es decir, un supuesto esquema criminal de apropiación indebida de salarios de asesores parlamentarios fantasma. También está relacionado con la investigación de la milicia digital acusada de propagar masivamente noticias falsas. El diputado Eduardo Bolsonaro enfrenta una investigación por la compra al contado de inmuebles en Río de Janeiro por valores inferiores a su tasación oficial. Un reportaje del portal UOL, publicado en 2022, reveló que el clan Bolsonaro compró al menos 51 propiedades parcialmente en efectivo. Eduardo también ha sido denunciado por colegas de la Cámara por apología de la violencia contra profesores.

Carlos, el hijo geek de Bolsonaro, también está siendo investigado por la Fiscalía de Río por sospechas de operar un esquema de rachadinhas en su oficina desde 2009 hasta 2018. Un informe del Laboratorio de Tecnología de Combate a la Corrupción y al Lavado de Dinero del Ministerio Público ha detectado desvíos por más de dos millones reales (unos 380.000 euros), una acusación que Carlos niega tajantemente. Según la prensa brasileña, este concejal habría empleado a ocho familiares a lo largo de sus 18 años de mandato en la Cámara Municipal de Río de Janeiro.

Foto: Partidarios de Bolsonaro asaltan el Palacio de Planalto en Brasilia. (Reuters/Ueslei Marcelino)

Por su parte, Michelle Bolsonaro está implicada en el escándalo de las joyas regaladas por el régimen saudí en 2021. También está relacionada con investigaciones sobre transacciones financieras y depósitos sospechosos en sus cuentas. No se trata de poca cosa, sólo en el collar destinado a la ex primera dama, los peritos de la Policía Federal identificaron 3.161 diamantes. El valor estimado es de 788.245 euros.

Este fin de semana, Michelle ha anunciado que quiere lanzar su propia colección de joyas. No queda claro si es un proyecto real o una forma de ironizar sobre la delicada situación por la que pasa su familia. No sería la primera que se lanza de cabeza en una aventura comercial. A principios de este año apareció en las redes sociales anunciando productos de belleza y en marzo lanzó su propia línea de cosméticos junto a su maquillador. Incluso el propio Bolsonaro se prestó a hacer de conejillo de indias en un vídeo casero que le rindió 11.400 euros.

Todo apunta a que Bolsonaro está empeñado en seguir hasta el final el ejemplo de su ídolo Donald Trump, que también está lidiando con la justicia estadounidense, pero con menos glamour. "Es muy triste que el expresidente pueda ir a la cárcel por la venta de unas joyas cuando está siendo investigado por un intento de golpe de Estado y es acusado de genocidio por su pésima gestión de la pandemia del coronavirus. Nuestro país es de risas", concluye el historiador Gerson Flores.

Una sonrisa nueva con brillantes carillas, el expresidente Jair Bolsonaro acaba de someterse a un procedimiento de armonización facial que, en principio, no incluye la aplicación de botox. Con este nuevo look, se prepara para enfrentar una tormenta jurídica que le está conduciendo por el camino de la amargura. Según la prensa brasileña, para mejorar su aspecto habría gastado cerca de 16.000 euros, es decir, 570 euros por diente. "Bolsonaro se hace la armonización facial para salir bien en la foto de la prisión", bromea la revista satírica Sensacionalista.

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