Los inmigrantes llegan a la 'prisión flotante' de UK: "Es como vivir en una plaza de garaje"

Downing Street lo describe como un "alojamiento básico y funcional". Pero las ONG e incluso algunos diputados del propio Partido Conservador, como el tory Richard Drax, aseguran que se trata de “una prisión flotante” y lo han bautizado como "el barco de la vergüenza". Tras múltiples aplazamientos en el calendario, finalmente ya ha comenzado el traslado de los primeros inmigrantes al Bibby Stockholm como parte de la nueva y controvertida política del Reino Unido. El gran buque de tres pisos con 222 camarotes amarrado en el puerto de Portland (Dorset, Inglaterra) albergará en los próximos meses alrededor de 500 solicitantes de asilo mientras se tramitan sus papeles.

El Gobierno asegura que será más barato que los hoteles que se utilizan ahora para albergar a los alrededor de 51.000 migrantes llegados por vías irregulares, con un coste al contribuyente de alrededor de 6,3 millones de libras por día. Y, ante todo, espera que sirva como medida disuasoria para los que planean cruzar el canal de la Mancha.

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En lo que va de año, alrededor de 15.000 personas han utilizado esta vía para llegar a la costa británica. Suponen un 15% menos que el año pasado, pero siguen siendo cifras cargadas de simbolismo político. Sobre todo cuando queda un año para las generales, ya que los conservadores —que ahora pierden en todas las encuestas de intención de voto— prometieron que el Brexit permitiría recuperar "el control de las fronteras".

Tras semanas de demoras causadas por trabajos de reparación, problemas para conseguir los certificados de sanidad y seguridad y advertencias de que la embarcación era una "trampa de fuego", el lunes debían haber llegado los primeros 50 solicitantes de asilo, pero apenas se trasladaron 15.

Muchos otros lograron evitar el traslado tras la intervención legal de algunas ONG, como Care4Calais. Aunque el Ministerio del Interior ha amenazado con cancelar las solicitudes de asilo de los que se nieguen a moverse al buque, propiedad de Bibby Marine, naviera familiar de Liverpool iniciada por John Bibby, quien amasó una fortuna en el siglo XIX con el comercio de esclavos.

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Las ONG denuncian que el Gobierno está ofreciendo un "trato inhumano" a los inmigrantes, ya que el solo hecho de estar en el mar será traumático para muchos afectados, porque la mayoría no saben nadar y el viaje en patera resultó ya una experiencia sumamente dramática. "Casi todos los cientos de personas traumatizadas que he tratado han soportado horribles viajes a través del mar para llegar a un lugar seguro, ya sea el canal de la Mancha, el Egeo o el Mediterráneo. Las embarcaciones no están en condiciones de navegar, las personas a bordo generalmente no pueden nadar o no hay suficientes chalecos salvavidas. Pueden haber visto ahogarse a compañeros de viaje. Pero, ahora, la propuesta despiadada e inviable de Rishi Sunak hará que los refugiados, incluidos los sobrevivientes de la tortura, sean hacinados en centros de detención flotantes", denuncia Ann Salter, de la organización Freedom from Torture. Con todo, el 42% de los británicos considera que la medida es aceptable y solo el 27% se muestra en contra.

Los primeros inmigrantes en llegar al barco fueron recibidos por manifestantes de todo tipo. Algunos de ellos pertenecían a ONG y les obsequiaban con flores y una bolsa con artículos de higiene básicos y cuadernos y bolígrafos para las dos clases de inglés que recibirán por semana. Aunque también había protestas de locales, preocupados por el impacto que tendrá su llegada en los servicios sociales de la localidad.

"La propuesta despiadada e inviable de Rishi Sunak hará que los refugiados sean hacinados en centros de detención flotantes"

En teoría, los inmigrantes son libres de entrar y salir cuando quieran, pero en la práctica tendrán que firmar un registro y pasar por la seguridad del puerto. El Ministerio del Interior ha pagado servicios de autobús para llevarles a la cercana Weymouth para acceder a los servicios locales con los que se ha firmado un acuerdo. Una empresa privada ha recibido un contrato de 1.600 millones de libras para gestionar el barco. Por su parte, el Ayuntamiento de Dorset recibe 3.500 libras por plaza ocupada y también una subvención única de casi 380.000 libras.

El Bibby Stockholm —construido en 1976 y utilizado ya por Países Bajos hace dos décadas con el mismo propósito— comenzará a albergar a los inmigrantes de manera gradual. Solo serán hombres adultos solteros entre 18 y 65 años. Esto evitará la necesidad de depender de infraestructuras como escuelas, maternidad y servicios de guardería. No obstante, según la prensa británica, cuando se amplíe la capacidad hasta los 500, los residentes tendrán un espacio habitable más reducido que "una plaza de aparcamiento".

Precedentes sombríos

Cuando el Gobierno holandés utilizó el Bibby Stockholm en la década de dos mil, al menos una persona murió y hubo informes de violaciones y abusos. Un inmigrante describió cómo vivían hasta “cuatro personas en una celda”, según un informe de Amnistía Internacional de 2008 obtenido por The Independent. "Solo hay un poco de luz del día… Por la mañana los guardias abrían la celda con la nariz tapada para protegerse del hedor. Las condiciones te obligan a la sumisión; te matan psicológicamente", recalcó.

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Las autoridades británicas defienden que la embarcación se usó más tarde para contratos comerciales para albergar a los trabajadores, por lo que se llevó a cabo un "programa de renovación importante".

Cada habitación tiene una ducha, dos camas individuales, ventana, escritorio, armario y TV. Aunque la televisión no está conectada a la antena. Según las autoridades, se trata de una medida para que los inmigrantes socialicen en los espacios comunes. Además del mostrador de recepción y wifi en todo el barco, hay comedor, lavandería, gimnasio, sala de juegos y habitación multiconfesional. La barra de bar ha sido eliminada. Para evitar una presión adicional sobre los servicios locales, el Ministerio del Interior ha pagado al Sistema Nacional de Salud local para que brinde instalaciones médicas en el buque.

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Se desconoce cuánto tiempo estarán a bordo mientras se tramita su solicitud de asilo. En 2021, la espera promedio en el Reino Unido fue de 15,5 meses, en comparación con los 8,5 meses en Francia, 6,5 meses en Alemania o poco más de tres meses en Austria. El retraso en el Reino Unido ha creado un cuello de botella de más de 172.000 personas. El primer ministro, Rishi Sunak, se comprometió a resolver, para fines de 2023, 92.601 casos de asilo registrados antes de junio de 2022.

Pese a que Sunak se ha mostrado mucho más pragmático que sus antecesores en Downing Street, en materia de inmigración está adoptando una línea aún más radical, consciente de la importancia que tiene este tema entre los votantes. Con todo, solo un 15% del electorado conservador y un 9% del electorado general cree que será capaz de reducir la inmigración ilegal.

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A fin de revertir las encuestas de opinión en la antesala de las próximas elecciones generales, el Gobierno ha aprobado una controvertida ley con la que, a partir de ahora, se detendrá y expulsará a todos los migrantes que lleguen por vías irregulares. El propio Ministerio del Interior reconoce que puede ser “incompatible” con la Convención Europea de Derechos Humanos, de ahí que muchos tories del ala dura estén ya presionando para comprometerse en el próximo manifiesto a sacar el Reino Unido de esta convención que nada tiene que ver con la UE.

El plan Ruanda

El plan de los ministros es mandar a los inmigrantes a Ruanda, país al que Londres ha pagado 140 millones de libras. Aunque la medida fue declarada ilegal el pasado mes de junio por la Justicia británica. En concreto, la Corte de Apelaciones recalcó que “las deficiencias en el sistema de asilo de Ruanda son tales como para admitir que existen bases sólidas para creer que haya un riesgo real de que las personas enviadas a aquel país sean devueltas a sus países de origen y acaben sufriendo persecución o trato inhumano, cuando de hecho tendrían argumentos para recibir asilo”.

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A finales del año pasado, el tribunal superior dio luz verde a la medida, pero los afectados —respaldados por diferentes ONG como el Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas (Acnur)— recurrieron y la Corte de Apelaciones les dio la razón. No obstante, el Gobierno ha recurrido ante el Supremo. La vista se espera para octubre.

Entre tanto, el Gobierno está valorando opciones alternativas como la Isla Ascensión, un territorio británico de ultramar situado en medio del Atlántico. Asimismo, también está en negociaciones con otros países para mandar a inmigrantes, entre ellos, Ghana, Nigeria, Namibia, Marruecos y Níger, que actualmente se encuentra en medio de un golpe militar.

Por otra parte, las multas para los propietarios que alquilen a inmigrantes indocumentados aumentarán “a principios de 2024” de 80 a 5.000 libras para los inquilinos y de 1.000 a 10.000 libras para los caseros. Asimismo, la sanción civil máxima para los empleadores que contraten a sin papeles aumentará de 15.000 a 45.000 libras esterlinas por una primera infracción. Y los abogados que ayudan a elaborar solicitudes de asilo fraudulentas se enfrentarán a cadena perpetua.