El santuario de Kiev: la defensa ucraniana contra los misiles rusos

Últimamente, las noches de Kiev son muy ruidosas. Los residentes se despiertan a menudo para ver los sistemas de defensa antiaérea ucranianos enzarzados en angustiosos duelos con docenas de drones y misiles rusos. La primavera pasada, las consecuencias de tales ataques habrían sido devastadoras. Pero, hoy, los sistemas antimisiles suministrados por Occidente dotan a Kiev de una defensa multicapa que ha convertido a la ciudad en un santuario virtual de misiles. Una vez demostrada la posibilidad en Kiev, Ucrania y sus socios occidentales necesitan ahora ampliar ese sistema para cubrir el resto del país.

Al comienzo de la invasión rusa a gran escala en febrero de 2022, Ucrania pidió a sus aliados occidentales que crearan una zona de exclusión aérea sobre Ucrania. Los intensos bombardeos rusos amenazaban con agotar la economía ucraniana y destruir sus infraestructuras críticas. Sin embargo, ante el temor a una escalada, los socios occidentales de Ucrania decidieron ampliar la capacidad ucraniana para defenderse utilizando una combinación de sistemas de defensa aérea ucranianos y occidentales recién suministrados.

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Ha hecho falta más de un año de guerra para ver el impacto de esa ayuda, pero el resultado es probablemente mejor de lo que esperaba el Gobierno ucraniano. Ucrania dispone ahora de un sistema de defensa aérea construido con la mejor tecnología moderna disponible. Recientemente, el sistema de defensa antiaérea Patriot de Ucrania consiguió apuntar a aviones rusos en un bombardeo para disparar misiles contra objetivos ucranianos. Los aviones rusos mantienen ahora una distancia escrupulosa de las defensas aéreas ucranianas.

En las últimas semanas, las defensas aéreas ucranianas han demostrado un aumento significativo de su rendimiento en comparación con finales de 2022. Las defensas aéreas ucranianas derribaron 73 de 90 misiles de crucero rusos (81%) en noviembre de 2022 y 60 de 76 (79%) en diciembre de 2022. En cambio, durante el reciente ataque del 6 de junio, las defensas aéreas ucranianas tuvieron una actuación perfecta, destruyendo los 35 misiles de crucero lanzados desde Rusia.

Las defensas ucranianas derribaron todos los drones y misiles sobre Kiev durante tres días seguidos (el 24 de mayo, el 25 de mayo y el 26 de mayo). El 28 de mayo, Rusia lanzó el mayor ataque con drones hasta la fecha sobre la capital, con unos 40 vehículos aéreos no tripulados (UAV) Shahed, de fabricación iraní. Una vez más, todos los objetivos sobre la capital fueron derribados. El éxito más notable se produjo el 16 de mayo, cuando Ucrania destruyó los seis misiles hipersónicos Kh-47 Kinzhal que Rusia disparó contra Kiev.

El Kremlin había calificado previamente a los Kinzhal de "invulnerables" a los sistemas antimisiles. Por supuesto, los gobiernos tienen un largo historial de exagerar la eficacia de las defensas antimisiles. Pero, aunque no podamos estar seguros, los autores pueden confirmar personalmente que todas las explosiones de aquella noche se produjeron en el cielo, no en tierra. Además, si la defensa aérea hubiera fallado algún objetivo sobre Kiev, los civiles de la ciudad, sin duda, habrían notado las consecuencias.

Una de las principales razones de tan impresionante rendimiento es la intrincada combinación de modernos sistemas de defensa antiaérea suministrados a Ucrania por los aliados occidentales. Ucrania tiene ahora capacidad para destruir UAV y misiles de crucero de corto alcance (con Gepards alemanes o Avengers estadounidenses), medio alcance (con MIM-23 Hawk estadounidense, NASAMS noruego-estadounidense e IRIS-T SLM alemán) y largo alcance (con Patriot PAC-3 estadounidense o SAMP/T franco-italiano).

Los sistemas Patriot PAC-3 y SAMP/T también han aumentado las capacidades de Ucrania en materia de misiles antibalísticos. Las fuerzas ucranianas solo podían derribar misiles balísticos rusos con sistemas S-300 de fabricación soviética. Pero las existencias de municiones S-300 no son fáciles de reponer porque solo las fabrican Rusia y sus aliados.

Ampliación del santuario

Ucrania ha demostrado su capacidad para operar un moderno escudo antimisiles multicapas en el que los misiles rusos deben superar tres escalones de defensa aérea. Pero, por el momento, solo Kiev tiene cobertura antimisil a gran escala.

Cubrir todas las grandes ciudades de Ucrania con un escudo antimisiles multicapas de este tipo sigue siendo una tarea muy difícil. Rusia todavía puede realizar ataques con misiles y éxito en ciudades más allá de Kiev, incluso en regiones alejadas de la frontera, como Khmelnytsky e Ivano-Frankivsk. Durante el infructuoso ataque con drones contra Kiev el 28 de mayo, dos vehículos aéreos no tripulados lograron alcanzar sus objetivos en la región de Zhytomyr.

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Ucrania necesita crear escudos antimisiles al estilo de Kiev sobre todas las ciudades regionales importantes: 23 ciudades en total (sin incluir las regiones ocupadas de Crimea, Donetsk y Luhansk). Estos escudos serán cruciales para proteger las infraestructuras críticas ucranianas y la logística militar para futuras operaciones de contraofensiva.

Por supuesto, la creación de 23 escudos antimisiles requerirá mucho tiempo y muchos recursos adicionales de los aliados occidentales de Ucrania. Teniendo en cuenta este requisito, Alemania y Estados Unidos han aprobado nuevos paquetes de ayuda para Ucrania que incluyen mucho material de defensa antiaérea. Los aliados occidentales también están considerando la posibilidad de regalar a Ucrania aviones de combate F-16, lo que podría aumentar significativamente las capacidades de defensa aérea ucranianas. Los F-16 pueden equiparse con misiles aire-aire AIM-120 AMRAAM e IRIS-T, capaces de derribar misiles de crucero.

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Otra cuestión crucial para el futuro de las zonas de negación del espacio aéreo es el suministro ininterrumpido de municiones de defensa antiaérea por parte de los aliados occidentales de Ucrania. Rusia está intentando agotar las defensas aéreas ucranianas mediante oleadas de misiles y drones. Ucrania debe reponer constantemente sus municiones para mantener su capacidad de repeler los ataques con misiles de Rusia.

Queda mucho por hacer. Pero el santuario de misiles de Kiev demuestra lo eficaz que puede ser la combinación del ingenio ucraniano y la tecnología occidental. La reducción de la capacidad de Rusia para atacar con éxito Kiev ha humillado a Rusia y ha reforzado la capacidad militar y la moral de Ucrania. Extender el santuario de misiles al resto del país no es tarea fácil, pero permitirá futuras ofensivas ucranianas y demostrará a los rusos que su guerra ilegal no puede ganarse.