El nuevo misil hipersónico iraní puede ser un nuevo timo del régimen dictatorial

Irán asegura tener un nuevo misil balístico hipersónico capaz de alcanzar velocidades de Mach 15 (17,890 km/h) y de eludir los modernos sistemas de defensa de sus vecinos en Oriente Medio. Sin embargo, ya hemos visto ejemplos en la guerra de Ucrania de cómo los Patriot estadounidenses son capaces de detener los misiles hipersónicos rusos, similares a la nueva arma iraní y supuestamente invencibles.

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Omar Kardoudi

"Hoy sentimos que se ha establecido el poder disuasorio", dijo el presidente iraní, Ebrahim Rais, en el acto de presentación del nuevo misil balístico del país persa. "Este poder es un ancla de seguridad y paz duraderas para los países de la región".

Según el jefe del programa aeroespacial de la Guardia Revolucionaria, el general Amir Ali Hajizadeh, su nuevo misil —llamado Fattah (Conquistador en farsi)— puede alcanzar una distancia de 1.400 kilómetros. Este es aproximadamente el alcance medio del amplio arsenal de misiles balísticos con el que cuenta Irán, limitado hasta ahora por las sanciones occidentales.

Hajizadeh asegura además que "no existe ningún sistema que pueda oponerse o rivalizar con este misil". Sin embargo, aunque el general ha confirmado pruebas en tierra del motor del misil, no se han mostrado imágenes del aparato en vuelo o atacando un objetivo.

No tan invencible

El Fattah es un misil balístico hipersónico como el Kinzhal ruso, que puede alcanzar velocidades de Mach 10 (12.348 km/h), o el DF-41 Chino, que según Pekín es el más rápido del mundo en su categoría con una velocidad de Mach 25 (30.600 km/h). Estos misiles vuelan desde el punto de lanzamiento hasta su objetivo siguiendo una trayectoria balística, una parábola fija hace que se puedan detectar y derribar por los sistemas de defensa como las baterías americanas Patriot, aunque viajen a 17,890 km/h como el Fattah.

En cambio los misiles de crucero pueden viajar en trayectorias paralelas a la superficie terrestre a velocidad supersónica realizando maniobras a uno u otro lado según el terreno y la ruta programada. Esto los hace difíciles de parar, pero no infalibles, ya que pueden ser detectados e interceptados por sistemas de defensa.

También están los planeadores hipersónicos. Unos aparatos muchísimo más escurridizos que se suelen lanzar a órbita baja y pueden mantenerse durante días dando vueltas a la Tierra hasta recibir la órden de ataque. En ese momento se lanzan sobre el objetivo a velocidades de más de Mach 6, realizando maniobras evasivas para evitar ser interceptados en su camino al blanco. En principio estos misiles son invencibles, aunque el escudo GPI de Raytheon sería, en teoría, capaz de derribarlos.

El ejemplo del Kinzhal

El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció en 2018 una nueva serie de armas futuristas. Entre ellas estaba el misil hipersónico Kinzhal, que según Rusia es imposible de interceptar en su última fase de vuelo. El Kinzhal es básicamente una versión del antiguo misil balístico soviético Iskander que se puede lanzar desde el aire y que, supuestamente, alcanza velocidades de Mach 10 (12.348 km/h).

Al igual que el Fattah iraní, el Kinzhal no cumple con ninguno de los parámetros de los dos tipos de armas hipersónicas de nueva generación: los planeadores hipersónicos y los misiles crucero con motor ‘scramjet’ que pueden cambiar su curso a voluntad.

Como contó Teknautas en su momento, el Kinzhal ya se ha usado con éxito en la invasión de Ucrania. Sin embargo, para disgusto de Moscú, el pasado 5 de mayo se publicaron unas imágenes del derribo de un Kinzhal Kh-47 cerca de Kiev. Este hecho fue confirmado posteriormente por autoridades ucranianas y más tarde por Washington, que corroboró que había sido abatido con uno de sus misiles Patriot. La noticia demuestra que el Kinzhal no es tan invencible como nos venden desde el Kremlin y que el Fattah tampoco será tan imparable como cuentan desde Teherán.