Sunak deja la puerta abierta al envío de cazas a Ucrania: "Nada está fuera de la mesa"
En la visita sorpresa del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, a Reino Unido, una de las mayores peticiones del líder ha sido la de refuerzos aéreos... y el 'premier' ha respondido
La primera vez que Volodímir Zelenski visitó Londres, convertido en presidente de Ucrania, fue en octubre de 2020. En aquel momento, tuvo la oportunidad de visitar las oficinas subterráneas y sentarse en la silla desde donde Winston Churchill dirigió las operaciones de la II Guerra Mundial. "Sentí algo significativo —relata—. Pero no ha sido hasta ahora cuando he entendido cómo te lleva la valentía a través de las dificultades más inimaginables para finalmente recompensarte con la victoria".
La reflexión ha sido parte del apasionado discurso que ha dirigido a las dos cámaras de Westminster en la visita sorpresa que ha realizado este miércoles al Reino Unido, país que ha liderado la respuesta europea ante la guerra de Ucrania.
La parada en la capital británica forma parte de un minitour que le llevará en la noche del miércoles a París —donde se reunirá con autoridades francesas y alemanas— y Bruselas, donde este jueves asistirá a una reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la UE.
Es solo la segunda ocasión que el líder ucraniano sale de su país desde que comenzó la invasión rusa hace justo ahora un año. La primera vez fue el pasado mes de diciembre cuando se reunió con Joe Biden en la Casa Blanca.
El objetivo de Zelenski es conseguir reforzar el apoyo militar por parte de Occidente para poder contrarrestar la ofensiva de primavera de Rusia. Y ante todo, presionar en sus demandas para que los aliados manden aviones de combate. Este ha sido el argumento que ha protagonizado su histórico discurso este miércoles en Westminster. "Gracias de antemano por todos sus aviones británicos", señaló ante los parlamentarios tras entregar al responsable de la Cámara de los Comunes un casco de un piloto ucraniano donde estaba escrito un significativo mensaje: "Tenemos libertad, dadnos alas para protegerla".
Durante su intervención ha recalcado: "En el Reino Unido, el rey es un piloto de la fuerza aérea. Hoy, cada piloto de la fuerza aérea en Ucrania es un rey". El mandatario ucraniano cree necesario eliminar los tabúes sobre el envío de cazas. No obstante, no son pocos los socios de Occidente que temen que esto conduzca a una peligrosa escalada del conflicto con Rusia, que cuenta con un amplio arsenal de armas nucleares.
Hasta la fecha, Londres, siguiendo los pasos de Washington, se había mostrado reacio. Sin embargo, este miércoles, el primer ministro británico, Rishi Sunak, ha pedido a su ministro de Defensa, Ben Wallace, que estudie la posibilidad de enviar cazas, tal y como ha informado un portavoz oficial de Downing Street, que recalcó en cualquier caso que se trataría de una opción "a largo plazo".
De momento, en un paso más que significativo, el Gobierno británico ha anunciado que ampliará el programa de entrenamiento que el Reino Unido ofrece a las fuerzas de Kiev para incluir el manejo de aviones militares. Cuando ambos mandatarios han visitado por la tarde la base de Dorset, Sunak ha recalcado que "nada está fuera de la mesa". En los últimos seis meses se han entrenado 10.000 soldados ucranianos.
Las palabras del premier se han interpretado como un indicio cuidadosamente formulado para el resto de la OTAN de que en algún momento se tendrían que mandar aviones modernos para ayudar a Ucrania a defender su espacio aéreo ante las fuerzas del Kremlin.
Hoy por hoy, el envío de los cazas parece una línea roja demasiado lejana, con un firme no del presidente estadounidense, Joe Biden, y un rechazo aún más firme del canciller alemán, Olaf Scholz. En cualquier caso, tal y como se ha demostrado en el último año, los rechazos iniciales de las formas de ayuda a Ucrania se han anulado con frecuencia tan solo unos meses después. Es precisamente lo que pasó con el envío de tanques.
Fue Londres también el primero en comprometerse a enviar sus tanques Challenger II, un movimiento que finalmente acabó llevando a Alemania a dar luz verde para el envío de los Leopard 2, unos de los más capaces hoy en uso y que cuentan, además, con una cadena de suministro bien establecida. Estados Unidos también ha acabado mandando 31 tanques Abrams.
Sunak asegura ahora que “el entrenamiento garantizará que los pilotos puedan volar sofisticados aviones de combate estándar de la OTAN en el futuro”. “Como parte de esa inversión en capacidad a largo plazo, el Reino Unido trabajará con Ucrania y los aliados internacionales para coordinar el apoyo colectivo para satisfacer las necesidades defensivas de Ucrania”, recalca en un comunicado donde también avanza que comenzará un programa de capacitación inmediata para infantes de marina.
El mes pasado, el inquilino de Downing Street dijo que no era "práctico" suministrar aviones sofisticados como el Typhoon y el F-35 porque el entrenamiento llevaría alrededor de 35 meses. En este sentido, los analistas dicen que no está claro ahora si Sunak tiene la intención de enviar a Ucrania aviones con estándares occidentales del propio arsenal del Reino Unido o si planea usar sus simuladores para entrenar a pilotos ucranianos en F-16.
Es probable que los esfuerzos para entrenar a los pilotos ucranianos en aviones de combate estándar de la OTAN se centren en la simulación para que estén al día con las tácticas y los procedimientos de la cabina, según los expertos en aviación militar.
El expremier Boris Johnson —que lideró la respuesta europea ante la invasión mientras estaba en Downing Street— asegura que es "hora de dar a los ucranianos el equipo adicional que necesitan para derrotar a [Vladímir Putin] y restaurar la paz en Ucrania". "Eso significa misiles y artillería de mayor alcance. Significa más tanques. Significa aviones. Tenemos más de 100 aviones Typhoon. Tenemos más de 100 tanques Challenger 2. El mejor uso individual para cualquiera de estos dispositivos es desplegarlos ahora para la protección de los ucranianos, sobre todo porque así es como garantizamos nuestra propia seguridad a largo plazo", matizó.
En su discurso ante Westminster, Zelenski agradeció personalmente su apoyo al ex primer ministro. Después de celebrar que "Londres ha apoyado a Kiev desde el primer día, los primeros segundos y minutos", dijo a Johnson, quien gobernaba en aquel momento, que él fue capaz de "unir a los demás" contra Rusia cuando "parecía absolutamente imposible". "Tú extendiste tu mano amiga cuando el mundo aún no había llegado a entender cómo reaccionar", manifestó.
Johnson volvió a viajar a Ucrania el mes pasado. Estando al frente de Downing Street, sus conversaciones diarias con Zelenski crearon una estrecha amistad que dura hasta el día de hoy. Sus críticos, no obstante, aseguran que intentó emular a su gran héroe Winston Churchill como estrategia para eludir los graves problemas que tenía en casa y que acabaron en última instancia forzando su dimisión el pasado mes de julio.
Coincidiendo con la llegada del presidente ucraniano, el Gobierno británico anunció este miércoles una nueva ronda de sanciones contra el Ejército ruso y contra una serie de personalidades vinculadas al Kremlin.
Según un comunicado divulgado por el Ministerio británico de Exteriores, las sanciones afectan a seis entidades que proporcionan equipo militar para la invasión de Ucrania, así como a varios individuos conectados a redes financieras que sirven de respaldo para Vladímir Putin y su entorno. "Ucrania le ha demostrado a Putin que no se romperá bajo su invasión tiránica. Él ha respondido atacando indiscriminadamente áreas civiles e infraestructura nacional crítica en todo el país", manifestó el ministro británico de Asuntos Exteriores, James Cleverly, en un comunicado. "No podemos dejar que triunfe. Debemos aumentar nuestro apoyo", agregó.
Reino Unido es, después de Estados Unidos, el mayor proveedor de asistencia militar a Ucrania. Desde que comenzó la invasión ha destinado 2.300 millones de libras, cifra que se ha comprometido a igualar en 2023.
La primera vez que Volodímir Zelenski visitó Londres, convertido en presidente de Ucrania, fue en octubre de 2020. En aquel momento, tuvo la oportunidad de visitar las oficinas subterráneas y sentarse en la silla desde donde Winston Churchill dirigió las operaciones de la II Guerra Mundial. "Sentí algo significativo —relata—. Pero no ha sido hasta ahora cuando he entendido cómo te lleva la valentía a través de las dificultades más inimaginables para finalmente recompensarte con la victoria".