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Proyecto Chandigarh: la urbe perfecta que fracasó por ser "demasiada Suiza para la India"
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Proyecto Chandigarh: la urbe perfecta que fracasó por ser "demasiada Suiza para la India"

Tras la independencia, las autoridades indias encargaron al famoso arquitecto Le Corbusier crear la ciudad perfecta. Y lo fue… menos para todos los habitantes que vivieron en ella

Foto: Plano de la ciudad de Chandigarh. (J. Brandoli)
Plano de la ciudad de Chandigarh. (J. Brandoli)

Desde el tren se observa una larga retahíla de casuchas donde viven miles de personas en la más absoluta miseria. Habitáculos agolpados unos sobre otros donde clase media es tener un techo de hojalata y clase alta es que no se derrumbe. El convoy se detiene por fin en la estación. "Chandigarh", dice un cartel. ¿Quién diría que este lugar enclavado en el norte de la India es el utópico sueño de crear desde cero la urbe perfecta llevado a cabo por el famoso arquitecto suizo/francés Le Corbusier?

¿La ciudad perfecta existe? Al menos se intentó que existiera. Tras conseguir India la independencia de los británicos en 1947, su entonces primer ministro, Jawaharlal Nehru, quiso sacudirse los siglos de complejos de haber estado siempre bajo dominio de mogoles y europeos. Su plan era mostrar al mundo que la caótica India era capaz de construir la ciudad más impecable del globo. La obra empezó en 1951. Acabaron colisionando utopía y realidad, mentalidad occidental y oriental.

Foto: Servicios de rescate tras el colapso del puente colgante. (Reuters/Stringer)

"Cuando éramos niños y veníamos aquí nos poníamos el cinturón de seguridad en el coche. A mi padre no le gustaba venir porque decía que había demasiadas reglas. Demasiada Suiza para un indio", recuerda entre risas el arquitecto Pamal Jeet Singh a la entrada del Centro Le Corbusier en Chandigarh.

Son muchos los mitos sobre este lugar por todo el país, algunos falsos. "Allí no hay semáforos. No hacen falta. Todo el mundo respeta las reglas del tráfico", nos habían dicho en Delhi con perplejidad y orgullo. La realidad es que hay semáforos, pero también una pista ciclista, recogida de basura diferenciada, acceso a wifi público y un tráfico donde la gente no toca el claxon compulsivamente como en otros lugares. "Aquí somos educados, no necesitamos tocar el claxon todo el tiempo. Por eso, odio ir a Delhi", nos dice el taxista que nos lleva al centro Le Corbusier.

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Allí espera Pamal, un joven arquitecto de origen Sij que ha estudiado también en Europa. "La semana pasada estuve cuatro horas con dos arquitectos británicos observando el funcionamiento de unas persianas móviles que inventó Le Corbusier para parar el calor y dejar entrar la luz a la vez. Todo era algo innovador y pensado para esta ciudad", explica dentro de un viejo edificio en obras diseñado por el arquitecto europeo. El gigantesco inmueble en su creación era la importante imprenta donde trabajaban miles de personas. Hoy las autoridades lo están reformando para reconvertirlo en museo de aviación.

Efectivamente, se pensó en casi todo. El polémico genio naturalizado francés previó cada detalle de su nueva ciudad, concebida como un cuerpo humano con órganos diversos que cumplían diversas funciones. Cada área separada de la ciudad fue diseñada como zona de trabajo, residencial, zonas comunes… Sin embargo, el genial arquitecto olvidó un detalle esencial para la ciudad, sus futuros habitantes.

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"¿Qué arquitecto no querría realizar el encargo de realizar la ciudad perfecta? Primero, en 1949, el concurso se le adjudica al arquitecto estadounidense Albert Mayer que, junto al polaco Matthew Nowicki, desarrollan un primer plan de desarrollo de Chandigarh. Pero Nowicki muere en un accidente aéreo y las autoridades deciden buscar alguien nuevo de relevancia internacional. Finalmente, se involucra en 1951 Le Corbusier", explica Pamal.

La creación de Chandigarh tiene ya dos contradicciones internas en su inicio. Por un lado, las autoridades indias deciden que la joya de su corona que debía cimentar el orgullo patrio la hagan arquitectos extranjeros y no locales porque a los segundos no los creen capacitados.

Por otro, se elige un lugar de la región del Punjab, donde no hay una ciudad, pero sí habitan desperdigadas miles de personas. La revolución de Gandhi promueve la no violencia, pero en esos terrenos viven unas 9.000 personas que fueron obligadas por la fuerza a dejar sus casas para poder levantar la nueva urbe. Eso en la época se ocultó para no romper la imagen pacifista de la nueva India y recordar las prácticas realizadas por los viejos colonos.

Foto: Vista de la iglesia.

La llegada de Le Corbusier, un hombre con un carácter complejo, supone además un gran cambio en las formas de trabajo. "Mayer dejaba hablar a todos y contaba con la opinión de todos, lo que en la mentalidad india no se consideraba positivo sino una muestra de debilidad. Le Corbusier no para de dar órdenes y decide cada pequeño detalle, hasta el color con que se pintaban los edificios. Se dirige en algunas cartas al propio Nehru dándole órdenes concretas", explica Pamal.

Algunas de esas misivas, junto a muchas fotografías, están expuestas en el centro Le Corbusier de su ciudad. "Yo no vengo a India a ganar dinero. Yo traigo a este país una doctrina de arquitectura, urbanismo, conocimiento y filosofía urbana. En resumen, el fruto de 65 años de experiencia de un viejo", le dijo el suizo al primer ministro indio al aceptar el encargo. Su salario, unas 2.000 libras al año, estaba muy por debajo sé sus tarifas. A cambio, Nehru le da totales poderes para levantar la urbe a su antojo. La revista New Yorker califica entonces el proyecto de "evento global del que se hablará durante siglos".

El arquitecto empieza a pasar hasta su muerte, en 1965, largas temporadas en la nueva ciudad que está inventando. Asume sin reconocerlo buena parte del plan de Mayer/Nowicki, pero él crea una ciudad de cuadrículas, dividida en diferentes sectores, sin circunvalaciones, con zonas verdes y carente de altos edificios. Todo es tan nuevo, que miles de indios acuden durante años a contemplar las obras de la gran ciudad que se está levantando.

"El Capitolio será un espléndido parque, con montañas, árboles, flores y arquitectura. Está dedicada a los peatones: el hombre es su propio amo, de pie, caminando y viviendo sin miedo", dice Le Corbusier. Se crean escuelas, hospitales, juzgados, librerías, imprentas… Para una ciudad que se convierte al inicio en una urbe de funcionarios. "La ciudad se piensa para 150.000 habitantes y en una segunda fase se pone el tope en 500.000", explica Pamal. ¿Cuántas personas viven hoy aquí? “En el área metropolitana, cerca de 1,2 millones". Luego, alrededor viven cientos de miles de personas más.

Lo que se proyecta y se ve en las primeras fotos de la época es una sociedad elegante que usa la bicicleta para moverse, entre construcciones y jardines cuidados, donde hay un orden preciso. "Se llegó a hacer escuelas para educar a ancianos", ejemplifica Pamal sobre aquel esfuerzo de alto desarrollo.

Foto: Un lingote de oro. (EFE/Manuel Bruque)

Sin embargo, toda esa utopía de la urbe perfecta va chocando poco a poco con la realidad de un país y sus costumbres. "Todo está lejos para los habitantes. Ir a la escuela, al hospital, a hacer la compra… India es un país de calor fuerte en verano y no es fácil caminar distancias largas", explica Pamal. La dependencia del transporte es alta, las avenidas se convierten en muros, faltan pequeños comercios, la estructura es poco flexible para el posterior crecimiento…

Empieza a haber, además, en los setenta y ocheenta, una fuerte migración interior. Chandigarh empieza a verse rodeada de pequeñas villas o asentamientos ilegales que rodean la urbe. Los ricos funcionarios que habitan Chandigarh exigen comodidades en sus rutinas más allá de paisajes. Algo de la caótica India va infiltrándose en una ciudad que tiene partes de inservible decorado. "Chandigarh nunca consiguió el cosmopolitismo que ansiaba", ha escrito el catedrático de historia Sunil Khilnani en su libro La idea de India. El reputado historiador sentencia sobre este utópico proyecto: "En lugar de guiar, iluminar y modernizar la sociedad, la ciudad del futuro se ha convertido en una pieza de museo que necesita protección".

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¿Chandigarh es un utópico sueño fracasado? "Sí y no. Es considerada aún la ciudad con mejor calidad de vida del país y mayor renta per cápita. Hay arquitectónicamente elementos reseñables. Mira por ejemplo esos coches que pasan por encima de las personas (señala un corto tramo de calle elevada). Para permitir que esta plaza fuera una zona peatonal, se diseñó que los vehículos pasaran en este tramo sobre la gente. Hay muchos detalles de esa planificación en la ciudad", explica Pamal mientras camina por la almendra central.

Es cierto que hay soportales, un bellísimo gran teatro, bungalows y casas cuidadas, rotondas, avenidas anchas y bien comunicadas, jardines. Pero ese centro es también un cementerio de cemento. Las plantas altas de muchos inmuebles están completamente abandonadas. Ventanas rotas, ladrillo degradado…

Los nuevos centros comerciales de las afueras han hecho que las escasas tiendas poco a poco se arruinaran y fueran cerrando. La zona de los juzgados es un perfecto ejemplo de la dicotomía de Chandigarh. Se diseñó por capas piramidales, con luz, orientación norte sur, grandes columnas. Un inmueble funcional y bello para el futuro. Sin embargo, hoy, abajo, en la misma calle, hay decenas de notarios y abogados que han colocado sus mesitas con sus viejas máquinas de escribir y ofrecen sus servicios a los ciudadanos en la misma acera. La Corte de Justicia que se envidiaría en todo el mundo de la ciudad de Le Corbusier es en realidad hoy un mercado ambulante de notarios y abogados.

Desde el tren se observa una larga retahíla de casuchas donde viven miles de personas en la más absoluta miseria. Habitáculos agolpados unos sobre otros donde clase media es tener un techo de hojalata y clase alta es que no se derrumbe. El convoy se detiene por fin en la estación. "Chandigarh", dice un cartel. ¿Quién diría que este lugar enclavado en el norte de la India es el utópico sueño de crear desde cero la urbe perfecta llevado a cabo por el famoso arquitecto suizo/francés Le Corbusier?

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