Otro cuerpo policial se apunta al cuadriciclo eléctrico Citroën Ami, esta vez en Italia

A finales del pasado mes de mayo, coincidiendo con el vigésimo aniversario del Parque Warner de Madrid, un Citroën Ami se unía a la flota de vehículos del espectáculo 'Loca Academia de Policía', inspirada en la saga de comedias cinematográficas estrenadas entre 1984 y 1994. Un Ami caracterizado como vehículo policial americano hasta el último detalle, desde su carrocería personalizada en colores negro y blanco hasta la enorme sirena tricolor sobre el techo o el lema 'to serve an protect" en ambas puertas.

Pero el uso como patrullero del cuadriciclo eléctrico ligero Ami, fabricado en la planta marroquí de Kenitra como su mellizo Opel Rocks-e, no se reduce al mundo de la ficción, sino que en los últimos meses están siendo varios los cuerpos policiales que están recibiendo este diminuto modelo de 2,41 metros de largo por 1,39 de ancho capaz de recorrer sin emisiones hasta 75 kilómetros con los 5,5 kWh de su bateria de iones de litio, que repone su energía usando enchufes domésticos de 220 V en un proceso que lleva, como máximo, tres horas. Y aunque la velocidad está limitada electrónicamente a 45 km/h, lo que puede extrañar tratándose de un vehículo policial, los escenarios elegidos para su estreno en fuerzas de seguridad parecen cuadrar con sus capacidades.

Es el caso de la isla griega de Chalki, en el Mar Egeo, un territorio de 28 kilómetros cuadrados con una población permanente de 330 habitantes que el pasado mes de noviembre recibió de Citroën seis vehículos sin emisiones destinados a sus autoridades, lo que incluía dos unidades del Ami, una para la policía local y otra para la guardia costera. La iniciativa forma parte de un proyecto pionero destinado a convertir esa isla en un espacio reservado a la movilidad sostenible y sin emisiones, lo que incluye la exclusiva utilización de fuentes renovables para generar la energía, de cara a convertir Chalki en un territorio climáticamente neutro.

La isla de La Maddalena

Y tras el caso griego, la experiencia se repite ahora en la isla italiana de La Maddalena, la más grande, con sus 20 kilómetros cudrados, de las siete islas mayores en el archipiélago del mismo nombre, frente a las costas de Cerdeña y que totaliza 51 kilómetros cuadrados entre sus 62 islas e islotes, deshabitados la mayor parte. De hecho, La Maddalena, con sus 11.500 habitantes, concentra prácticamente toda la población de ese territorio insular, cuya demarcación terrestre y marina está protegida desde 1994 al declararse todo el archipiélago Parque Nacional.

Allí se ha puesto en marcha el proyecto 'Citroën Drive La Maddalena Electric', una iniciativa muy parecida a la de la isla griega de Chalki porque la firma francesa acaba de entregar a las autoridades una flota de nueve vehículos, todos 100% eléctricos. Entre ellos un e-Berlingo, fabricado en la planta de Stellantis en Vigo, que será utilizado por el cuerpo de Protección Civil del municipio, así como un ë-C4, producido en la factoría del grupo en Madrid y destinado al Ayuntamiento de La Maddalena. Completan la flota siete unidades del Citroën Ami, de las cuales tres se pondrán al servicio del consistorio, una será empleada en el puerto militar de la isla, otra será utilizada por la administración del Parque Nacional, otra ha sido entregada a la capitanía del puerto y la séptima se adscribe a la policía local de La Maddalena, que desde ahora podrá patrullar en silencio y sin emisiones por un territorio donde la distancia por carretera entre los puntos más alejados apenas supera los 11 kilómetros.

El proyecto promovido por Citroën incluye la instalación de dos puntos de recarga eléctrica, pero también la aplicación de ventajas comerciales exclusivas para todos los habitantes de la isla interesados en comprar alguno de los vehículos electrificados de su gama.