El Rey visita la fábrica de Stellantis en Vigo para conocer otros seis nuevos eléctricos

El rey Felipe visitó ayer viernes la factoría del grupo Stellantis en Vigo, donde conoció y probó los nuevos vehículos comerciales y polivalentes eléctricos Citroën ë-Berlingo y ë-Berlingo Van, Opel Combo-e Life y Combo-e Cargo y Peugeot e-Partner y e-Rifter, cuyo proceso productivo se inició en verano. Además, el acto coincide con el 25 aniversario de su primera visita a este centro, cuando siendo aún príncipe de Asturias acudió a la planta gallega con motivo del lanzamiento industrial de dos automóviles que acabarían siendo revolucionarios: la primera generación de los Citroën Berlingo y Peugeot Partner.

Desde entonces se han fabricado cuatro millones de unidades de ambos modelos, de los que más de un millón corresponden a las actuales generaciones del denominado K9 (parte de esa producción corresponde a la pequeña planta portuguesa de Mangualde), disponible en tres marcas de Stellantis (Citroën, con Berlingo y Berlingo Van; Opel, con Combo Life y Combo Cargo; y Peugeot, con Rifter y Partner), a lo que hay que sumar también la fabricación del Toyota Proace City, que pertenece al mismo proyecto y sale también de la línea de montaje viguesa, pero por ahora no contará con versión eléctrica.

Y es que lo que ha llevado de nuevo al monarca a la fábrica de Balaídos son los seis nuevos vehículos eléctricos de Citroën, Opel y Peugeot (cada marca ofrecerá una variante polivalente destinada a pasajeros y otra comercial dedicada a carga, y en cada caso, con dos longitudes de carrocería a elegir), de manera que la visita a las instalaciones se centró en las líneas de producción y el taller donde se ensamblan las baterías de estos nuevos vehículos 100% eléctricos. Antes de esto, no obstante, Stellantis ya era el único fabricante que producía un turismo eléctrico en cada una de sus tres instalaciones españolas, pues de la planta madrileña de Villaverde sale el Citroën ë-C4, de la factoría zaragozana de Figueruelas sale el Opel Corsa-e y Vigo ya se encargaba del Peugeot e-2008, tres modelos libres de emisiones a los que se suman ahora los seis nuevos vehículos comerciales y polivalentes eléctricos que el rey conoció ayer de primera mano, tras un pequeño retraso provocado por la niebla en el aeropuerto de la ciudad pontevedresa, lo que obligó a desviar su vuelo a Santiago de Compostela.

La estrategia de electrificación de Stellantis prevé una inversión superior a 30.000 millones de euros hasta 2025, y el grupo automovilístico, fruto de la reciente fusión de PSA y FCA, comercializa actualmente 40 vehículos eléctricos puros e híbridos enchufables entre sus marcas Citroën, DS Automobiles, Fiat, Jeep, Opel y Peugeot, cubriendo la práctica totalidad de los segmentos del mercado como parte de un plan, liderado por el portugués Carlos Tavares, CEO del nuevo grupo, para convertirse en líder del mercado de los vehículos LEV, o de bajas emisiones.

Autonomía de 280 kilómetros

Los seis nuevos modelos polivalentes y comerciales eléctricos que produce ya la fábrica de Vigo ofrecen hasta 18 avanzados sistemas de ayuda a la conducción, y disponen lógicamente de la etiqueta Cero de la DGT, al estar propulsados por una batería de iones de litio refrigerada con agua cuya capacidad de 50 kWh se traduce en una autonomía media WLTP de 280 kilómetros; mientras que su motor eléctrico desarrolla 100 kW (136 CV). Es decir, un esquema mecánico similar al que podemos encontrar en el Citroën ë-C4, el DS3 Crossback E-Tense, los Opel Corsa-e y Mokka-e, o los Peugeot e-208 y e-2008.

Su producción, además, representa un importante salto tecnológico para la factoría de Stellantis en Vigo, pues ha requerido una importante transformación: se han instalado cuatro nuevas gamas y 100 referencias en el taller de embutición, así como una nueva línea de soldadura en el taller de ferraje, con 26 robots; y también se han adaptado las líneas de cataforesis, estanqueidad y aprestos de taller de pintura, además de implantarse diversas modificaciones en las áreas de montaje y logística. Las baterías se ensamblan en un nuevo taller específico de baterías, creado sobre una superficie de 5.600 metros cuadrados y que cuenta con 170 empleados, siendo su potencial de producción de 20 baterías por hora.

Junto al rey, acudieron a la factoría viguesa, entre otros, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo; la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz; el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Ángel Santalices, y el alcalde de Vigo, Abel Caballero; mientras que por parte de Stellantis destacó la presencia de Giorgio Fossati, Stellantis General Counsel; Juan Antonio Muñoz Codina, director para Europa del Clúster Light Commercial Vehicles; Maurizio Zuares, Country Manager Stellantis Iberia, e Ignacio Bueno, director de la fábrica; así como los directores de las marcas Citroën, Opel y Peugeot en España y Portugal, Nuno Marques, Pedro Lazarino y Joao Mendes, respectivamente, que mostraron al monarca en detalle los nuevos vehículos antes de que el rey Felipe se pusiera al volante de uno de ellos, concretamente el Citroën ë-Berlingo, para una breve prueba de conducción por las instalaciones del centro productivo.

En la actualidad, las ventas de Stellantis en el mercado español de LCV (vehículos comerciales ligeros) representan el 46,2% del total nacional, aunque la penetración resulta especialmente alta en el segmento 1B al que pertenecen los modelos de plataforma K9 (Citroën Berlingo y Berlingo Van, Opel Combo Life y Combo Cargo, y Peugeot Rifter y Partner), pues su peso en las matriculaciones totales ronda el 57%, con un 22,8% para Peugeot, un 22,6% para Citroën y un 11,7% para Opel. Además, y según explicaba Alberto de Aza, director de la LCV Business Unit de Stellantis para España y Portugal, se espera una explosión de ventas de vehículos eléctricos en este segmento cuando las ciudades con más de 50.000 habitantes deban crear zonas reservadas a movilidad con bajas emisiones, similares a la existente ya por ejemplo en Madrid (Madrid 360), donde un usuario puede llegar a beneficiarse de ayudas por valor de 9.000 euros sumando el plan Moves III y otras subvenciones, de manera que el precio de los nuevos vehículos eléctricos presentados llegan a estar 2.000 euros por debajo de las versiones diésel comparables con potencia similar.