Ferrari pasará por el aro y tendrá un SUV como Lamborghini, Aston Martin o Bentley

Nunca digas "de esta agua no beberé, ni este cura no es mi padre". Es probable que el refrán español no esté suficientemente extendido o bien traducido por el resto del mundo, porque en las últimas décadas varios fabricantes han tenido que 'comerse' sus palabras tras jurar que nunca harían algo para, finalmente, acabar haciéndolo e, incluso, vivir de ello. Vienen a la memoria episodios famosos, como las sucesivas negaciones del diésel por parte de Porsche, pues la marca germana insistió durante mucho tiempo en que no lanzaría un modelo con motor de gasóleo, pese a que empezaban a proliferar modelos diésel de muy altas prestaciones, e incluso deportivos, hasta que llegó su Cayenne... diésel. Una de las claves, de hecho, para multiplicar en su día las ventas y la facturación de la firma de Zuffenhausen.

Hace una década, por ejemplo, Rolls-Royce explicaba que había encuestado a usuarios de la marca y potenciales clientes sobre la posibilidad de un diésel en la gama británica, y que la reacción a la propuesta había sido tan negativa que desechaban la idea. Preguntados entonces por los SUV, en Rolls-Royce venían a decir que su producción era tan ajustada y exclusiva que no veían necesario entrar en ese segmento. Pero en 2018 nacía el Cullinan, el SUV de Rolls. Carrocería todoterreno de 5,34 metros, más de 2,7 toneladas de peso, motor V12 con 571 CV de potencia, 250 km/h de velocidad punta, consumo medio de 15,6 l/100 km... Y precio a partir de 290.000 euros.

Cuando marcas exclusivas y especializadas en vehículos deportivos como Aston Martin o Lamborghini anunciaron sus proyectos para lanzar, respectivamente, el DBX y el Urus, muchas miradas se volvieron hacia Ferrari, que siempre negó en privado la posibilidad de lanzar un SUV: "Somos una marca de vehículos deportivos y así seguirá siendo", "hay barreras que nunca pasaremos" o "no está en nuestros planes" son frases escuchadas a responsables de la firma italiana en los últimos años, cuando incluso ya nacían algunos rumores sobre hipotéticos Ferrari SUV en pruebas. Era esa época en la que Maserati, entonces 'hermana' a nivel industrial de Ferrari, tenía ya a punto su primer SUV, el Levante, y parecía que el círculo se estrechaba en torno al fabricante del 'cavallino', que seguía negando.

Pero Ferrari, al final, parece que ha tenido que 'beber de esa agua'. Sin duda, en la aprobación de su inminente SUV, que podría llamarse Purosangue y será presentado a finales de año, ha debido influir el éxito comercial y financiero de modelos comparables, como el Lamborghini Urus, que en sus primeros tres años de producción ya se erigió en el Lambo más vendido de la historia. Su llegada también causó cierta desolación entre los puristas, pero la casa de Sant'Agata Bolognese pudo hacer 'de tripas corazón' en su momento y la decisión se convirtió en un verdadero filón, con listas de espera interminables para este SUV de 5,11 metros animado por un motor V8 de 650 CV y que le permite alcanzar los 305 km/h de velocidad, o acelerar de cero a 100 km/h en unos meteóricos 3,6 segundos. Su precio, a partir de 250.000 euros, no parece haber sido obstáculo para que el Urus supusiera en 2021 el 59,7% de los 8.405 coches que Lamborghini fabricó.

Y de los 14.659 Bentley que se vendieron el pasado año en todo el mundo, un 40% correspondieron al Bentayga, otro SUV de lujo que muchos no entendían en el momento de su aparición en 2016, pero que está ayudando a cuadrar las cuentas de la exclusiva firma de lujo, propiedad del grupo Volkswagen al igual que Lamborghini. El Bentley Bentayga mide 5,14 metros de largo, arranca en un precio de 217.000 euros y permite elegir entre diversas mecánicas, incluida una de tipo híbrido enchufable que alcanza 254 km/h y homologa un gasto medio de 3,5 l/100 km, pero también una versión W12 Speed con 635 CV y capaz de 'volar' a 306 km/h.

Terremoto entre los 'tifosi'

Pero una cosa son las cuentas, la facturación o el beneficio operativo y otra muy distinta es 'la magia' o la tradición. Ferrari es una de esas pocas marcas de coches que muchos entienden casi como una religión, y la palabra SUV unida al 'cavallino rampante' ha provocado una inmediata contestación por parte de muchos de los incondicionales de la casa, que ven en la confirmación del próximo Ferrari SUV un auténtico sacrilegio o, peor aún, una traición al espíritu del fundador de la marca, Enzo Ferrari.

Solo 20 horas después de que la cuenta oficial de Ferrari en Instagram confirmara que a finales de año revelarán un coche del que habríamos "oído rumores", más de 410.000 seguidores ya habían dado un 'me gusta', pero también habían sido miles los que expresaban su disgusto con el anuncio, como un "Noooooooo" que recibía en tiempo récord 1.051 'likes' o un más sencillo "No" que apoyaron rápidamente 665 usuarios. Al seguidor de la cuenta de Ferrari que comentó "Ferrari the batman edition" le respaldaron 1.348 usuarios en pocas horas, y también hubo quien se compadeció del fundador de la marca, fallecido el 14 de agosto de 1988 a los 90 años, con un "Povero Enzo" que gustó a 821 usuarios. De hecho, son multitud los que se preguntan qué habría dicho Enzo Ferrari de seguir entre nosotros, e incluso quien recuerda su inquebrantable oposición a la presencia de modelos de cuatro puertas en su marca: "Una quattroporte? Mai". Pero 'mai' significa 'nunca', y ya sabemos lo que dice el refranero español sobre estas cosas.