Mercedes-Benz se pone las pilas: quiere ser cien por cien eléctrica al final de esta década

Cuando hace unos días explicábamos cómo el era el calendario de los principales fabricantes para acabar con los motores de combustión en el seno de la Unión Europea, cuyos gestores han fijado en 2035 la fecha para prohibir la comercialización de cualquier vehículo con motor térmico, ya señalábamos a Mercedes-Benz como una de la marcas cuya reacción parecía inminente, toda vez que la firma de la estrella funcionaba hasta ahora con una agenda donde el final de las mecánicas de gasolina, diésel, híbridas o de gas estaba puesto más allá: año 2039. Curioso cuando, por ejemplo, otra de las marcas de Daimler, Smart, ya se había centrado al cien por cien en los coches eléctricos desde finales de 2019.

Y la reacción de Mercedes-Benz ha llegado, no solo en forma de nueva fecha, sino desgranando también el proyecto que permitirá acelerar los planes unos 9 años, pues el nuevo objetivo en la casa de Stuttgart es que "Mercedes-Benz esté preparada para ser totalmente eléctrica a finales de la década", aunque la frase del comunicado oficial añade un "cuando las condiciones del mercado lo permitan" que parece dar flexibilidad al final real de los motores de combustión en su gama. Pero la aceleración para alcanzar un futuro sin emisiones es evidente, y del 'electric first' que manejaban hace poco (primero lo eléctrico) han pasado al 'only electric' (solamente eléctrico).

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Para conseguirlo, su gama eléctrica seguirá creciendo a todo ritmo, y para 2022 Mercedes-Benz tendrá vehículos cien por cien eléctricos (BEV, de Battery Electric Vehicle) en todos los segmentos donde está representada; mientras que a partir de 2025 todas las plataformas de vehículos de nuevo desarrollo serán exclusivamente eléctricas y los clientes podrán elegir una variante totalmente eléctrica de cada modelo que fabrique la compañía.

En concreto, la marca lanzará en 2025 tres plataformas exclusivamente eléctricas: la MB.EA, que se usará en todos los turismos de tamaño medio y grande, con un sistema modular escalable que será la columna vertebral de la futura gama de vehículos eléctricos; la AMG.EA, plataforma destinada a vehículos eléctricos de altas prestaciones como los que componen la familia Mercedes-AMG; y la VAN.EA, ideada para futuras furgonetas y vehículos comerciales ligeros eléctricos que contribuyan al transporte sin emisiones en las ciudades. "La transición hacia los vehículos eléctricos se está acelerando, especialmente en el segmento de lujo donde compite Mercedes-Benz. El punto de inflexión está cada vez más cerca y estaremos preparados para que los mercados pasen a ser exclusivamente eléctricos a finales de esta década", afirmaba Ola Källenius, consejero delegado de Daimler AG y Mercedes-Benz AG. "Este paso supone una profunda redistribución del capital. Gestionando esta transformación de una forma más rápida y salvaguardando nuestros objetivos de rentabilidad, garantizaremos un éxito duradero de Mercedes-Benz. Gracias a nuestra plantilla altamente cualificada y motivada, estoy convencido de que tendremos éxito en esta emocionante nueva era".

40.000 millones hasta 2030 en I+D

Para facilitar esta transformación, Mercedes-Benz presentará un plan integral que incluye un importante impulso en I+D. En total, las inversiones en vehículos eléctricos ascenderán a más de 40.000 millones de euros entre 2022 y 2030. Y, por ejemplo, instalará con sus socios una capacidad para fabricar celdas de batería superior a los 200 gigavatios, pues la marca alemana tiene previsto instalar en todo el mundo ocho nuevas gigafactorías de baterías en colaboración con sus socios, que se sumarán a la red ya prevista de nueve plantas dedicadas a la construcción de sistemas de baterías. Asimismo, con la próxima generación de baterías, Mercedes-Benz trabajará con socios como SilaNano para aumentar la densidad de energía empleando un compuesto de silicio y carbono en el ánodo, lo que permitirá una autonomía sin precedentes y tiempos de carga aún más cortos. En cuanto a la tecnología de estado sólido, la firma de la estrella solo confirma que está en conversaciones con socios para desarrollar baterías con una densidad energética y una seguridad aún mayores.

En cuanto a los procesos de recarga, que para Mercedes-Benz son clave en el proceso de electrificación de la sociedad, la marca trabaja en sistemas como el 'Plug & Charge', que permitirá a los clientes enchufar, cargar y desenchufar sin necesidad de pasos adicionales para la verificación y el procesamiento de pagos. 'Plug & Charge' se pondrá en marcha con el lanzamiento de la berlina de lujo EQS a finales de este año, y complementará al sistema actual 'Mercedes me Charge', que cuenta con más de 530.000 puntos de recarga de CA y CC en todo el mundo. Además, Mercedes-Benz está trabajando con Shell para ampliar la red de recarga, de modo que los clientes tendrán un mayor acceso a la red Recharge de Shell, que constará en 2025 de más de 30.000 puntos de recarga en Europa, China y Norteamérica, incluyendo más de 10.000 cargadores de alta potencia. Por último, la firma alemana también prevé lanzar varios puntos de recarga premium en nuestro continente, que ofrecerán una experiencia de recarga a medida e instalaciones de primera categoría.

Vision EQXX: eléctrico futurista

Tras reorganizar sus actividades relativas a sistemas de propulsión para integrar su planificación, desarrollo, compras y producción bajo un mismo techo, Mercedes-Benz profundizará en un nivel de integración vertical en la fabricación y el desarrollo, y subcontratará la tecnología de propulsión eléctrica, lo que incluye la reciente adquisición de la empresa británica de motores eléctricos YASA, que dispone de una tecnología innovadora: motores de flujo axial. En este sentido, en 2022 será presentado el Mercedes-Benz Vision EQXX, prototipo experimental que adelanta con su autonomía real superior a 1.000 kilómetros por dónde irán los coches eléctricos y las siguientes plataformas de Mercedes-Benz, siendo el objetivo bajar de los 10 kWh/100 km de consumo eléctrico a velocidades normales de autopista.

Y en lo que se refiere a la producción, Mercedes-Benz está preparando sus instalaciones a nivel mundial para la fabricación de vehículos eléctricos, con un ritmo de crecimiento diseñado para seguir la demanda del mercado. Gracias a las primeras inversiones en fabricación flexible y al avanzado sistema de producción MO360, la marca ya puede hacer vehículos eléctricos en masa, de forma que en 2022 se estarán fabricando ocho vehículos eléctricos de Mercedes-Benz en siete fábricas localizadas en tres continentes. Además, todos los centros de ensamblaje de turismos y baterías de Mercedes-Benz AG pasarán a tener una producción neutra en carbono para 2022. Y se ha proyectado también instalar una nueva fábrica de reciclaje de baterías en Kuppenheim, Alemania, para desarrollar y asegurar a partir de 2023 la capacidad de reciclaje y los conocimientos técnicos de ese proceso.