Es noticia
EEUU innova, China copia y Europa regula: el gran hándicap de la UE
  1. Mercados
  2. The Wall Street Journal
Ahora, la IA

EEUU innova, China copia y Europa regula: el gran hándicap de la UE

Desde las fusiones hasta la inteligencia artificial, la agresiva normativa de la UE perjudica su capacidad para competir con China y Estados Unidos

Foto: Joe Biden y Ursula Von der Leyen durante una reunión en Bruselas en 2022. (Reuters/Evelyn Hockstein)
Joe Biden y Ursula Von der Leyen durante una reunión en Bruselas en 2022. (Reuters/Evelyn Hockstein)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Corren tiempos difíciles para Europa. El continente se salvó por los pelos de la recesión a finales del año pasado, mientras la economía de Estados Unidos se disparaba. Pierde frente a Estados Unidos en inteligencia artificial y frente a China en vehículos eléctricos.

Pero hay un campo en el que la Unión Europea sigue a la cabeza del mundo: en hacer leyes. Tras haber marcado la pauta en la regulación de las fusiones, las emisiones de carbono, la privacidad de los datos y la competencia en el comercio electrónico, la UE pretende ahora hacer lo mismo con la IA. En diciembre presentó un amplio proyecto de ley que prohíbe ciertos tipos de IA, regula estrictamente otros e impone multas enormes a los infractores. Su brazo ejecutivo, la Comisión Europea, podría investigar la alianza de Microsoft con OpenAI como potencialmente anticompetitiva.

Nunca el lema "EEUU innova, China copia, Europa regula" había reflejado tan bien la ventaja comparativa de cada región. Los tecnócratas de Bruselas no son contrarios al libre mercado. Todo lo contrario: siguen creyendo en el libre comercio, a diferencia de Estados Unidos o China. Gran parte de su normativa tiene por objeto proteger a los consumidores y la competencia de gobiernos nacionales entrometidos.

Pero hay un equilibrio entre la protección del consumidor y el ánimo de lucro que impulsa la inversión y la innovación.

Foto: Sede del Banco Central Europeo. (Reuters/Heiko Becker)
TE PUEDE INTERESAR
El motor de crecimiento de Europa está roto
The Wall Street Journal. Tom Fairless

Por ejemplo, para preservar la competencia, los reguladores europeos se han resistido a toda fusión de operadores de telefonía móvil que deje demasiado pocos operadores en el mercado. Como resultado, Europa cuenta ahora con 43 grupos de telecomunicaciones que dirigen 102 operadores de móviles que atienden a una población de 474 millones de habitantes, mientras que Estados Unidos tiene tres grandes redes que atienden a una población de 335 millones, según el consultor de telecomunicaciones John Strand. China e India están aún más concentradas.

En consecuencia, los clientes europeos de telefonía móvil pagan solo un tercio de lo que pagan los estadounidenses. Pero por eso los operadores europeos invierten solo la mitad por cliente y sus redes son proporcionalmente peores, dijo Strand: "Conseguir una señal 5G en Alemania es como encontrar a un partidario de Biden en un mitin de Trump". Según sus cálculos, equiparar las redes europeas a las estadounidenses costaría unos 300.000 millones de dólares.

Esto tiene repercusiones en el sector tecnológico europeo. Las ventas del fabricante sueco de equipos de telecomunicaciones Ericsson en Europa se resienten en parte porque muchas operadoras son demasiado pequeñas y poco rentables para actualizarse a las últimas redes 5G. "Europa ha priorizado los precios bajos a corto plazo para el consumidor a expensas de la infraestructura de calidad", me advertía el director ejecutivo Börje Ekholm en Davos a principios de este mes. "Estoy muy preocupado por Europa. Tenemos que invertir mucho más en infraestructuras, en ser digitales".

Foto: Foto: Reuters/Florence Lo.
TE PUEDE INTERESAR
Si la IA ha copado el debate en Davos, ¿es hora de vender? No tan rápido
The Wall Street Journal. James Mackintosh

Por supuesto, el bajo rendimiento de la economía europea se debe a muchas razones, desde la demografía hasta los costes energéticos, y no solo a la regulación. Y los reguladores estadounidenses no son precisamente indiferentes. Aun así, tienden a actuar cuando hay evidencia de un perjuicio, mientras que en Europa se actúa ante la mera posibilidad. Este principio de precaución puede estrangular la innovación en su cuna.

A partir de 2018, el Reglamento General de Protección de Datos de Europa, o GDPR, impuso requisitos estrictos sobre la recopilación y el uso de datos personales por parte de los sitios web, con multas de hasta el 4% de las ventas globales. Un estudio del economista de la Universidad de Maryland Ginger Jin y dos coautores encontró que esto deprimió la inversión europea de capital de riesgo en relación con Estados Unidos durante los dos años siguientes. Los inversores podrían haber rechazado modelos de negocio que no cumplían con el GDPR o que eran menos valiosos a causa de él, señalaron.

La historia podría estar a punto de repetirse con la IA. Desde 2021, las operaciones de capital riesgo relacionadas con la IA han recaudado 44.000 millones de dólares en Europa, aproximadamente lo mismo que en China, pero solo una cuarta parte que en Estados Unidos, según PitchBook, y la diferencia es cada vez mayor. El año pasado, el sector europeo de la IA advirtió a los legisladores de que su ley sobre IA podría "llevar a empresas muy innovadoras a trasladar sus actividades al extranjero [y] a los inversores a retirar su capital".

Foto: Un hombre usa ChatGPT en su móvil. (Pexels)

El proyecto de ley fue suavizado, y días después la francesa Mistral AI, que aspira a ser rival europea de OpenAI, cerró una ronda de financiación que la valoró en unos 2.000 millones de dólares, según Bloomberg.

La normativa europea tiene un elemento proteccionista, a menudo concebido de forma que se limita a los gigantes tecnológicos estadounidenses, pero no a las nuevas empresas autóctonas. A pesar de ello, las startups europeas rara vez se convierten en gigantes, e incluso las empresas ya establecidas son más pequeñas que sus homólogas estadounidenses.

"No creo que la ausencia de grandes ganadores en las últimas décadas pueda atribuirse a un único factor monocausal", me comentó un fundador de una empresa tecnológica estadounidense nacido en Europa. Pero la cultura reguladora de Europa, incluidas las prosaicas leyes fiscales y laborales, es un factor de peso, añadió. "La simple concesión de opciones sobre acciones, por ejemplo, es bastante difícil en la mayoría de los países europeos. Es muy difícil deshacerse de un empleado cuando resulta que no encaja".

Foto: El comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton. (Reuters/Pool/Olivier Hosley)

En un estudio reciente, el McKinsey Global Institute señalaba que el mercado interior europeo es mayor que el chino y casi tan grande como el estadounidense. Pero cuando comparó empresas con más de 1.000 millones de dólares de ingresos, las estadounidenses gastaron un 80% más en investigación y desarrollo, obtuvieron un 30% más de rendimiento del capital y un crecimiento de los ingresos 1,3 puntos porcentuales más rápido.

A medida que Estados Unidos y China intensifican su competición tecnológica, Europa corre el riesgo de quedarse aún más rezagada. Según McKinsey, China gasta entre el 2% y el 5% de su PIB en política industrial —apoyo a sectores considerados estratégicos—, frente al 1% de Europa. En diciembre, Bruselas aprobó una ayuda de hasta 1.300 millones de dólares en ocho años para I+D relacionada con la computación en nube, pero eso es solo el 4% de lo que invierte la división de nube de Amazon en un año, señaló McKinsey.

Si Europa quiere competir con Estados Unidos y China, tendrá que replantearse su equilibrio entre regulación e innovación. Como observó el ministro alemán de Economía, Robert Habeck, el pasado otoño: "Si Europa tiene las mejores regulaciones, pero no tiene empresas europeas, no habremos ganado mucho".

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal.

Corren tiempos difíciles para Europa. El continente se salvó por los pelos de la recesión a finales del año pasado, mientras la economía de Estados Unidos se disparaba. Pierde frente a Estados Unidos en inteligencia artificial y frente a China en vehículos eléctricos.

Unión Europea Innovación Inteligencia Artificial
El redactor recomienda