Reducir accidentes, conectividad rural o más accesibilidad… El 5G toma forma con usos reales

Si bien la implantación del 5G ha sido un tema recurrente en los medios informativos, el salto cualitativo que esta tecnología puede provocar todavía no es fácil de asimilar. ¿Qué implica navegar más rápido, con menos latencia y conectando más dispositivos? ¿Por qué se habla constantemente de revolución y de la necesidad de una aplicación killer? Más allá de las noticias impactantes de hace algunos años, ¿qué se puede esperar del anunciado despliegue? Para responder a estas preguntas, es necesario conocer los casos de uso que ya están poniendo en práctica los diferentes sectores e industrias españolas. Pese a no ser virales, los programas piloto y las pruebas realizadas por algunas compañías y la Administración pública están arrojando sus primeros resultados.

Precisamente con la intención de entender hasta dónde puede llegar el nuevo internet, El Confidencial organizó el foro El potencial de la conectividad 5G para las empresas. Casos prácticos, de la mano de Abertis, Cellnex, BeDisruptive y BASF. La apertura institucional del evento corrió a cargo de Matías González, secretario general de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales (Seteleco) del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, y contó con la participación de ocho expertos en la materia repartidos en dos paneles. El público pudo seguir el desarrollo de la jornada in situ, además de vía streaming.

En su discurso inicial, el máximo responsable de la Seteleco confirmó que “no se trata únicamente de una transformación tecnológica, sino que también es económica”, ya que “impacta en todos los sectores, sean públicos o privados”. González detalló que “el esfuerzo inversor para desplegar el 5G asciende a 1.400 millones de euros, con la premisa de convertir la teoría en realidad”. Entre los principales objetivos del ministerio se encuentra “reducir la brecha de conectividad entre el entorno rural y urbano, que actualmente es de 32 puntos porcentuales. Queremos evitar que la desigualdad se consolide en el tiempo, como ha ocurrido con otras tecnologías en el pasado. Por esta razón, hemos fijado el año 2030 como límite para alcanzar el 100% de cobertura en todo el territorio nacional”, apuntó.

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Tras la intervención del secretario general, se celebró la primera mesa redonda de la jornada. Moderada por el experto Pepe Cerezo y titulada Infraestructuras conectadas, la gestión avanzada de la movilidad, la tertulia contó con la participación de Xavier Daura, head of Future Road Lab de Abertis; Alejandro Aliaga, executive board member de BeDisruptive, y Enrique Marín, Innovation and Product Strategy 5G de Hispasat.

Xavier Daura expuso que la compañía que representa está trabajando en diferentes proyectos que tienen el 5G como protagonista, “centrados en la gestión avanzada de tráfico para reducir accidentes”. De esta forma, precisó: “Estudiamos casos que tengan un impacto inmediato en el corto plazo. No nos interesa que todo el mundo pueda ver Netflix mientras conduce, sino la seguridad en la carretera y el flujo de vehículos. De hecho, ambos factores tienen un alto impacto en la economía cifrados en millones de euros al año y representan un peso importante en el PIB”. Entre los hándicaps más destacados se encuentran “la necesidad de garantizar la interoperabilidad, así como la continuidad de conexión al cruzar fronteras de la UE”.

"El 5G no nos interesa para que todo el mundo vea Netflix mientras conduce, sino para lograr la seguridad en la carretera", Xavier Daura (Abertis)

Con Daura coincidió su compañero de coloquio Alejandro Aliaga. Para el representante de BeDisruptive, “las redes 5G ayudarán a potenciar la economía y la Industria 4.0, pero no podemos entender esta revolución sin que la ciberseguridad esté presente. Por ello, debemos crear servicios que ayuden a la detección, monitorización y respuesta frente a amenazas emergentes”. El experto hizo hincapié en un razonamiento: “Si tenemos cada vez más dispositivos críticos conectados —especialmente aquellos que antes no tenían conexión o empleaban redes estancas—, el riesgo de recibir un ataque aumenta. De hecho, ya hemos detectado actividad en este sentido en algunos foros de la deep web”, indicó. “En España tenemos una cultura de ciberseguridad de la que podemos sentirnos orgullosos, sin embargo, los potenciales ataques relacionados con la nueva conectividad podrían afectar incluso a los seres humanos”, advirtió.

Por su parte, desde Hispasat se aseguró que “una vez detectadas las brechas de conectividad de la España rural, podremos cubrir los huecos que dejan los operadores convencionales, mediante el 5G y a través de nuestros satélites”. Enrique Marín especificó que “las estimaciones marcan el año 2027 como la fecha en la que tendremos evolucionada nuestra constelación de satélites”. Entre los retos que dificultan el despliegue vía satelital, el experto mencionó, de nuevo, “las fronteras entre Estados de la UE o las infraestructuras cerradas, como túneles. Pero ya trabajamos en coordinar diferentes tecnologías que permitan la continuidad de la conexión”.

El 5G comienza a demostrar su potencial

En el tramo final del encuentro tuvo lugar la mesa redonda Nuevas oportunidades para las empresas y los clientes, en la que participaron David de Celis, head of Private Networks de Cellnex; Juan Alberto Altuna, subdirector de Telecomunicaciones de ADIF; Ignacio Jove, director de Digitalización en España y Portugal de BASF; Alejandro Cañestro, chief IT officer del Real Betis de Balompié, y Sirio Rosado, gerente de Arquitectura de Repsol.

Debido a que varias de las compañías presentes en la jornada están trabajando en el despliegue del 5G de la mano de Cellnex, su representante en el segundo panel de expertos incidió en que “esta tecnología les permitirá innovar en su productos, procesos y servicios, maximizando la productividad y la competitividad”. David de Celis enfatizó que “los programas piloto sirven para eso precisamente, no es una moda. Tratamos de solventar problemas y hacer mejoras para todas las industrias”. Y remarcó cuatro acciones significativas que, según sus palabras, “pueden impulsar a las empresas, tales como la identificación de casos de uso, la colaboración en el ecosistema, la inversión en infraestructuras y/o capacitación y la necesidad de seguir innovando”.

"El principal hándicap es que todavía no existen demasiados dispositivos en el mercado que puedan aprovechar esta tecnología", I. Jove (BASF)

Juan Alberto Altuna quiso evidenciar el potencial del 5G citando algunos ejemplos reales de programas piloto y casos de uso: “En ADIF, ya hemos probado drones guiados en remoto, a cientos de kilómetros de distancia, que han servido para controlar la vegetación existente en los entornos de las vías del tren, aunque también estamos testando el reconocimiento facial y la realidad aumentada en diferentes puntos de las estaciones para controlar accesos, guiar a los viajeros o estudiar sus comportamientos”. En logística, la entidad pública trabaja “en la automatización de procesos en las terminales o la sensorización de las infraestructuras”, tal y como adelantó el subdirector de Telecomunicaciones. Altuna remarcó que, “dado que estamos presentes en toda la geografía española, potenciar la conectividad en nuestros trenes es una de nuestras prioridades”.

Del mismo modo, Alejandro Cañestro relató algunas experiencias puestas en marcha en el estadio del Betis de la mano del 5G: “Además de dar cobertura de alta velocidad a todos los asistentes al Benito Villamarín, incluso durante los picos de tráfico detectados en los descansos de los partidos, queremos potenciar la experiencia del fan con la posibilidad de ver repeticiones de jugadas y goles o la posibilidad de elegir la cámara. Todo, gracias a la reducción de la latencia”, explicó. Cañestro describió pruebas realizadas con personas con discapacidad que han asistido a los encuentros del equipo verdiblanco y que, “gracias a esta nueva tecnología, han podido disfrutar del partido sin depender de una ubicación concreta. Al contrario, han podido situarse en cualquier asiento y mejorar así su accesibilidad. Para nosotros, ha sido muy satisfactorio”.

Los ejemplos de casos de uso más industriales llegaron con la intervención de Ignacio Jove, quien narró cómo en las factorías y almacenes de BASF “ya se está pudiendo gestionar el tráfico de forma automática, resolver incidencias, detectar eventos o realizar guías de expertos en remoto”. Asimismo, “estamos utilizando robots cuadrúpedos inteligentes que realizan rondas o leen manómetros, entre otras funciones.” Pese a todo, admite que “muchos de nuestros procesos son tradicionales y, por lo tanto, tienen una difícil digitalización. No obstante, el principal hándicap es que todavía no existen demasiados dispositivos en el mercado que puedan aprovechar esta tecnología. Los fabricantes aún quieren maximizar los beneficios de la generación anterior”, opinó Jove. Su recomendación a otras firmas que quieran subirse al carro del 5G es “creérselo” y así podrán “salvar todas las barreras que tiene por delante la implantación”.

Por último, también desde el sector energético pusieron encima de la mesa sus ejemplos prácticos. Así, Sirio Rosado afirmó que “en Repsol hemos logrado convertir la digitalización en una palanca estratégica, que nos permite afrontar el resto de la transición energética, y hacerlo con eficiencia y con rentabilidad, para así poder avanzar hacia los objetivos de descarbonización y conseguir las cero emisiones netas de carbono en el año 2050". El gerente de Arquitectura de la firma multienergética propuso para concluir “la necesidad de fomentar los ecosistemas de colaboración entre los fabricantes, las empresas e, incluso, otros sectores”. Eso sí, para lograrlo reivindicó “el apoyo de la Administración” y recordó que “igualmente el papel de la regulación será determinante en el despliegue”.