Por qué nadie quiere ser contable

La carrera de contabilidad, antaño una plataforma de lanzamiento hacia la clase media alta para cientos de miles de estadounidenses, ya no es rentable.

En los últimos años han subido los sueldos de los jóvenes en finanzas, marketing, logística y consultoría. Incluso los nuevos profesores han experimentado un ligero repunte. Al mismo tiempo, el salario medio ajustado a la inflación de los contables se ha estancado, según un análisis del Wall Street Journal, realizado a partir de los datos recopilados por la Oficina del Censo.

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Esta disparidad salarial es una de las principales razones por las que cada vez menos personas eligen carreras de contabilidad, lo que amenaza con agravar la ya notable escasez de estos expertos. Algunos de los programas universitarios de contabilidad más grandes de EEUU, como Florida Atlantic University y la Universidad de Maryland, han visto disminuir sus inscripciones o el número de especializaciones de grado en porcentajes de dos dígitos en los últimos años. Eso ha provocado una carga de trabajo aún mayor para los contadores existentes, y más de 300.000 han dejado la profesión entre 2019 y 2022, según la Oficina de Estadísticas Laborales.

Simplemente, a los trabajadores jóvenes no les salen las cuentas. Uno de ellos es Tomer Downing, de 24 años, que eligió una especialización en finanzas en lugar de contabilidad en la Universidad de Houston. No le cuadraban ni el sueldo ni el tiempo necesario para cursar el quinto año de universidad, que ahora es un requisito para obtener la licencia de contable público (CPA, por sus siglas en inglés).

"Todos mis motivos para ir a la universidad eran conseguir un trabajo", explica Downing, que vive en Houston y trabaja como analista en el sector energético. "Aprender está muy bien, pero yo estaba allí para ganar un sueldo".

Motivados por el sueldo

Durante décadas, Ernst & Young, KPMG y otras empresas de contabilidad reclutaron anualmente a miles de licenciados con la promesa de un sueldo sólido y seguridad laboral. Muchos de los contratados, como Paul Knopp, director general de KPMG, eran estudiantes universitarios de primera generación que acudían a las universidades públicas.

La profesión era "un camino seguro para que una persona sin dinero saliera de la universidad y tuviera una carrera de éxito", dice Knopp, que se incorporó a KPMG a principios de los 80 como auditor asociado en San Antonio.

Sin embargo, Knopp estuvo recientemente en la Universidad de Howard, en Washington D. C., para tratar de convencer a los estudiantes de que estudiaran contabilidad. Compartió su propia historia y respondió a las preguntas de estudiantes y profesores. Después almorzó con un grupo más reducido, tratando de saber qué podía hacer la profesión para captar su interés.

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"También quiero entender qué es lo que estáis adquiriendo, en vuestra experiencia universitaria, que os resulta realmente interesante, que queráis aplicar en KPMG", dijo. Esta empresa aumentó los salarios iniciales para los graduados en contabilidad y en el verano de 2023 acogió a su mayor clase de prácticas de la historia. La compañía ha dicho que, si fuera necesario, haría todavía más para competir por los candidatos.

La contabilidad ha sido una especialidad de particular popularidad entre los estudiantes de bajos ingresos a lo largo de los años, según ejecutivos e investigadores de la industria.

"Estos estudiantes que carecen de capital social se verían perjudicados en otra carrera", afirma Paul Madsen, profesor de contabilidad de la Universidad de Florida, cuyas investigaciones han revelado que los estudiantes de esta disciplina están más motivados por la remuneración que otros estudiantes.

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Sin embargo, "ahora estamos perdiendo la ventaja de contratación que teníamos con los estudiantes más pobres", afirmó. El análisis del Wall Street Journal de los datos federales de ingresos muestra que, ajustados a la inflación, los salarios de los estudiantes de contabilidad de 20 años se mantuvieron en unos 56.000 dólares desde la crisis financiera de 2008.

Algunos atribuyen el estancamiento salarial simplemente a la oferta y la demanda: en el pasado, cuando las empresas tenían muchos estudiantes para contratar, no se veían presionadas para aumentar los ingresos de los principiantes. Además, algunos despachos de contabilidad más pequeños han dicho que están preocupados por su propia rentabilidad y son reacios a subir las tarifas de los clientes.

Según una encuesta realizada esta primavera a casi 500 jóvenes por el Center for Audit Quality, un grupo del sector, el principal motivo por el que los estudiantes que se habían planteado la posibilidad de entrar en este campo decidieron no hacerlo fue que los sueldos iniciales eran más altos que los de otras carreras.

"Estamos perdiendo la ventaja de contratación que teníamos con los estudiantes más pobres"

Brittany Casey, de 23 años, es la antigua presidenta de la sociedad de estudiantes de contabilidad de la Universidad de Houston, e incluso ella no está segura de que vaya a obtener la licencia de CPA. Aunque la credencial es una puerta de acceso a trabajos mejor pagados en contabilidad y finanzas, pagar el año adicional de créditos universitarios para obtener un CPA es prohibitivo, explica. De momento, una vez que se gradúe en diciembre, tiene previsto trabajar directamente en la división de asesoramiento de riesgos de Weaver, una empresa de contabilidad con sede en Texas.

Weaver, que le ofreció el trabajo después de que ella hiciera prácticas allí el año pasado, ha vuelto a llamar a Casey para aumentar preventivamente su salario inicial para el trabajo de asesoramiento de riesgos en alrededor de un 8%, hasta ahora 70.000 dólares al año. Un responsable de selección de personal de la empresa afirmó que ha aumentado tres veces el salario inicial de los licenciados en atención al cliente —12.000 dólares en total— desde enero de 2022 para competir mejor por los jóvenes contratados. En comparación, Weaver había aumentado su salario inicial en un total de 8.000 dólares en los 12 años transcurridos entre 2009 y 2021.

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"Todos estamos sintiendo la necesidad que tienen las empresas de estudiantes en este momento", explica Casey, refiriéndose a sus compañeros de contabilidad.

La mayoría de las divisiones de Weaver en Texas pagan ahora a los recién graduados, incluidos los contables, 70.000 dólares, dijo la empresa. En el área de Houston, las vacantes para puestos de contable de primer año en otras empresas incluyen sueldos que oscilan entre 45.000 y 65.000 dólares, según los anuncios en línea.

La rutina de la contabilidad pública

La actual escasez de contables supone un cambio radical con respecto a hace 15 años. El atractivo de esta profesión creció tras la crisis financiera de 2008, debido a su estabilidad. El departamento de contabilidad de la Universidad de Maryland concedió casi 100 licenciaturas más en 2012 que en 2008. Las carreras de contabilidad en la Universidad de Oregón aumentaron alrededor de un 30% en ese periodo.

Los profesores llegaron a desviar a otras carreras a algunos de los estudiantes que querían estudiar contabilidad, advirtiéndoles de que las clases serían muy rigurosas. Posteriormente, muchos estudiantes acudieron en masa a marketing y gestión de la cadena de suministro, explica Prabhudev Konana, decano de la escuela de negocios de la Universidad de Maryland, donde el número de especializados en contabilidad ha caído alrededor de un 30% desde 2018.

Konana ahora está tratando de integrar en el plan de estudios temas de moda como el blockchain o las criptodivisas, para volver a aumentar el atractivo de la contabilidad. "En lugar de empezar a enseñar sobre débitos y créditos en la primera clase, haz que se entusiasmen", afirma.

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Muchos recién graduados sostienen que, independientemente del campo, el salario en la contabilidad pública no es suficiente para compensar el trabajo y el tiempo que dedican. Michael Berthold comenzó en la división de impuestos de una gran firma después de graduarse en 2018, ganando alrededor de 55.000 dólares al año. Su trabajo en los estados financieros de los clientes corporativos a menudo implicaba jornadas de 13 horas preparando documentación fiscal y convirtiendo datos, lo que le dejaba poco tiempo para la banda de indie-pop con la que tocaba.

La contabilidad pública era prácticamente "una sentencia de muerte" para sus sueños, según Berthold. Al final lo dejó para dedicarse a la música. Para ganar dinero, se unió a una empresa llamada Bean, que contrata servicios de contabilidad a empresas que necesitan más personal especializado. Ahora, este joven de 28 años y que vive en Los Ángeles trabaja con horario flexible y calcula que su sueldo por hora se ha duplicado.

La peor crisis

En la Florida Atlantic University (FAU), el número de matriculados en grado y máster en el programa de contabilidad se ha reducido casi a la mitad desde los cerca de 1.500 alumnos de 2017, según George Young, que dirige la escuela de contabilidad en esa institución. Muchos estudiantes, en cambio, se están decantando por el marketing y los sistemas de gestión de la información, una especialidad empresarial centrada en la tecnología, cuenta Young. "Es la peor crisis de matriculación en contabilidad que he visto en 30 años", afirma.

En última instancia, los sueldos de los contables tendrán que subir para atraer a más estudiantes a este campo, dijo Young. Una revisión reciente de las ofertas de empleo de Revelio Labs, un proveedor de datos sobre el lugar de trabajo, muestra que los sueldos de los contables principiantes han empezado a aumentar.

Los sueldos de los contables tendrán que subir para atraer a más estudiantes a este campo

Mientras tanto, los profesores de la FAU están tratando de hacer más llamativas las descripciones de los cursos. Por ejemplo, uno sobre sistemas de información contable pregunta: "¿Están seguros tus datos personales?". También están introduciendo a los estudiantes en este campo en una etapa más temprana de sus carreras académicas.

Uno de los exalumnos más destacados, Seth Siegel, consejero delegado de Grant Thornton, una de las mayores empresas de contabilidad del país, con sede en Chicago, afirma que el descenso del número de matriculaciones en las universidades obliga a la compañía a contratar personal en un abanico más amplio de carreras, como economía y ciencias de la información.

Siegel dijo que ha alentado a la FAU y a sus propios empleados a contar a los estudiantes experiencias contables del mundo real, como trabajar en fusiones y adquisiciones, para mostrarles mejor lo que podría implicar una carrera en esa especialidad.

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"Cuando la gente oye contabilidad, automáticamente piensa en oficinas mal ventiladas y viseras verdes", se lamenta Siegel, que forma parte del consejo asesor de contabilidad de la Florida Atlantic University. "Tienes que cambiar tu definición de lo que quieres decir cuando dices 'contable'", sentencia.

Grant Thornton aumentó el salario de entrada en 2021, aunque Siegel matizó que esa subida no compensa necesariamente el salario perdido por tomar un quinto año de universidad para obtener una licencia de CPA. La empresa está estudiando becas y programas que combinen trabajo y estudios para aliviar esa carga financiera, añadió.

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Con el tiempo, es probable que las empresas de contabilidad y sus clientes tengan que confiar más en la inteligencia artificial, con "menos profesionales humanos". Estos tendrán que recibir formación sobre cómo aprovechar la tecnología, dijo Thornton, lo que cambiará de nuevo el aspecto de la profesión. "Tenemos que aceptar una realidad potencial en la que haya menos gente que haga cola para entrar. Pero los que lo hagan, tendrán un conjunto muy diverso de habilidades".

-Con la contribución de Mark Maurer.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal