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La inflación europea se estanca por encima del 5% y presiona al BCE para subir los tipos
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La inflación deja de frenar

La inflación europea se estanca por encima del 5% y presiona al BCE para subir los tipos

La escalada de los alimentos sigue cerca del 10%, los servicios siguen subiendo al ritmo más alto de la historia y la energía ha vuelto a repuntar

Foto: La presidenta del BCE, Christine Lagarde. (Efe)
La presidenta del BCE, Christine Lagarde. (Efe)

La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, hizo una rotunda declaración de intenciones en la reunión anual de Jackson Hole: “Debemos mantener y mantendremos la inflación en el 2% a medio plazo”. Lo dijo sabiendo que en los siete primeros meses del año había conseguido moderar la escalada de los precios desde el 9,2% hasta el 5,3% en julio. Sin embargo, el mes de agosto rompe esa tendencia. Según el dato adelantado, publicado este jueves por Eurostat, el IPCA de la eurozona volvió a subir un 5,3%. De esta forma se consolida muy por encima del objetivo del BCE, que es del 2%.

Aunque esto no suponga una aceleración de los precios, el dato ha sorprendido a los expertos, ya que el consenso esperaba que la inflación siguiese su tendencia de moderación, aunque sólo fuese por el efecto base. En agosto de 2022 el IPC subió un 0,6% respecto a julio, el mayor repunte en un mes de agosto de toda la serie histórica. Ese dato dejaba vía libre para que la inflación interanual registrase una nueva desaceleración en este mes de agosto, salvo que ocurriese lo impensable. Pero finalmente ocurrió: los precios subieron tanto que igualaron el peor agosto de la serie.

En concreto, la inflación mensual de agosto fue del 0,6%, lo que hizo que la tasa interanual del IPC se congelara en el 5,3%. El consenso de mercado de Bloomberg apuntaba a una moderación hasta el 5,1%.

Este dato también desbarata los cálculos que había hecho el Banco Central Europeo. En su último informe de previsiones, de junio, apuntaba que “se espera que continúe la rápida caída de la inflación en 2023 impulsada por el efecto base, los menores precios de la energía y el alivio en las cadenas de suministro”. En ese momento la inflación estaba en el 5,5%, tres meses después está estancada en el 5,3%.

Foto: Un hombre en un supermercado. (EFE/Andy Rain)

La esperanza de que los precios de la energía ayudarían a moderar la inflación también se ha desvanecido en agosto. El repunte de los precios del petróleo, impulsado por el cártel de la OPEP+, ha encarecido los combustibles en todo el continente. El resultado es que los precios de la energía subieron en agosto un 3,2% respecto al mes de julio. Si bien su precio sigue siendo inferior al de hace un año, la caída ahora es del 3,3% y no del 6,1% como era en julio.

Este cambio en la tendencia de los precios energéticos es clave para el BCE. La experiencia de la actual crisis inflacionista muestra que los repuntes de los costes energéticos tardan unas semanas en alterar los precios del resto de sectores, pero que su traslación termina siendo total. Si se mantiene esta tendencia, el encarecimiento del transporte acabará llegando a los consumidores finales en los próximos meses.

Otro dato importante para el BCE es que la inflación de los servicios se ha estancado cerca de los máximos históricos. El precio de los servicios está subiendo un 5,5% en tasa interanual, apenas una décima menos que en julio cuando se marcó el récord. Este sector es muy importante, porque no está tan afectado por los costes energéticos y su evolución está más vinculada a la capacidad de las empresas para seguir subiendo sus tarifas sin perder clientes. La demanda interna mantuvo un elevado dinamismo en agosto, con el consumo concentrado en el turismo. Las familias están resignadas a pagar precios más altos, y esto supone un incentivo para las empresas a seguir subiendo sus tarifas. El resultado es ese 5,5% de escalada del precio de los servicios.

La mayor moderación de la inflación se produjo en la alimentación, pero aún así la subida de los precios sigue siendo muy intensa. En concreto, la escalada pasó del 10,8% de julio al 9,8% en agosto. Una moderación de un punto completo que se produce básicamente por el efecto base (en agosto de 2022 los alimentos subieron nada menos que un 1,1%).

La conclusión de este informe de precios es que la inercia inflacionista todavía tiene mucha fuerza en Europa. Los alimentos siguen registrando una subida próxima al 10%, los servicios están en máximos anuales y la energía, que estaba cayendo rápidamente, ha empezado a repuntar. Un escenario ante el que el BCE difícilmente se puede mantener impasible.

Si se observan los datos por países, Alemania es uno de los más golpeados por la inflación y en el que se aprecian las señales más claras de retroalimentación en la escalada de precios. Sus precios subieron en agosto un 6,4%. Si bien este dato es una décima mejor que en julio, sigue siendo un punto superior al conjunto de la eurozona. Esta rápida subida de los precios coincide con una situación de pleno empleo en el mercado laboral, lo que está generando una rápida escalada de los precios, que suben ya a un ritmo superior al 6,6%.

Foto: Imagen de un billete de 20 euros. (iStock)

Francia también ha registrado un mal dato, ya que la inflación en el país subió en algo más de medio punto, pasando del 5,1 al 5,7%. En Portugal también aceleró la subida de precios, pasando del 4,3 al 5,3%. Italia, por su parte, registró un descenso de la inflación del 6,3 al 5,5%.

España se mantiene como el país europeo con menor inflación, en el 2,4% (dato armonizado para que sea comparable con el resto de Europa). Es cierto que los precios aceleraron en tres décimas, hasta el 2,4%, pero sigue siendo menos de la mitad que en la eurozona. Sólo Bélgica iguala a España en la menor inflación comunitaria, lo que significa que el país sigue ganando competitividad respecto a sus rivales comunitarios. Pero esto no frenará al BCE de seguir luchando contra la inflación, sobre todo si los países perdedores son Alemania y Francia.

La entidad realiza su próxima reunión de política monetaria el día 14 de septiembre. Además de la decisión de tipos de interés, tendrá que actualizar su cuadro de previsiones económicas. Si en ese momento tiene que corregir al alza sus previsiones de inflación, sentirá una gran presión para volver a subir los tipos de interés.

La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, hizo una rotunda declaración de intenciones en la reunión anual de Jackson Hole: “Debemos mantener y mantendremos la inflación en el 2% a medio plazo”. Lo dijo sabiendo que en los siete primeros meses del año había conseguido moderar la escalada de los precios desde el 9,2% hasta el 5,3% en julio. Sin embargo, el mes de agosto rompe esa tendencia. Según el dato adelantado, publicado este jueves por Eurostat, el IPCA de la eurozona volvió a subir un 5,3%. De esta forma se consolida muy por encima del objetivo del BCE, que es del 2%.

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