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Draghi vs. Lagarde: del "lo que haga falta" al "no estoy aquí para borrar primas de riesgo"
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SANGRÍA EN LOS MERCADOS TRAS LA REUNIÓN

Draghi vs. Lagarde: del "lo que haga falta" al "no estoy aquí para borrar primas de riesgo"

La presidenta del BCE ha rechazado seguir la estela de Mario Draghi, pasando de “lo que haga falta” a “no estoy aquí para reducir primas”. Pide una acción fiscal coordinada

Foto: Mario Draghi y Christine Lagarde, en un acto en Fráncfort. (Reuters)
Mario Draghi y Christine Lagarde, en un acto en Fráncfort. (Reuters)

Mario Draghi no volverá, y eso lo tienen que asumir los inversores. Esta semana lo han comprobado con sangre, porque los que siguen en el mercado agrandan sus números rojos y los que se han ido han deshecho posiciones con pérdidas. Christine Lagarde rechazó tener otro momento histórico ante una crisis sin precedentes —en 2012 fue la del euro, y ahora por un virus— y pasó la responsabilidad a los gobiernos. El Banco Central Europeo (BCE) ha buscado incentivar el crédito de la banca, pero desde el sector advierten de que son medidas estériles.

Era la primera cita relevante de verdad para Lagarde, con la economía paralizada por el Covid-19, declarado pandemia esta semana por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Porque el BCE esperó a su reunión ordinaria frente a la Reserva Federal (Fed), que se reunió de urgencia el 3 de marzo y bajó los tipos 50 puntos básicos por primera vez desde 2008. Mientras que el Banco de Inglaterra también recortó el ‘precio del dinero’ en dos escalones esta semana.

Foto: Christine Lagarde explicando las medidas en rueda de prensa. (Efe)

El resultado ha sido una decepción, con un desplome de los mercados. El Ibex 35 sufrió la mayor caída de la historia (-14%). “No tengo el derecho de la historia a ser la 'whatever it takes' número dos. Me gustaría que uniéramos fuerzas y que las autoridades fiscales entiendan que solo superaremos esto si trabajamos juntos”, dijo Lagarde.

La ex directora general del FMI llegó a asegurar “no estar aquí para reducir primas de riesgo [‘spreads’], aunque tuvo que matizarlo tras la rueda de prensa en una entrevista con CNBC: “Estoy totalmente comprometida a evitar cualquier fragmentación en un momento difícil para la zona euro. Las primas altas debido al coronavirus perjudican la transmisión de la política monetaria”.

placeholder Imagen de la rueda de prensa del BCE. (Reuters)
Imagen de la rueda de prensa del BCE. (Reuters)

El BCE presentó una batería de medidas anticrisis enfocadas a inundar el mercado de dinero e incentivar que fluya el crédito. En resumen, el programa de compras se eleva con 120.000 millones extra a gastar este año, con especial hincapié en la deuda corporativa. “Resulta complicado determinar la rapidez con que los efectos de las compras de activos se materializarán en la financiación de las empresas en un mercado crediticio que apenas está operativo”, avisa Oliver Blackbourn, gestor de Janus Henderson.

La cantidad comprometida por el BCE quedó exigua comparativamente con la inyección anunciada por la Fed de 1,5 billones (millones de millones) de dólares en repos —productos financieros para obtener liquidez— a tres meses. Las bolsas aceleraron las caídas tras escuchar a Lagarde y, en Wall Street, los índices frenaron el camino de ir al mayor desplome desde el ‘crash’ de 1987 solo temporalmente, pero no evitaron acabar con fuertes descensos.

Foto: Prima de riesgo

Para la banca, el banco central suaviza los requisitos de liquidez y solvencia y anuncia un nuevo programa de operaciones de refinanciación (LTRO III) con un tipo del -0,75% o inferior. Los tipos de interés se quedan como están, en el 0% los de referencia y en el -0,5% los de facilidad de depósito.

La decepción fue múltiple. La preocupación de la banca está en un incremento de morosidad y la obligación de construir provisiones en el esquema regulatorio actual, que no se ha tocado. La banca española ya ha puesto en marcha líneas de crédito preconcedido para pymes por más de 100.000 millones de euros.

La banca podrá pedir financiación LTRO por estos préstamos si incurre en problemas, pero no se librará de provisionarlos. “No hay problema de liquidez. La economía se está paralizando y muchas empresas necesitarán crédito que no van a recibir. Lo que se necesitan son avales y moratoria de provisiones”, aseguran en el departamento de relaciones con los inversores de un banco. La banca, con desplomes de hasta el 20%, se llevó la peor parte de la sangría bursátil.

Foto: Andrea ENria, presidente del MUS. (Reuters)

Las entidades financieras miran a Reino Unido para seguir el ejemplo del Ministerio de Finanzas, que aprobó un esquema de garantía de préstamos de hasta el 80% de las pérdidas de los créditos de los bancos a empresas. “Si no se dan avales a los bancos para financiar las empresas en problemas y se liberan las provisiones, habrá quiebras en sectores viables”, agregan desde el mismo banco.

Por su parte, el mercado valoraba la posibilidad de un recorte adicional de 10 puntos básicos en la facilidad de depósito, algo que no ha ocurrido. Lagarde quiso dejar la puerta abierta a futuros recortes, asegurando que no se ha alcanzado el nivel a partir del cual un abaratamiento del dinero sería contraproducente (‘reversal rate’), a pesar de que nadie sabe dónde está.

“Mantener los tipos refleja implícitamente que el consejo reconoce la efectividad limitada de los recortes de tipos sobre los niveles actuales”, opina Andrew Bosomworth, gestor de Pimco. Desde Bankia Research, apuntan a que hay dos decepciones: una, “por no haber incluido en su programa de compra de activos renta fija con ‘rating’ inferior a grado de inversión [‘high yield’]; la otra, es la sensación que ha trasladado, pese a su voluntad, de que realmente la crisis actual le ha sobrevenido con pocas herramientas para actuar, lo que encaja con su insistente mensaje de que es necesaria una respuesta coordinada desde la política fiscal”.

placeholder Desplome histórico del Ibex. (EFE)
Desplome histórico del Ibex. (EFE)

En ello insistió Lagarde una y otra vez. Porque la ejecutiva francesa metió miedo con el deterioro de las proyecciones económicas, pero aseguró también que será un ajuste “severo” pero “temporal” si se toman “las medidas adecuadas”. "Es una crisis diferente a la de 2008 (...). La respuesta debe ser fiscal", agregó. Para ahondar en la idea, aplaudió las medidas sanitarias, pero recordó que las medidas anunciadas hasta el momento por los ejecutivos europeos suman 27.000 millones de euros, apenas un 0,25% del PIB de la eurozona. A esta cantidad habría que sumar un paquete de 18.000 millones anunciado por Pedro Sánchez. Aunque el margen tampoco es excesivo para los gobiernos, con la deuda pública en el 86% del PIB de la eurozona y ratios del 96% en España, del 100% en Francia, del 120% en Portugal, del 137% en Italia o del 178% en Grecia.

El mensaje de pedir estímulos fiscales que se unan a los monetarios no es nuevo. Draghi lo tuvo en sus discursos desde que se inició el ciclo de crecimiento que ahora el coronavirus pone en jaque y, pese a ello, no conseguía impulsar las expectativas de inflación al objetivo del 2%. También es cierto que el italiano tenía margen de maniobra y, al no normalizar tipos o retirar estímulos pese al crecimiento económico y leve incremento de la inflación subyacente por encima del 1% en 2016 y 2017, dejó sin munición al banco central. O, al menos, sin armas ya usadas.

Foto: Christine Lagarde, presidenta del BCE. (Reuters)

También es cierto que Draghi supo usar el lenguaje, normalmente, como un arma monetaria, y actuó en numerosas ocasiones sin esperar a los ejecutivos, que nunca llegaron a unirse al esfuerzo del BCE. Algo que acuñó como ‘efecto Maradona’ el exgobernador del Banco de Inglaterra Mervyn King. Mientras que Lagarde solo ha conseguido meter presión a los ejecutivos, lo que será clave para afrontar la crisis.

“En ocasiones anteriores, los gobiernos de la zona del euro han hecho caso omiso de los llamamientos del BCE a emprender reformas estructurales, pero tal vez se darán por aludidos en esta ocasión e implementarán los estímulos presupuestarios solicitados”, opina Blackbourn. No obstante, “existen pocos indicios de que se haya adoptado un enfoque coordinado entre el BCE y los principales gobiernos de la zona del euro”. Aunque quizás esta vez sea diferente y sí se produzca el enfoque coordinado que pide Lagarde.

Mario Draghi no volverá, y eso lo tienen que asumir los inversores. Esta semana lo han comprobado con sangre, porque los que siguen en el mercado agrandan sus números rojos y los que se han ido han deshecho posiciones con pérdidas. Christine Lagarde rechazó tener otro momento histórico ante una crisis sin precedentes —en 2012 fue la del euro, y ahora por un virus— y pasó la responsabilidad a los gobiernos. El Banco Central Europeo (BCE) ha buscado incentivar el crédito de la banca, pero desde el sector advierten de que son medidas estériles.

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