Beatriz Saura: "Hay candidaturas presidencialistas que no piensan en trabajar"
La letrada señala como una virtud el contar con un equipo sin experiencia institucional, pues los cargos que salen de la junta del ICAM "no han hecho nada, solo se han dedicado a pasar el tiempo"
Un Colegio de Abogados del siglo XXI. Esta es una de las grandes metas que se ha fijado la abogada Beatriz Saura en caso de convertirse en la próxima decana del ICAM si gana las elecciones del próximo día 20. La letrada, especializada en Derecho Penal, asegura que el organismo está anclado en el pasado y lamenta que no se haya aprovechado la pandemia para dar un paso adelante. "Todas las empresas se han tecnologizado y, sin embargo, el Colegio sigue igual", critica. Saura señala como responsables a la Junta de Gobierno y sus miembros, a los que acusa de haber abandonado a la profesión. Es por eso que su equipo está conformado por profesionales sin ninguna experiencia dentro de instituciones de la abogacía. "No creo que haber pasado por el ICAM aporte ninguna ventaja de cara a las elecciones. Esa experiencia del resto no sirve de nada, porque no ha sido de utilidad. Lo único que han hecho es pasar tiempo dentro de la Junta", asevera.
PREGUNTA. Estamos en la recta final de la campaña. ¿Qué sensación tiene de sus opciones y cómo está viendo el proceso?, ¿se está poniendo el foco en los temas que considera relevantes?
RESPUESTA. Yo tengo muy buena sensación. Creo que estamos llegando a que los compañeros y compañeras que conozcan nuestro mensaje y en ese sentido soy optimista. Ahora lo importante es que se vaya a votar el día 20, porque es una fecha complicada. A final de mes, justo antes de las vacaciones, suele haber muchas notificaciones y mucho trabajo porque urge dejar todo cerrado, entonces son fechas complicadas. Pero la hora del cambio está aquí, por una la hora que te reserves ese día en la agenda vamos a poder tener cinco años en los que el Colegio sirva de verdad para algo, y no para que siga habiendo una desafección absoluta.
P. Usted que ha participado ya en debates con algunos de ellos, que ha leído sus propuestas, ¿qué opina que las candidaturas que salgan de su junta se presenten como el cambio?
R. Me parece incoherente. Si has estado durante cinco años en la Junta y lo único que has estado es calentar un sillón, no puedes venir ahora a decir que vas a cambiar. Me sorprende mucho que se pretenda hacer creer que se va a hacer ahora lo que no se ha hecho durante cinco años. El voto electrónico, por ejemplo. Hemos pasado por una pandemia, todas las empresas se han tecnologizado y, sin embargo, seguimos igual.
P. Sus oponentes utilizan como argumento el hecho de que ningún miembro de su candidatura, incluida usted, no tiene experiencia en las instituciones. ¿Considera que es una carencia o una ventaja?
R. Pues no veo que sea una desventaja, porque algunos de los que sí tienen experiencia están proponiendo como novedades cosas que ya existen. Luego están los que se ponen de perfil y dicen que no tienen nada que ver con la Junta, que no tienen ninguna responsabilidad. Entonces, ¿de qué nos sirve que hayas estado cinco años calentando una silla? Has tenido una oportunidad de oro, una oportunidad que la mayoría de los compañeros y compañeras no tienen nunca, y la has desaprovechado. Cuando yo pedí a las personas que forman parte de mi equipo que se incorporasen, busqué profesionales de excelencia, de trayectoria reconocida y que conocieran los distintos ámbitos del Derecho que gestiona el Colegio. No creo que tenga ninguna ventaja que permanezca los que han llevado el Colegio a lo que es ahora. Esa experiencia que tiene el resto no sirve de nada, porque no ha sido de utilidad para los demás. Lo único que se ha hecho es pasar tiempo dentro de la Junta, y eso no es experiencia.
La experiencia que tiene el resto dentro del ICAM no sirve de nada, porque no ha sido de utilidad para los demás
P. ¿Cómo valoran la gestión de José María Alonso al frente del ICAM?
R. Creo que la gestión ha sido de la Junta, no puedo diferenciar entre lo que ha hecho él y lo que ha hecho su Junta de Gobierno. Sobre la gestión conjunta, creo que ha sido negativa porque nos ha llevado a donde estamos, y eso inhabilita a los que se han presentado a seguir representándonos. Dudo que encuentres a alguien que te diga que el Colegio ha mejorado en estos últimos cinco años. Ni siquiera los candidatos que salen del órgano de Gobierno, que no han sido capaces de trabajar juntos y por eso se han roto en mil pedazos. Se han creado candidaturas presidencialistas que no están pensadas para ponerse a trabajar.
P. Ha habido alguna protesta sobre el uso del cargo institucional o la confusión con el logo e imágenes del Colegio para hacer campaña. ¿Ha apreciado usted alguna cuestión mejorable en este sentido?, ¿es el proceso electoral todo lo limpio que debería?
R. Pues no me parece que esté bien hacer determinadas cosas, como utilizar colores que se puedan confundir o usar logos corporativos. Creo que tienes que vender el mensaje de lo que vas a hacer y transmitirlo, que llegué a la gente sin necesidad de llevar a confusión. También creo que es bastante cuestionable el hecho de que haya personas que se presenten a las elecciones y sigan formando parte de la Junta de Gobierno. Si su papel fuera indispensable, no pasaría nada, pero creo que el Colegio puede seguir perfectamente sin estas personas, para así evitar la confusión y la mala imagen que se da.
P. Usted ha insistido en varias ocasiones en la necesidad de mejorar la participación. También la llevaba Alonso en su programa en las últimas elecciones, pero nada ha cambiado en estos últimos cinco años. ¿Cree que hay interés real en introducir mecanismos que favorezcan que los colegiados acudan a votar?
R. No, creo que no ha habido ni el más mínimo interés. No hay más que mirar la web, la fachada del Colegio de la Abogacía, solo hay publicidad del 425 aniversario. Yo pondría imágenes diciendo que estamos en elecciones, animando a votar y habría modificado los estatutos para que no existiera solo un Colegio electoral. Los compañeros de otros partidos judiciales tienen que ser prácticamente superhéroes para poder ir a votar a Madrid. Me parece que hay un absoluto desinterés por parte del Colegio y de la Junta de Gobierno hacia los que no son sus allegados. Y el Colegio es de todos, o debería. De las mujeres, de los que ejercemos más allá de la calle Serrano… En Málaga han puesto el voto electrónico y han participado más del 50% de los colegiados. ¿Por qué no queremos escuchar a nuestros compañeros y compañeras? Yo en mi candidatura hago una propuesta de Colegio del siglo XXI y no del siglo XIX, como tenemos ahora.
P. Precisamente uno de los pilares de su programa es la digitalización del Colegio y la profesión. Sin embargo, el sector legal es bastante reacio al uso de herramientas tecnológicas. ¿Cómo piensa impulsar esta modernización del colectivo?
R. Creo que el problema de las resistencias es porque muchas veces se hacen programas tecnológicos muy complicados que tienen fallos. Nosotros tenemos Lexnet, que es un programa que da muchos problemas, entonces entiendo que haya compañeros reacios. ¿Cómo vas a sentirte cómodo con un sistema al que no puedes acceder o que te da problemas? Nosotros queremos hacer canales de comunicación tecnologizados para que todos los compañeros y compañeras. Un sistema que sea accesible y sencillo. Que te ayude, no que te ponga impedimentos. Pensado para la abogacía. En mi candidatura está Ofelia Tejerina, que es la presidenta de Asociación de Internautas y sabe mucho de este tema. No hace falta cosas muy complejas, lo que necesitamos son cosas sencillas, seguras y que funcionen bien.
El problema de las resistencias de los abogados a la tecnología es porque se hacen programas muy complicados con fallos
P. Usted ha sido muy crítica con la foto del 425 aniversario del ICAM y, en concreto, con la falta de mujeres en evento. ¿Qué le parecen las críticas de la presidenta de la Comisión de Igualdad? ¿Cree que el Colegio ha hecho lo suficiente en los últimos años por avanzar en esta materia?
R. Creo que las fotos del 425 son un bochorno para toda la abogacía. Son la normalización de la desigualdad. Yo he peleado mucho esto para que se supiera, porque al final estas fotos o polémicas pasan desapercibidas por el desapego que hay hacia el Colegio. Y esto pasó por decisión de la Junta de Gobierno, en la que en ese momento estaban tres candidatos. Y estos candidatos que luego se sacaron la foto con el rey, vieron el programa, vieron las mesas y lo aceptaron. No pueden decir que no se habían enterado, no me creo que no tengan ojos para distinguir entre señores y señoras. A mí me parece una vergüenza. Y no puede ser que, después de hacer eso, no solo sigan en la Junta de gobierno, sino que se presenten al puesto de decano.
P. Presume de que su proyecto electoral está formado por más mujeres que hombres. Sin embargo, en unas declaraciones que hizo en septiembre, matizó que eso no quiere decir que sea una candidatura feminista. ¿A qué se refiere?
R. El problema es que hay personas que la palabra feminista la interpretan incorrectamente y entienden que significa que las mujeres manden sobre los hombres. Yo la palabra feminista la entiendo como igualdad.
P. Es la definición de la RAE, de hecho.
R. Sí, pero últimamente se ha tergiversado y hay una mayor confrontación. Y yo quiero ser clara para que se entienda mi mensaje. Yo suelo trabajar con más mujeres, no sé si por ser mujer o por circunstancias de la vida. Pero tengo abierto el foco y veo el valor en las personas con independencia de que sean mujeres u hombres. He sido presidenta de la sección de compliance muchos años y, en la mesa, aparte de mí, siempre ha habido más mujeres. Va en mi ADN. Y creo que la abogacía es así. Lo difícil es lo que han hecho estos, que es no ver el valor que tienen las mujeres. No puedo entender que se hiciera una mesa de penalistas y fueran todo señores.
P. ¿Qué puede hacer el ICAM en materia del turno de oficio? Muchas veces se apela a medidas que no dependen exclusivamente del Colegio.
R. El ICAM, ahora mismo, no puede hacer nada porque no tenemos voz en ningún sitio. Hemos conseguido que nuestro representante, más allá de hacerse la foto, no tenga otra forma de comunicar nuestras preocupaciones. ¿Cómo se pueden lograr cosas? Teniendo una abogacía fuerte. Somos 77.000 abogados y abogadas. Si nosotros mismos nos creemos que tenemos algo que decir y lo decimos con fuerza, al final se nos escuchará. El turno de oficio no tiene que recaer sobre las personas que lo ejercen como si fuera una especie de pro bono, porque el turno lo presta la abogacía, pero la administración debe hacerse cargo con unos honorarios dignos. El Colegio tiene que defender a todos sus colegiados, porque al final los derechos de la abogacía son los derechos de los ciudadanos, porque nosotros nos dedicamos a defender a los ciudadanos. Pero se ha perdido ese lazo entre la ciudadanía y el derecho de defensa porque nos hemos quedado mirándonos el ombligo. Bueno, más bien el Colegio y sus representantes.
P. Hablemos sobre conciliación. Desde el colectivo hay muchas quejas sobre la negativa de algunos juzgados de suspender vistas por motivos médicos o similares, a pesar de que la ley reconoce este derecho a los letrados. ¿Cómo puede el Colegio proteger a los abogados teniendo en cuenta que no puede intervenir en las decisiones de los jueces?
R. Volvemos a lo mismo. Un Colegio fuerte puede intervenir. A mí me llama una compañera contándome que no le suspenden un juicio estando enferma, inmediatamente me pongo en contacto con el Consejo, con el juez decano o con quien haga falta y actúo. Y si hay que presentar quejas o ir a juicio, se hace. Pero el Colegio ni ha estado ni se le ha esperado en estas cosas. Los profesionales de la abogacía estamos solos y eso no puede ser. El Colegio tiene fuerza suficiente para intervenir inmediatamente y lanzar el mensaje de que estas decisiones no se toleran, que desencadenan quejas hacia el juez. Yo soy partidaria de tener un diálogo fluido con el resto de operadores jurídicos en plano de igualdad, porque creo que, tanto jueces como fiscales y abogados, somos pilares del sistema judicial.
P. Su programa incluye la creación de un Observatorio de la Juventud. ¿Qué función tendría este organismo y en qué se diferenciaría de la labor que hacen las asociaciones de jóvenes como AJA?
R. El problema de AJA es que representa solo a los compañeros que están dados de alta en AJA, pero no representa a toda la abogacía joven. Nosotros queremos crear un observatorio que recoja también las inquietudes de los que no están dados de alta, pero que les interesa canalizar su voz a través de un grupo de compañeros y compañeras que están ahí. Para que propongan actividades, reformas legislativas… es un observatorio para reunirse periódicamente, hacer informes, que revisen lo que se hace y hagan propuestas. Prefiero que la juventud esté representada por un grupo de personas con diferentes perspectivas antes que tener solo la voz del presidente de la asociación de abogados jóvenes, que está muy bien y contamos con su colaboración.
¿Falsos autónomos? Investigaremos y sancionaremos a quien cometa una irregularidad
P. Precisamente, uno de los grandes problemas de la los jóvenes es la precariedad del mercado. De hecho, la mitad ejerce como falso autónomo. ¿Puede involucrarse el Colegio en esta cuestión desde el punto de vista deontológico? A veces se ha alegado que es materia de la jurisdicción social.
R. Creo que al final todo va a lo mismo. Si un abogado pide ayuda al Colegio, este se la tiene que dar, en cualquier tipo de ámbito. Nosotros queremos defender a los colegiados de este tipo de comportamientos irregulares, así que cuando nos llegue la queja, abriremos un expediente e investigaremos. Si el afectado trae una sentencia, estará mucho más claro, pero si no, tendremos que investigar si de verdad está contratado como falso autónomo. Y si vemos que hay motivo, estableceremos una sanción deontológica a ese despacho conforme al Estatuto, que también lo queremos cambiar. Incluso si es muy grave, el Colegio se podría personar en el procedimiento para apoyar al compañero. Investigaremos y sancionaremos a quien cometa una irregularidad. Pero lo que no podemos es sustituir al sistema judicial laboral.
P. ¿Cómo valora la reciente decisión del CGAE de aumentar la cuota que deben abonar anualmente los letrados? ¿Qué le pareció que José María Alonso no se opusiera a la subida?
R. A nosotros no se nos informó en ningún momento de nada pese a que somos candidatos, todo esto lo hemos sabido por la prensa. Y si llegamos a decanos vamos a tener un gasto que no sabemos ni en qué condiciones ni en qué plazo ni en qué cantidad se va a llevar a cabo, y es un despropósito. Pese a todo, el decano dijo que sí, que le parecía muy bien. A mí me parece que debería haber dicho que no. Lo que queremos hacer es asumir desde el ICAM esas cuotas para que no tengamos que subir nada a los abogados, porque nuestra propuesta es bajar las cuotas.
P. Y, ¿cómo prevé compensar esa bajada de ingresos? ¿Qué fuentes de financiación alternativas valora?
R. Patrocinios y una gestión más eficiente del ICAM. Creo que hay que revisar las cuentas del Colegio para ver qué gastos se pueden reducir o reestructurar. Luego queremos patrocinios para las formaciones, que creo que puede funcionar muy bien y así bajar las partidas que van destinadas a este campo.
P. Hablas de reestructurar gastos. ¿Cree que hay costes innecesarios o superfluos en el Colegio?
R. Es que hay partidas de 'otros gastos' que a lo mejor son 300.000 euros. Eso habría que mirarlo. Habrá que analizar las cuentas, gastos e ingresos, y ver qué cosas no son indispensables. Desplazamientos a lo mejor… no tengo el detalle, no he visto las facturas. Pero en ese tipo de partidas podremos reducir.
P. Esto está muy ligado con la transparencia, una cuestión sobre la que se ha hablado mucho últimamente. ¿Considera que el ICAM es un órgano transparente? ¿Qué cambios debe implementar para mejorar?
R. Hoy en día, la forma de realizar la transparencia es a través de las páginas web. Nuestra página no traslada lo que está pasando, no es una web en la que consigas fácilmente información ni sabes a quién dirigirte. Falta ser capaces de explicar realmente qué hace el Colegio, para qué sirve y cuáles son los compromisos que se tienen. Falta mucha comunicación para que la sociedad nos conozca. Para mí, la transparencia está en identificar a los responsables de cada ámbito, y eso es lo que vamos a hacer.
Hay que revisar las cuentas del Colegio para ver qué gastos se pueden reducir o reestructurar
P. Para terminar, Beatriz, quién tenga dudas de a quién votar o quien tenga dudas de si ir a votar el día 20, dinos: ¿por qué debe elegir su candidatura?
R. Yo les pediría que elijan mi candidatura si están desilusionados con el Colegio y si creen que el Colegio merece la pena y que todos juntos podemos poner en valor nuestra profesión, que es la mejor del mundo, y trabajar de una forma clara, transparente, próxima, responsable y participativa. Si quieren un Colegio del siglo XXI, donde sabes quién forma parte y qué hace, nos tienen que votar, para evitar seguir en el Colegio del siglo XIX. Somos personas serias, con una trayectoria profesional reconocible, y no tenemos ataduras, no tenemos esas manías de ‘esto siempre se ha hecho así’. Es el momento de hacer las cosas de otra manera y formar un Colegio que acoja a todos por igual.
Un Colegio de Abogados del siglo XXI. Esta es una de las grandes metas que se ha fijado la abogada Beatriz Saura en caso de convertirse en la próxima decana del ICAM si gana las elecciones del próximo día 20. La letrada, especializada en Derecho Penal, asegura que el organismo está anclado en el pasado y lamenta que no se haya aprovechado la pandemia para dar un paso adelante. "Todas las empresas se han tecnologizado y, sin embargo, el Colegio sigue igual", critica. Saura señala como responsables a la Junta de Gobierno y sus miembros, a los que acusa de haber abandonado a la profesión. Es por eso que su equipo está conformado por profesionales sin ninguna experiencia dentro de instituciones de la abogacía. "No creo que haber pasado por el ICAM aporte ninguna ventaja de cara a las elecciones. Esa experiencia del resto no sirve de nada, porque no ha sido de utilidad. Lo único que han hecho es pasar tiempo dentro de la Junta", asevera.
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