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De Remedios (White & Case): "¿Más fichajes? Sin duda, seguimos atentos a nuevas oportunidades"
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Entrevista en El Confidencial

De Remedios (White & Case): "¿Más fichajes? Sin duda, seguimos atentos a nuevas oportunidades"

White & Case es el bufete del momento. Su socio director revela que las contrataciones de Francisco Málaga, de Linklaters, y Javier Monzón y Álvaro Manzanos, de Freshfields, obedecen a un cambio de estrategia de la firma en España

Foto: Juan Manuel de Remedios, socio director de White & Case. (Alejandro Martínez Vélez)
Juan Manuel de Remedios, socio director de White & Case. (Alejandro Martínez Vélez)
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White & Case es uno de los protagonistas del momento en el sector legal en España. Muchas miradas se han posado sobre el bufete norteamericano después de que, en apenas tres semanas, haya cerrado varias contrataciones de peso que anticipan un cambio de rumbo de la organización en nuestro país. Del perfil discreto del que ha hecho gala desde 2013, cuando desembarcó en Madrid, muy centrado en el ámbito transaccional transnacional y en el arbitraje internacional, el despacho aspira ahora a ser una firma 'full service', capaz de ofrecer un asesoramiento completo en cualquier operación. Un cambio de rumbo, como confirma su socio director, Juan Manuel de Remedios, en entrevista con El Confidencial, que les conduce a seguir muy atentos a las oportunidades que ofrezca el mercado.

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De este modo, los fichajes de Francisco Málaga, socio de Procesal de Linklaters, y Javier Monzón y Álvaro Manzanos, socio y asociado sénior de M&A de Freshfields (cuya contratación avanzó este diario), no serán los últimos. Un proceso de expansión —en los planes del despacho está duplicar su número de abogados, de los 25 actuales al medio centenar— que tendrá su guinda en el cambio de oficina que protagonizará a finales del presente ejercicio —dejan la Castellana para mudarse al nuevo edificio estrella de Velázquez—. Como subraya De Remedios, el cambio de estrategia coincide con un momento dulce de la firma a nivel global y en vísperas de la celebración de su décimo aniversario en España.

PREGUNTA. Las últimas semanas están siendo muy intensas para White & Case en España. Hemos conocido las incorporaciones de Málaga, Monzón y Manzanos. ¿Queda algún movimiento relevante por anunciarse?

RESPUESTA. Vamos a seguir atentos a las oportunidades que pueda ofrecernos el mercado. De eso no hay ninguna duda.

P. La incorporación de tres socios permite intuir cierto cambio en la estrategia de White & Case en nuestro país. ¿Es así?, ¿qué planes tiene el despacho en vísperas de su décimo aniversario en España?

R. Hasta ahora, nuestro foco ha estado en atender las necesidades de nuestros clientes españoles e internacionales, fundamentalmente, en el ámbito de las transacciones y en materia de arbitraje internacional. Queremos ampliar la gama de servicios que ofrecemos a nuestros clientes porque así nos lo demandan, lo cual nos lleva a estar atentos para poder incorporar nuevos perfiles que nos ayuden a cubrir áreas que, hasta ahora, no habíamos logrado ofrecer. Nuestro objetivo es seguir siendo un despacho de referencia en el asesoramiento de operaciones complejas y, en muchos casos, con componente internacional. Pero, al mismo tiempo, queremos poder asesorar en la totalidad de la operación, también en todas las áreas de apoyo y de soporte necesarias para llevarla a cabo. Eso nos obliga a contar, más allá de los departamentos con los que ya contamos, con equipos de regulatorio, de competencia, de fiscal y de procesal.

Foto: Javier Monzón y Álvaro Manzanos, nuevos socios de White & Case.

P. ¿Qué tamaño y perfil tendrá el despacho tras este proceso?

R. No trabajamos con un objetivo de tamaño. Nuestra meta es, estrictamente, la de estar atentos a la posibilidad de incorporar buenos profesionales que estén interesados o se sientan atraídos por nuestro proyecto, pero no tenemos un objetivo numérico como tal.

P. Los fichajes, provenientes de firmas del poderoso 'Magic Circle' inglés como son Linklaters o Freshfields, son también un mensaje de fuerza al mercado...

R. Nosotros no pretendemos enviar ningún mensaje a nadie. No buscábamos socios provenientes de ningún despacho específico o por ser de firmas inglesas. Queremos profesionales de primera línea y que, como señalaba, se sientan atraídos por nuestro proyecto. El hecho de que vengan de bufetes del 'Magic Circle' es anecdótico.

"No pretendemos enviar ningún mensaje. Buscamos abogados de primer nivel, el hecho de que provengan del 'Magic Circle' es anecdótico"

P. En todo caso, que sean socios de firmas internacionales hará que sea más sencillo que encajen en una firma global como White & Case, ¿no?

R. Pero existen también grandes despachos españoles con una dimensión internacional y con unos profesionales extremadamente válidos que encajarían perfectamente en nuestro modelo. Las incorporaciones que hemos realizado hasta ahora responden al perfil personal de los candidatos, no a su despacho de origen.

P. ¿Cuál es la razón del cambio de sede?

R. El cambio de oficina viene motivado fundamentalmente porque llega a su fin el contrato que teníamos firmado con el propietario actual y, por otro lado, por una necesidad asociada al crecimiento que estamos teniendo, lo que nos lleva a buscar un espacio de más metros cuadrados. Es estrictamente una cuestión de espacio y de oportunidad.

placeholder Fotografía: Alejandro Martínez Vélez.
Fotografía: Alejandro Martínez Vélez.

P. ¿En qué momento adoptaron la decisión de variar su rumbo en España, con equipos más fuertes y cubriendo más áreas del derecho?

R. El crecimiento de White & Case en todo el mundo en los últimos ocho años ha sido prácticamente exponencial, tanto en número de abogados como en relación con las cifras de negocio del despacho. En los últimos cinco años, hemos tenido un crecimiento de facturación del 76%, y del 30% en el de profesionales. Hace varios ejercicios, impulsados por esa misma fuerza, llegamos a la conclusión de que era el momento propicio para invertir en España y llevar a cabo un plan de crecimiento, coincidiendo con nuestro décimo aniversario en el país. Hemos sido muy prudentes y hemos buscado con mucho detenimiento quiénes eran las personas adecuadas.

Foto: Inmueble en la calle Velázquez 86 de Madrid. (Google)

P. En todo caso, sí tendrán alguna estimación de cuánto pueden llegar a crecer de acuerdo con dicho plan.

R. Podríamos experimentar un crecimiento próximo a duplicar el tamaño de la oficina actual. En el mejor de los escenarios, este objetivo estaría cerca de cumplirse a comienzos de 2023.

P. ¿La decisión de crecer fue adoptada en España o por la firma a nivel global?, ¿qué la motivó?

R. Como no podía ser de otra manera, la decisión de crecer ha sido liderada por el equipo de Madrid con el visto bueno o el beneplácito del Comité Ejecutivo global de la firma. ¿La motivación? Diría que responde a varias razones. Por un lado, el crecimiento global del despacho, al que ya nos hemos referido. Por otra parte, la importancia que han adquirido en estos nueve años los clientes de España y sus operaciones, en las que hemos tenido la fortuna de trabajar. Y, finalmente, porque la apuesta por el mercado español sigue siendo muy importante y hay una gran confianza en las transacciones que pueden seguirse realizando aquí, fundamentalmente en infraestructuras, en materia de transición energética y en el ámbito inmobiliario. Queremos tener una mayor presencia en esas operaciones de la que hemos tenido hasta la fecha.

"Nuestra estrategia y la de Latham es diferente; ellos se concentran en plazas financieras, nosotros somos un verdadero despacho global"

P. El pasado ejercicio, Latham & Watkins protagonizó alguno de los movimientos con más repercusión en el sector y todo el mundo percibió en ellos un claro mensaje de que el despacho quería despegar. ¿Existe algún paralelismo entre la evolución de Latham y la de White & Case?

R. Desconozco las razones de fondo que impulsan la estrategia de otros despachos. Más allá de ser norteamericanos, creo que la estrategia de Latham & Watkins y White & Case es bastante diferente. Hasta donde yo sé, ellos se concentran en una serie de plazas que coinciden con grandes mercados financieros, mientras que nosotros tenemos presencia en 30 países con un total de 45 oficinas. En nuestro caso, somos un verdadero despacho global y, precisamente, el hecho de trabajar con clientes globales es lo que nos lleva a plantearnos crecer en el mercado español para atender sus peticiones. En 2021, trabajamos con clientes de 115 países y trabajamos en asuntos localizados en 196 jurisdicciones. Como puede imaginar, las peticiones de los clientes de todas estas jurisdicciones que nos llegan a la oficina de Madrid son muy variadas y nuestro deseo es poder atenderlas todas. De ahí la voluntad de contar con un conjunto más amplio de áreas de práctica.

P. Suele decirse que España no es un mercado interesante para las firmas norteamericanas porque no permite satisfacer sus exigencias de rentabilidad, de ahí que no hayan venido otros despachos estadounidenses. ¿Cuál es su opinión al respecto?, ¿desmiente esta idea su intención de crecer?

R. Es cierto que esa es una idea que circula en el mercado, pero parte del error de generalizar y evaluar los despachos americanos de la misma manera, cuando somos muy diversos. Como acabo de señalar, por ejemplo, el modelo de Latham y el de White & Case no coinciden exactamente. Estoy seguro de que habrá despachos norteamericanos para los cuales su entrada en el mercado español será muy atractiva y muy interesante, máxime por la conexión entre España y Latinoamérica, siendo esta última una región hacia la que las firmas de Estados Unidos se enfocan habitualmente. Al igual que afirmo que no todos los despachos tienen interés por desembarcar aquí, también tengo claro que habrá un número importante de firmas que estén considerando su llegada al mercado español.

Foto: Ignacio Gómez-Sancha, socio director de Latham & Watkins en Madrid, durante su entrevista con El Confidencial. (Jesús Hellín)

P. En el mundo jurídico anglosajón también se analiza la batalla que libran los despachos norteamericanos y los ingleses. Mientras que los segundos no lo están teniendo fácil para hacerse un hueco en Estados Unidos, los primeros ganan posiciones en Londres, sumando a sus filas a algunos de los mejores socios del 'Magic Circle' y otros grandes bufetes. ¿Cómo ve esta disputa?

R. Hay diversas consideraciones que hacer respecto de esa cuestión. Por un lado, el mercado norteamericano representa un 60% de los ingresos mundiales, por lo que tener una presencia destacada en él te da una fortaleza muy considerable para poder abordar cualquier proyecto en otra jurisdicción. En segundo lugar, más que una disputa entre despachos americanos e ingleses, creo que lo que hay es una divergencia entre modelos. Mi impresión es que un sistema de mayor flexibilidad en la retribución, como el que impera en el mercado estadounidense, ha dado cierta ventaja a sus firmas a la hora de poder atraer abogados exitosos que ven que en las firmas inglesas no reciben una retribución a la altura de su capacidad de generación. Sin embargo, muchos de estos bufetes ya están reaccionando y están considerando o aprobando modificaciones en su estructura de compensación. En la medida en que lleven a cabo esos cambios, la ventaja competitiva de los despachos americanos creo que irá desapareciendo.

placeholder Fotografía: Alejandro Martínez Vélez.
Fotografía: Alejandro Martínez Vélez.

P. El sistema de compensación, no obstante, también es reflejo de una cultura. ¿Qué elementos componen la cultura de White & Case?

R. Nuestra cultura viene definida por la importancia que otorgamos a valores como la unidad, el carácter humano que debe presidir nuestras relaciones y la capacidad de emprendimiento de nuestros abogados. Esos elementos están muy arraigados en nuestra organización y están presentes desde que en 1902 se fundó la firma, y son una parte esencial para entender el crecimiento que se ha producido en los últimos años y la capacidad que hemos tenido para atraer a abogados exitosos de otros despachos. Además, distinguiría entre despachos internacionales y despachos globales, que son los que saben respetar las distintas sensibilidades y particularidades de los mercados, y las integran con éxito. Nosotros tenemos oficinas en cinco continentes y en jurisdicciones donde muchos de nuestros competidores no tienen presencia, y estamos muy orgullosos de tener esa implantación global.

P. ¿Cómo fue el ejercicio 2021 para White & Case y cómo está siendo este convulso 2022?

R. En 2021 cerramos un año extraordinario, muy por encima de lo que podíamos prever a principios de año, habida cuenta de la cantidad de incertidumbres que existían. Acabamos el ejercicio con un crecimiento del 15% en la oficina de Madrid y de un 20% en el conjunto de la firma, lo cual nos ha llevado a unos niveles de facturación por encima de los planes de crecimiento que nos habíamos marcado. Hay, además, otra particularidad. Ese 20% global no se originó solo en Estados Unidos, sino que se repartió de forma prácticamente homogénea entre Estados Unidos, EMEA y Asia. Ese equilibrio es muy sano para la organización.

Foto: Foto: Getty/Hollie Adams.

En relación a 2022, quizás es todavía un poco pronto para hacer una valoración. Afortunadamente, en Madrid vemos que la actividad se mantiene con la misma fortaleza que en el ejercicio pasado. Lo que no podemos prever es qué sucederá en el segundo semestre como consecuencia de la tasa de inflación, las reacciones de los bancos centrales, el impacto de la guerra en Ucrania... Todavía no tenemos visibilidad para saber cómo serán los segundos seis meses del año, pero la primera mitad la vamos a cerrar de acuerdo con las mismas expectativas que teníamos.

P. White & Case fue uno de los despachos que anunciaron en marzo el cierre de su oficina en Moscú, justo después de comunicar que revisaría los encargos de clientes rusos y bielorrusos. ¿Han sido decisiones difíciles de tomar?

R. Ha sido un proceso muy difícil, sí. Estoy seguro de que somos uno de los despachos con un mayor volumen de operaciones con entidades gubernamentales rusas, fundamentalmente en el área de los arbitrajes internacionales. Pero, como comentaba anteriormente, la cultura de la firma está muy presente en la toma de decisiones y en nuestro día a día, y uno de los pilares de la misma son los principios de humanidad y de una actuación unitaria. De ahí que adoptáramos la determinación de cerrar nuestra sede en Moscú y dejar de trabajar para entidades gubernamentales rusas, y, simultáneamente, buscar fórmulas para acomodar a nuestros compañeros rusos en otros despachos.

placeholder Fotografía: Alejandro Martínez Vélez.
Fotografía: Alejandro Martínez Vélez.

P. ¿Ha ralentizado, suspendido o cancelado la guerra en Ucrania alguna gran operación o se han acostumbrado las grandes corporaciones a convivir en un entorno de incertidumbre?

R. Hasta donde yo sé, no ha habido ninguna operación en la que estuviésemos trabajando, o que se encontrara a punto de ser lanzada, que se haya visto afectada por el conflicto. Puede ser que alguna se haya ralentizado unas semanas, pero no conozco ninguna que se haya paralizado.

P. Otro desafío para el sector legal, no solo en España sino en todo el mundo, es la captación y retención del talento. ¿Sienten que hoy es más difícil encontrar buenos abogados que hace unos años?

R. En White & Case no tenemos esa sensación. En el mercado hay buenísimos abogados, diría incluso que cada vez más, porque los candidatos están cada vez más preparados y cuentan con más experiencias. De hecho, lo que nos resulta más difícil es decidir a quién incorporamos, porque la competencia es tremenda. En relación a la rotación, lo cierto es que en la firma no hemos tenido ningún cambio respecto de las cifras de rotación tan bajas como las que teníamos antes de la pandemia.

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P. Los despachos norteamericanos son conocidos por sus elevadas retribuciones. ¿Es ese un factor que permite compensar otros factores de los que se habla ahora mucho, como la conciliación, el teletrabajo o la flexibilidad?

R. La retribución es un factor importante, pero no es el elemento clave para entender por qué los abogados quieren trabajar aquí. El principal elemento de retención es el tipo de asuntos que hacemos aquí y la relación que establecemos con los profesionales. Lo que les atrae es estar en un ambiente en el que trabajan habitualmente con cuatro, ocho o 10 jurisdicciones distintas; casi todos los años mantienen encuentros con compañeros de otras oficinas; algunos incluso hacen 'secondments' en otras sedes o recibimos abogados de otras jurisdicciones aquí en Madrid. Participar en un entorno de trabajo tan global es muy atractivo.

placeholder Fotografía: Alejandro Martínez Vélez.
Fotografía: Alejandro Martínez Vélez.

P. ¿Qué opinión le merece la carrera salarial en la que está sumido el sector? Algún compañero suyo habla incluso de "burbuja".

R. Es cierto que existe ese fenómeno, pero diría que está muy concentrado en los mercados americano e inglés, en los que la competencia y el número de firmas pujantes son muy elevados. Venimos de una época de muchísimas operaciones, lo que ha provocado una alta fatiga en muchos equipos, y eso ha planteado la necesidad de aumentar la retribución para retener a los profesionales que los componen. Más allá de Estados Unidos y el Reino Unido, no creo que exista un fenómeno tan reseñable en otras jurisdicciones.

P. ¿En qué medida la diversidad es un factor que valoran los abogados a la hora de evaluar su pertenencia a una firma?

R. En White & Case, entendemos que ese es un factor clave. En Estados Unidos, por ejemplo, hemos sido elegidos por octavo año consecutivo como la firma más diversa. En la oficina de Madrid, tenemos un comité de diversidad e inclusión. Es una cuestión muy presente en nuestro día a día e intentamos que todas estas diversas sensibilidades tengan cabida y estén representadas en nuestra oficina, como lo están en el resto de sedes de la organización.

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P. ¿Cómo prevé que evolucione la situación económica global en 2022?, ¿es optimista o pesimista?

R. Lo que nosotros vemos en el mundo de las operaciones es que los presagios no son tan halagüeños como lo eran en 2021, pero de momento esta incertidumbre no se ha traducido en una desaceleración. Lo que encuentro más difícil, como comentaba anteriormente, es prever qué ocurrirá en el segundo semestre.

P. ¿Cuál es la percepción que hay actualmente de España en el exterior?

R. Para los inversores extranjeros, seguimos siendo un destino muy atractivo, fundamentalmente en materia de infraestructuras, transición energética y renovables, y 'real estate'. Tenemos clientes que nos llaman de manera regular y se interesan por este tipo de activos.

White & Case es uno de los protagonistas del momento en el sector legal en España. Muchas miradas se han posado sobre el bufete norteamericano después de que, en apenas tres semanas, haya cerrado varias contrataciones de peso que anticipan un cambio de rumbo de la organización en nuestro país. Del perfil discreto del que ha hecho gala desde 2013, cuando desembarcó en Madrid, muy centrado en el ámbito transaccional transnacional y en el arbitraje internacional, el despacho aspira ahora a ser una firma 'full service', capaz de ofrecer un asesoramiento completo en cualquier operación. Un cambio de rumbo, como confirma su socio director, Juan Manuel de Remedios, en entrevista con El Confidencial, que les conduce a seguir muy atentos a las oportunidades que ofrezca el mercado.

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